Un año después... -Gackt-

¡Vaya! Definitivamente cada día sentía que la vida se le iba más y más rápido. Había sido un año algo difícil pero igualmente satisfactorio en su vida. Aún después todo ese tiempo, los rumores sobre la paternidad de Gackt habían crecido pero ni él ni su koi habían aclarado nada. Akira había cursado el colegio con honores y Demian parecía crecer a cada hora. Hacía unos meses, antes de su primer cumpleaños, había llamado "pa" a Gackt por primera vez y a él, bueno, lo que esperaba, ahora era su "ma"...
Y como era de esperarse, casi a la par de sus primeras palabras, se habían dado sus primeros pasos, pasos que ahora lo tenían andando de un lado a otro sin ayuda de nadie. Envuelto en su pequeño overall de mezclilla, su camisita a rayas y calzado con unos pequeños converse rojos, que al verlos, Hyde no dudó dos segundos en comprárselos.
En cuanto a su trabajo, también estaba satisfecho con el resultado de la gira, al final todo había salido como esperaba.. a excepción quizás de algunas fallas de las que Tetsu le había reprochado pero nada de qué preocuparse.

Esa tarde se encontraba sentado en el sofá de la sala, observando a Demian que paseaba un auto de plástico suave por la alfombra y hacía ruidos con la boca, imitando con graciosa precisión el motor de un automóvil. Sonrió de medio lado al analizar aquella escena, pues había terminado por relacionarlo con la reciente fascinación del niño por ir con Gackt en el auto, le gustaba.
Suspiró. Ahora que pensaba en su novio, ¿en donde estaría metido?. Miró el reloj de pared y giró la cabeza a un lado, luego la subió al balcón del primer piso, quizás en la habitación... Devolvió la vista a su hijo y no pudo evitar sobresaltarse un poco; ahora el bebé se encontraba justo frente a él, le tendía el auto y de pronto un apenas audible "Ma~" se hizo escuchar de su boquita.

Hyde tomó el auto con una mano. -¿Quieres que juegue contigo?- El niño solamente le miró sonriendo y un momento después en silencio, soltó una risita infantil y se tiró en su regazo agazapándose en este. Hyde dejó el juguete a un lado y tomó al niño entre sus brazos. -¿Tienes hambre?- Le sonrió y su hijo le respondió de la misma manera asintiendo un par de veces. Se puso de pie con él en brazos y lo llevó hasta la cocina...

De un tiempo acá se encontraba exhausto y es que tenía un montón de proyectos encima y aunque ya había terminado algunos ahora podía "descansar" aunque sólo fuera un poco.

En un año pasaban muchas cosas y claro que en su vida no fue excepción aunque la mayoría tenían que ver con su relación con Hyde y el crecimiento de su hijo, además ya tenía 39 años... pronto serían 40 y repentinamente sentía que con rapidez todo había pasado casi en un abrir y cerrar de ojos.

Medio recostado en la cama se giró hasta quedar de lado, miró su laptop que estaba por sobre su cabeza y respiró hondo.
Se estiró y soltó un pequeño bostezo, hace unos minutos que decidió ocuparse de temas pendientes, pero todo había quedado en nada, frunció ligeramente el ceño y se puso de pie, tomó el aparato y bajo por las escaleras a la sala. Ahí se dio cuenta de los otros dos que estaban en la cocina, sonrió y se posicionó en la alfombra. - Me dormiré si sólo hay tranquilidad - Dijo en tanto abría su lap y tecleaba casi de inmediato algunas cosas.

Volvía a bostezar luego de unos cuantos minutos por lo que se pasó una mano por el rostro, hacia arriba y luego la bajaba haciendo suave presión en sus ojos con los dedos.
No lo recordaba muy bien pero posiblemente en un aproximado de 20 horas que no había conciliado el sueño, su espalda dolía y sentía como si llevara a alguien sobre esta en todo momento.
Miró de pronto a un lado y notó el pequeño auto de juguete de Demian, sonrió y lo tomó para dejarlo sobre el teclado.
Dejó caer la cabeza hacía atrás, sobre el sofá y cerró los ojos...

Había dejado a Demian en la silla alta en la que todavía lo sentaba para alimentarlo mientras le preparaba un poco de arroz frito con verduras y pollo. Pero luego de un rato el niño empezó a hacer ruidos inquietos, hasta que le escuchó llamar a Gackt. Sirvió el arroz en un plato y bajó al niño de la silla. Este avanzó velozmente hasta su padre y al llegar se colocó a su lado. Aprovechando que tenía la cabeza apoyada en el sofá, con uno de sus deditos picó la mejilla del otro. -Pa...-
Acto seguido se sentó a su lado, muy cerca, sobre la alfombra con las piernas estiradas. Hyde llegó de vuelta a la sala con el plato en la mano y lo colocó sobre la mesa de centro. Observó la escena con diversión, el pequeño Demian apenas y se veía al lado del alto cantante.

Justo la puerta de entrada se abrió y entró Akira con unas hojas de papel en la mano y unos lápices de colores en un morral que le colgaba del hombro, horas antes le había pedido permiso para ir a la casa de Tetsu y por lo visto había sido un día productivo para los niños. -¿Cómo te fue, Akira-chan?- Esperó a que su hijo mayor llegara a su lado y le revolvió el cabello en un saludo cariñoso.
-Bien! Armand y yo dibujamos a Reira vestida de princesa- Presumió con orgullo y de entre las hojas sacó una en donde había un dibujo que aparentemente representaba a la niña con una corona.

