-Hyde-

Fin de semana, días para descansar del trabajo, las juntas, composiciones... días para descansar completamente. Durante el día habían salido a dar una vuelta con Akira y Demian y por supuesto que habían puesto precaución en ser lo más discretos posibles en todo momento. Al menos para Gackt era importante resguardar la tranquilidad de los menores, no tenían por qué pasar malos ratos a causa de personas inoportunas.
Por suerte todo había salido bastante bien y sin ningún inconveniente, la tarde pasó rápidamente y apenas los niños llegaron ya entrada la noche tomaron un baño y fueron directo a sus camas. Él por su parte también se dio una ducha, pero aún era muy temprano para su gusto, no tenía sueño así que simplemente bajó a la sala con ropa algo ligera y se acomodó en el sofá frente a la televisión en tanto era el turno del castaño para ocupar el baño. Encendió el aparato y subió los pies acomodándose en flor de loto al momento en que dejaba escapar un pequeño bostezo. Fue cambiando uno a uno los canales, programas sobre música, documentales, films y cosas por el estilo, lo común que hay después de todo.
Dejó un programa de música en donde se iban presentando algunas bandas de principiantes que comenzaban a realizarse en el medio, no tenían una mala música y hasta podría decir que algunas canciones eran muy de su gusto. Dio una vaga mirada hacía arriba, por las escaleras esperando a que Hyde llegara, seguro ya estaba por salir...

Había sido un día largo y agotador junto a sus tres niños, a veces le entretenía ver a su novio jugar con los pequeños y darse cuenta de que parecía como si fuera uno más a quien cuidar. Oficialmente se sentía como la mamá de ese peculiar cuarteto. Sin embargo, no podía estar más conforme con la vida que había decidido recuperar, se sentía satisfecho y convencido de que había tomado la decisión correcta.

Más tarde y sin percances habían vuelto al penthouse. Sus hijos habían tomado su respectiva ducha y para la noche ya les había arropado y rendidos, se habían entregado a los brazos de Morfeo.
Primero fue Demian, quien arrullado por el reciente baño y la calidez de su cama, se había quedado dormido prácticamente de inmediato. Akira, por otro lado, le había dedicado un buen rato a sus videojuegos, mientras Gackt se tomaba su tiempo en la ducha, antes de quedarse dormido también.
Al final fue su turno, se duchó con calma, dedicándose a disfrutar de aquella sensación que el agua tibia le daba a su cuerpo cansado luego de haber andado casi toda la tarde.

Cuando terminó y salió a la habitación, buscó en el clóset algunas prendas ligeras, un pantalón de pijama y una camiseta sin mangas. Se cepilló el cabello y los dientes como lo indicaba el ritual que hacía todas las noches antes de dormir. Pero esta vez no había llegado a eso ya que el lejano ruido en la sala le hizo suponer que Gackt estaría ahí.
Así que, calzado con un par de crocs bajó las escaleras a paso lento, encontrándose con su también recién bañado novio. Se apresuró hacia él, a sentarse a su lado, juntándose a su brazo izquierdo como un niño pequeño e imitando su posición. Con un movimiento algo cómico dejó caer la cabeza sobre el hombro del más alto y acarició su mejilla con aquella parte de su brazo de forma melosa. -¿Qué es eso?- Preguntó luego de unos segundos observando el televisor..

Luego de unos cuantos minutos por fin pudo ver como su novio bajaba y se acomodaba a su lado tomando la misma posición, dejó el mando de la Tv a un lado y giró un poco el rostro apenas para mirarle, sonrió ante esas pequeñas acciones y volvió a mirar el aparato que tenía en frente.
- Por lo que he visto salen muchas bandas nuevas, no son malas... lamentablemente el no saber sobrellevar esta vida te hace el camino difícil y seguro que no muchas llegarán a ser populares... - Dijo con honestidad y pasó el brazo izquierdo por la espalda ajena deslizándose a su cintura. - Ven acá - Ejerciendo un poco de fuerza y ayudándose con el otro brazo atrajo al vocal mucho más así hasta dejarle sentado entre sus piernas las que tuvo que estirar en el acto.

- ¿Estás cansado? ¿Hambriento? - Apoyó ahora su mentón en uno de los hombros de su koi y depositó un suave beso en su mejilla.
Eran pasadas las 10 de la noche y por el lugar el único ruido que había era el del televisor, ni siquiera parecía que fuera fin de semana. - Creo que hay que salir con los niños más seguido, todo está muy tranquilo - Bromeó sonriendo divertido cuando pasaba las manos por sobre el abdomen de su pareja y entrelazaba los dedos en el mismo lugar.

- ¿Quieres ver algo más? - Acercó ahora la boca hasta su cuello siendo el siguiente lugar en donde dejó otro pequeño beso sintiendo inmediatamente el aroma del jabón y shampoo en el cuerpo de su amante, sin moverse de aquel lugar cerró los ojos un momento cambiando a su mejilla para apoyarse. - Te amo, ¿lo sabes? -

Rió ante su primer comentario para luego acomodarse en aquel reducido espacio en medio de sus piernas. -Creo que al estar en televisión ya van por buen camino- Se apoyó en su pecho sin girarse mucho, apenas lo suficiente para mirarle de reojo en ciertas ocasiones y al mismo tiempo tener el televisor en su campo de visión. Se relajó una vez en ese lugar, le gustaba, le gustaba mucho. Pasó los brazos sobre los de Gackt alcanzando sus manos y tocándolas con las propias mientras las ajenas paseaban por su abdomen.

