Feliz día del padre <3 -GACKT-

Habían pasado ya casi de tres años desde que su novio se había convertido en padre por primera vez. Pero por una u otras cuestiones, creía que no lo habían festejado correctamente, para ninguno de los dos. Pues fuera como fuera, y aunque Demian ya se hubiese acostumbrado al "ma~", a ambos les correspondía el mismo título para con su hijo. Ocupó solo unos días para planear aquello, conocía a Gackt y se conocía a si mismo, definitivamente algo como eso seria un buen regalo para los dos.
Finalmente el día anterior a ese domingo de junio, llevó todo lo que había comprado para ambientar la cabaña en donde durmieran juntos por primera vez ya un buen rato atrás, para hacerla ver como quería. Era extraño, pero desde que había recuperado su humanidad, le gustaba más hacer las cosas él mismo, ya nada de androides a menos que fuera realmente necesario. Aunque en parte este era uno de esos casos, necesitaba que alguien cuidara de los niños.

El día elegido, al despertar felicitó a su novio como había hecho los años anteriores. Le preparó un "desayuno especial" y todo transcurrió tranquilamente. Vieron alguna película los cuatro juntos, Akira y Demian jugaron Wii por unas horas y después de comer se disculpó con todos. "Tenía cosas qué hacer...". Sin que Gackt se diera cuenta, había llamado a un androide para que llegara a una hora específica y partió, siendo KAZ su coartada.
Llegó y se instaló rápidamente en la cabaña, en donde ya estaban la mayoría de las cosas que iba a requerir para esa noche. Le dio los últimos detalles a todo y cuando faltaban apenas unos minutos para las ocho de la noche, tomó el móvil y le envió un mensaje de texto a su pareja.

"En cinco minutos un androide tocará a la puerta, déjalo con los niños y te estaré esperando en la cabaña del bosque. No te pierdas. Te amo"
Pulsó el botón de "enviar" con una sonrisa pícara en la cara, comenzaba a sentirse estimulado, con solo pensar en ese singular regalo que estaba por regalarles a ambos.
Corrió al baño y se cambió de ropa, a algo más cómodo, en una impaciente espera por la llegada de su víctima.

Quizás no quería aceptarlo, pero llegar a ese día en especial le resultaba un poco extraño, aunque era agradable sentir que de pronto Demian estaba mucho más apegado a él. Cuando era más pequeño pasaba prácticamente todo el día viendo lo que hacía, queriendo imitarle. Era divertido.
Esa mañana Hyde le había preparado un desayuno especial y luego habían visto una películas junto a los niños, luego de eso vídeo-juegos y así hasta que luego de la comida su novio salió con KAZ, al menos eso era lo que él había dicho.

Ahora mismo se encontraba en aquella sala solo para él en donde estaba su piano y otros instrumentos. Revisaba vagamente unas cuentas nuevas letras y melodías de canciones en tanto su hijo tomaba y hacía sonar todo lo que estaba a su alcance. - Hijo... no toques eso - Se puso de pie al notar que el pequeño curioseaba con una de sus guitarras, lo tomó en brazos y lo llevó consigo al piano en donde rápidamente el niño no perdió oportunidad y tocó un par de teclas. Miró a su papá con una expresión de sorpresa por aquel descubrimiento y sonrió repitiendo la acción. - Yo toco~ - El solista soltó una pequeña carcajada cuando su móvil sonó, era una alerta de mensaje. Sin dejar de sostener a su hijo quien estaba sentado sobre una de sus piernas tomó el aparato y lo revisó. Era un mensaje de su novio. Al parecer no había ido a encontrarse con KAZ.
Pestañeó un par de veces y miró a su compañero. Le había sorprendido de pronto aquella invitación o lo que fuera. Metió el móvil en su lugar y se puso de pie llevándose consigo al bebé.

Akira aún estaba en sala, tenía el control en las manos bastante concentrado en la pantalla de la TV. - Akira, debo salir... llegará un androide. Y si ... - Fue interrumpido por el timbre,supuso que ahí estaba quien se encargaría de los niños. Dejó a Demian en el suelo y abrió la puerta dejándolo pasar. Al parecer ya sabía que era lo que debía hacer. - Bueno, creo que ya me iré - Informó a los niños luego de asegurarse de tomar una chaqueta y las llaves.

- ¿A dónde vas, papá? - Preguntó el más pequeño acercándose hasta él y estirando los brazos para que lo tomara. - Demian, solo iré un momento. Debes dormir temprano y comer tu cena - Se posicionó en cuclillas para quedar a su altura y revolvió con suavidad su cabello. El pequeño sonrió y asintió. - ¡Dormiré con Akira! - Asintió.
- Me tengo que ir ya. - Le dio un pequeño beso en una de sus mejillas. - Akira, lo que necesiten llamas a los móviles - El mayor de los niños asintió con una sonrisa y volvió a su juego.

Luego de aquello y de haber subido a su automóvil se encontraba rumbo a la cabaña, había pasado bastante de eso y la verdad no recordaba muy bien como llegar, pero al final lo había logrado. Se estacionó y bajó, puso el seguro del vehículo y se encaminó. Al parecer Hyde estaba ahí, se veían algunas luces desde afuera. Miró a un costado... el lago, recordó aquella vez en que se habían metido, él de mala gana. Aquellos recuerdos hicieron que una sonrisa apareciera en sus labios en tanto llegaba a la puerta en donde dio tres golpes para luego esperar a que le abriera...

Terminó de doblar la ropa que se había quitado y la colocó pulcramente sobre una silla en la habitación principal. Se quedó solamente con el bóxer negro puesto y ahora una bata color rojo oscuro cubría su cuerpo semidesnudo. Descalzo, salió de vuelta a la sala que ahora estaba únicamente iluminada por luz de velas. Pues además de que creaba el ambiente que buscaba, desde aquella vez no se había preocupado en pedir que le llegara electricidad a la cabaña. De todas formas no la necesitaba. En el centro estaba ya colocada la mesa de masaje que había ordenado y al lado de esta, una mesa con variadas botellitas transparentes con tapas de colores.

Tenía las gruesas cortinas completamente cerradas y sumada a la luz de las velas, la fogata estaba tenuemente encendida. Se sentó en el sofá y tomó una de las copas de las que disponía, junto a esta había otra y una botella de vino. Sin embargo, por ahora la suya estaba llena de agua. Bebió un sorbo y entonces escuchó el ruido del convertible afuera junto al lago. Apuró un poco más del agua y se puso de pie. Tomó otra bata que ya tenía en el sillón individual, se la colgó en un brazo y luego de mirarse una última vez al espejo, se acercó hasta la puerta.

