Ya me voy a poner condón -HYDE-

Spoiler:

Le miraba con atención, al parecer estaba bastante concentrado en lo que hacía, tanto que pudiera ser que no notara del todo su presencia o en ocasiones lo olvidara. Ladeó un tanto el rostro apoyado en una de sus manos sobre la mesa, observando con curiosidad cada uno de sus gestos, estaba completamente dedicado a lo que hacía lo que le provocó sonreír divertido en tanto el pequeño cambiada de crayón y se disponía a hacer un par de trazados más sobre aquella hoja que prácticamente ya no tenía lugar en blanco para rellenar.
En la sala el sutil sonido de la TV podía oírse en todo el departamento. Solo estaban ambos ahí, Hyde y Akira había salido muy temprano por asuntos de la escuela, ya eran casi las 2 de la tarde, la hora de la comida generalmente se efectuaba en esos momentos, tal vez debía decirle a Demian, pero tan solo un momento más, esperaría a que terminara aquello que le tenía tan concentrado.

Bastaron unos cuantos minutos más y la voz de su pequeño hijo le alertó. - ¿Te gusta? - Preguntó el niño en el momento en que deslizaba la hoja por el mesón que se encontraba en el centro de la cocina y miraba a su padre con atención e insistencia, esperando obviamente la aprobación.
- ¿Qué es? - Dijo el mayor sentándose de forma recta cuando miraba aquel dibujo, no lograba distinguir a ciencia cierta que era lo que el niño había dibujado y era mejor asegurarse de primera fuente. Sonrió con diversión y desvió su atención a quien tenía en frente provocando que este solo riera de forma infantil y apoyara ambas palmas de sus manos sobre la superficie del mueble. - ¡Un perro, papá! - Le gritó sin llegar a tomar un tono agresivo, más bien queriendo decir que era algo más que obvio. ¿Cómo era posible que Gackt no lo supiera con solo verlo?.

- Ah~ claro que si, solo quería asegurarme - Comentó con diversión ante la reacción del pequeño. - Es que es tan abstracto, tal vez debería entrecerrar los ojos… - Dijo ejerciendo esa misma acción que había relatado, estuvo así unos cuantos segundos en los que procuró dar una mirada de reojo al niño. Finalmente se relajó y soltó una carcajada contagiando a su hijo.
- No entiendo - Comentó finalmente este último mientras se ponía de pie sobre el banco. - ¿Qué es astrabto? -

- Es abs-trac-to - Le corrigió en pauses modulando perfectamente justo cuando él también se ponía de pie y tomaba a Demian en brazos para bajarlo al suelo. - Ahora comeremos, Má dejó las comidas ~ - Sonrió ampliamente y se dispuso a calentar los alimentos respectivos para cada uno cuando el pequeño se dirigía hacia el sofá tomando algún juguete en el camino.

Tomó el tazón con caricaturas de Demian y lo dejó a un lado mientras revolvía lentamente la hoya, de pronto recordó que Hyde hace un par de días había estado evitando comer algunas cosas y hasta le escucho quejarse sobre algún tipo de malestar, pero seguro era porque estaba cansado o posiblemente hubiera adquirido alguna gripe, era lo más común ahora que era humano después de tanto tiempo…y sobre él, tampoco tenía idea a que hora llegarían...

Cada vez le parecía más molesto sentirse así, pues de unos días a la fecha su cuerpo había sufrido algunos cambios que al principio había decidido ignorar. Sin embargo, esa mañana, muy temprano y antes de que todos despertaran, lo primero que hizo fue correr al baño invadido por una horrible sensación de náuseas que terminó en un inevitable vómito. Y fue entonces que, sentado junto a la taza del baño, supo que no debía dejarlo pasar. Todavía dedicó unos minutos a recapitular lo que había cenado el día anterior, pero nada fuera de lo normal.
Aún así, después de desayunar -aunque un poco menos de lo que acostumbraba-, se había salido junto con Akira. Pues ahora que el niño atendía al colegio, él debía hacer de padre responsable y hacer acto de presencia en las juntas.

Como las clases del niño comenzaban en la tarde, tuvo que dejarlo en la escuela y volver solo a casa. Aprovechó para hacer un par de compras y poco antes de las tres de la tarde, estaba finalmente subiendo el pequeño tramo de escaleras desde el sexto piso al penthouse, pues el elevador llegaba hasta ahí. Abrió la puerta con calma y entró, por fin en su hogar. Se encontró con Demian en la sala, quien al verlo entrar, dejó de lado los juguetes y fue hasta donde estaba para saludarlo. Hyde lo tomó en brazos y lo abrazó, depositando un sonoro beso en su mejilla. -¿Y tu papá? ¿Ya te dio de comer?- Preguntó con diversión al detectar al aludido del otro lado del arco que dividía la sala de la cocina. Demian negó con la cabeza. -Está haciendo la comida- El pequeño señaló con la manita a la dirección en donde Hyde ya estaba mirando. Sonrió más ampliamente y dejó a Demian de vuelta en el piso.

