Blowing in the wind {Libre}

A veces habían momentos del día en el que era inevitable no sentir como muchos pensamientos iban agolpándose incómodamente contra la mente, acumulándose y dando como un terrible resultado el tener que estar con ellos en la cabeza y no poder concentrarse en lo que se hacía. Ese era su caso en especial. Llevaba horas encerrado entre cuatro paredes y un techo, con guitarra en mano e intentando tocar una melodía. No era nada difícil considerando con la facilidad que se le daba para componer canciones pero sí lo era cuando distintos pensamientos, algunos con importancia (como el hecho de estar en una ciudad y apenas conocerla bien) y otros no tanto, se agolpaban de una sola vez. Sujetaba con sus dedos la uña negra de la guitarra y cada vez que comenzaba, dejaba de hacerlo para al culminar soltando el instrumento blanco sobre la cama y mirar a través de la ventana. ¿Despejar la mente sería lo mejor? Era lo mejor en todo caso.

No deseó complicarse demasiado la vida para poder decidir salir de la casa y perderse entre la ciudad a la que por cierto, todavía sentía que le quedaba bastante por descubrir. El destino principal aún no había sido seleccionado pero sólo dejó que sus propios pasos lo llevaran hasta donde más quisieran hasta así culminar, curiosamente, en el parque de la ciudad. Aún no anochecía pero la oscuridad poco a poco comenzaba a caer sobre la moderna metrópolis. Una que otra pequeña farola se encendía iluminando el sendero para los que curiosos caminaban por el parque a esa hora, curiosos como él. Introdujo las manos en los bolsillos de su pantalón para echarse a andar por el parque, dejando que la pequeña brisa de los árboles removieran un poco los flecos de su cabello y sintiéndose gradualmente más relajado. Tras unos pequeños minutos de silenciosa marcha visualizó no muy a lo lejos lo que parecía era un pequeño lago en medio del ya un tanto vacío parque. Sin ya debatirse demasiado se acercó al área sólo para poder sentarse a la orilla de éste sobre la verdosa grama del lugar.

Con el paso de los segundos fue perdiendo la vista en un punto muerto de las aguas cristalinas, en un completo silencio y tranquilidad. Siempre le había gustado estar así.

Parecía que ya se le estaba haciendo costumbre salirse del departamento y dejar todo botado. Algo le decía que no estaba bien pero que era momentáneo, necesitaba superar lo recientemente ocurrido que de alguna u otra forma le había afectado a la psique. Ese día estaba todo muy bien, pero como siempre, llegaba ese momento en que solo quería estar solo y últimamente aquello se le dificultaba más de lo normal. Después de todo su departamento ahora albergaba a más gente y no era como si le molestara, todo lo contrario, pero no estaba acostumbrado.

Había tomado el mismo camino de todos los días; iba calle abajo, doblaba en la tercera esquina y atravesaba el parque hasta las inmediaciones del bosque en donde se internaba hasta lo más profundo, buscando deshacerse del sonido de la ciudad y poder tener un momento de paz.
Sin embargo, esa tarde estaba en su travesía por el parque cuando algo lo hizo levantar la mirada del piso y detenerse en seco. Se retiró de la cara la capucha de la prenda que llevaba encima de la ropa y miró a su alrededor. Ese olor, lo conocía. Inhaló nuevamente con los ojos cerrados tratando de identificar su procedencia. Se concentró y un segundo después había dado media vuelta hacia el pequeño lago que adornaba el parque. Ahí divisó ese cabello con ese decolorado inconfundible. Casi dio un salto del gusto que le causaba, pues días antes había estado pensando en él.

Echó a correr a toda velocidad pero antes de llegar siquiera a un cuarto de kilómetro de distancia, se detuvo nuevamente y decidió ir más cautelosamente. No dudaba del instinto de su amigo pero tal vez podía lograr darle un buen susto. Se trepó en el árbol que su objetivo tenía detrás de su espalda y le observó desde ahí. -KAZ~- Murmuró realmente sin querer llamar su atención. Con cuidado se colgó de cabeza de una de las ramas quedando justo detrás de la cabeza del guitarrista. -KAZ~- Repitió con cierta diversión, su ánimo se vio elevado de una manera importante.

Durante los minutos que comenzaban a pasar, quién lo viera diría que estaba filosofando sobre cosas muy importantes y que por dicha razón lucía tan absorto. A decir verdad, eso era lo menos que estaba pasando por la mente de éste que aún permanecía allí sentado con toda la calma del mundo impregnada en el cuerpo. Para desgracia o mejor dicho, para toda su dicha, el momento de falsa concentración se dispersó desapareciendo en cuestión de pequeños segundos cuando un aroma por demás familiar se hacía sentir en el aire que aspiraba. Sus sentidos lo detectaron al inhalar el aire para soltarlo en forma de un suave suspiro y sin poder evitarlo, lo asoció de forma automática con cierta persona en especial. Quiso pensar que quizás era otra persona con el mismo perfume pero muy adentro algo le decía que tal vez y sólo tal vez, no se estaba equivocando en demasía.