Hyde tomó el dibujo y lo miró un momento, de pronto pensó que tal vez para dibujar personas le hacía falta algo de práctica. Sonrió ampliamente. -Wow..se ve linda..- Le devolvió la hoja al niño y este de inmediato se giró hacia Gackt y le miró con cierta curiosidad.
-Tío Gackt se ve cansado~- Sentenció y puso el dibujo en la pantalla de la laptop que Gackt estaba ocupando.

Creyó haber escuchado a Demian llamarle, pero no le dio mucha importancia o mejor dicho estaba tan cansado que no le permitía darle importancia a otra cosa que no fuera intentar descansar, cosa que no podría por ahora.

Sólo se dio cuenta de que su hijo estuvo al lado cuando este tocó su mejilla y abrió los ojos sonriendole con cariño. Se incorporó viéndole mientras se sentaba a su lado, llevó una mano a su cabeza y le acarició suavemente en tanto Akira llegaba y ponía aquel dibujo justo en frente.
Alzó ambas cejas y tomó la hoja con su derecha observando atentamente el dibujo, desde un principio había dicho que Akira tenía un gran talento para aquellas cosas y tal vez sería buena idea reforzar lo que el niño ya tenía llevándolo a una escuela de arte o algo así.
- Este dibujo es muy bueno, Akira - Le halagó con una amplia sonrisa antes de mirar al pequeño a su lado a quien le tendió el dibujo. - Mira hijo, tu hermano es talentoso - A lo que Demian respondió con una infantil carcajada en el momento en que tomaba el dibujo de un extremo y lo jalaba hacia abajo con algo de fuerza provocandole un pequeño corte en la palma y algo más profundo en la parte proximal de su índice. Frunció el ceño y extendió la extremidad, de pronto comenzaba a doler y en apenas un par de segundo a sangrar. - Demian... - Le regañó, aunque la verdad sólo había sido una llamada de atención después de todo era sólo un bebé y posiblemente no sabía lo que hacía...

Akira agradeció el cumplido de Gackt con una leve reverencia con la cabeza y una sonrisa grande. Rápidamente dejó el morral y el resto de las hojas sobre la mesita y se dejó caer en el sillón individual lanzando un largo suspiro.
Hyde le siguió con la mirada, de pronto le alegraba saber que su pequeño era bueno en algo que a él le hubiera gustado hacer, después de todo quizás si era su hijo... pero no... estaban esos otros "detalles" que solo dejaban su talento como una agradable coincidencia. Lo que le hacía pensar que todavía no sabía lo que Demian era, aunque se iba más por el lado chupasangre, después de todo era lo más común.

Ahora él dejó escapar un suspiro y se sentó en posición de flor de loto frente a Demian, sobre la alfombra, para alimentarlo ahí. Ya sabía que una vez se pegara a Gackt no lo iba a soltar. Pero fue entonces que se percató del incidente, la mano de su novio sangraba y de pronto el bebé había dejado de sonreír. Tenía la mirada perdida en aquel líquido rojo. Y de un momento a otro tuvo como un bloqueo y todo comenzó a pasar como si alguien le hubiese puesto cámara lenta.
Regresó el plato a la mesa y a toda velocidad desapareció y volvió con un paño limpio pero Demian había sido más rápido. El niño estaba de pie y agazapado sobre Gackt, con las dos manitas tomaba la del mayor y como si supiera exactamente lo que hacía lamía y succionaba de la herida... Akira se incorporó, pero no hizo más que observar... si no recordaba mal, el niño había pasado por lo mismo con Armand y Reira en aquel momento ya pasado. Y si lo pensaba jamás se tomó la molestia de hablarle de eso... pero ya hablaría con él esa noche.

Sin embargo, no importaba lo inquieto que se sintiera en ese momento, sabía que justo ahora ya no podía hacer otra cosa además de esperar, después de todo si de algo estaba consciente era de que Demian no tendría la fuerza suficiente como para dejar mal al cantante. Miró a Akira de soslayo. -Sube a tu habitación, por favor- Pidió con tono firme, su hijo le obedeció y luego de tomar sus cosas desapareció escaleras arriba.
Pero fue hasta que escuchó la puerta de la habitación cerrarse que volvió a sus cinco sentidos. Dejó de escuchar el succionar del bebé y este lentamente volvió a su posición en el piso, un pequeño hilillo de sangre le corría por el mentón y sonreía y observaba todo como si no hubiera pasado nada.

Hyde volvió a suspirar y se apresuró a limpiar al bebé. Luego se dirigió a su koi y puso el paño en su mano, sin decirle nada aún, le miró a los ojos en busca de una señal de que estaba bien y sin pensarlo mucho tomó a Demian con un brazo y lo llevó escaleras arriba hasta la habitación a donde lo habían mudado una vez había cumplido un año.
No pasó mucho para que volviera junto a Gackt. Se sentó a su lado y le tomó la mano en donde le había dejado el pedazo de tela. Le hizo que estirara los dedos para ver la profundidad de la herida y los estragos que tendría. Lo limpió suavemente con el paño, el ambiente seguía en silencio, ni siquiera Demian había llorado o algo por el estilo, la casa estaba en completo silencio.

Pronto subió la mirada de la mano del más alto a su rostro. Se mordía los labios. Pero aún pasaron unos segundos más para que pudiera abrir la boca. -¿Estás bien?- Subió una mano a su cabello y lo acarició con cariño...