-¿La está haciendo o solo la está calentando?- Preguntó en voz alta para molestar a su novio. Llevó las bolsas que cargaba hasta la isla en medio de la cocina y las dejó sobre esta. Se acercó hasta abrazar a Gackt por la espalda y besó su hombro sobre la ropa. -Deberías ponerte un delantal, o te vas a ensuciar la ropa, amor~- Le aconsejó con diversión y se alejó nuevamente. Tomó una silla que había cerca para sentarse, y lo observó unos segundos. -Ya había olvidado lo tedioso que es escuchar parlotear a un profesor por horas y horas- Suspiró con cansancio. -Tengo hambre~- Le dedicó un puchero que fue interrumpido por Demian que se apoyaba en sus piernas. -¡Yo también!- Exclamó con una sonrisa, también mirando a Gackt mientras calentaba la comida.

La comida ya estaba casi lista para ser servida, tomó un tazón más grande para él y mientras llenaba el tazón de Demian escuchó el sonido de la puerta y luego la voz de Hyde, había llegado justo para comer. Se giró un momento mientras este último tomaba al niño en brazos y lo saludaba, suponía... bueno, era ya más que obvio que tendría que darle de comer a su novio por lo que tomó otro tazón y se dedicó a llenar ahora esos dos. Justo terminaba con aquella tarea cuando le sintió en su espalda, giró el rostro apenas para mirarle. - No importa, ya está listo - Dijo con una pequeña sonrisa y dejó los platillos sobre la isla, tomó unos palillos y los dejó sobre cada tazón.

- Ahí está - Tomó al pequeño en brazos para sentarlo en el lugar de antes y luego quitó las hojas y lápices que estaban por ahí acomodándolos en otro lugar. - ¿Ya pasó el malestar? - Preguntó a su novio al momento en que se acercaba y depositaba un pequeño beso en su frente. - ¿Cómo les fue? - Miró de pronto las bolsas que Hyde había dejado cerca y se sentó junto a este mismo.

Demian quien ya había aprendido un poco a utilizar sus palillos especiales se dedicaba a juguetear con un poco de arroz y de vez en cuando se llevaba algo a la boca si es que lo lograba a la perfección.
Gackt solo rió, para que el niño pudiera comer todos sus alimentos al final siempre era necesario estar al pendiente y en muchas ocasiones ayudarle; eso era algo que personalmente no le desagradaba en absoluto, hasta se había acostumbrado a hacerlo aún cuando tiempo atrás se le dificultaba la tarea siendo Demian solo un bebé.

De pronto miró al mayor y le sonrió ampliamente.- ¿Viste lo que dibujó? es un perro abstracto. - Bromeó causando una risa divertida en el pequeño quien inmediatamente replicó ante eso. - No es eso, papá ~ -

Recibió su cariñoso gesto con una sonrisa, le agradeció por la comida con una leve reverencia y posteriormente tomó los palillos con una mano. Pero apenas miró el arroz frente a él y levantó la vista volviendo a clavarla en su novio para responder a sus preguntas. -Pasó pero a veces vuelve... Y nos fue bien, solo recibí elogios sobre Akira- Sonrió ampliamente y con orgullo al recordar las palabras del profesor y después de hablar, devolvió la mirada al plato.
De pronto ya no era tan atractivo, hizo un puchero de molestia consigo mismo y dejó los palillos junto al recipiente, aunque tratando de no denotar el repentino cambio de apetito.

Afortunadamente, aquello había coincidido con la noticia que le daba Gackt sobre las más recientes creaciones de su pequeño hijo. Se levantó de su lugar hasta donde momentos antes el cantante acomodara las hojas de papel pintadas por Demian. Tomó la que estaba hasta arriba y la observó detenidamente. -Claramente es un perro, amor~- Expresó con diversión, dirigiéndose al cantante. Se acercó al niño y le acarició el cabello de forma paternal. -Más tarde lo pondré junto a los otros- Sentenció, devolviendo el dibujo a su lugar y regresando a tomar su asiento.

Suspiró profundamente, se sentía muy cansado, algo raro en él. Apoyó un codo en la superficie donde descansaba su plato y con la mano sostuvo una de sus mejillas. Tomó los palillos y picó el arroz un poco. No, ya no se le antojaba para nada, aunque tal vez unos chocolates rellenos de cereza o un pastel. Aquellos pensamientos lo invadieron tan de repente que se encontró un poco distraído, ahora quería algo dulce.
Aún así, no podía solo dejar ahí la comida. Tomó los palillos una vez más y como pudo, comenzó a comer con normalidad. Tampoco quería darle una mala imagen a su hijo. Comió con calma, también raro, quizás porque realmente no tenía ganas de arroz. Pero cuando finalmente dejó el plato vacío, se puso de pie y fue a la nevera. Abrió el congelador, pero ahí solo habían hielos.
Se mordió el labio algo ansioso, miró en la otra parte y nada. Algo desilusionado, se dedicó a acomodar algunas de las cosas que había comprado. Cuando terminó, continuó buscando en las repisas pero no había nada que cumpliera con su caprichoso antojo. Luego de un momento, se colocó junto a Gackt y le miró, ligeramente indeciso. -Voy a salir un momento, no tardo.- Sus palabras fueron directas y concisas, se agachó para besarle la mejilla y prácticamente desapareció de ahí.