Por ello mismo lo dejó pasar y distrayéndose un poco más, comenzó a arrancar un poco del pasto perfectamente cortado. Ahora que lo comenzaba a pensar mejor, ¿qué sería de esa persona? Hacía un tiempo que no le veía y ese aroma tan característico le hizo recordarlo inevitablemente. Ignoró por completo los pequeños pasos a la cercanía en una suposición de que personas dando un camino aleatorio por el parque más el perfume persistía e incluso, más que antes. Como si se tratara de una persona superior que se escabullía en todos los pensamientos del mismo, grande fue la sorpresa de escuchar esa vocecita susurrar desde atrás. De modo automático volteó un poco sólo para toparse al dueño de la voz colgando de uno de los árboles como si de un pequeño primate de tratase.

Sin evitarlo dejó escapar una pequeña risa que amortiguó haciendo uso de una de sus manos y girándose para verle mejor.—Hyde.—lo llamó del mismo modo que el susodicho utilizaba para dirigirse a sí. Tenía que admitir que le alegraba mucho poder verlo.—¿Qué haces colgado del árbol?—era muy obvio lo que cuestionaba pues suponía, el mismo quería asustarlo. —Curiosa forma de aparecer.—dijo con una leve sonrisa, observándolo como si no pudiese creer que estaba verdaderamente allí ya que de todas las personas que esperaba encontrar en Metrópolis, Hyde no era la primera que pasaba por su mente.

Ahora que podía ver el rostro de su amigo, su emoción se había incrementado pues sentía que hacía mucho no lo veía, solamente lo poco que había podido hablar con él por mensajería instantánea. Dentro de todo, sabía que KAZ había estado lejos por cuestiones de las que no estaba totalmente enterado y él, por su parte, se había pasado un mes encerrado en su apartamento. Así que realmente fue un enorme gusto poder encontrárselo por ahí, en "su territorio". Dio un salto al piso cayendo de pie y acto seguido se sentó junto al guitarrista, pero mirando hacia el lado apuesto del lago, para así poder mirarlo de frente a él. La sonrisa que ahora llevaba en el rostro era ya común en esos últimos días. Incluso llegaba a sentir dolor en la cara de tanto sonreír.

Negó con la cabeza como restándole importancia a su propia forma de hacer acto de presencia. -Pasaba por aquí- Dijo despreocupado riendo un poco. -¡No sabía que estabas por aquí!- Exclamó de repente, notablemente sorprendido y llevó su derecha al hombro ajeno para palmearlo un par de veces. -¿Cuándo llegaste?- De pronto se le había olvidado que quería estar solo, la compañía de su amigo siempre era bienvenida. Se recostó momentáneamente solo para darse la vuelta elevando las piernas, casi arrastrándose en el pasto y por fin quedar de frente al agua. Observó ese paisaje apenas un par de segundos y luego desvió la mirada a las manos de KAZ que habían estado arrancando el pasto y ahora este estaba esparcido por la zona. Le miró divertido. -Qué bueno que estás aquí- Concluyó con sinceridad, esperando ahora a que sus dudas fuesen respondidas.

No sabía precisamente por qué, pero podía dinstinguir un enorme brillo de felicidad y alegría en la mirada de éste. Era como en ocasiones como esas, un pequeño libro abierto si de verdad sabías como leerlo y esa era la emoción que destilaba el cantante en esos momentos: felicidad. Rápidamente comenzó a preguntarse, ¿qué lo hacía tan feliz? Lo desconocía pero sin dudas debería hacer algo demasiado bueno y era claro que estaba desinformado, ni siquiera por los mensajes instantáneos sospecho de que cuando lo encontrara en la ciudad por casualidades de la vida, sería así de feliz. Eso lo hacía pensar que era muy bueno que se encontrara feliz. Siempre era bueno encontrarlo de ese estado de ánimo.

Siguió con la mirada cada uno de los pasos ajenos hasta tenerlo de frente y por su parte, alejó la mano del pasto para poder colocarla sobre el regazo propio y escucharle hablar atentamente. Normalmente entre los dos el que más solía hablar era Hyde y él la mayoría de las veces se dedicaba a escucharle y prestar atención a cada cosa que decía. Sonreía leve al escucharle hablar y asentía, dejando que se acomodase a un lado antes de poder contestar la pequeña pregunta que parecía carcomer al otro.—Llegué hace poco.—explicó sin explayarse demasiado.—Te hubiera avisado a no ser porque fue una decisión repentina.—continuó para mirarlo por el rabillo del ojo.—¿Es bueno?—sonó como si no lo hubiese esperado para finalmente sonreír.—También lo es encontrarte, creo que así no estaré tan solo por acá.—agregó al final de forma sincera, trazando la orilla del lago con la mirada antes de enfocar en su campo visual a su ahora acompañante. De no haber sido porque Hyde estaba allí lo más probable es que continuase solo en la enorme ciudad.