Los siguientes acontecimientos pasaron de forma muy rápida para él, lo que más le había marcado fue el momento en que Demian sostenía firmemente su mano y bebía su sangre en aquella herida.
No supo bien si era porque había quedado en una especie de shock por su propio hijo o es que precisamente el pequeño era esto que no reaccionó en el momento.

Aún tenía el ceño fruncido desde que aquella hoja le había cortado la mano y de pronto la imagen de cuando había visto a Hyde bebiendo sangre en aquella cabaña hace ya bastante tiempo llegó a su cabeza, ese día había sentido algo en especial extraño, posiblemente no se trataba de miedo y si mucho nerviosismo e inquietud, pero ahora... respiró hondo cuando el rubio volvía a su lado y se sentaba.
Pasó la mano 'sana' por su rostro y luego fijó la vista en su propia mano que tenía el pedazo de paño. No respondió a la pregunta de su koi y en cambio chasqueó la lengua.

Antes de que Demian naciera habían hablado al respecto, sabía que sería mitad vampiro o algo así había mencionado el mayor, pero luego de eso jamás volvieron a tocar el tema. - ¿Sabías que esto podía pasar? - Preguntó de pronto con la voz fría antes de acercarse la mano y mirar más de cerca aquella herida que de un momento a otro estaba abierta con sólo un poco de sangre y dolía más de lo habitual.
Cerró los ojos y suspiró sintiéndose repentinamente enojado, tal vez con Demian, con Hyde o tal vez consigo mismo. Una vez que tenía los ojos abiertos miró al otro casi con reprobación.

Si Hyde ya sabía sobre las "posibilidades" le parecía un mal chiste que este esperara a ver como iba a ocurrir todo, él era el padre de Demian, lo más lógico era saber también sobre esas posibilidades. Bajó la vista y negó sutilmente con la cabeza, se puso de pie y se dirigió al baño que había en la planta baja donde recordaba había un botiquín de primeros auxilios para sacar una venda y cubrirse aquella herida...

No se sorprendió por la reacción de Gackt y a pesar de que este había formulado la pregunta, sabía casi con certeza que en realidad no necesitaba responder. Cobardemente se limitó a bajar la mirada en respuesta. Pero apenas el menor se puso de pie, fue tras él casi pisándole los talones. Se quedó de pie junto al marco de la puerta del baño, apretaba el paño con una mano y miraba al más alto.
-No fue mi culpa, Gacchan-
Murmuró de forma tranquila, no tenía la más mínima intención de desatar nada por aquel incidente, ni mucho menos. -No creí que fuera a pasar tan rápido...-

Agregó a modo de disculpa y dio un par de pasos hasta el lavamanos en donde estaba el cantante. -Yo no podía saber en qué momento pasaría o incluso si pasaría...- Continuó sin poder pensar en algo más, pero todo era verdad. A pesar de estar consciente de que Demian sería un híbrido era cierto que no podía prever cuando despertaría su instinto, todo era tan espontáneo en esos casos. Alzó una mano y la posó en el hombro del más alto.
-Te necesito ahora más que nunca, por favor, no te enojes~- Suplicó con un puchero y se juntó más a él, se acomodó detrás de su espalda rodeándole con ambos brazos por la cintura de forma posesiva. -Te prometo que estaremos bien, mi amor- Lo apretujó, sinceramente temeroso de que Gackt no lo tomara como esperaba.

Esperó a que el mayor terminara de hablar, le escuchó con tranquilidad, después de todo no estaba para nada alterado... simplemente estaba algo enojado por la situación.
Tomó un parche que pegó en la herida para luego acariciar suavemente las manos ajenas y así terminar por tomarlas y apartarlas. - Sé que no es tu culpa, pero aunque no sabías en que momento pasaría o no, existía la posibilidad ¿cierto? - Habló con menos frialdad y le miró expectante. - Tal vez sólo debías decírmelo... tal vez pude haber sido más cuidadoso, es de Demian de quien estamos hablando, es nuestro hijo -

Se rascó la nuca y salió de ahí volviendo a la sala, se sentó en el sofá más grande y se apoyó en el respaldo. Ahí estaba su laptop en la alfombra y el auto de juguete.
- Estoy cansado... sólo dime lo que tengo que saber, no estoy en contra de lo que tu seas, de lo que Demian sea... ya te lo dije, pero ¿qué hay de mi?... ha pasado más de un año y con esto te das cuenta que lamentablemente las cosas no seguirán igual siempre - Guardó silencio un momento prolongado, como si estuviera considerando muchas cosas. Hace tanto tiempo que eso no ocurría, hace tanto tiempo que no se cuestionaba lo que debía hacer... si eso estaba bien o mal.
- ¿Qué debo hacer? dime tu... dame una solución - Se inclinó hacia el frente y apoyó ambos codos sobre sus propias rodillas con la vista baja.
Había algo, algo que hace un tiempo hablaron... pero quedó en nada concreto... había sido como una conversación casual, pero era hora de decidir, esto ya era serio.

Se soltó de él muy a su pesar y asintió vagamente con la cabeza a su primera pregunta. Suspiró cuando terminó de hablar la primera parte, pero antes de que pudiese contestar nada, Gackt ya había abandonado aquella habitación. Nuevamente salió a paso veloz detrás de él hasta volver a la sala, se sentó a su lado y subió los pies descalzos, acomodándose en posición de flor de loto.
Pero aún así siguió sin decir nada, ya que el menor volvía a tomar la palabra. Cuando nuevamente terminó de hablar, ambos se quedaron en silencio un momento. Le miraba, quería decir las palabras correctas pero de momento no las encontraba.

