Qué qué??? -GACKT-

Llegaron apenas unos minutos después al hospital, habían ido en el auto de Gackt. Dejaron este con el valet y se internaron en el edificio. No había mucha gente y era normal, en esa ciudad habitaban más seres míticos que humanos así que solo ellos hacían uso del servicio. Sin embargo, supo exactamente a qué doctor quería ver y es que no le había mencionado nada a Gackt pero en esos dos días, Akira había estado bastante cariñoso y atento con él y solía pegar la cabeza a su abdomen de vez en cuando durante el día como si le llamara la atención algo que escuchara ahí dentro e incluso hacía comentarios un tanto inquietantes para él. Sabía que el niño era bastante perceptivo y al ser lo que era tenía un oído muy potente. Pero aunque había imaginado cierta situación con esto, le parecía una idea bastante ridícula e imposible, de todas maneras no se iba a quedar con la duda.

Les dijeron que ahora mismo el doctor estaba ocupado pero que no tardaría. Guió al cantante hasta la sala de espera y se sentaron uno al lado del otro. Se inclinó sobre su hombro apoyando la cabeza en este y suspiró. Alcanzó a tomar su mano y entrelazó sus dedos con los de él. De pronto le apretó la mano ligeramente como si buscara un poco de consuelo momentáneo. -¿Es en serio, que me amarás igual a pesar de todo?- Preguntó en un susurro sin mirarlo a la cara, ahora estaba nervioso, si sus sospechas eran ciertas sentía que las cosas no iban a poder ser igual.

Una vez que estuvieron en el hospital y que hablaron con cierto personal informándoles sobre el doctor se dejó guiar por el más bajo hasta que estuvieron sentados en la sala de espera.
Teniendo la cabeza ajena muy cerca de la propia tuvo oportunidad de darle un pequeño beso, como antes lo había hecho en su departamento. Tal vez era sólo él, pero sentía que Hyde estaba algo intranquilo, seguramente era el hecho de pensar que estaba enfermo a pesar de su condición inmortal.

- No empieces, Hyde... - Dijo sutilmente en respuesta a su pregunta porque claro, ya se lo había dicho, estaría con él pasara lo que pasara después de todo ya nada podía ser más grave o cosas así. - Te amo - Con la mano libre tomó su mentón y lo alzó hasta depositar un pequeño besos en aquellos labios de su amante.

Luego de aquello y al pasar unos cuantos minutos más en espera vio que una enfermera se acercaba hasta nosotros y dirigiéndose al castaño le decía que el doctor ya estaba listo para recibirle, fue entonces que le dijo que la siguiera hasta la oficina...
Miró al vocal ¿estaba bien si iba solo? tampoco quería que se sintiera incómodo estando él presente mientras el médico checaba lo inusual en su novio.

-Te amo también- Repitió como hubiese hecho antes y correspondió a su beso con una pequeña sonrisa en la cara sintiéndose apenas un poco más tranquilo. Apretó su mano una vez más cuando la enfermera se acercó a ellos y les daba aquella información. Se puso de pie todavía sin soltarlo y le miró con esa sonrisa un poco más amplia. Dudó un momento, sabía que sería más sencillo si Gackt estaba ahí presente y el doctor les decía qué andaba "mal", pero de todas formas dudó. Le miró y luego miró al pasillo en donde el doctor que ya conocía los esperaba.

-Ven conmigo- Dijo por fin de modo suplicante, se sentiría más seguro y si era lo que pensaba prefería que fuera el doctor quien se lo dijera al menor. Jaló a Gackt hasta la oficina y se internaron en el cuarto, el médico los invitó a sentarse y así lo hicieron. Cuando ya estaban los tres sentados, el hombre frente a ellos les miró interrogante por unos segundos pero Hyde no decía nada. El doctor era un hombre de edad avanzada y la última vez que lo había visto había sido hace unos dos años así que no había cambiado mucho. Miró a su novio y luego de vuelta al doctor antes de empezar a hablar. -Mmmh... quiero saber qué anda mal conmigo... doctor... tengo dolores extraños en la panza y mareo, vomito... los dolores a veces son muy intensos, como si todo se moviera...- Hizo una pausa sin saber como continuar. El médico los miró alternando de uno a otro con un aire tan sabio, tan sabio que intimidó al mayor de los dos. Si, él era más viejo pero no se sentía sabio.

De pronto la voz del doctor lo alertó, este lo invitaba a subirse a la camilla que tenía para llevar a cabo las revisiones. Hyde apartó del otro, de quien no había soltado la mano hasta ese momento y obedeció sentándose en la camilla. -Descúbrase el torso, señor Takarai- Lo hizo e inmediatamente se observó el estómago, ¿era su imaginación o lo veía más grande que hace una hora?. Suspiró para calmarse y se recostó por nuevas órdenes del médico. Este comenzó a revisarlo con las manos haciendo leves presiones. -¿Duele aquí?- Preguntaba cada tanto dando pequeños golpesitos. Hyde negaba con la cabeza hasta que en uno de esos puntos sintió una fuerte punzada que lo hizo retorcerse. -Auu~ si!- Subió un poco la voz sin poder evitarlo pero luego ya no dolió más.