Rió ante su pregunta y luego se alegró todavía más con sus siguientes palabras. -Claro que no estarás solo, por algo te trajo hasta acá el viento- Bromeó mirándole de reojo, con la vista fija en el agua y sin quitar esa sonrisa del rostro por un rato más. Pero bueno, ya era demasiado de eso. Permaneció en silencio unos segundos, pensando en todo lo que había pasado en esos últimos meses y las ganas que tenía de contarle todo a KAZ. Después de todo él siempre había sido parte importante de su carrera y de su vida.

KAZ sabía del hijo de Megumi, puesto que lo había llevado a alguna de las giras con VAMPS e incluso antes con su proyecto solista. Pero ahora todo había cambiado de una manera tan radical. Y de pronto la sonrisa había dejado de bailotear en su cara. Se giró nuevamente hasta sentarse en otra posición, se sentía inquieto, esta vez le miró de lado, sentado en posición de flor de loto. Y sin estar muy consciente empezó a imitarle, arrancando el pasto de manera ausente.

-¿Y cómo estás, Kazu-chan? ¿Cómo va todo?- Levantó la cara para mirarle ahora con un gesto más neutral. La noche había caído rápidamente y por completo se había olvidado de su destino principal.

Rió por la pequeña broma, pensando en que entonces el viento no debería ser tan malo como para haberlo traído hasta allí para que se pudiese encontrar con Hyde. Después de todo, el resto de los miembros de Oblivion Dust no quiso exactamente hacerle una pequeña compañía al irse a Metrópolis y tampoco era nadie para poder obligarlos. Quizás se seguiría comunicando con Ken mediante mensajes, quién sabe, pero por instantes llegó verdaderamente a creer que estaría solo.

Distraído o no en pensamientos, el silencio que se creó no fue uno incomodo, más bien en el mismo pudo percatase de como la sonrisa tan amplia desaparecía del rostro de Hyde, dándole la impresión de que estaba tal vez pensando en distintas cosas, creyendo corroborar la pronta teoría al verlo de la nada arrancar la yerba del suelo.—He estado muy bien, supongo. Ahora tengo tiempo libre y decidí de la nada venir a Metropolis, me aburría en casa.—no lo miró durante el trancurso que daba la contestación, aún siendo capaz de escuchar el sonido que producía el pasto al ser arrancado.

Ya habiéndose explicado esta vez era él quien quería saber más sobre Hyde, teniendo la impresión de que estaba bastante desinformado respecto al vocalista. Puso ambas manos a su costado y miró hacia el firmamento, ahora lleno de muchos puntitos brillantes que en realidad eran estrellas.—¿Y cómo estás tú? ¿Tienes algo nuevo que contar?—permaneció en la posición tranquilamente, sintiendo la brisa nocturna chocar contra su rostro.

Le escuchó con atención tratando de quedarse lo más quieto posible pero sin mucho éxito al nuevamente haber cambiado de posición, volvía a estar frente a KAZ, en la posición de antes y le miraba fijamente. -Haré que la pases bien aquí en Metropolis- Le confirmó con un gesto extrañamente tierno y luego en un último intento por tomar una posición cómoda, terminó recostando la cabeza sobre el regazo de KAZ, mirándole desde ahí. Inevitablemente miro al cielo también, volviendo a pensar en lo que había pasado, tan rápido que si se lo contaba a KAZ era posible que no le creyera.

Y como si el otro hubiese estado leyendo su mente, sus preguntas llegaron en el momento justo. De pronto se sentía como una bomba a punto de estallar. En todo ese tiempo no había tenido a nadie con quien pudiese hablar de nada y ahora estaba ahí uno de sus mejores amigos. Aquella sonrisa enorme volvió a iluminar su rostro sin dejar de mirar al guitarrista y se acomodó sobre su pierna.

Dudó un momento, qué estúpido se sentía, dándole vueltas al asunto como un adolescente a punto de decirle que estaba enamorado. Soltó una risa casi tonta y volvió a mirarlo. -Si, en realidad muchas cosas- Dijo por fin, de verdad dudaba que KAZ le creyera cuando se lo dijera pero también era como él, un híbrido y confiaba en que a diferencia de otras personas, él comprendería un poco más. -Pues... hace unos meses empecé a salir con Gackt- Soltó de una, finalmente se había quedado en una posición, con la cabeza sobre el regazo ajeno y el cuerpo estirado sobre el pasto. Jugueteaba con sus manos a la altura de su pecho. -Hace unos días... fuimos padres...- Hizo una pausa en su "discurso", ¿qué tan raro sería si le confesaba que él había tenido al bebé?