La abrió apenas un poco, logrando ver a Gackt del otro lado. Le sonrió de pronto un poco nervioso, tal vez era demasiado. Sacó la mano libre hacia él y cuando la tomó se abrió otro poco de espacio para hacerlo pasar. Cerró la puerta una vez ambos estuvieron adentro y se quedó un momento de espaldas a esta. Le echó el seguro sin despegar la mirada de su novio, a pesar de que estaba claro que nadie pasaría por esa zona del bosque a esas horas. Le sonrió nuevamente y le tendió la bata. -Te espero- Se aguantó las ganas que ya tenía de lanzársele encima y sin decir más volvió hasta el sofá para volver a tomar su copa y beber otro sorbo de agua...

Correspondió a la sonrisa del más bajo cuando por fin pudo verle, enarcó una ceja luego de adentrarse a la cabaña. Adentro había un excelente ambiente, recordaba todo eso. Había un montón de velas por el lugar y Hyde con una especial bata roja. De pronto la idea de que no tuviera nada más bajo aquello le parecía de lo más interesante.
Recibió la bata en tanto observaba como el otro se dirigía a uno de los sofás y bebía un poco de agua.

Le causaba un poco de intriga todo eso, sin embargo se dirigió hacia el baño. Lo recordaba y aunque no le causaba problema desvestirse ahí mismo prefirió no hacerlo. Tampoco estaba seguro de los planes de su novio, hasta ahora le había sorprendido... aún lo hacía y probablemente lo seguiría haciendo. Entró a la habitación, hasta el momento no había dicho una sola palabra, tranquilamente se quitó las prendas hasta quedar solo con la ropa interior, luego dobló cada una y las llevó de vuelta a la sala. Sonrió apenas al pasar nuevamente por aquel pasillo repleto de velas en el suelo. Llegó hasta uno de los sofás y dejó ahí su ropa junto a los zapatos. Se sentó a un lado y dirigió una curiosa mirada a su koi. - ... ¿Y ahora? - Preguntó de pronto con bastante curiosidad.

Le resultaba fascinante la forma en que Hyde podía de la nada salir con cosas como aquellas. Dirigió ahora una mirada a aquella mesa de masaje y las variadas botellas junto a esta.

Mientras su novio hacía lo necesario en el baño, se entretuvo enroscando el sacacorchos en la botella. Justo terminaba de acomodarlo en la tapa, cuando el menor volvió a la sala. Levantó la mirada del objeto que sostenía con ambas manos y le sonrió con complicidad pero continuó sin decir nada. Se puso de pie y se acercó al menor cuando este se sentaba junto a sus prendas. Dejó la botella en la mesa de centro y tomó la ropa ajena para llevarla tranquilamente hasta la habitación y dejarla junto a la propia.
Volvió un momento después para tomar nuevamente la botella y sentarse finalmente a su lado con las piernas cruzadas sobre el sofá, sentándose encima de estas. -¿Y ahora?- Le imitó en un susurro y su sonrisa se tornó un poco pícara.

Sacó el corcho con un poco de esfuerzo provocando un "Pop!" que le robó una risa, que realmente solo era de nervios. Sirvió una de las copas y se la tendió a Gackt, hizo lo mismo en la suya, que ya no tenía agua y dejó la botella a un lado. Levantó finalmente el recipiente de cristal y se aclaró la garganta, mirándole con una pequeña sonrisa.
-Hace ya un par de años vinimos a esta cabaña a pasar la noche. Fue nuestro último reencuentro. Y a partir de ese día pasamos por muchas cosas... problemas y momentos felices...- Acercó la mano libre a la del más alto y la tomó con cariño. -Hoy además de ser el día del padre... simplemente me dieron ganas de darte algo especial, por estos tres maravillosos años a tu lado. Me has hecho muy feliz, mi amor. Gracias.- Acercó su copa para chocarla suavemente con la de él y le dio un trago.

Tal vez en realidad no esperaba que dijera algo pero aún así le dio un momento luego de besarlo brevemente en los labios. Besó después su mejilla y bebió otro poco. Beberían el vino y la diversión que traería el resto de la sorpresa podría comenzar.

Definitivamente, algo había ahí que Hyde estaba tramando o simplemente en todo ese tiempo se había vuelto más paranoico de lo normal.
Le observó ir y venir, hasta que estuvo sentado a su lado y recibía la copa de vino. Escuchó atentamente cada palabra que salía de la boca ajena, estrechó su mano provocándole una pequeña sonrisa en los labios, quizá contagiada por el otro.
Bebió un trago luego de haber chocado ambas copas con suavidad y aceptó gustoso aquellos besos, ciertamente había quedado con un gusto a poco. Saboreó el resto de líquido en su boca y miró a su novio directamente a los ojos. Volvía a sonreír, esta vez quizás un poco avergonzado.

- Gracias a ti, por todo lo que me has dado hasta ahora - Dijo en voz baja antes de tomar el mentón ajeno con la mano libre y acercarse para darle un nuevo beso, esta vez uno más profundo, uno que se dio el tiempo de disfrutar.

Al separarse volvió a su lugar y se acomodó apoyándose en el respaldo del mueble, le miró con un gesto de complicidad al momento en que daba un nuevo trago a su copa. Si lo pensaba de esa forma, Hyde no tenía por qué agradecer. Era él quien estaba agradecido, el vocal había tenido paciencia, siempre había estado presente en todo ese tiempo, además estaba Demian. Algo más que Hyde le había dado... por muchos errores que cometiera, él siempre estaría ahí...

Pasó la mano con la que sostenía la copa por sobre el hombro de Gackt para corresponder a aquel beso de la misma manera, disfrutando cada segundo. Cuando el otro se apartó, le imitó, todavía saboreándose y bebió otro poco de vino. Se puso de pie y caminó hasta la grabadora de baterías que tenía instalada sobre la chimenea en medio de las velas. Pulsó el botón de play y una melodía lenta comenzó a escucharse [https://www.youtube.com/watch?v=5jvcmrlpzZc&feature=related]. Suspiró de pronto como si aquella música le hubiera relajado apenas comenzara a sonar.
Bebió un trago más largo y dejó su copa junto al aparato justo antes de girarse hacia su pareja. Volvió lentamente sobre sus pasos, sonriendo con diversión pues casi instintivamente se iba meneando al ritmo de la música.

Soltó una risa suave que no pretendía irrumpir el ambiente que comenzaba a rodarles. Con cuidado, le quitó la copa de la mano para dejarla sobre la mesa de centro. Le tomó de aquella extremidad ahora libre y lo jaló levemente, haciendo que se pusiera de pie. Cuando lo hizo y lo tuvo de frente, subió los propios brazos a su cuello, rodeándole por este y acercándose a su cuerpo apenas rozándolo sobre las batas de seda que ambos llevaban puestas. Retomó el leve contoneo de sus caderas llevando ahora a Gackt con él.
-Hoy se te van a olvidar como diez años de trabajo, querido- Rió de nuevo para después volver a besarlo aunque por un corto tiempo.