Repentinamente sentía miedo de decir algo que molestara a Gackt, ¿así de desmesurado o tal vez ridículo era el amor que sentía por él?
Le escuchó sin decir palabra hasta que al final, aquella última parte lo devolvió a la realidad. Por un lado tenían un hijo juntos, lo cual era un lazo de unión bastante importante y fuerte. Por el otro, él era inmortal pero Gackt no, envejecería con el tiempo y luego de unos cincuenta años más, lo vería morir como había pasado con toda esa gente de la que ya solo le quedaba el recuerdo. No quería eso, a Gackt lo amaba como no había amado en mucho tiempo. Simplemente no podía dejar que se repitiera la historia, cometer dos veces el mismo error no estaba en sus planes...

Casi sin darse cuenta aún mantenía el paño en la mano, apretado con tanta fuerza que ahora le dolía. Suspiró y aflojó ambas manos justo cuando Gackt volvía a hablar. Levantó por fin la mirada para encontrarse al cantante en esa posición. Llevó una mano a su espalda y lo acarició con sutileza, se acercó sobre el sofá hasta quedar muy cerca del otro y continuó rozando su espalda. Pronto subió la mano al cabello ajeno, siguiendo con caricias lentas. -Todo lo que debes saber es que tu hijo es mitad vampiro y dentro de unos años podemos educarlo de una manera pero ahora mismo su instinto lo controla.- Se inclinó sobre su novio un poco hasta alcanzar con los labios su oreja, sin detener las atenciones en su cabello. -Perdóname... quiero que estés conmigo hasta el final, Gacchan- Murmuró acercándose otro poco para besar su mejilla. -Hace más de un año que tomé mi decisión, pronto será tiempo de que tomes la tuya- Añadió apenas en un comprensible susurro~

Ya sabía lo que Hyde le decía, siempre lo supo... había sido su mismo novio quien lo había dicho.
Cuando escuchó aquel perdóname, que ciertamente no se esperaba, respiró hondo. El mayor no tenía la culpa ya e lo había hecho saber y de alguna forma él mismo se sintió culpable.

Decisiones... que no quería hacer, decisiones que quería dejar pasar aún sabiendo que eso no solucionaría absolutamente nada. Se incorporó y tomó una de las manos ajenas, la que estrechó con suavidad.
- ¿Qué hay de Akira?... Supongo que debes decirle lo que ocurre... ¿Crees qué pueda entender? - De pronto aquella idea de decirle todo a Akira le parecía algo preocupante, teniendo en cuenta lo que sabía Akira vendría siendo algo así como un hombre lobo ¿aceptaría todo tan fácilmente? le preocupaba más Demian que cualquier otra cosa, aún estaba muy pequeño.

Respiró hondo y pasó un brazo por la espalda del otro y lo atrajo más así mismo, sostuvo su cintura y depositó un beso en su frente, llevó aquella mano vendada a su rostro y tomó su mentón para alzarlo y así ahora besar sus labios con cariño. - Te amo y lamento haber reaccionado mal, lo siento - Terminó por abrazarle con fuerza obligandolo a separar las piernas para quedar entre estas.

Desvió la mirada cuando Gackt tomó su mano. -Quería esperar a que Akira fuera mayor de edad para hablar con él, pero con todo lo que ha visto creo que no debo esperar tanto, ¿no?- Levantó la mirada de nuevo y miró a Gackt, se dejó atraer hacia él haciéndose aún más pequeño de lo que ya era y se acurrucó a su lado. Se acomodó sobre su hombro y cerró los ojos un momento hasta que el menor le levantó la cara y recibía aquel beso.

-También te amo Gacchan~ tanto que a veces tengo la tonta necesidad de ser perfecto para ti, y me olvido de hacer las cosas bien- Sonrió débilmente con cierta vergüenza. Luego pasó un brazo sobre su hombro y se abrazó a él dejando que se acomodara.
-Tengo tanto miedo de perderte- Lo apretó suavemente. -Solo quiero protegerte de mi mundo oscuro~- Ahora él besó su frente de modo protector y lo apretujó un poco más con una leve sonrisa en el rostro.

Se quedó así un momento hasta que de pronto suspiró de forma apenas perceptible y lo soltó un poco. -Lo que decidas estará bien para mi, amor... haría cualquier cosa por ti, lo sabes ¿ne?- Acarició su cabello con cariño y buscó sus labios para besarlos largamente inclinándose un poco sobre él. No era que quisiera presionarlo pero nunca estaba de más recordarle ese tipo de cosas a su novio, con él se sentía diferente, capaz de hacer cualquier tontería sin pensarlo dos veces...

Correspondió aquel largo beso y al separarse sonrió más ampliamente, llevó una mano al cabello del mayor y lo acarició con mucha suavidad. Asintió. - Gracias - Volvió a besar su frente.