Sin ser nada fuera de lo común permitió que Hyde se recostase sobre su regazo, aparentemente acostumbrado a que éste hiciera tales cosas cuando hablaban en ocasiones. Mantuvo ambas manos a los costados para dejar así de prestarle atención al cielo nocturno y mirar a su acompañante con toda la atención del mundo en lo que le diría. Quería saber que era lo que se había perdido y no dejó que la oportunidad se le escapara.

Mientras Hyde hablaba, se recargó sólo con una de las manos para con la otra poder retirar un par de cabellos que caían sobre el rostro del mismo, como una mera maña que tenía. La acción se quedó completamente a medias a medida que fueron soltándole el resto de las palabras. Estas resonaron por un momento en su mente. Hyde y Gackt ahora eran pareja. Era extraño si lo tenía que admitir, pues desde siempre había tenido la impresión de que ambos eran sólo mejores amigos. Más aún, culminó mucho más sorprendido cuando fue informado de que ahora eran...padres. Pestañeó un par de veces, procesando la información entregada de la nada y si la reacción esperada era que se alejase estúpidamente, fue todo lo contrario, optó por reaccionar de forma más tranquila. No tenía porqué alterarse como lo haría un verdadero tonto, más bien alegrarse porque uno de sus mejores amigos estaba feliz.

—¿Padres? ¿Adoptaron o algo similar?—inquirió lo que pensaba era lo más lógico. Era increíble cómo se perdía de la vida de Hyde por un tiempo y de la nada, resultaba que tenía otro hijo más aparte del que tuvo con Megumi y salía con Camui. Eso lo dejaba procesando la información, queriendo saber más al respecto.—Pensaba que tú y Gackt eran sólo amigos, no me imaginaba que terminarían juntos y mucho menos con un hijo.—soltó la última palabra dando la impresión de que se la había pensado al decirla y aún sin finalizar, se atrevió a preguntar.—¿Cuándo decidieron ser padres?—terminó de retirar los cabellos que cubrían la cara del otro, completando así la acción que había dejado a medias.

Con agrado recibió sus impresiones, dándose cuenta de que decir todo eso en voz alta era lo que había necesitado durante ese tiempo precisamente para terminar de creérselo él mismo. Sin embargo sus preguntas casi le robaron una risa que ahogó con una de las manos y negó repetidamente con la cabeza. -No, no... lo.. hicimos- Había vacilado un momento antes de decir la última palabra de la frase que soltó lentamente, pensándose dos veces cada pequeña sílaba que acababa de pronunciar. Luego suspiró y continuó con su tarea de juguetear con el pasto, pero ahora en esa nueva posición. Tenía las manos estiradas a cada lado del cuerpo y estrujaba las pequeñas plantitas con ambas manos.

-Eso creía yo también, todo se dio bastante rápido a decir verdad- Confesó mientras cerraba los ojos y disfrutaba de las caricias de su amigo en su cabello. -Vas a pensar que soy un irresponsable- Soltó una nueva risa volviendo a ahogarla con aquella mano que no había logrado apartar mucho de su cara. -No lo decidimos, fue imprevisto- Poco a poco abrió los ojos mirando hacia un punto invisible sobre la copa de un árbol de los que los rodeaban. Los ruidos del parque se habían hecho tan pocos que lo más que llegaba a sus oídos era la brisa mover el agua levemente y los animalitos que andaban por ahí, rodeándoles.

-Es una locura pero estuve embarazado por un mes- Y ahí, lo había dicho y fue hasta entonces que le cayó la inmensidad del asunto, si... a pesar de que ya había tenido al bebé, aún le costaba. Todo ese mes había estado como en un trance que no terminaba de comprender, pero hablarlo le estaba haciendo abrir su mente y por otro lado, lamentarse de no haber aprovechado aquello para arreglar ciertos asuntos...

¿Estaba escuchando bien? Quería pensar que por casualidades del destino un pequeño problema de audición se le presentó en el momento menos oportuno pero no fue así. Era demasiado extraño de por sí tener escuchar que los dos cantantes estaban saliendo juntos pero que hubieran hecho un bebé era...era algo que cualquiera se tardaría en creer. Y uno de esos era él. Irremediablemente la imaginación espontánea le hizo imaginarse al otro embarazado y si era sincero, no era una imagen que alguna vez en su vida quiso formularse. No sólo eso, estaba esa "ley" que estaba ahora siendo más que quebrada: los hombres no pueden tener hijos.