Al poco rato volvía a subir las escaleras del sexto piso al penthouse, otra vez con bolsas en las manos. Sin embargo, esta vez sintió que esa pequeña hilera de escalones le había costado más de lo acostumbrado. Suspiró con cansancio al llegar a la puerta del penthouse y la abrió. Para ese momento, Gackt y Demian ya no estaban a la vista. Así que aprovechó para escabullirse hasta la cocina y comenzar a acomodar los chocolates, gomitas azucaradas y pastelillos que había comprado. Escondiéndolos estratégicamente por todas las compuertas de la cocina. Cuando terminó, se asomó a la planta alta, parecía que estaban en la habitación de Demian.
Volvió sobre sus pasos y abrió la pequeña puerta en donde había ocultado los chocolates rellenos de cereza, tomó un par y desenvolvió uno, se lo llevó a la boca, saboreándose y dejándose deslizar por el mueble hasta sentarse en el piso. -Ahh~ Qué rico~- Murmuró, con una sonrisa infantil dibujada en los labios.

Cuando Hyde terminó su comida, muy pronto lo hizo él mismo y se encargó de que Demian lo hiciera también, con una cuchara iba dándole pequeños bocados hasta que poco a poco logró acabar con todo el alimento en su pequeño tazón. Había notado esa extraña actitud de su novio, pero no dijo nada al respecto, supuso que por obvias razones aquella perdida de apetito de pronto era causa de esos malestares que estaba teniendo. Tomó todo lo que estaba sobre la mesa y los dejó en el lavabo justo cuando el mayor comenzaba a buscar algo entre las repisas o al menos eso creía, se sentó de nueva cuenta en su lugar y tan inesperadamente o tal vez algo extraño como la misma actitud de Hyde le vio salir sin mucho que decir.

Dio una mirada de completo desconcierto a su hijo y le pareció de alguna forma divertida que su hijo se encontraba en su misma situación, le sonrió con diversión y le bajó de la silla para disponerse a lavar los tazones y palillos, una vez listos tomó a Demian y le llevó a su habitación. - Ya es tarde y debes dormir tu siesta ¿tienes sueño? - Preguntaba cuando abría la puerta y se adentraba. El pequeño llevó una mano a uno de sus ojos y se talló con suavidad asintiendo.
- Si... de todas formas aunque no lo tuvieras debes hacerlo o tú Má se enfadaría conmigo. - Rió apenas y le dejó en su cama, acomodó las almohadas y le tapó con una manta. No debía esperar mucho, el pequeño ya estaba algo soñoliento así que apenas cerró los ojos notó que se relajó y unos minutos después ya se encontraba profundamente dormido.
Salió del lugar dejando la puerta ligeramente abierta y bajó lentamente por las escaleras hasta la sala. ¿Aún no llegaba Hyde?, dio un vistazo a la cocina y nada, pero luego un suave sonido le alertó.

Frunció ligeramente el ceño y se acercó a la isla de la cocina cuando unos pies sobresalientes llamaron su atención, continuó con su camino y por fin logró ver a su novio sentado sobre el suelo... comiendo... ¿era chocolate?. Alzó ambas cejas y se posicionó en cuclillas a su lado para luego tomar un envoltorio. - ¿Esto fuiste a comprar? - Llevó una mano a su cabello y lo revolvió con suavidad. Se incorporó y dejó el papel en el bote de basura. - No deberías comer tanto de esas cosas... podría hacerte peor si te sientes mal - Sugirió en tono amable, aunque era cierto. Si tan mal se sentía en ocasiones no era adecuado comer golosinas. - Es extraño... ¿No te sientes mal ahora? - Tomó una de sus manos y con un jalón le puso de pie para mirarle con atención.

Masticó el primer chocolate con calma, saboreando el relleno de una forma casi extasiada. Y es que desde que era humano, pensaba que si había algo casi tan placentero como el sexo, eso era saciar sus antojos en cuanto a comida se refería. Después de tragar el dulce, esperó un momento antes de desenvolver el segundo chocolate y metérselo a la boca. Pero tanta era su concentración en aquello, que no escuchó los pasos de Gackt por las escaleras y casi se atraganta cuando lo vio en cuclillas junto a él y escuchó su voz tan cerca.
Retuvo el chocolate en la boca, ahora con una risa contenida por la sorpresa y le miró con diversión. Masticó un poco y le miró con una expresión infantil. Negó a su pregunta y no pudo responder nada hasta que terminó de masticar y tragar por segunda vez.