Cualquier cosa, en serio agradecía a Hyde por lo que hacía o en este caso estaba dispuesto hacer. - ¿Cualquier cosa? - Suspiró. - ¿Me permitirías ser egoísta sólo porque lo haces por mi? - Ladeó un tanto el rostro y miró hacia un costado.
Una vez le había preguntado a su novio si le gustaría volver a ser humano, a él mismo le gustaba la idea aunque de todas formas ni siquiera sabía si era posible. Negó con una amarga sonrisa en los labios y volvió a mirar a su koi. - Una vez... te pregunté si te gustaría ser humano otra vez... - Frunció ligeramente los labios en un gesto ladino.
Lo pensó por un largo rato mientras miraba directamente a los ojos ajenos como si intentara convencerse sin sentirse ni hacer sentir mal a su pareja, hasta que por fin habló. - ¿Te gusta ser así? vampiro... Si existiera una posibilidad de cambiar, ser humano otra vez... ¿lo harías?-

Le devolvió la sonrisa y mantuvo su mirada, sin apartarse ni un milímetro. Asintió a su primera pregunta, casi efusivamente y con la segunda soltó una pequeña risa pero nuevamente asintió. -Lo que sea- Repitió en un susurro y le miró con curiosidad por los cambios en sus gestos. Escuchó con atención lo que Gackt le recordaba. Pero cuando se quedó callado por un rato, le miró con cierta impaciencia, ¿acaso los planes cambiarían y sería él quien tendría que cambiar?

De un segundo a otro se encontró pensando en ello y de inmediato y sin fijarse en los detalles pensó que era justo. Gackt había sido educado de modo más convencional, su vida era tranquila y la vivía bien y ahora que estaban juntos, esperaba que así continuara. De pronto no quería imaginar lo mal que su novio la pasaría si lo condenaba a lo que él había tenido que pasar. Y por otro lado él, había vivido lo suficiente, no una eternidad pero tal vez no era eso lo que necesitaba en esta nueva etapa de su vida...

Le miraba con insistencia, ya que no podía romper su promesa, no se atrevía a leer su mente, hasta que por fin el otro habló. Dejó escapar una risa. -No sé si puedo decir con certeza que me guste... la verdad es que luego de un siglo se te olvida lo maravilloso de no envejecer y sigues estando en la tierra solo por costumbre...- Desvió ligeramente la mirada, mantuvo la sonrisa en el rostro y permaneció callado un momento. Finalmente volvió a mirarlo acercándose un poco más a su cara. -Si tal posibilidad existiera y pudiera envejecer a tu lado, lo haría- Si tal posibilidad existiera...

Esa respuesta por parte de su novio había sido más que satisfactoria, él en serio estaba dispuesto a hacer lo que fuera, sonrió ligeramente y besó apenas sus labios.
De todas formas ni siquiera sabía si es que la posibilidad existía o no aunque honestamente lo dudaba.
- Haido... gracias - Le rodeó nuevamente y le abrazó con suavidad. - en serio muchas gracias, por todo - Se separó y se sentó de una forma más correcta, suspiró.

- ¿Y Demian? ... no creo que pase lo mismo si soy cuidadoso ¿verdad? - Se puso de pie y le tendió una mano. - Vamos... ¿hablarás con Akira? ¿quieres que te ayude? - Cuando tomó la mano ajena la estrechó entre la suya y partieron rumbo a las habitaciones respectivas, aunque primero guió al mayor consigo hasta la habitación del menor.
Ahí estaba en su especie de cuna/corral y en cuanto el bebé los vio se puso de pie y estiró los brazos para que le tomaran en brazos.

Soltó la mano de su koi y tomó a su hijo, todo normal como si nada hubiera pasado, pero es que ¿qué podía hacer? ¿alejarse de Demian? eso jamás... además sabía lo apegado que era el niño para consigo. Miró a Hyde y luego besó la mejilla del pequeño, estaba tranquilo también y no había hecho otra cosa que abrazarle apoyándose en uno de sus hombros e imitar la mirada del pelinegro y mirar a su Ma, como le llamaba.

Le respondió con una sonrisa sincera pero de pronto se sentía inquieto con la situación. Pasaban muchas cosas por su cabeza, muchas posibilidades. Se imaginaba como sería volver a ser humano, pero por más que lo intentaba no mantenía una imagen fija de ello. Solo pequeños detalles que cambiarían, era una locura y él estaba dispuesto. ¿Cómo había llegado a eso? Suspiró y apenas las palabras ajenas llegaron a sus oídos.

-Si, gracias- Aún con aquella sonrisa en los labios se puso de pie y lo siguió escaleras arriba hasta la habitación. Entraron primeramente en la de Demian y vio con agrado la reacción de su hijo para Gackt. Desde que había empezado a ser más afectivo se daba cuenta del cariño que le tenía a su papá y sabía lo importante que era eso para su novio, le daba mucho gusto. Se acercó a ambos y le acomodó un poco la camiseta al bebé, solo por hacer algo. Se sentía muy pensativo ahora, si Gackt había preguntado era porque deseaba que existiera esa posibilidad, sin embargo no estaba seguro, necesitaba tener más tiempo a solas con él. No era un tema que debiera tomar a la ligera.

-Voy a ver cómo está Akira- Le señaló un biberón que había preparado unos momentos antes y que estaba en una mesita junto a la cuna. -¿Puedes darle su biberón y me alcanzas?- Formuló la pregunta cariñoso mientras se alzaba para besar la mejilla de su koi y posteriormente hacer lo mismo en la del pequeño.

Asintió antes de que el castaño saliera de ahí y se acercó a la mesita, tomó el biberón para quitarle la tapa y acomodó a Demian entre sus propios brazos tendiéndole el biberón, el pequeño ya sabía así que tomó el objeto entre sus manos y comenzó a rápidamente beber sin despegar la vista del rostro del alto solista.