Se apartó una vez más sintiendo en el cuerpo ese calor que la sola presencia de Gackt le provocaba, pero tenía que ser paciente. Le tomó de la mano y lo guió alrededor del sofá más grande hasta la cama de masaje que ya estaba ahí postrada. Quitó la toalla blanca que la cubría y con una mano palmeó la superficie dándole a entender a su pareja que se recostara. -Boca abajo, por favor- Le guiñó un ojo. -Quiero que seas testigo de algunos dotes que aún no conoces- Acercó la derecha a la bata del más alto y jaló la cinta con la que se mantenía en su cuerpo logrando abrirla. Le sonrió con malicia y con una mirada volvió a indicar la cama que tenían enfrente.

Muy bien, hasta ahora lo que tenía claro. Hyde le había hecho ir hasta aquella cabaña, había preparado un ambiente íntimo y relajante. Era algo extraño, pero al parecer también estaba dispuesto a darle un masaje o al menos eso era en lo que creía hasta ahora y un pequeño detalle, su novio movía las caderas exquisitamente.

Se dejó guiar hasta la cama de masaje y correspondió el beso por un momento. No pudo evitar soltar una pequeña carcajada,la situación era algo nuevo y le causaba diversión. Eran aquellas cosas que posiblemente se podrían imaginar, pero con una escasa esperanza de que se hagan realidad y a pesar de todo eso, ahí estaba con una sonrisa incrédula en los labios. Enarcó una ceja y se quitó la bata.

- ¿Me darás un masaje? - Le miró con un dejo de coquetería involucrándose aún más en la situación y sin más se posicionó boca abajo sobre la cama de masaje como el otro le había indicado. Se acomodó apoyándose sobre los antebrazos, tenía el rostro girado hacia el mayor observándole con curiosidad. Todo eso no estaba mal en lo absoluto. - ¿No deberías quitarte la ropa también?... la bata.- Corrigió con una sonrisa.

No respondió a su pregunta, simplemente se mordió los labios al ver como se quitaba la bata, reflejando el placer que, se imaginaba, sería masajear ese cuerpo a sus anchas. Esperó a que se recostara y cuando estuvo acomodado, se acercó a la mesa. Se inclinó hasta besarlo en los labios una vez más, de forma breve. -Eso haré- Contestó al fin con una sonrisa y le besó nuevamente, esta vez prolongando aquel acto unos segundos más. Los justos para sacar de un bolsillo inferior de la prenda que llevaba, un trozo ancho y alargado en color negro, hecho con la misma tela que la prenda. Se apartó y llevó la cinta a la altura de los ojos ajenos. -Cuando me la quite, estarás tan concentrado en otras cosas como para darte cuenta- Susurró con una sonrisa, al tiempo que pasaba aquella tela sobre los ojos del pelinegro, haciendo detrás de su nuca un nudo no muy apretado. Con solamente cuatro sentidos alertas, eso se iba a poner más interesante. -Recuéstate y relájate~-

Cuando finalmente tuvo a Gackt en donde quería, cogió una de las botellas que tenía al lado, abrió la tapa de color verde y olfateó el contenido, no era muy dulce, era perfecto.
Dejó caer una considerable porción en una mano y dejó la botella en su lugar. Frotó sus palmas un poco para calentar el líquido y proceder a hacer lo prometido por la espalda de su novio. Primero comenzó dándole el debido tratamiento a sus hombros, guiándose posteriormente hacia su espina y jugando con sus dedos sobre esta. Todo esto acompañado de una deliciosa lentitud con cada uno de sus movimientos. Haciendo muy leves presiones en ciertos puntos especialmente sensibles y continuando así hasta la espalda baja.
Volvió a subir por sus costados nuevamente hasta sus hombros. Presionó por la zona de su nuca y su cuello volviendo a uno de los extremos y siguiendo la trayectoria del brazo ajeno que tenía de su lado. Con el aceite que aún quedaba en sus manos, finalizó con esa extremidad hasta llegar a su mano.

Guió esta hasta la cinta de su propia bata y sin esfuerzo alguno se deshizo del amarre en su cintura. Lo interesante, añadiéndole que Gackt era más auditivo que visual, era todo lo que pudiera estar pasando por su mente. Se dejó la bata abierta, sin quitársela todavía y volvió a dirigirse a su espalda. Hizo la respectiva pausa para tomar otro poco de aceite haciendo lo mismo de antes en sus manos y se movió esta vez hacia sus piernas, comenzando a masajear la parte trasera de sus muslos con movimientos circulares, después bajando por sus gemelos hasta los pies, cuidando de tocar y acariciar cada centímetro a su paso. Subía una vez más por el muslo hasta donde terminaba el bóxer y volvía a bajar a sus pies. Inevitablemente sintiéndose a cada segundo más excitado.

Luego de unos minutos más concentrado en sus piernas, con cuidado tomó el elásticó del bóxer y lo bajó un poco. Soltó una risa traviesa y un apenas audible "ups" de manera divertida para después terminar de bajar la prenda haciendo que Gackt se levantara ligermente para sacarla. La dejó caer en el sillón que tenía a un lado y volvió a tomar la botellita del mismo bolsillo en donde antes trajera la tela negra, para tomar otra pequeña porción de aceite. Continuó el masaje sobre los glúteos de su novio realizando leve presión con los pulgares, en aquella zona en donde comenzaban sus muslos para así con la misma calma darle la vuelta a la cama y continuar con su otro brazo.

En el preciso momento en que sintió las manos de su novio en su espalda masajear de aquella forma fue que decidió relajarse poco a poco, la venda cubriendo sus ojos lo hacía todo mucho más interesante.
Dejó guiar su mano hasta la baja ajena, pero de todas formas no le dio mucha importancia o más bien estaba tan concentrado en aquel masaje que el otro le proporcionaba, prácticamente se dejó hacer por el mayor.
Respiró hondo y se removió buscando la mejor forma de acomodarse en aquella cama para masajes. Hace mucho tiempo que no recibía aquel tipo de atenciones y realmente le parecía algo muy grato y placentero.

Aunque en aquel momento en que su única prenda inferior era retirada por el otro tuvo un momento de desconcentración. Como por arte de magia volvía a tensarse, frunció ligeramente el ceño y sonrió divertido. ¿En serio era necesario?... él estaba ahí completamente desnudo ahora, de alguna forma quizás un poco extraña se sentía algo avergonzado, cosas como estas no ocurrían a diario. A decir verdad era la primera vez que su novio hacía algo así.
Se incorporó apenas un poco solo para poder girarse, aún estaba recostado y con la venda, llevó una de sus manos hasta el trozo de tela y lo subió apenas un poco logrando ver en aquella acción al vocal a su lado. Sonrió ladino. - ¿Ese era el plan desde un principio? ¿Desnudarme?, me hubieras dicho... - Comentó casi en un susurro con bastante diversión mientras volvía a acomodarse dejando ambos brazos a cada lado de su propio cuerpo, inhaló profundamente. - De cualquier forma esto no deja de ser interesante... - Se relamió los labios y esperó.