Dejó de darle tantas vueltas estúpidas al asunto para dirigirse hacia su amigo, evitando el darse imagenes mentales sin sentido y de por sí, bastante tontas.—¿Hablas enserio? ¿Hicieron un bebé?—aún no salía de su asombro, teniendo casi que abofetearse internamente para no decir tonterías cualquieras.—No puedo creérmelo.—toda su cara era un poema más que increíble y en un gesto de notable asombro, posó una mano sobre sus labios, mirando fijamente la cara de quién yacía recostado sobre su regazo. Ahora tenía demasiadas preguntas.

Fuera del factor de que los hombres no están exactamente hechos para cargar una criatura en sus entrañas, estaba el hecho de que Hyde era un vampiro, justo como él lo era. Los años que llevaban muertos eran incontables quizás, por lo que se seguía preguntando como era posible aquello.—Me pierdo por un tiempo y resulta que quedas embarazado.—suspiró para alejar así la mano del área de los labios.—¿Cómo pudieron? Digo...—se quedó callado, enredándose al querer hablar.—No pensaba que pudiese ser posible eso de tener un hijo.—remarcó la palabra "tener" sin retomar las insistentes caricias a la cabellera del inmortal ser pero no por estar molesto, más bien para poder recargarse con ambas manos y observarle mejor, todavía sorprendido en demasía y con demasiadas preguntas sin una respuesta factible.

Se incorporó y se giró para volver a su posición anterior, sentado en posición de flor de loto a un costado de KAZ, mirándole con una pequeña sonrisa a pesar de sus palabras y la manera en que a su amigo no le cabía todo aquello en la cabeza. Pero lo comprendía, ni él mismo, que lo había vivido, estaba aún del todo convencido. Rió un poco. -Sinceramente no sé como se origina pero tampoco voy a mentirte diciéndote que es la primera vez que veo algo así. Aunque la vez pasada no fue en mi- Frunció ligeramente el ceño, volvió a reír y en modo de juego le aventó un par de hojas del pasto a su amigo, apenas haciéndolas llegar a su pecho y una vez chocaban en este caían sobre su regazo.

-Si hubieras llegado antes hubieras podido verme- Se lamentó haciendo un pequeño puchero y volviendo a recostarse, pero esta vez completamente sobre el pasto, frente a KAZ. Se estiró de brazos y piernas sintiendo estos destensarse de una manera que le agradó. Finalmente suspiró y volvió a incorporarse. -Se siente tan bien estar fuera de casa luego de pasar un mes ahí encerrado...- Confesó acomodándose hombro con hombro con el guitarrista y apoyando la cabeza sobre el de él. No sabía porque estaba tan inquieto...

-No quería que nadie me viera- Añadió ahora con la voz más tranquila, pues al parecer esa posición le agradaba. -Me puse gordo KAZ~- Fingió un berrinche y luego otra risa. Levantó la cara y le miró, de pronto había cruzado una idea por su cabeza. -¿Vas a ir conmigo al gimnasio?- Propuso, según el médico aún no podía realizar nada que conllevara esfuerzo, por la operación... pero lo que el médico no sabía era que la herida era un simple recuerdo, pues su cuerpo se había encargado de completamente hacerla desaparecer y estaba perfectamente listo para la acción apenas unas horas después de que le sacaran al bebé.

Tuvo que morderse la lengua para no salir preguntando respecto a quién fue con exactitud ese otro hombre que pudo haber quedado embarazado, por más raro que pudiese sonar la palabra que lo usual era que fuese dirigida exclusivamente hacia el género femenino. Con el paso de los minutos fue adaptándose a la idea de que Hyde tuvo un bebé y que ese pequeño era fruto de él y el famoso Gackt. Dejando las pequeñas hojitas caer sobre sí sólo se dedicó exclusivamente a oírlo hablar y observarlo recostado sobre la grama. Flexionó una de sus piernas para que no doliera el área de las rodillas y colocó sobre esta uno de los brazos.—Ya te imagino, con una barriga.—contestó ahogando una pequeña risa ante la curiosa imagen del más bajo con aquella panza.

Comprendía el hecho de que no quisiese que lo vieran. Si lo hubiesen hecho estaba seguro que se habría enterado por cuanto medio existiese de que "Hyde había engordado demasiado". Retiró un poco la grama que cayó sobre su regazo, sin protestar ante el peso que representaba la cabeza de éste al ser recostada sobre el hombro. Estaba acostumbrado a esa clase de cosas, siendo amigos desde hacía más de dos o tres años, era costumbre de todos los días que lo usaran como una clase de almohada o poste.