Se puso de pie, o más bien, Gackt lo puso de pie y esta vez si soltó una pequeña carcajada. Se llevó una mano a la cabeza y se rascó, extrañamente apenado. -No sé, Gacchan, solo sentí que debía correr a la tienda y comprar cosas ricas.- Ahora llevó la mano a sus labios y se limpió la comisura de estos por si algún resto de chocolate había quedado impregnado por ahí. Hecho aquello, levantó la mirada y le sonrió al menor. Continuó el recorrido de su mano y ahora la bajó a su abdomen, en donde la dejó reposar.
-De todas formas no me duele ahora.-
Dio un par de palmaditas en su estómago y en seguida, rodeó a Gackt por la cintura, apretándolo suavemente.

-Estoy cansado y a la vez tengo ganas de... no sé...- Se acurrucó con ternura sobre su pecho. Sonrió para sí. De un segundo a otro, se sintió muy feliz, con ganas de que Gackt lo apapachara. Esos cambios de humor, le enloquecían de un par de semanas a la fecha y sabía que tal vez su novio se sentía igual, pues él tenía que soportarlo. Si no era que quería ahorcarlo por nada, era esto. Permaneció así un momento más y de pronto levantó la mirada con intención de continuar lo que decía, pero un repentino mareo lo devolvió a apoyar la frente en el pecho del más alto. -Mareo~- Murmuró sin soltarse del otro. -Creo que debo ir al médico...- Bufó con molestia, odiaba los médicos.

- Ganas de comer porquerías - Terminó la frase de su novio en tanto correspondía a su abrazo. Ya estaba totalmente acostumbrado a repentinos cambios de humor y actitud... o al menos eso era lo que él mismo pensaba. dio un par de palmaditas en la espalda ajena y luego sutiles caricias hasta que se separó un poco y le miró aunque pronto volvió a la posición de antes.
¿Un mareo?, respiró hondo y frunció el ceño. Todo estaba siendo extraño, se separo y tomó sus hombros mirándolo con un dejo de preocupación. - Creo que has esperado mucho, mañana tendrás que ir - Advirtió en tono serio. Llevó la mano derecha a la frente de su novio, no parecía que tuviera fiebre ni nada de eso, tal vez si se trataba de algo en el estómago, solo esperaba que no fuera nada serio.

- Ve a sentarte, te llevaré un poco de agua y ya no comas más chocolates - Se dio la media vuelta para tomar un vaso de uno de los muebles y lo llenó con agua. En el proceso Hyde ya estaba en la sala, llegó a su lado y le tendió el recipiente sentándose a su lado. De pronto a su mente llegó aquella imagen reciente de su novio comiendo aquellos chocolates escondiéndose, soltó una divertida carcajada. Se apoyó en el respaldo y luego de un momento suspiró algo aliviado.
- Me hubieras dicho que tenías antojos... - Le sonrió y acarició su cabello. - No sé por qué siento ya hemos pasado por algo así antes - Dijo bromeando, solo una simple broma que la verdad tampoco había pensado y claro que algo así habían vivido con la llegada de Demian, pero claro... eso no podía pasar otra vez, sería lo último en lo que podría cuestionarse en cuanto aquellos malestares de su koi.

Tomó el mando de la TV y cambió algunos canales, nada muy interesante, pero al menos serviría para pasar el rato.
Por aquellos días no tenía mucho que hacer, no habían giras ni programas en televisión... aunque muy pronto todo aquello llegaría casi junto gracias a los proyectos que tenía previstos y había accedido a participar.

Se llevó una mano a la frente inmediatamente después de que su novio apartara la suya. Imitó su acción, efectivamente sin llegar a sentir nada fuera de lo común. Rió levemente por su comentario, aunque se puso serio casi al instante y le obedeció. Caminó hasta el sofá de dos plazas y se subió a este de un salto acomodándose en una esquina, con las piernas flexionadas contra el pecho. Apoyó los brazos en sus rodillas y la cabeza en medio de estos, suspiró. No quería ir al médico, era lo último que quería hacer, además no debía ser tan grave... si solo había vomitado durante algunas mañanas y se cansaba más rápido solo de caminar... quizás solo era que no estaba acostumbrado al paso del tiempo en su cuerpo o algo así, igual no descartaría la casi-orden de su koi.

Levantó la cara cuando sintió a Gackt sentarse a su lado y tomó el vaso con agua. -Gracias- Bebió un trago pequeño mientras el otro hablaba y cuando pasó el líquido, sostuvo el recipiente con una mano y le miró con curiosidad. Era definitivo que todavía no le encontraba explicación a lo sucedido tres años atrás, todo era aún muy confuso para él. Pero si lo pensaba, en parte tenía sensaciones parecidas a aquella vez solo que en un nivel mayor, ya que ahora no podía controlarlo. Entornó los ojos un momento pero sonrió finalmente, ¿dos veces casi seguidas?, sería casi un milagro. Además, esta vez no se lo imaginaba, era un panorama completamente diferente ahora que era un humano. Negó con la cabeza como buscando alejar esos pensamientos, aunque de todas formas Gackt no le había prestado atención a su momentánea ausencia mental.