Por un parte y como ya lo había mencionado, el ambiente, las acciones, todo era agradable e interesante, pero por otra parte y debido a todo el cansancio acumulado durante ya varios meses es que se sentía algo soñoliento. Dejó escapar un apenas audible suspiro, poco a poco el sueño le ganaba sin siquiera permitirle batallar.
Su respiración se hizo aún más pausada y su cuerpo sucumbió ante esto. Seguramente luego le pesaría...

Respondió a su risa desde su nuevo puesto, recién comenzaba con su brazo derecho y le miró, mordiéndose los labios. Llevó una mano a la venda en sus ojos devolviéndola con cuidado a su lugar y posteriormente acercando el índice por encima de sus labios, en una clara petición de que no dijera nada más. Volvió a reír. -Shh~ Déjeme hacer mi trabajo, soy un profesional- Reclamó con el tono más serio que pudo pero luego otra risa se abrió paso y al ahora tener al menor en otra posición, rápidamente volvió del otro lado para continuar con aquello, ahora de ese lado.
Nuevamente calentó el aceite en sus manos antes de empezar a untarlo por su pecho y costados. Se tomaba de estos en delicados movimientos de sus palmas en toda la extensión de su abdomen hasta la zona por debajo de su ombligo en donde se desvió por sus piernas repitiendo las acciones que hiciera en la parte trasera.

Acarició aquellas extremidades tranquilamente, sin poder evitar que Gackt tuviera que separar las piernas para hacer lo correspondiente en aquella zona interna de sus muslos. Pero al hacer aquella acción de moverle una pierna, se dio cuenta de que el cuerpo del cantante respondía diferente. Poco a poco se quedó quieto a un lado de la mesa y observó con detenimiento su pecho y el modo en que respiraba. No podía verle los ojos pero era casi obvio que se había quedado dormido hace un rato ya. Sonrió para si mismo, aquello solo le indicaba que no lo hacia tan mal y que al menos ahora Gackt estaba relajado.

Volvió a la mesa en donde tenía las botellitas de aceite y dejó la que llevaba en el bolsillo. Se quitó la bata y la dejó colgada en el respaldo del sillón individual. Volvió a donde Gackt y con el aceite que le quedaba en el cuerpo continuó con su masaje, repitiendo lo debido en su pecho, hombros y cuello. Subía las manos por sus orejas, acariciando detrás de estas con los dedos y a propósito juntando su pecho al ajeno, sin que fuera una acción invasiva de subirse sobre él, solo apoyándose ligeramente.
Se acercó a besar brevemente sus labios y se quedó apoyado ahí unos segundos, le levantó apenas la venda y si, estaba dormido. Aún así, prosiguió con los lentos movimientos de sus manos hasta detenerse en su pelvis. Le miró de pies a cabeza, tantas veces había tenido ese cuerpo junto al suyo, pero recién ahora sentía que tenía el placer de admirarlo sin una sola prenda y sin un solo movimiento.

Tomó una toalla de manos para secarse y poder servirse un poco de vino. Ahora desde la sala, volvió a mirar a Gackt. ¿Debería dejarlo dormir? ¿Y si no despertaba hasta pasadas horas? ¿Qué haría ahí él solo con todo lo que tenía planeado para esa noche? Frunció el ceño e hizo un puchero inconforme y decidido, bebió un sorbo largo de vino.
Regresó a la mesa con la copa en la mano, se acomodó al lado del cuerpo dormido de su novio. Tomó la copa y con muchísimo cuidado vertió un poco del vino en aquel orificio en el vientre ajeno, de inmediato le miró a la cara para ver si el frío del líquido le había causado algo. Rió al ver que apenas y lo había sentido. Bebió otro sorbo y dejó la copa en la mesita que todavía tenia a un lado.

Finalmente, se agachó un poco hasta que su rostro quedara a la altura del cuerpo del otro. Definitivamente no podía quedarse quieto mientras lo tenía ahí de ese modo tan tentador. Metió la mano derecha por entre las piernas de Gackt para suavemente tomarle de los testículos y acariciar estos con descaro, al mismo tiempo y sin chistar, bebió el vino de su ombligo, cuidado que su lengua se introdujera en este suavemente y luego succionó el sobrante con una risa divertida.
Sin perder más tiempo solo tuvo que mover el rostro a un lado para alcanzar con la punta de su lengua el glande de Gackt, lo lamió perfectamente por aquella extensión, sosteniéndole de la base sin ejercer mayor presión. Lamió un par de veces más y se incorporó solo para acomodarse y empezar con lentitud a llenarse la boca con aquel órgano. Chupó y lamió como si aquello también fuera parte del masaje, con tortuosa calma y sin dejar ni un centímetro sin tocar con la humedad de su lengua.

Y como había sido de esperarse se había quedado completamente dormido, si Hyde le habló o continuó con aquellos masajes no lo supo. De lo único que estaba enterado era de que descansaba profundamente y por lo que le pareció había pasado un rato ya desde eso cuando sintió algo posarse en su abdomen, se removió apenas, pero aún así no le dio mucha importancia y simplemente se removió.

Así pasaron algunos minutos más en los que volvía a su sueño y sin siquiera proponérselo en estos veía vagamente el rostro de su novio. Subió una de sus manos hasta su abdomen y la dejó descansar ahí en tanto volvía a removerse apenas. ¿Qué era eso?, soltó un pequeño quejido al notar como poco a poco despertaba... claro, un "despertar" incluso en aquella parte baja de su cuerpo. Frunció el ceño ligeramente y giró el rostro, se sentía bastante bien... como aquellas veces en las que Hyde hacía de las suyas ahí abajo. Respiró hondo y volvió a girar el rostro, llevó aquella mano en su abdomen hacia su rostro, específicamente hasta la venda y la deslizó suavemente hacia arriba descubriendo sus ojos los que abrió apenas encontrándose con lo tenue de las luces de las velas que iluminaban apenas el lugar. Se relamió los labios justo antes de que un pequeño escalofrío recorriera su espalda provocando que un pequeño jadeo escapara de sus labios.
Ahora aquella sensación en su entrepierna se hizo más intensa, definitivamente era como se lo imaginaba. Se incorporó apoyándose en sus codos, sintiéndose algo ansioso y notablemente excitado cuando vio la escena. - Bonita forma de despertar - Susurró con una sonrisa extasiada en el rostro. Se sentó y tomó una de las muñecas del vocal para atraerlo y cuando lo hizo movió las piernas hasta dejarlas colgando a un lado de la cama. Tomó el mentón de su novio con una mano y lo besó apasionadamente en tanto la mano libre rodeaba las caderas ajenas y lo pegaba más a su propio cuerpo, entre sus piernas.