Esperó un momento mientras Demian tomaba tranquilamente su leche y luego le dejó en donde había estado cuando llegó. - Espérame aquí... mientras te terminas eso, iré a ver a tu Ma~ - Sonrió divertido, sabía de sobra que gracias a él el bebé había adquirido aquel papel para Hyde.
Se despidió con la mano y salió de ahí, con unos cuantos pasos más llegó ahora a la habitación de Akira, seguro esto sería mucho más difícil.

Golpeó la puerta aunque esta estuviera entreabierta y se adentró, ahí estaba su koi y el niño.
Se posicionó cerca de un mueble en donde el pequeño tenía su ropa y se apoyó en este en tanto cruzaba los brazos. Miró al pequeño y notó que quizás estaba algo confundido, luego pasó la vista al mayor... por cualquier cosa él sería un apoyo ahí...

Había salido de la habitación y llegado a la de Akira en solo cuestión de segundos, sin embargo había tardado quizás un par de minutos en abrir finalmente la puerta y entrar en la pieza. Encontró al niño sentado en la cama, jugaba con un nintendo portátil que él le había dado y cuando entró, el niño levantó la mirada de la pantalla. -Tío Gackt está bien?- Preguntó de inmediato y con sincera preocupación. Hyde se sentó a su lado y asintió. -Él está bien- Confirmó aún dándole vueltas a lo que iba a decirle. ¿Debería decirle primero que él era un hombre lobo o que su hermanito, Armand y Reira eran vampiros?

Estaba consciente de que su hijo estaba al tanto de la existencia de aquellos seres, él mismo le había dejado ver películas y siempre que Akira preguntaba si eran reales, él contestaba que era posible. Así que realmente nunca lo había engañado ni lo había dejado desinformado... aunque de todas formas era algo delicado aquel asunto.
Su hijo no había desviado la mirada, seguía mirándole, como si precisamente esperara una explicación, casi como si ya supiera lo que iba a decirle. Y de pronto recordó ese tiempo en que aquella mirada que de un momento a otro dejaba de ser infantil, lo ponía bastante nervioso.

Suspiró. -Responderé a todas tus preguntas- Confirmó finalmente, sabía exactamente lo que Akira estaba pensando, no había podido evitarlo. La expresión de su hijo cambio y dibujó una gran sonrisa. -Armand y Reira también hicieron eso con tío Tetsu aquella vez, ¿te acuerdas, papá?- Hyde asintió pero antes de que pudiera decir algo, Akira continuó. -¿A qué sabe la sangre, papá?- El pequeño se acomodó en la cama notándose cada vez más interesado. -La razón por la que tu hermanito, Armand y Reira se comportaron así es porque son vampiros- ¿Acababa de decir aquello? Extrañamente tenía la necesidad de reír ahora, pero no era adecuado.

Suspiró. Akira le miraba serio, parecía no haberle afectado aquella revelación. -¿Y yo no soy vampiro?- Inmediatamente Hyde negó con la cabeza. -No, pero también eres especial- Una sonrisa más amplia se asomó en la boca de su hijo pero pronto desapareció y se quedó pensativo. -¿Ah si? ¿Y por qué yo no bebo sangre? Dime a que sabe..- Insistió y fue justo cuando Gackt entró en la habitación, ambos le miraron. Hyde le sonrió debilmente. -Tío Gackt, ¿tú también eres vampiro?- Saltó Akira de pronto centrando ahora su atención en el recién llegado.

Aquella pregunta del niño le confirmaba que Hyde ya le había dicho ¿tan rápido había sido?, pero de todas formas ahora era él mismo el interrogado por el menor.
Aún cruzados de brazos negó ligeramente. - No, yo soy un humano... como cualquier otro... igual Demian es mitad humano gracias a mi... - 'Supongo' terminó la frase en su mente y de nueva cuenta miró a Hyde.

Honestamente no sabía que decirle a Akira, notaba que él tenía sus propias dudas y seguramente tal como lo estaba haciendo hasta ahora preguntaría por cada cosa que quisiera saber como que su papá también era vampiro... que él era un hombre lobo.
Todo esto era como volver atrás, cuando comenzaba a conocerse más profundamente con su novio, cuando tuvieron más de algún problema por eso. Suspiró y llevó una mano a su nuca en donde se rascó.

Hablar con un niño era más difícil que hacerlo con alguien como su koi, algo podía salir mal y el más afectado sin dudas sería el pequeño...

Akira parpadeó un par de veces sin dejar de mirar al más alto de los adultos y poco a poco se acomodó en su lugar hasta pegar la espalda en la cabecera de la cama y juntar las rodillas a su pecho, abrazándose a estas. -¿Un humano no come sangre?- Dejó escapar en un susurro apenas audible, por lo que parecía que la pregunta no iba dirigida a nadie en especial. El niño levantó la cara luego de unos segundos y miró a Gackt nuevamente y después devolvió la mirada a Hyde. -¿Yo qué soy?-

Y ahí estaba la pregunta que esperaba, tal y como la esperaba. De repente recordó el día en que le dijeron que tendría un hermanito, sabía que su hijo era muy inteligente y eso haría las cosas más fáciles, pero aún tenía cierta incertidumbre. -¿Te acuerdas de esa película en donde habían vampiros y hombres lobo?- Akira asintió y de pronto abrió los ojos más de lo normal. -¿Soy un hombre lobo?- El niño miró a Gackt y a Hyde alternadamente. -¿Pero los hombres lobo son como perros no? Yo no soy así- Hyde ladeó la cabeza ligeramente. -Mmmh... No se ven así todo el tiempo... hay cosas que salen en las películas y no son igual en la vida real, Akira-chan- Le sonrió.