Bebió un trago más largo de agua y bajó los pies del sofá para estirarse a poner el vaso en la mesita de centro. Se apoyó de nuevo en el respaldo y se deslizó un poco hacia abajo llevándose las manos a la cara, tapándose los ojos. -Quiero chocolates.- Reclamó con cierta diversión, deslizándose otro poco hasta que su espalda quedó recostada en el asiento y solo su cabeza se apoyaba en el respaldo. Se mordió el labio.
Pero sólo se quedó así un momento más, pronto se puso de pie nuevamente y fue a tomar la última bolsa de compras que no había metido a la nevera. La llevó hasta el sofá y se sentó junto a su novio. De la bolsa sacó un par de pantunflas pequeñas con forma de Pikachu que puso sobre el sofá, porque cabía mencionar que entre sus extraños cambios y síntomas, estaba esa repentina manía por comprar cosas que le parecían "lindas" o que pensaba a Demian se le verían bien. O simplemente cosas inútiles que dudaba usar en la vida. -¿Crees que le gusten a Demian?- Preguntó, realmente solo por preguntar, pues solo miró al cantante un segundo para volver a meter la mano en la bolsa y sacar un par de audífonos con diseños psicodélicos que solo dejó a un lado. Y finalmente buscó en la bolsa una tercera vez, sacando una cajita pequeña y con un elegante diseño en la tapa. Se la tendió sin más pero antes de soltarla en su mano, le sonrió. -Sé que pronto tendrás que irte de gira y quería que tuvieras algo para que pensaras en mi...- Soltó la caja en su mano, desviando la mirada por un par de segundos, nuevamente apenado de una manera extraña, casi ajena. Tal vez porque eran pocas las veces que se daban esos momentos tan "íntimos".

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Poco atención le presto a su novio cuando había ido a por la bolsa, se había entretenido con una película de aquellas sobre mafiosos y esas cosas. De reojo dio una rápida mirada a las pantuflas que había sacado Hyde y aunque este no lo viera asintió. - Mh... - Emitió un ligero sonido de garganta en modo de aprobación y continuó con la atención fija en la TV hasta que nuevamente el otro pedía su atención, otra vez le miró, pero ahora prestandole completa atención.

Miró con interés aquella pequeña caja con el elegante diseño y luego aquellas palabras que escuchó atentamente. Sonrió ampliamente y aceptó aquel regalo. Hace mucho tiempo que no habían momentos así entre ambos y de alguna manera eso hacía que cada uno de esos momentos fueran especiales. Sin abrir aún el pequeño objeto se mantuvo mirándole por unos segundos más, parecía estar avergonzado y la verdad se preguntaba el por qué de ello, aunque por otro lado le parecía un gesto sumamente tierno de su parte. Soltó una pequeña carcajada y por fin vio el contenido, un hermoso colgante. Dejó el objeto sobre la mesa de centro y tomó una de las manos ajenas para traerlo y darle un reconfortante abrazo. - Siempre pienso en ti cuando estoy de viaje... - Susurró contra su oreja y se separó para mirarle directamente a los ojos, tomó su rostro con ambas manos y besó sus labios suavemente por unos momentos. - Te amo, muchas gracias ~ - Le sonrió con diversión y volvió al abrazo.

Después de todo esto ya prácticamente se había olvidado de la película y solo se dedicaba a dar mimos a su novio.
Hizo que se sentara sobre sus piernas y ahí rodeó su cintura con ambos brazos mientras repartía pequeños besos por sus mejillas y cuello. - Te voy a extrañar - Dijo de pronto. En aproximadamente un par de semanas ya no estaría en casa por un largo tiempo, los extrañaría a todos.
- Espero que te cuides y no comas tantas porquerías... - Llevó una mano al abdomen ajeno y dio unas sutiles caricias por el sector en tanto se apoyaba en uno de sus hombros.

Correspondió a su beso de forma sutil, disfrutándolo de esa manera tan especial que le antojaba el ambiente. Se agarró de su cuello cuando lo abrazó por segunda vez y lo apretó con cariño, sonriendo por sus palabras. -Yo también te amo, mucho- Se acomodó sobre sus piernas sin soltarse de su nuca y recibió con gusto sus cariños. Los respondió como era debido para finalmente acunar al cantante entre sus brazos. Besó su cabeza, soltando después una pequeña carcajada por su aparente advertencia.