El doctor comenzó a escuchar ahora con el estetoscopio y en eso estaba cuando de pronto el hombre se sobresaltó apartando la mano del estómago de Hyde. Sin embargo, no dijo nada. -Puede vestirse- Volvió a su lugar mientras Hyde se ponía el suéter y también volvía a su silla junto a Gackt. -¿Qué tengo?- Se apresuró a preguntar, pero su pregunta quedó en el aire, el doctor se había quedado pensando con un bolígrafo en la mano y el recetario debajo de este, como si hubiera estado por escribir algo pero de pronto no hubiera podido hacerlo. Levantó la mirada y observó a ambos sobre las gafas que llevaba, concentrándose finalmente en el más alto. -Señor Camui- Dijo de pronto, no era como si su amante fuera muy conocido por esos lugares, así que le tomó por sorpresa. -Supongo que es usted la pareja sentimental del señor Takarai- Anotó el anciano con una sonrisa amigable en la cara. -No quisiera hacerlo sentir incómodo, pero ¿mantiene usted relaciones sexuales con el señor Takarai?- Otra pregunta que le tomó a Hyde por sorpresa hasta el punto de hacerlo enrojecer.

Se adentró al lugar junto a Hyde, igual era mejor enterarse de primera fuente lo que sucedía, lo 'extraño' que sucedía con el vocal.
Se quedó sentado y en silencio mientras escuchaba las palabras que intercambiaban los otros dos, se había girado un poco para ver por momentos lo que le hacían a su amante frunciendo ligeramente el ceño cuando la queja de este se hizo presente, luego relajó el rostro y por fin tuvo al castaño nuevamente a su lado.

Inesperadamente y sin siquiera haberlo previsto se sintió observado justo antes de oír su apellido de la boca del especialista. Asintió ante aquella suposición y enarcó una ceja apenas pasados unos segundo a causa de la pregunta que seguía.
Dio una mirada de reojo a su pareja, pero rápidamente volvió a prestarle atención a quien tenía en frente. Asintió. - Si... ¿eso qué tiene que ver? - Bueno, si le preguntaba aquello, era justamente por eso... algo tenía que ver y sintió de pronto que él era el culpable de lo que fuese que ocurriera con Hyde. Antes ya le había hecho una pregunta al referente sobre esto mismo y claro, había recibido una negativa de su parte, pero ahora que lo mencionaba el propio médico ya no estaba tan seguro.

De un momento a otro y desviando la vista que hubo mantenido seguro frente al anciano, la dejó sobre el rostro de su amante. Algo había cruzado por su cabeza, pero claro que no podía ser así... ¿cierto?. Su expresión se volvió algo preocupada, dubitativa y hasta incrédula... No podía ser eso, negó auto-convenciéndose con una ligera sonrisa y miró ahora hacia abajo.
Era como si comenzara a congelarse, sólo quería saber de una vez que dominios ocurría ahí.

Para sorpresa de ambos, el doctor dejó escapar una risa lenta y pausada, casi involuntaria, quizás ante las expresiones preocupadas y asustadas de sus rostros. Esto casi hizo enojar a Hyde pero estaba más concentrado en esos otros pensamientos que le llenaban la cabeza. El anciano volvía a dirigirse al menor aunque este tenía la cabeza agachada. -Tiene mucho que ver, pero señor Camui, no tiene de qué preocuparse. A su pareja no le ocurre nada malo. Aseguró el médico decidiendo por fin guardar el recetario pues como ya tenía experiencia en casos como el de Hyde, sabía que no había mucho que hacer.

Dejó sus cosas a un lado y con los brazos apoyados en el escritorio volvió a mirar a ambos, esta vez se concentró en Hyde. -Antes de todo debe saber que esos dolores van a continuar, efectivamente sus órganos internos y huesos están moviéndose, se están acomodando, vaya...- Hizo una pausa, todavía esa sonrisa surcaba el arrugado rostro del hombre. -Y bien, sin intención de ponerlo en una situación incómoda con el señor Camui aquí presente, quisiera mencionar que hace un par de años, luego de conocer el extraño caso del señor Ogawa no pude quedarme con la duda y me vi obligado a hacer investigaciones, lo recuerda, ¿verdad señor Takarai?-