-Es por eso que debes tener mucho cuidado, hijo. Debes poner mucha atención y estar preparado para los cambios que pueda haber, además tu hermanito necesitará de tu apoyo.- Acercó una mano para acariciarle la cabeza de modo paternal. -Demian es muy chiquito todavía y tienes que ser un buen hermano mayor con él, ¿está bien?- Akira le observó aún serio.
-¿Los hombres lobo y los vampiros no son enemigos?- Hyde se limitó a una risa. -Eso no es cierto, no puedes ser enemigo de tu hermanito ¿verdad?- El niño pareció pensarlo y permaneció callado un rato. Luego volvió a mirarle con curiosidad pero no parecía tener intenciones de negar a esa pregunta. -Quiero dormir, papá-

Un poco extrañado asintió con la cabeza. -Estaremos abajo si necesitas algo- Se inclinó a besarle la frente y se puso de pie. Caminó hasta Gackt y le dedicó una mirada algo cansada, la situación le parecía un tanto tediosa. Salió de la habitación esperando que el menor lo siguiera.

Por unos segundos se sintió algo tenso por aquella pregunta del menor sobre si los vampiros y hombres lobo eran enemigos, intentó relajarse. Ya antes él mismo había experimentado los cambios de humor de Akira y todo eso le había descolocado, pero luego de que el mayor le explicara ya se había encontrado algo más "informado" sobre el asunto.

Sin decir nada miró a su koi y le siguió cerrando la puerta a su espalda, se quedó ahí un momento.
- ¿En realidad no son enemigos? - Preguntó él esta vez y tomó una de las manos ajenas haciendo que se girara para así mirar su rostro. Acarició el dorso de su mano con el pulgar y aún sosteniendo su mano volvió a la habitación de Demian quien seguía donde le había dejado, el biberón estaba a un lado aún con un poco de leche. Balbuceó algunas cosas al ver a los dos adultos y sonrió estirando nuevamente los brazos, aunque esta vez el pelinegro negó con la cabeza.

- Pa... Pa~ - insistió el pequeño, pero aún así el más alto solo caminó hasta un pequeño asiento que ahí había y se sentó a lo que el pequeño hizo un puchero. - Ma~ - Ahora llamó al castaño y se puso de pie acercándose a la rejilla de su cuna.

- Quiero que Demian tenga una vida común... como un humano, que sienta... que experimente cada etapa de su vida... - Dijo de pronto mientras observaba a su hijo. Cerró los ojos y respiró hondo. - Es lo mejor para él ¿no? -

Se detuvo cuando Gackt tomó su mano y le hacía girarse. Le sonrió débilmente y lo siguió de regreso a la habitación de Demian pero no respondió. ¿Cómo explicarle a su novio que una situación tan antigua aún podía afectar a sus hijos? Suspiró. Aunque de todas formas debía explicárselo, ya no quería más sorpresas. Se acercó hasta la cuna pero tampoco tomó al bebé en brazos, solo le acarició el cabello. No estaba seguro de poder hablar de esas cosas frente al pequeño, era un bebé pero podía entender más de lo que creían.

Se alejó de Demian y este permaneció de pie sobre el colchón, sosteniéndose de las rejillas y les miraba con curiosidad, en silencio. Hyde caminó hasta donde estaba su novio y le tomó por el rostro, atrayendo su mirada a la propia. -Él estará bien, crecerá como un niño humano, te lo prometo- Le sonrió y se inclinó para besar su frente, posteriormente lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó como hiciera antes en el sofá. -No podemos tomar decisiones por él Gacchan- Le recordó y finalmente sonrió un poco más tranquilo.

Se hizo espacio en la pierna de su koi y se sentó en esta, no estaba seguro de que esa pequeña silla les aguantara a ambos pero aún así se acomodó ahí. Escondió la cara en el cuello ajeno e inhaló suavemente el aroma del cantante. -Si existió manera de volverme vampiro, existirá manera de volverme humano y si tú quieres, lo haré, buscaré la manera...- Depositó un beso en su cuello. -Así me sería más fácil criar a Demian como uno- Levantó la cara para besar ahora su mejilla y apoyó la frente cerca de su rostro abrazándolo con cariño.

Suspiró, seguía dudando sobre aquella posibilidad, pero no negaría que si eso pasaba, si Hyde era como él, le gustaría la idea. Desde ya le parecía la mejor opción de todas.
Se puso de pie obligando al castaño a hacerlo también, tómo unos cuantos juguetes de su hijo y los dejó en su cuna. Tomó la muñeca del más bajo y salió de ahí rumbo a su propia habitación, cuando llegó cerró la puerta.

Estaba cansado si, pero ahora lo que más le cansaba era la situación... el que Hyde nunca le dijera las cosas, que sólo las guardara para él. - Hablemos... pero quiero que me digas todo... - Dijo de modo imperativo. - ¿Cuántos años has vivido? ¿unos cien?... ¿Por qué decirme sólo algunas cosas... y a medias? - Reclamó.
No estaba enojado, pero la situación ya le estaba hartando y si cada vez que intentara que su novio le dijera las cosas y este se censurara porque había alguien presente, bueno. Ahora estaban sólo los dos en la habitación, la puerta cerrada y él totalmente dispuesto a escuchar.