—¿Gordo? Pues yo lo noto mucho.—rió tranquilamente, notándose que la forma en la que asimiló la noticia no fue catastrófica y en el caso suyo, lo hacía de forma tranquila, sin alteramientos.—Así debería estar yo.—sentenció como si fuera la cosa más absoluta del universo para segundos después oír la propuesta.—Hace tiempo que no vamos al gimnasio juntos.—a propósito colocó un gesto pensativo y considerablemente serio.—Podemos ir cuando quieras, llevo tiempo sin ir y si estamos gordos, entonces rebajemos juntos.—aceptó la propuesta acercando un dedo para picar un poco los costados de Hyde sin llegar a ser molesto, sólo lo suficiente para causar un cosquilleo. No sentía nada de demás por ahí.—Se supone que habías engordado.—dijo al final esbozando una sonrisa divertida y alejando sin más la mano de allí para colocarla de nuevo sobre su rodilla.

-No... no me imagines...- Se apartó casi de inmediato y apenas un poco para repelar a su primer comentario, acompañando su expresión con un movimiento de manos, como prohibiéndole que lo hiciera y soltó una carcajada. -No quieres, créeme- Bromeó, regresando la cabeza a su hombro por un rato más antes de que el guitarrista volviera a hablar. Por acto reflejo bajó la mirada hacia su propio abdomen, por el puro complejo llevaba puesta una camiseta más ancha de lo que acostumbraba. Cuando sintió el piquete en sus costillas, le dedicó una sonrisa divertida y nuevamente se alejó de su hombro. Se inclinó hacia atrás ligeramente apoyándose en una de sus manos y estirando las piernas y con la otra mano se frotó el estómago.

-Debiste verlo... era enorme- Alzó la mano unos centímetros sobre su propio cuerpo mostrándole más o menos el tamaño que tenía, se detuvo un momento y alejó más la mano, fingiendo que había sido de un tamaño casi imposible. -Así- Rió y devolvió la mano a donde la había suspendido antes. -No, así si...- De reojo miró a su amigo. -No quiero quedar todo aguado- Divertido, hizo un gesto con los labios y frunció el ceño levemente. Luego se llevó la mano de nuevo a la zona del abdomen pero esta vez se retiró un poco la camiseta, dejándole ver su torso desnudo. Lo único que había cambiado habían sido esas marcas trabajadas, habían desaparecido, por lo demás, estaba delgado como siempre. Se acarició aquel sector.

-Quiero recuperar mi figura- Bromeó conteniendo una risa mientras bajaba un poco la mano y con esto parte de su pantalón descubriendo un poco la piel debajo de su ombligo. -Se supone que ahí esté la cicatriz- Comentó de manera ausente, sin darse cuenta que de pronto se había puesto a inspeccionarse frente al menor. Rió apenas debido a esto y terminó por cubrirse nuevamente. Miró a KAZ. -Empezamos el lunes- Sentenció con decisión. -A las cinco de la mañana- Añadió con seriedad fingida.

Tal cual la charla más interesante del mundo, le fue de lo más curioso tener que ver como su amigo en gestos cómicos y más que exagerados le decía el aproximado tamaño del vientre que durante un mes tuvo. Como siempre pasaba cada vez que Hyde hacía de las suyas, ya fuese con comentarios o extrañas muecas, se le arrancó una risa lo suficientemente audible. Esas era una de las cosas que en cierta parte extrañaba: poder reírse de las ocurrencias de Hyde. Si éste último no quería que imaginase como se veía con una barriga falló en el intento porque ya lo había hecho, quizás más pronto de lo que esperaba.

—Debió ser extraño tenerlo.—confesó de lo más sincero. De por sí ya bastaba pensar en que a veces no podía ni sostenerse a sí mismo, ni pensar lo que sería cargar a otro ser en tu interior y el peso extra que un vientre representaba. La palabra aguado lo hizo pensar que bajo toda la camisa despegada del cuerpo éste debería tener un desastre, pero sólo pudo desconcertarse al notar todo lo contrario. Evitó formular un comentario cuando la charla prosiguió, siguiendo con los ojos la forma en la que este bajaba la mano para dejar más piel al descubierto y señalar donde se suponía que hubiera una cicatriz.

Si no fuera porque sabía que la herida sanaba en cuestión de nada, pensaría que era doloroso tenerla.—¿Y dolió mucho?—imposible no preguntar.—Me refiero a...tener el bebé.—musitó despegando la vista del factible lugar donde se debía localizar la cicatriz para quedarse con una cara entre sorprendida por la hora tan extrema que sentenciaba Hyde.—¿A las cinco de la mañana?—sonrió con lo que parecía ser diversión e hizo memoria de una de las mañas y vicios que a veces el vocalista nunca se podía quitar ni a la fuerza.—Yo podría, pero no sé si puedas. Apenas puedes ir a dormir temprano.—le recordaba enfocándolo visualmente y con aquella sonrisa posada ligeramente sobre los labios.