Al momento de separarse bajó del lugar, pero no se separó en ningún momento de su compañero. Deslizó aquella mano en sus caderas bajo sus bóxer hasta uno de sus glúteos y apretó con suavidad aquella piel mientras bajaba hasta su cuello y repartía besos por el sector hasta su clavícula donde finalmente dio una pequeña mordida. - Me encantas - Susurró cerca de su oído. Sin perder mucho tiempo bajó su ropa interior hasta que esta por si sola se deslizó por las piernas ajenas hasta que terminó en el suelo y sus besos bajaron un poco más, hasta su pecho, pero luego volvió a subir recorriendo el mismo camino de vuelta hasta su boca atrapándola con la propia en un beso igual que antes, pero algo más salvaje.

Lentamente sacó el miembro de Gackt de su boca, apenas se percató de que este había despertado. Dio un pequeño beso en su glande y se dejó llevar hacia él. Durante el resto de sus acciones solo se limitaba a mover las manos en medio de ambos como si buscara alejarlo, aunque sin ejercer la presión suficiente para hacerlo. -Mmmh.. G-Gackt~... no... no hagas trampa~- Sonrió con coquetería mientras, a pesar de sus palabras, correspondía a sus besos. Dejó que le quitara la última prenda que le quedaba y por fin se agarró de su cuello, pegándose a él y con esto, empujándolo hasta recargarlo en la orilla de la cama, sintiendo como el cálido y resbaloso aceite hacía que la fricción de su pecho se sintiera de una manera que de pronto le hizo ahogar un suspiro.

Lo besó de la misma forma salvaje y necesitada que el otro le transmitía. Mientras lo mordisqueaba suavemente en los labios, alzó las manos a la venda que todavía estaba en la cabeza de su novio y la bajó de vuelta a sus ojos. Hecho esto, le tomó el rostro con ambas manos y besó brevemente sus labios. Detuvo un momento sus acciones, mirándole.
-Si vuelves a quitártela, tendré que castigarte~- Susurró cerca de su boca, alzándose para lamerla con lentitud y luego besarlo repetidas veces. Lo rodeó por la cintura y lo jaló hacia si, con el aceite le era más fácil deslizar las manos, lo hizo por sus glúteos y subió a su espalda tranquilamente, frotándose contra él.

Juntó su mejilla a la ajena y comenzó a gemir a propósito junto a su oído por el simple roce de sus pieles poniendo especial atención en la interacción de sus zonas bajas. Descendió una mano para tomar ambos miembros y seguir con aquellas húmedas caricias por el líquido que cubría al otro y que ahora Hyde también tenía untado en la zona frontal del cuerpo.
Besó a Gackt por aquella parte trasera de su oreja por donde le rodeaba la venda, fue bajando a su cuello y finalmente se centró en su hombro un segundo. Pero de inmediato volvió a su boca, devorándola en un beso apasionado.

Se dejó llevar por un rato, después del cual, entre besos se tomó de los brazos del más alto y se fue girando hasta quedar de espaldas a él causando con esto la separación de sus bocas. Sin soltarle, colocó las manos contrarias alrededor de su propio abdomen e hizo que ahora fuera Gackt quien lo acariciara. Jadeaba extasiado, con la cabeza apoyada en el hombro del cantante y usando las manos ajenas como si fuera las propias. Meneándose al ritmo de esa nueva canción que ahora sonaba de fondo, juntándose a él y tocándose con sus manos sin parar de gemir.

Cada uno de los estímulos ajenos le hacían estremecerse involuntariamente, incluso provocar leves jadeos que apenas se hacían audibles siendo claramente opacados por los sonidos que el mayor dejaba escapar, sonreía con lasciva disfrutando del roce entre ambos cuerpos y cuando sus ojos fueron cubiertos nuevamente no puedo evitar soltar una pequeña carcajada debido a aquella "amenaza" por parte de su novio.
No le desagradaba no poder verlo, pero si que era mejor tener una buena vista de lo que ocurría con Hyde, amaba cada una de sus expresiones y se deleitaba enormemente por sus gestos extasiados cuando habían momentos como esos.

Le rodeó con ambos brazos, justo como el otro le indicaba y respiró hondo intentando contenerse lo que más podía. Hyde sabía como hacer las cosas, sabía como hacer que deseara más y por un momento todo eso le causó diversión, más aún dejó que el otro se meneara a gusto ahora teniendo su espalda sobre su propio torso. Deslizó ambas manos por su abdomen tomando de pronto el control sobre estas, llegó hasta el miembro ajeno y con una mano tomó su extensión comenzando a masturbar fácilmente notando con agrado como el aceite que su novio había puesto en su cuerpo ahora estaba en él. Aunque no podía ver absolutamente nada, podía sentir perfectamente cada parte del cuerpo ajeno, bajó la boca hasta su cuelo en donde deposito un par de besos subiendo apenas hasta su mentón y así volviendo por el mismo recorrido.

Contoneó su propia pelvis cuando una sonrisa ladina surcó sus labios notando como su propia erección se hacia espacio entre los glúteos del otro. Se mordió suavemente el labio inferior y continuó con los ligeros movimientos en tanto su boca de nueva cuenta volvía hasta su cuello en donde mordisqueó aquella piel. Llegó hasta el lóbulo de su oreja atrapándolo entre sus dientes.
Aquella mano que masturbaba a su novio continuó con su trabajo procurando ser lo más complaciente que puedo en aquella situación. Dirigió la mano libre a la espalda del más bajo después de haberse separado apenas un par de centímetros y así llevó directamente aquella extremidad hasta el trasero ajeno en donde introdujo uno de sus dedos para luego sacarlo y volver a meterlo, repitiendo la acción varias veces más solo queriendo sumar una estimulo más al cuerpo de su novio.

A medida que las caricias ajenas avanzaron, el guiar sus manos se tornó inútil. Así que, poco a poco le dejó el control sobre su cuerpo. Llevó una mano a su nuca y se tomó de esta sin apartar la cabeza de su hombro. Giró levemente el rostro hacia él, haciéndole espacio en su cuello al mismo tiempo. Su garganta proliferaba gemidos cada vez más sonoros y extasiados. Total, en donde estaban absolutamente nadie podría escucharlos, estaban solos, a kilómetros de la civilización. Se frotó con suavidad contra la erección del alto cantante sintiendo de pronto el contacto de sus dedos.

Soltó un suspiro dejándose hacer y por acto reflejo separando las piernas lo suficiente para que las acciones ajenas le dieran ese delicioso placer que siempre podía alcanzar en su compañía. Le dejó continuar hasta ese preciso momento cuando el insistente estímulo a su próstata dejó paso a esa conocida sensación que antecede al orgasmo. Al llegar a ese punto y con mucha calma, detuvo las manos de Gackt. Se giró entre sus brazos para quedar nuevamente de frente a él y subió los brazos por sus hombros, abrazándose de su cuello. Se alzó en puntas para depositar lentos y pequeños besos en su boca, mordisqueando después su labio inferior mientras su cadera seguía el ritmo de la música y se meneaba contra su invidente amante.