Lo apartó un poco y lo miró a los ojos. Se mordió el labio, dudoso, como si lo recién dicho por el otro fuera algo imposible de realizar. -No te prometo nada. Además, también te voy a extrañar mucho- Acarició su cabello vagamente, sin dejar de mirarlo. -Mucha cama para mi solito~- Murmuró en tono coqueto y rió divertido, depositando pequeños y apretados besos en sus labios y mejillas. Cuando tuvo suficiente de eso, volvió a abrazarlo contra su pecho. -Estaré pendiente por si sales en la tele.-

Permaneció así por un para de minutos más y con cuidado se apartó nuevamente para mirarlo. -¿Me llevas a la cama? Tengo sueño~- Le regaló un puchero de esos que pretendían que Gackt cumpliera sus caprichos y ahora él se apoyó en su hombro. -Me siento muy cansado- Murmuró al momento que cerraba los ojos. -Mañana iré al médico, te lo prometo- Depositó un pequeño beso en su cuello, sintiéndose ligeramente más adormilado por el calor que lo rodeaba gracias a los brazos de su novio, ¿así que era eso lo que hacía dormir a los bebés?

Lo acurrucó por varios minutos en su regazo, podía notar perfectamente como de pronto el mayor comenzaba a sentirse adormilado. Se dedicó a darle pequeñas caricias en los costados de su cuerpo disfrutando repentinamente de aquel contacto entre ambos. De alguna forma podía sentirse mucho más conforme al saber que a la mañana siguiente Hyde visitaría a un médico y así aquellos malestares desaparecerían, solo esperaba que fuera obediente y ya no comiera más chocolates ni golosinas por el estilo hasta saber que era lo que tenía.

Aprovechando aquella posición en sus brazos simplemente le acomodó en estos para ponerse de pie y así cargándolo llevarle escaleras arriba hasta la habitación que compartían. Aún era temprano, el sol ni siquiera se ocultaba... aún así y con cuidado le dejó sobre la cama y se acomodó a su lado de modo que pudiera ver su rostro.
Sonrió divertido, a veces sentía que debía tratarlo como si de un niño se tratase, no había diferencia entre él o Demian y eso le resultaba divertido. Aunque... no había nada de malo en ello, no había nada de malo en cuidar de Hyde, pues este cuidaba de él también, era algo completamente mutuo.

Respiró hondo y cerró los ojos un momento preguntándose de pronto el por qué de aquellos pensamientos. Seguramente se debía a aquel momento tan íntimo que habían tenido recientemente en la sala. Se acercó al cuerpo ajeno y lo abrazó con fuerza, en serio iba a extrañarlo... como siempre cuando estaba de viaje.

Después de unos minutos no había sabido más ni de él ni de Gackt, se había quedado profundamente dormido. Tanto así que pasaron las horas sin que él pudiera notarlo. Ni siquiera Akira había pasado por su mente en toda la noche, aunque de todas formas no debía preocuparse, el niño volvía solo del colegio e inconscientemente confiaba en que fuera igual ese día. Debido a las largas horas de sueño, fue muy temprano en la mañana cuando volvió en si. No había salido el sol, pero ya sentía que no podía pasar ni un minuto más durmiendo. Abrió los ojos lentamente, tallándose con cuidado uno de ellos para desperezarse. Lo primero que vio fue el rostro de Gackt, aquello lo hizo dibujar una enorme sonrisa en su rostro de inmediato. Pero aún así, con las ganas de besarlo que repentinamente lo embargaron, no hizo nada. Se giró del otro lado de la cama y tomó el móvil que afortunadamente estaba en la mesita de noche. Miró la hora, las seis de la mañana.
Esperó otro momento recostado mirando la ventana, después del cual se levantó y con calma se metió al baño para tomar una ducha. Iría al médico antes de que otra cosa pasara, después de todo, entre más temprano llegara, mejor. Al cabo de una hora y media estaba listo, se colocó una chaqueta, tomó sus llaves y salió del penthouse.

Una vez en el hospital, realmente no tuvo que esperar mucho para que el médico lo atendiera y tampoco tuvo que hacerlo mucho para su diagnóstico. Después de todo, los síntomas eran claros y después de un meticuloso ultrasonido, todo estaba confirmado. Aunque simplemente era confirmar algo que ya venía pensando y que inevitablemente en sueños lo acechaba. Alrededor de cuarenta minutos después, estaba metido en su carro todavía en el estacionamiento del hospital, tratando de tranquilizar su mente. Sostenía las fotos del ultrasonido en la mano, sin saber qué hacer o qué pensar. Todo estaba pasando tan rápido nuevamente, aunque esta vez en realidad todo pasaría más lento. Dos meses, era el tiempo de gestación hasta el momento, pero ahora era humano, iba a tener que esperar siete más. No sabía si reír o llorar.