Dejó la mano reposar en su abdomen. -Lo fue- Afirmó mientras miraba el agua moverse por el leve viento que corría en el lugar. El tiempo estaba pasando lentamente y la gente en el parque cada vez era menos hasta que de pronto ya no vio a nadie al menos a los alrededores de donde se encontraban ellos. Miró al guitarrista sin moverse de posición, apoyado en una mano mientras con la otra se sostenía el abdomen. -Pero más que extraño... la verdad fue muy... emotivo...- Hizo una pausa volviendo a desviar la mirada al frente. Comenzaba a hablar en murmuros, siempre le gustaba escuchar el "silencio" que se hacía en ese tipo de lugares. El susurrar del agua, las hojas movidas por el aire, los animales que se escondían entre la maleza y los árboles...

-Fue una sensación de no estar solo...- Sonrió con ternura y subió la vista al cielo concentrándose en una estrella que titilaba solitaria en el inmenso firmamento negro azulado. De pronto los momentáneos silencios eran más agradables. -¿Sabes? Todos los días Gackt se llevaba a Akira al estudio y yo tenía que quedarme en el departamento... pero no me sentía solo- Devolvió la vista a KAZ todavía con esa pequeña sonrisa llena de cariño hacia su pequeño hijo, sentía incluso que tenía algún brillo especial en los ojos. Damon se lo había dicho días antes; después de tener al bebé, se sentía diferente... "radiante"...

-Inevitablemente Demian estaba conmigo y era bastante agradable hablarle o cantarle...- Permaneció otro momento de silencio y luego movió la cabeza alejándose repentinamente de ese ataque de humanidad. La verdad era que KAZ, o cualquier buen amigo con quien hablar, le había hecho mucha falta en toda esa situación. Después de todo haber pasado por todo eso, desde haberse enamorado de Gackt hasta el nacimiento de su hijo, le había dado importantes cambios a su vida y de alguna forma ahora era alguien diferente. Fue entonces que escuchó preguntarle si había dolido. -Para nada, la anestesia es una cosa maravillosa- Se limitó a contestar con diversión. Pronto suspiró y rió más animado por lo último dicho por su amigo. Hizo un gesto de estárselo pensando seriamente. -Mmh... tienes razón... ¿a las ocho?- Igual se le dificultaba pero debía hacer lo posible.

Siendo un relato de lo más interesante, no hubo ni un segundo en el que despegase atención en la clase de historia que Hyde le contaba respecto a ese mes donde estuvo esperando al pequeño bebé, que por cierto, ahora sabía que su nombre era otro más que Demian. No quiso en ningún momento interrumpir las palabras que se desprendían de los labios del otro guitarrista y llevando varios años conociéndole casi de pies a cabeza, notaba ese brillo tan especial en los ojos oscuros de Hyde. No era uno cualquiera, más bien uno lleno de felicidad, cariño y ternura que sólo eran dedicados a esa criaturita que junto a la persona que amaba había creado.

Aquello también demostraba que criaturas como eran ellos dos (vampiros) también podían tener esos sentimientos alojados allí aunque no todos los vieran. Ver a Hyde así lo hacía sentirse feliz por su amigo. Durante el tiempo que el mayor estuvo contando de lo más concentrado todo lo que pasó él simplemente se dedicó a observarle con serenidad, una que se rompió inevitablemente por la contestación tan repentina a la interrogante que hizo con anterioridad, haciéndolo reír pero sin ser estrepitoso.—Con anestesia todo suena más fácil.—dijo como si nada para mover la otra pierna y terminar sentado de forma india.

—Que sea a las ocho.—asintió con un leve movimiento de cabeza como un "chico obediente".—Luego no podrás quejarte si tienes sueño o te sientes cansado.—hizo como si lo regañara más sin ser realmente esa la intención. Ya prácticamente acordada la fecha, lo observó de soslayo y con las manos tocaba un poco las plantitas en el suelo.—Sólo por curiosidad, ¿qué tal Akira recibió la noticia de tener un hermanito?—observó al suelo y sonrió quizás sintiéndose estúpido por hacer tanta pregunta, pero era inevitable. Llevaba mucho tiempo sin saber de Hyde y toda la noticia le daba solo preguntas y lo hacían ansiar una respuesta.—Lo siento, creo que ando preguntando más de lo normal.—soltó una risa baja por pensar en lo tonto que debería verse al andar soltando tantas preguntas respecto al tema.

Con una última sonrisa optó por dejar de lado el tema del bebé y pasar momentáneamente a cómo recuperar las marcas en su abdomen. Miró a KAZ con cierta diversión cuando le recordaba eso, ya sabía que terminaría quejándose, siempre lo hacía. Pero tenía que ponerse estricto o no lograría su cometido. -A las ocho- Confirmó fingiendo una mueca de desagrado y luego rió. Pensó un momento en su pregunta, todo había sido tan rápido que no le costó mucho recordar ese momento en que Gackt y él le dijeron a su hijo mayor que iba a tener un hermanito. La expresión en el rostro del niño apareció en su mente casi al instante.