Levantó un poco la cara para sonreírle abiertamente. -Cansado, un poco. Hambriento, no sé... ahora no quiero moverme~- Rió nuevamente, acurrucándose, moviendo el trasero de forma graciosa y esta vez girándose un poco para apoyarse hacia un costado y poder mirar mejor al cantante. -Si, de hecho no es tan peligroso como pensé- Estiró los labios ligeramente pensando en aquello, por eso le gustaba estar ahí...
Dejó las manos sobre las de Gackt que estaban entrelazadas en su estómago y se ladeó un poco para recibir gustoso el beso en su cuello. Negó con la cabeza a su pregunta y finalmente se quedó mirándole desde ahí abajo cuando decía lo último.

De pronto se encontró preguntándose, ¿cómo era que podía estar tan enamorado de un hombre al que no planeaba considerar más que un admirador más? Dejó escapar una leve risa por aquel pensamiento y apartó una mano solo para llevarla a la mejilla del menor. Acarició la zona de su mandíbula sin dejar de mirarle con cariño, se alzó un poco y besó la mejilla que tenía más cercana con suma calma buscando y logrando sentir la piel de su koi sobre sus labios en un beso bastante casto. -Yo también te amo, Gacchan~- Se quedó apoyado en su hombro sintiendo próximo el aroma de su cuello, aquella fragancia que se había convertido en su favorita.

Meses atrás el olor habría sido diferente, le habría provocado ansias. Así que de un tiempo a la fecha, le gustaba olerlo y sentirse contento al pensar que ya no podría hacerle daño. Se quedó ahí recostado, ahora acariciando su cuello de forma ausente. -Te amo mucho~- Tomó las manos del otro solo para moverlas de modo que le abrazara con firmeza, obligándole casi a apretujarlo. -Me gusta cuando te pones así~- Se burló, divertido, aunque sinceramente agradado.

Ladeó un poco la cabeza y frunció el ceño ligeramente. - ¿Así cómo? ¿Así, gay como tu? - Preguntó antes de sonreír ladino burlándose también. Estiró los labios de forma graciosa para unirlos con los ajenos soltando una risa luego. Alzó un brazo y acaricio el cabello de su koi, aún estaba un poco húmedo, pero no le dio mucha importancia y sólo se dedicó a mirar el rostro de quien tenía en frente con tranquilidad.

- A mi también me gusta cuando te pones así~ - Imitó el tono de voz de Hyde aunque de una forma más exagerada y le enseñó la lengua evitando soltar una risa divertida. - Me gusta todo de ti, aún cuando me llamas Gacchan con tu voz melosa - Sonrió y abrazó aún más a su pareja al momento en que escondía el rostro en su cuello. - Y cuando despiertas despeinado y soñoliento - Continuó hablando provocando que la posición de su rostro ahogara un tanto su voz. - Cuando comes todo lo que tienes en la mesa. - Rió. - Y esas veces cuando te muerdes el labio inferior sin siquiera notar que lo haces a menudo... ¿te das cuenta? me gustas mucho - Respiró hondo y se incorporó de nueva cuenta llevándose una mano al cabello peinándolo hacia atrás para quitar aquellas mechas que habían caído sobre su rostro.
- Y también puedo ser cursi - Alzó una ceja de forma coqueta y luego guiñó uno de sus ojos.

Asintió con una risa contenida por sus infructuosos intentos de molestarle. -Así de gay como yo- Confirmó divertido. Besó sus labios con cierta ternura por sus gestos y se dejó hacer por las manos de su novio, sintiéndose mimado y a la vez ligeramente soñoliento mientras el otro le daba esas atenciones. Ese extraño efecto que se activaba con el simple hecho de que le tocara el cabello.
Cerró los ojos sin soltarse del brazo que aún tenía asido como si fuera un muñeco de felpa. Le escuchó sin quitar la sonrisa de su rostro, ampliando aquella curva en sus labios a cada palabra que llegaba a sus oídos, ahogadas desde aquel espacio en su cuello.

Abrió los ojos al escuchar la última observación y le miró sobre su hombro al tiempo que el otro se incorporaba. Se mordió el labio como describía Gackt. -¿De verdad lo hago? Parece que inconscientemente quiero coquetearte todo el tiempo- Soltó una risa y vagamente le ayudó, acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja de forma cariñosa. Asintió fingiendo un gesto de resignación. -Cursi, Gacchan, cursi cursi~-
Suspiró y se quedó mirándole por un rato, como embobado, pensando todavía...

De pronto se enganchó de su nuca con un brazo girándose lo suficiente para atrapar sus labios en un beso profundo. El cual prolongó por un largo rato en el que el jugueteo de su lengua no se hizo esperar. Saboreó cada rincón de su boca, esa boca que ya se sabía de memoria y que tanto disfrutaba...
Después de un largo momento se separó, sin abrir los ojos y sin soltarse de su cuello. Volvió a morderse el labio, esta vez para hacer más duradero el efecto del reciente acto. -Si yo te dijera todo lo que me gusta de ti, baka-chan~-
Acarició su cuello y poco a poco abrió los ojos permaneciendo ahí sin moverse, no quería. Esos momentos junto a su pareja eran esenciales para él.

Le miró en silencio unos segundos volviendo a embobarse pero esta vez acompañando su estado ausente con pequeñas caricias que depositaba estratégicamente en uno de sus muslos. -¿Sabes? Estoy muy feliz de estar contigo, y de haber tomado la decisión que tomé. No sé como lo hiciste...- Comenzaba a divagar más allá de lo que le hubiera gustado, y es que el giro que había dado su vida a partir de los acontecimientos en los últimos años le obligaban a ver todo de una manera nueva. Se daba cuenta de que los sentimientos intensificados no eran cosa solo de los vampiros, o tal vez simplemente era de lo poco que le había quedado...