Luego de un rato de aquel casi inocente besuqueo, se apartó un poco. Suspiró cerca de su rostro, sintiendo su aliento teñido de vino entremezclarse con el propio. Sonrió con lasciva y se mordió el labio, saboreando la reciente actividad, a pesar de que Gackt no podía verlo.
Llevó una mano al pene erecto de su pareja y lo estimuló un poco. Pero casi de inmediato, bajó la mano un poco más hasta sus testículos y los masajeó mientras ahora le besaba el cuello. Subió lentamente a su oído, chupando y mordiendo el lóbulo como hiciera antes el otro. Y así, de repente, ejerció una ligera presión en la zona que sostenía con la mano, como si con esto lo retara. -Viólame~- Jadeó, ahora con una sonrisa divertida invisible a los ojos ajenos, completamente extasiado y necesitado, meneándose a la par de la lejana melodía de un saxofón...

Todos aquellos besos, los roces de sus cuerpos, la respiración ajena, aquella proximidad prácticamente nula, el calor que le invadía, todo eso le estaba resultando irresistible. Los gemidos y jadeos de Hyde solo le incitaban a más.
Correspondió los besos en sus labios tentando a quitarse aquella venda que cubría sus ojos, aún pese a la reciente “amenaza” por parte del otro. Respiró hondo y se dejó hacer soltando un apenas audible jadeo cuando la mano ajena se coló a su entrepierna dándole aquel estímulo sonrió con lasciva por las atenciones, pero justo en el momento en que el otro ejerció presión en sus testículos se estremeció.
Aferró firmemente ambas manos a las caderas del otro y suspiró contra él para deslizar sus extremidades a lo largo de su espalda hasta sus hombros y luego bajando hasta llegar a sus glúteos. Besó el cuello de su novio con delicadeza y así de una vez por todas se deshizo de aquel trozo de tela que le impedía ver dejándola caer al suelo. Miró su rostro por un momento y con necesidad atrapó la boca ajena con la propia en un profundo beso. Aún tenía ambas manos en los glúteos del otro acercando así ambas erecciones y aprovechando aquel meneo que el otro hacía para darse mutuo placer.
Se separó luego de un momento y le sonrió extasiado. Giró un poco el rostro hasta toparse con aquel pasillo iluminado tenuemente por las luces de las velas y volvió su atención a Hyde. Se inclinó un poco para alzarle de la cintura y hacer que rodeara la propia con ambas piernas, volvía a depositar muchos pequeños besos por todo el sector de su cuello en tanto emprendía camino por aquel pasillo hasta llegar a la habitación principal, para su suerte la puerta estaba abierta así que solo basto que empujara suavemente para adentrarse junto al vocal. En ese lugar no había mayor luz que la del pasillo, pero luego de estar unos cuantos minutos ahí ya podían acostumbrarse. Con cuidado dejó a Hyde sobre la amplia cama, casi en el centro de esta, se posicionó sobre él entre sus piernas y soltó una pequeña risa en tanto se acomodaba. Continuó pronto con los besos en su cuello y hombros hasta llegar a su pecho en donde se dedicó a juguetear un momento con uno de sus pezones, bajó un poco más a su abdomen y llegó hasta su ombligo siendo el siguiente lugar en donde se entretuvo con su lengua. – No podría ser violación – Susurró luego de un rato y con un movimiento ejerció un poco de fuerza para girar el cuerpo del mayor haciendo que le diera la espalda. La sesión de besos continuó por la piel que tenía en frente. Depositaba cada uno por toda su espina dorsal hasta llegar a su espalda baja. Suspiró contra él inhalado el aroma del aceite que se había impregnado en el cuerpo ajeno y se mordió el labio inferior. Volvía a acomodarse sobre el cuerpo de su nuevo y se meneó contra su trasero de forma insistente mientras mordía con suavidad uno de sus hombros.

De pronto se había dejado llevar por todo aquello, hasta el punto de casi perder noción de lo que hacía, pero sin dejar de disfrutarlo. Tanto así, que volvió a estar consciente hasta el momento en el que sintió el colchón de la cama pegado a la espalda, en la habitación principal. Jadeó a causa de las nuevas caricias y besos en su cuello y posteriormente en su torso, moviendo vagamente las manos hacia el cabello de Gackt, revolviéndolo suavemente.
Permaneció en silencio aún después de escuchar sus palabras y dibujar una sonrisa maliciosa ante ellas. Y un segundo después, de un movimiento estuvo boca abajo, estremeciéndose por el contacto de sus labios, sintiéndose repentinamente nervioso al sentirlo bajar por su espalda. Su cuerpo tembló irreparablemente ante aquellos besos, mientras soltaba lentos y profundos gemidos.

Arqueó la espalda ligeramente, alzándose con las manos sobre las sábanas. Los roces del miembro ajeno en esa zona, lo ponían extrañamente nervioso, pero más que eso, demasiado ansioso. Volvió a pegar el pecho a la superficie que tenía debajo luego de un rato y alzó las caderas, separando las piernas, invitándole. Se meneó de la misma forma pero contra el colchón, gimiendo sin parar para tentar a su pareja. -Gackt~ ya~- Suspiró un tanto desesperado, aquello lo estaba torturando de una forma deliciosa.

Continuó con los roces de su erección entre los glúteos de su novio haciéndose aún más exquisitos cuando este alzaba su cadera incitándole a continuar. Dejó ambas manos sobre el colchón, muy cerca del cuerpo ajeno y se incorporó apenas un poco fijándose de pronto en los tatuajes que resaltaban bajo esa piel que tenía abajo. Sonrió ladino al momento en que las palabras del otro se hicieron escuchar. Llevó una de sus manos a su miembro para ayudarse y así dejó el glande en su entrada para luego con un ligero empujón comenzar a adentrarse en él.
Suponía que aquello no había sido tan tortuoso ya que antes se había asegurado de estimular aquella zona con sus dedos. Respiró hondo una vez que estuvo por completo dentro y luego de unos momentos comenzó a moverse. Al principio le resultó algo difícil aquella acción debido a la posición, pero por otro lado sentía aquella presión de la cavidad del mayor que le entregaba mucho más placer.

Volvía al cuello de su novio y repartía besos incansablemente por todo el sector hasta sus hombros y parte de su espalda mientras aquel vaivén se iba haciendo mucho más rápido e intenso a cada minuto. Chocaba contra sus glúteos con algo de fuerza y se deleitaba ante cada sonoro gemido que salía de la boca de su amante.
Como antes sonrió de medio lado y buscó la boca del otro para depositar pequeños besos en esta continuando con el acto.