Finalmente guardó las fotos de vuelta en el sobre y se encaminó de regreso a su casa. Iban a dar las nueve de la mañana cuando abrió la puerta del penthouse y se metió hasta la cocina. No se escuchaban ruidos y era normal, mientras Gackt no tuviera qué hacer, solía levantarse tarde. ¿Cómo le daría la noticia? ¿Cómo iba a tomárselo? ¿Y los niños? Se sentó a la mesa y se recostó ahí sobre sus brazos, cansado de pensar. Luego de un momento se incorporó, apoyando la mejilla en una de sus manos. En realidad no había nada que pensar, todo estaba claro, en siete meses más iban a tener otro bebé, su novio ya lo había aceptado una vez, lo haría una segunda y una tercera si era necesario. Rió para si con aquel pensamiento y el sonido de la tele encendiéndose lo alertó. Vio en dirección a la sala y Akira lo saludó con la mano. Le sonrió. -Perdón por no estar anoche cuando llegaste, me venció el cansancio.- Rió un poco nervioso, se levantó y comenzó a preparar pan tostado y café para llevarle a Gackt antes de que se levantara, sería mejor si le daba la noticia ahora.

Con el desayuno listo en una bandeja, en la cual también llevaba el sobre con las fotos, subió las escaleras hasta la habitación y lo pensado, el cantante seguía envuelto en las sábanas. Cerró la puerta con uno de sus pies y se adelantó a poner la bandeja en su lado de la cama sobre el colchón. Se sentó al otro lado de Gackt, en la orilla y le acarició el cabello con cariño, mirándole de la misma forma. Pronto se agachó sobre él, depositando pequeños besitos en sus labios, tratando de ser lo más paciente posible para hacerlo despertar.

Esa tarde y luego de que Hyde se hubiera quedado profundamente dormido, tuvo que hacerse cargo el resto del día de Akira y Demian, de todas formas no había sido mucho trabajo y al cabo de unas cuantas horas más ambos niños estaban en sus habitaciones luego de haber cenado y cepillado sus dientes respectivamente.
Pasadas las 10 de la noche y sin nada más que hacer para “entretenerse” volvió a su habitación, su novio continuaba durmiendo. Se puso los pantalones del pijama y metió al mayor bajo las sábanas. Ni siquiera con aquella acción se había despertado, realmente estaba cansado. Se acomodó a su lado y le vio dormir por un largo rato hasta que por fin se quedó dormido.

No supo de más hasta la mañana siguiente cuando sintió pequeños besos en su boca, frunció ligeramente el ceño y se removió soltando un quejido. Llevó una mano hasta su rostro y se talló los ojos abriendo uno y luego el otro. Sonrió al encontrarse cara a cara con Hyde. ¿Había dormido mucho?, por lo general el vocal siempre se levantaba después.
Estiró los brazos despertando del todo y se incorporó hasta quedar sentado, apoyado en el respaldo de la cabecera. – ¿Me quedé dormido? – Miró hacia un costado notando la bandeja con el desayuno, esos típicos gestos de su pareja. Sonrió apenas y le miró para luego depositar un suave beso en una de sus mejillas. – ¿Para mi? – Preguntó de pronto en un ligero susurro, pero antes de “atacar” a la bandeja tomó su móvil de la mesita nocturna que estaba a su lado y verificó la hora. No era tan tarde.

– ¿Estás despierto desde hace mucho? – Dejó el aparato en donde estaba y acercó los alimentos para tomar una de las tostadas y darle una mordida. – ¿A qué se debe esta agradable despertar con desayuno a la cama? – Bromeó con una amplia sonrisa pasando ahora a tomar la taza y beber un poco de café y solo fue ahí cuando notó el sobre en la bandeja. Dejó la taza en su lugar y ladeó el rostro ligeramente, tomó aquello y se lo tendió a su novio en señal de “¿qué es esto?”, mientras se dedicaba a dar otras mordidas a su tostada.

Se acomodó en la orilla mientras lo veía despertar y le dejaba espacio para que se sentara. Asintió a todas sus preguntas, mirándole con una sonrisa. -Fui al médico- Anunció sin moverse de su lugar mientras Gackt comenzaba a probar lo que le había llevado. -Muy temprano, llegué hace un rato y te hice el desayuno. ¿Debería tener una razón para traértelo a la cama?- Añadió con ternura, aunque de pronto estaba nervioso. Esta vez no estaba el médico para confirmar la noticia en frente de Gackt, solo se tenía a sí mismo y a las impresiones que había en el sobre que, casi sin darse cuenta, de un momento a otro el cantante le tendía.

Tomó el sobre y como hiciera en el auto rato antes, lo miró, ausentándose momentáneamente pensando en todo. Esta vez con una velocidad que le provocó un pequeño mareo. Sin embargo, no lo dio a notar, solo se apoyó con una mano sobre el colchón mientras con la otra sostenía el sobre y cerraba los ojos un momento. Los abrió de nuevo y miró a Gackt. -Son... los resultados del... análisis. El por qué de mis malestares y esas cosas...- Sonrió de nueva cuenta, eran muchos sentimientos encontrados ahora estaba emocionado solo de pensar que tendría otro bebé. Le tendió el sobre de vuelta.

-Asegúrate de tragar lo que tengas en la boca antes de verlo.- Bromeó mientras dejaba el sobre en las manos ajenas.