- Demonios, Haido... si es porque soy un humano y tu un vampiro... realmente no sé que hacemos juntos. Desde el principio no hubiéramos llegado hasta el punto en que estamos ahora. Siempre me repites las cosas que ya sé... confía un poco más en mi - Había hablado mientras como había hecho en la habitación de Akira se cruzaba de brazos y se apoyaba en uno de los muebles que ahí habían.
- Si lo haces porque no te gusta que me enoje... pues no te está funcionando - Chasqueó la lengua y bajó la vista a sus pies...

De pronto había sido como si el que pudiera leer la mente fuera Gackt, aunque en realidad no necesitaba tener ese tipo de poderes para darse cuenta de que todavía habían muchas cosas de las que no le había hablado. Le siguió hasta la habitación y le escuchó en silencio, absolutamente todo, hasta el final. Si, lo sabía, no le estaba funcionando y aunque se negara a externarlo, su novio estaba muy enojado y era su culpa. Cuando terminó le miró por fin, se había quedado agazapado al otro lado de la habitación con la espalda pegada a la puerta.

-¿Qué quieres saber primero? Si te preocupa Demian, no tienes por qué, él solo es mitad vampiro... o mitad demonio, aún no lo sé- Murmuró con tranquilidad y dejó que su cuerpo resbalara por la puerta hasta sentarse en el piso, imitando la posición de Akira momentos antes, se abrazó las piernas. Luego de acomodarse suspiró y volvió a mirar al menor. -Se desarrolló rápido pero crecerá como un niño normal, aprenderá a controlar sus instintos y no tendrá problemas, estoy seguro- Sonrió de lado. -Y si lo que te preocupa es Akira...-

Hizo una pausa y apoyó el mentón en uno de sus brazos. -La enemistad entre vampiros y hombres lobo viene de muchos miles de años atrás. Nosotros estamos condenados a no ver la luz del sol y ellos son esclavos de la noche cada luna llena... La maldición nos afecta a ambos... pero al final, simplemente seguimos el instinto... el odio entre las dos razas es solo eso, porque después de tantos años es lo único que nos queda- Levantó la cara colocándose en una posición más recta contra la puerta. -La diferencia es que los hombres lobo tienen que activar su maldición, los vampiros no tenemos opción.- Suspiró y se puso de pie para sentarse en la cama. -Será un reto, pero estaremos bien- Añadió en un susurro, más para si mismo...

Sonrió sarcástico, pero Hyde no pudo notar esto pues aún tenía la vista clavada en sus pies. O mitad demonio... de pronto sintió ganas de gritarle al otro o zarandearlo por lo irresponsable que había sido, nunca se había sentido tan molesto con el casto, pero aún así sólo se limitó a guardar silencio. Alzó el rostro y le vio ahí sentado en el suelo procesando cada palabra que salía de aquella boca hasta que terminó y se traslado hasta la cama.

Le siguió con la mirada, pero inevitablemente frunció el ceño y miró hacia otro lado. - Un demonio... perfecto - Salió a flote aquel sarcasmo que se había guardado. - Y prácticamente si son enemigos pese al instinto de cada uno - Suspiró - Haido... - Volvió a mirarle. - En realidad espero que estemos bien, espero. Ahora dime... ¿Qué es eso de que no sabes si puede ser mitad demonio? ... quiero una respuesta completa -

En este tiempo juntos no había pasado nada fuera de lo común, hasta ahora y efectivamente solo hasta ahora comenzaba a tomar el peso de con quienes se estaba rodeando, no es que por eso ahora fuera a tratarles de forma diferente a los niños, claro que no.
Aún estaba en el mismo lugar, con los brazos cruzados y sin darse cuenta observaba a su koi severamente....

Levantó la cara ante lo primero dicho por Gackt. Claro, tampoco le había dicho exactamente lo que él era. Se regañó internamente y casi pudo sentir su cara contraerse en un gesto que denotaba el sentimiento de haberlo arruinado aún más en vez de componerlo. Escuchó lo siguiente y solo asintió, naturalmente eran enemigos pero por alguna tonta razón, en el fondo creía que eso podía cambiar. Tenía la teoría de que era tan simple como hacer convivir a un perro con un gato sin que tuvieran que sucumbir a sus instintos.

Apoyó las manos sobre el colchón, a cada lado de su cuerpo y sin mirarle tomó aire. -Cuando estaba en plena transformación, algo salió mal... mi parte humana salió de mi cuerpo como debía pero algo más entró... Durante mucho tiempo estuve dominado por aquella parte endemoniada y todo lo cruel y desconsiderado que pude ser como un simple vampiro lo fui al doble.- Una media sonrisa apenas visible se dibujó en su rostro y se mordió el labio. Era como si todos aquellos recuerdos dieran vueltas en su mente y estuvieran tan frescas como el momento en que habían sucedido.

-Al pasar de los años esa parte se aburrió de cometer atrocidades pero no se fue...- Finalmente levantó el rostro para buscar los ojos de Gackt y clavar la mirada en la ajena. -Hay un cincuenta por ciento de posibilidades, de que Demian heredara algo de esa esencia... pero debes entenderme, es como un virus que vive dentro de mi, no podía evitarlo.- Añadió sin desviar la mirada, podía sentir ese coraje acumularse en el cantante pero ahora solo le quedaba esperar.