-Demasiado bien, le alegró mucho. Estaba bien juntándose con los hijos de Tetsu pero creo que la noticia de que tendría con quien jugar en casa le cayó de maravilla- Cuando terminó de decir aquello devolvió la mirada a su guitarrista, suponía que escuchar que Tetsu tenía hijos también no era algo que se esperara, así que lo único que pudo hacer había sido reír. Si KAZ supiera todo lo que había pasado en esa loca ciudad, seguramente se hubiera pensado dos veces ir ahí. -Quién sabe KAZ, tal vez en unos meses tú también tengas hijos- Bromeó llevándose una mano a la boca para sofocar la nueva risa que amenazaba con estallar. -Todo bien, si no preguntas, ¿cómo te enteras?- Le tranquilizó con un movimiento de esa mano que tenía en la cara, restándole importancia al asunto.

-Pero quiero que tú también me cuentes algo- Le animó y se giró lo suficiente para mirarlo. Se lo pensó unos segundos y finalmente se recostó en el pasto, con una mano palmeó el mismo, invitando a su amigo a recostarse a su lado y así poder escucharlo más cómodamente.

Se quedó pensando un momento...¿Tetsu tenía hijos? ¿Enserio? Oh, mejor aguantarse de nuevo las ganas de saber o culminaría convirtiéndose en todo un preguntón. Prefirió en cambio quedarse con la idea de que con el pasar de los días en Metropolis iba a enterarse de lo que pasó durante todo ese tiempo, como por qué ahora Tetsu tenía hijos y cosas que quizás ni le habían contado aún. De haber estado comiendo algo se ahogaría por la ocurrencia de su amigo, más como él, rió y negó rápidamente, movimiento una mano en negación para enfatizar lo que diría.

—No creo, Hyde, estoy bien así.—contestó observándolo y más aliviado por las palabras seguidas. Echó un rápido vistazo al área que el castaño palmeaba con una mano para recostarse sobre la misma, pensándose muy bien lo que le decía. No tenía demasiadas cosas que contar, si lo pensaba demasiado bien. Lanzó un suspiro y levantando una mano revolvió algo su cabello curiosamente peinado.-No tengo nada muy interesante que contar, en Tokio no pasan cosas como las que pasan aquí.-habló mirando el firmamento y las estrellas posadas en él.

—Lo único que puedo contarte es que hace unos días se sacó un single nuevo, los chicos decidieron quedarse aunque les di la idea de que visitaran la ciudad. —hizo una pequeña mueca. —Nada interesante. —o mejor dicho, aburrido, eso pensó una vez lo tuvo todo en mente. Suspiró un poco y volteó un tanto el rostro para poder ver a Hyde recostado de lo más cómodo. —¿Puedo pedirte algo? —inició con una pequeña pregunta. —Hace unos días llegué a la ciudad, no la conozco muy bien. Con suerte no me perdí de camino al parque. —miró otra vez al cielo, haciendo memoria de los escasos lugares que conocía. —¿Podrías mostrarme mejor la ciudad? —se atrevió a pedir finalmente, quedándose recostado sobre el pasto que en esos momentos estaba muy lejos de ser incomodo.

Rió con más ganas con la reacción del otro mirándole con cierta diversión. Luego cuando estaban ambos recostados, también miró al cielo. Le fascinaba la forma en que todo se iluminaba de forma natural con la luz de la luna, aunque fuera esa misma luna culpable de muchas cosas que realmente no venía al caso recordar. Se volvió a concentrar en su amigo escuchando lo que le decía. -Debo escuchar eso, te digo que todo el mes estuve aislado del mundo- Comentó divertido pensando que si bien no le cansaba pasar todo el día escuchando la misma música, le daba gusto que KAZ si se dedicara a algo, no como él.

Pronto su pregunta volvió a llamar su atención y le miró con interés, girándose un poco para recostarse sobre su costado y mirarle de frente. -Lo que quieras- Sonrió con complicidad para después escuchar el resto. Soltó una risa por aquella confesión y posteriormente su petición, le daba ternura que a veces KAZ fuera tan tímido. Asintió con la cabeza un par de veces mientras se mordía el labio ligeramente. -Después de nuestra rutina en el gimnasio, te llevo a pasear-

Confirmó y permaneció otro momento ahí tirado al lado del guitarrista. Después de un par de minutos se giró de espaldas sobre el pasto y suspiró. -Te llevo a donde quieras, menos a la playa- Añadió de la nada riendo luego, no sabía si era por ese gen vampírico pero la playa no era de sus lugares favoritos.