Sonrió divertido por la sugerencia, terminó de masticar tranquilamente lo que tenía en la boca y dejó el resto de la tostada sobre la bandeja, tomó de vuelta el sobre mientras saboreaba aún los restos de pan en su boca. – Ok… veamos de que se trata – Todo apuntaba a ser bastante obvio, tal vez. Además ya lo había pensad antes, otro bebé y cosas así, pero no parecía ser algo que estuviera en sus posibilidades, en realidad no era que esperara algo como eso así que lo descartaba completamente.
Abrió el sobre y dio una rápida mirada a su contenido, parecían ser imágenes. Alzó ambas cejas y las tomó bastando solo un par de segundos en captar que es lo que eran en realidad. Ladeó la boca y se mordió parte del labio inferior dedicándose a observar cada imagen con atención ¿Era en serio? ¿Otro? Alzó de pronto el rostro y miró a su novio, no tenía ninguna expresión que mostrar o posiblemente era que no sabía como reaccionar, aun así le sonrió suavemente. Volvió los papeles que tenía en las manos y ahora sacó una hoja blanca en donde había algo de texto, leyó con atención. Ya tenía dos meses, o sea que nada iba a ser como la primera vez y bueno, después de todo Hyde ahora era humano, era lo “normal”. Cuando terminó de ver el contenido dejó todo a un lado y volvió a mirarle una vez más, en silencio.

No tenía idea como sentirse, no dejaba de ser una inesperada sorpresa y tampoco es que pudieran hacer mucho al respecto más que asumir y seguir adelante. Tomó una de las manos ajenas y la estrechó acariciando con su pulgar. – ¿Cómo te sientes? – Llevó la mano libre hasta la mejilla del otro y acarició también aquel sector con sutileza.
Personalmente no era algo que le molestara, por el contrario, pero después de todo lo que habían pasado con Demian ahora lo que le preocupaba era Hyde. Él debía hacerse cargo y llevar al bebé por siete meses más.

Se incorporó un poco más y pegó el cuerpo ajeno al propio en un fuerte abrazo para así dedicarse a acariciar la espalda del vocal con cariño. – Te amo – Susurró muy cerca de su oreja y se separó solo para depositar un gentil beso en su frente.
En unos cuantos días tenía que irse de gira… suspiró. Eso era algo problemático sabiendo la reciente noticia, pero de alguna forma se las apañaría para poder estar casa el mayor tiempo posible. Luego también debían decirle a Demian y Akira, antes ya el mismo lo había hecho con el mayor de los niños, pero no tenía idea como reaccionaría Demian, seguro y no le prestaba tanta atención al asunto, era muy pequeño aún. Se separó al cabo de unos minutos y tomó su rostro con ambas manos para ahora besar sus labios. – Estaremos bien ¿no? – Sonrió ampliamente, otra vez iba a ser padre… verdaderamente algo que no se había esperado.

Aquellos minutos de silencio de su pareja lo estaban torturando demasiado. En tiempo rècord, pasó de pensar lo peor como que Gackt iba a dejarlo o iba a enojarse hasta la sonrisa que ahora iluminaba su rostro con la idea de que todo sería como la primera vez. Sonrió más ampliamente al darse cuenta de que lo segundo era lo que sucedía en la cabeza ajena. Tomó su mano con ánimos renovados, aceptó sus caricias con un ligero calor en las mejillas y finalmente asintió. -Mucho mejor ahora.- Suspiró aliviado y aceptó su abrazo en seguida, tirándole los brazos al cuello y apretándolo contra su pecho.

Sus palabras le devolvieron el corazón al pecho y lo besó repetidas veces en una mejilla. -Tambièn te amo, mi amor, mucho mucho.- De pronto una enorme emoción lo llenó. Iban a ser padres por segunda vez y esta, sería más normal, además de que sería un bebé cien por ciento humano y lo creyera o no, eso era muy importante.
Se apartó de él cuando el otro lo hizo y lo mirò con una sonrisa infantil en el rostro.
-Estaremos bien. Te vamos a extrañar estos meses, pero sé que pronto estarás de vuelta... y me pondré muy gordo... pero no importa... solo necesitaba saber...- Se quedó callado sin terminar la frase y suspiró. Todas aquellas palabras habían salido prácticamente en un solo respiro. Le miró a los ojos y ahora fue él quien acarició su rostro con cariño.

-Gracias.- Murmuró, sintiéndose algo tonto pero siendo lo único que acudió a su mente en medio de todos los sentimientos que lo atacaban. Le empujó con su cuerpo, inclinándolo sobre el colchón hasta donde le fue posible. Lo besó larga y profundamente sin que aquello subiera de tono, simplemente desbordando la pasión del momento... Luego de un rato, se incorporó y se acomodó la camiseta que inevitablemente se había subido un poco. Le miró. -Ya puedes terminar tu desayuno.- Añadió, divertido, poniéndose de pie y saliendo de la habitación, pues tenía a otros dos hombrecillos a los que alimentar.