De un momento a otro, se hizo con las sábanas que tenía debajo del cuerpo, aferrándolas con las manos contra su pecho. Relajó los músculos de su zona baja y entre gemidos, esperó aquel momento que tanto ansiaba. Pronto llegó a sentir aquella característica presión y comenzó a gemir con mayor necesidad. Movía suavemente la cadera a la par de la lenta penetración hasta que por fin lo sintió completamente en su interior. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro y con cuidado se movió también, cuando Gackt lo hacía.

Ladeó un poco la cabeza al recibir sus besos en el cuello para después girar la cara y aceptar los que iban destinados a sus labios. Le besó de forma apasionada e intensa en el límite de sus posibilidades. Sin embargo, tuvo que dejarlo ir apenas unos segundos después, bajó la cabeza hacia sus brazos, entrelazados contra su pecho. Ahogó su goce en la tela que sostenía en esa zona y se estremeció con cada estocada, demasiado excitado con lo poco, casi nada, que podía moverse en esa posición.
Unos minutos después, volvió a incorporarse. Sonreía con lasciva sin dejar de jadear a causa de los movimientos ajenos. Esperó un momento en que pudiera zafarse y como pudo, aunque quizás con un movimiento algo violento, se giró boca arriba, haciendo que Gackt se apartara de él.

Se levantó de un salto, repentinamente con una energía renovada llenándole el cuerpo. Se arrodilló frente a su pareja y aprovechó el desconcierto de este para inclinarse sobre él y empujarlo hasta hacer que ahora él se recostara sobre el colchón. A horcajadas se montó sobre su cuerpo y rápidamente buscó la forma de reanudar las penetraciones, esta vez tomando el control.
Cuando logró su objetivo, se inclinó hacia atrás, tomándose de las rodillas ajenas con las manos y echando la cadera hacia adelante. Lentamente empezó a moverse, volviendo a jadear sin reparo, y al mismo tiempo, sin perder detalle de las expresiones en el rostro del alto cantante, uno de sus estímulos predilectos.

No sabía si esperarse o no aquellas reacciones por parte de su pareja, este siempre resultaba sorprenderlo con una u otra cosa y ahora mismo le vio algo extrañado pero con divertida curiosidad, al perecer quería retomar el control en las acciones, pero no le desagradó en lo absoluto y se recostó sobre el colchón cuando el otro lo empujó. Una sonrisa ladina se hizo presente en su boca y sin evitarlo soltó un apenas audible jadeo por los movimientos que su novio no tardó en reanudar. Le encanta ver cada una de aquellas expresiones placenteras y aquellos sonidos que podían estimularlo perfectamente. Llevó ambas manos hasta las piernas ajenas, deslizándolas suavemente hasta llegar a sus muslos. de vez en cuando sonreía con lasciva y cerraba un pequeño momento los ojos, concentrándose solo en las sensaciones.

Su pecho se alzaba y reducía rápidamente y sus dedos buscaban la forma de sostenerle con más necesidad haciendo que se hundieran ligeramente en aquella blanca piel que pronto se vio marcada con rojizas señales de sus necesitadas acciones que en unos cuantos minutos desaparecerían. Un momento más se quedó quieto, solo dejándose hacer antes las atenciones del otro hasta que lo consideró suficiente, era hora de volver a su papel. Le miró fijamente y luego respiró hondo, se incorporó hasta quedar sentado y sin deshacer aquella unión sostuvo las caderas del mayor para girarse y así quedar sobre él. Tomó sus piernas y las posó alrededor de su propia cintura, se apoyó con ambas manos sobre el colchón a cada lado del rostro de Hyde y fue moviéndose lentamente hasta ir poco a poco aumentando el ritmo de las embestidas en tanto besaba a su novio con suavidad, muy diferente a otras veces cuando tenían sexo donde todo era algo casi salvaje.
Besaba su boca, mentón, mejillas y cuello, sutiles besos casi como caricias que se complementaban a la perfección con todo, le sonreía con dulzura deleitándose con cada una de sus expresiones, con cada sonido que salía de aquella garganta.

Su mano derecha viajó por su torso y abdomen hasta su entrepierna en donde tomó su erección y comenzó a estimular a la par de sus propios movimientos, los besos no cesaron en ningún momento y en cambio se prolongaron hasta sus hombros y pecho.

Al recostarse de nueva cuenta en el colchón, dejó los brazos a sus costados, estirándolos sobre el edredón de satín blanco y dejando que su novio poseyera su cuerpo que por el momento dejó inmóvil y a completa merced del otro. Sin embargo, los sonidos provenientes de su garganta no cesaron y muy por el contrario, fueron en aumento por el simple hecho de que aquellas caricias y nuevos besos estaban dándole una excitación un poco diferente a lo que estaba acostumbrado. Entreabrió los ojos, que había mantenido cerrados desde hacía un momento. Miró a su pareja a los ojos, notando sus gestos y sonrió extasiado.

Pronto empuñó la tela de la ropa de cama fuertemente con los dedos, tirando levemente de ella con cada estocada. Ahogó un gemido en especial profundo apenas sintió la piel de la mano ajena tocarlo en aquella zona tan sensible. Se estremeció y arqueó la espalda, alzándose algunos centímetros sobre el colchón.
-Mmh~ Gacchan, no... no pares~- Jadeó con deleite y sin borrar aquella casi tonta sonrisa del rostro, disfrutando de una manera muy especial sus atenciones. Movió las caderas con suavidad mientras se mordía los labios, tratando de ahogar sus gemidos.

No tuvo que esperar mucho para que esa conocida sensación de cosquilleo en sus caderas se hiciera presente, provocándole aún más movimientos involuntarios de las mismas. De un segundo a otro, se tensó sin proponérselo, aguantó la respiración sin percatarse y se corrió con fuerza sobre su propio abdomen. Sostuvo la tela que todavía tenía aferrada con las manos, ahora desacomodada al haberla jalado hacia su cuerpo. Mantuvo la boca entreabierta y un jadeo en la garganta. Que soltó sin reparo apenas pasó la sensación de placer que le invadió el cuerpo entero.
Una sonrisa llena de lasciva se quedó instalada en su rostro mientras buscaba paz en su respiración descontrolada. Finalmente soltó el edredón y se llevó un brazo a la cara, apoyándolo sobre sus ojos. Gackt aún seguía en su interior, y era una sensación que le encantaba en demasía pero aún así, le costaba sobrellevarla...

A cada embestida aumenta el ritmo y la fuerza, se inundaba de aquellos gemidos que cada vez eran más audibles. Sonrió divertido y completamente extasiado por la petición ajena, oír sus gemidos y jadeos era algo de lo cual jamás podría aburrirse y que le pidiera aquello hizo que un escalofrío recorriera su espina dorsal. Unos minutos más pasaron cuando el estremecimiento del otro le sacaron de ensimismamiento, todas sus reacciones fueron de ayuda para un golpe de energía que no desaprovechó aún cuando notaba que Hyde se corría finalmente. Quitó la mano de su entrepierna y la dejó nuevamente a un lado de su rostro sobre el arrugado edredón, se sostuvo firmemente de aquel lugar y dedicó a continuar aquel vaivén siendo ahora mucho más rápido que antes, los espasmos y las contracciones que el cuerpo de su novio tenía luego de aquel orgasmo le ayudaron a obtener pronto el propio, el característico cosquilleo y la tensión daban paso finalmente a que con una última embestida fuera él quien se corriera en su interior mientras soltaba un pequeño jadeo disfrutando la exquisita sensación.

Se dejó caer suavemente sobre el cuerpo de su novio sin salir aún de su interior, respiró hondo y sonrió satisfecho antes de depositar un pequeño beso en su cuello. Muchas veces ya lo había pensado y quizá alguna vez se lo había dicho a Hyde, pero era tan cierto, jamás podría aburrirse de aquello, no con él. Cada oportunidad era una nueva experiencia que no lamentaba aprovechar.
Se incorporó un poco y le miró con una sonrisa, quitó los mechones de cabello que tenía sobre su frente y besó aquel lugar para salir de él y recostarse a su lado boca arriba, suspiró con la respiración mucho más calmada y dejó ambas manos sobre su pecho y abdomen girando el rostro para volver a mirar a su acompañante.

A veces consideraba que las palabras sobraban, aunque honestamente era porque no sabía exactamente que decir en esos momentos. Cerró los ojos un momento y respiró pausadamente. - Te amo - Susurró con suavidad aún sin abrir lo ojos.

Cuando Gackt se recostó sobre su cuerpo, automáticamente subió los brazos a su espalda, abrazándose de esta con una repentina necesidad de sentirlo cerca. Lo pegó a su pecho, acunándolo con cariño aún entre sus piernas. Le besó la mejilla un par de veces y suspiró al momento que lo atraía un poco más y hacía lo mismo en su cuello.
Después de un momento, lo soltó para que pudiera recostarse a su lado, sin apartar la mirada de la ajena. Se acomodó junto a él, sobre uno de los costados. Contrajo el cuerpo un poco y pasó un brazo por la cintura del más alto, al mismo tiempo subiendo la cabeza a su pecho, haciendo que él pasara un brazo sobre sus hombros.

Se acurrucó como un niño pequeño en aquel espacio entre su brazo y su torso, ese que le pertenecía tanto. Apretó a Gackt con los ojos cerrados y suspiró nuevamente. -También te amo, mucho.- Respondió en un susurro equivalente al ajeno y depositó un inocente beso en su pecho. Permaneció en silencio unos segundos más, jugando con los dedos en la piel del abdomen del menor y luego de ese momento, levantó la cara para mirar a los ojos de su acompañante. Le sonrió con ternura.
-Feliz día del padre~- Murmuró ahora con diversión poco a poco incorporándose hasta llegar a su mejilla y besarla, posteriormente hacer lo mismo en sus labios. Lo besó con lentitud y calma, saboreando el gusto de estos. Luego se relamió al apartarse y una vez más le sonrió.

Tomó un mechón de cabello sobre el rostro ajeno y lo retiró para mirar su rostro, conservando esa sonrisa embelesada. Acarició su mejilla. -¿Te gustó tu regalo?~- Preguntó divertido y con ese tono meloso que le gustaba usar para molestarlo.

Sintió el cuerpo ajeno acomodarse casi sobre el propio, sonrió con suavidad sintiéndose reconfortado por las sutiles caricias que el otro le entregaba. Correspondió a su beso con la misma calma, disfrutando aquella acción que solo era especial cuando de Hyde se trataba.

Soltó una pequeña risa y asintió. - Me gustó mucho - Se giró un poco hasta quedar de lado y lo abrazó con algo de fuerza, estrechándolo. - Gracias. Feliz día - Depositó un nuevo beso en sus labios y se incorporó hasta sentarse, soltó un bostezo algo perezoso y se estiró con flojera. - ¿Nos vamos a casa?, pero primero me daré una ducha ¿Hay agua caliente? - Se acomodó en el borde de la cama y dio una mirada al pasillo para luego ponerse de pie e ir rumbo al baño sin antes tomar un par de velas y llevarlas consigo. Una vez en aquella habitación abrió el agua caliente y fría, efectivamente había caliente. Puso el tapón y esperó a que el recipiente se llenara.

Se asomó a la habitación en donde se encontraba Hyde. - ¿Te bañas conmigo? - Preguntó con una sonrisa y sin esperar respuesta se adentró, tomó una de las manos de su novio y con suavidad le jaló hasta el baño.

Se rodó sobre el colchón cuando sintió a Gackt apartarse y le miró desde ahí, mientras este se dirigía al baño. Lo siguió con la mirada, con una sonrisa traviesa dibujada en la cara. -Debería tener el móvil ahora nee~- Murmuró con diversión, realmente sin prestar atención en si el menor lo había escuchado. Cerró los ojos un momento, sin moverse de la cama hasta que su novio volvió a aparecer por la puerta. Y estaba a punto de contestar a su petición cuando se percató de que no era necesario.
Le siguió hasta el baño y observó el cuarto con curiosidad. No se veía mucho, pues Gackt solo había llevado dos velas, pero sería suficiente. Esperaron otro poco a que la tina se llenara y cuando estuvo lista, se apresuró para meterse al agua seguido del más alto.

Se acomodaron en el reducido espacio, dispuestos a disfrutar de aquel baño tranquilo, ideal para el final de la velada, pensó. Después de una hora, más o menos, salieron del cuarto de baño envueltos en toallas. Hyde se adelantó hasta la habitación en donde había dejado pulcramente doblada la ropa de ambos. Le pasó la suya a Gackt y se vistió con la propia. Quizás al día siguiente mandaría a un androide a recoger aquel pequeño desorden.
Finalmente apagó las velas una a una, pues lo último que necesitaba era que ese preciado espacio en medio del bosque, sufriera accidentes. Se puso la chaqueta y miró la hora en el móvil que todavía estaba en el bolsillo del pantalón, ya era de madrugada. Revisó un mensaje de KAZ y un par de llamadas perdidas antes de guardarse el aparato de vuelta en el pantalón.

De pie junto a la puerta, echó un último vistazo al lugar y al acabar el recorrido, posó la mirada en su koi. -¿No se te olvida nada?- Le sonrió y se alzó para besarlo brevemente. Por último, le tomó de la mano y salieron de aquel lugar. Puso el candado a la puerta principal y unos minutos después de acomodarse en el auto de Gackt, iban con rumbo al edificio en donde vivían.