Nuevamente sintió la cara caliente y un presentimiento inquietante pero asintió con la cabeza de inmediato. No había problema alguno con la mención de Tetsu pues Gackt ya sabía que anteriormente había tenido una relación con el bajista. Sin embargo, ahora que el doctor mencionaba eso, se preguntaba si Gackt comenzaría a atar cabos antes de que este terminara de hablar. -Es muy pronto para saberlo con exactitud pero tomando en cuenta lo que tenemos hasta ahora, todo parece indicar a un no tan común caso de embarazo masculino- El silencio se instaló de forma automática y ahí estaba, todas sus sospechas se confirmaron en una frase. Se hundió en el asiento, todo le daba vueltas otra vez quería vomitar pero ahora se lo atribuyó completamente a la noticia recién recibida, ¡era simplemente imposible! -¿Puedo usar su baño?- Alcanzó a murmurar con una voz ahogada por la mano que se había llevado sobre esta, y un segundos después sin esperar respuesta, se ponía de pie y corría al sanitario del consultorio.

Quizá hubo omitido todas las palabras anteriores, absolutamente todas excepto EMBARAZO que hizo un eco realmente grande en su cabeza.
No había alzado la vista y de pronto se tensó por completo, su respiración se detuvo por un largo instante... algo que se le hacía eterno.

De pronto sólo notó que Hyde se ponía de pie y corría hacia algún lugar, le miró preocupado y rápidamente se puso de pie siguiéndolo. Cuando logró darse cuenta de donde estaba se quedó en la puerta. - Haido... - Murmuró apenas audible.
Tal vez estaba tomándoselo peor de lo esperado, respiró hondo y apoyó un hombro recargando todo su peso en este mismo junto a la puerta.
Primero era lo primero, claramente... tenía que tener una buena actitud, seguro su novio estaba mucho peor, pero es que no podía negar que a pesar de que había cruzado hace muy poco lo mismo que había salido de la boca del médico inevitablemente le tomó por sorpresa.

Sin querer esperar mucho para ver si el castaño estaba bien, abrió la puerta y se adentró encontrándose con el mayor inclinado frente al inodoro. Se inclinó también y llevó una mano a su espalda acariciando con suma suavidad. Aquí no podía hacer mucho, simplemente debía dejar que su pareja sacara todo.
Si, todo esto estaba siendo... increíble, pero teniendo ya experiencia en situaciones de este estilo sabía perfectamente que no era imposible... seguro en un par de horas lo asimilaba por completo, pero en esos precisos momento era como si estuviera bloqueado o algo parecido.

Había dejado salir la misma nada que tenía en el estómago pues si bien el día anterior sí había comido algo, eso había sido lo último y según tenía entendido lo había desechado esa misma mañana. Sin esperárselo, la mano de Gackt se hizo sentir en su espalda, no había escuchado cuando lo llamó, de hecho lo último que había escuchado habían sido las palabras del médico. Ahora se sentía aliviado de que no fuera nada grave o malo pero sin duda estaba en un estado que lo tenía muy nervioso.

Cuando creyó estar mejor se incorporó y se inclinó esta vez sobre el lavamanos para enjuagarse la boca. Cuando lo hubo hecho y sin levantar ni un poco la cabeza se dejó ir sobre Gackt abrazándose a su cintura con la necesidad de sentirse acompañado. Lo apretó con fuerza sin reparar en que su cuerpo estaba temblando de pies a cabeza, necesitaba tranquilizarse. Inhaló y exhaló lentamente y varias veces con esa intención y al cabo de un par de minutos levantó la cara y miró a su novio sin decir nada.

No pudo evitar hacer un puchero, esa expresión como si fuera a soltarse a llorar de nuevo, volvió a abrazarlo un momento más y cuando pudo sentirse un poquito más tranquilo, lo llevó de regreso a sus lugares. Se sentó en donde le correspondía ante la mirada calmada del médico. -Debe tranquilizarse señor Takarai, todo estará bien- Le trató de calmar con esa voz pausada y pacífica. Hyde le miró con una sonrisa forzada todavía con el corazón latiéndole con rapidez y asintió con la cabeza. -Quiero que regrese en una semana- Pidió el médico con una sonrisa. El vocalista volvió a asentir y de forma ausente se puso de pie esperando a que Gackt lo siguiera, ya hablaría con él en casa, seguramente durante el camino terminaría de asimilarlo.

Suspiró con pesadez y una vez que volvieron, no se sentó nuevamente, se quedó de pie y cruzó los brazos sin quitar la mirada de Hyde.
- Muchas gracias - Le dijo al médico antes de salir de ahí siguiendo al mayor, se encontraba quizá de la misma forma ausente, pero debía esforzarse por no presentarse así con su novio.

No se atrevió a decir nada y caminó hasta el estacionamiento . Una vez en el auto fue lo mismo, se concentró en conducir bien por lo que al menos eso hizo que se distrajera por unos momentos, esperaría hasta llegar a casa para que pudieran hablar...

Spoiler:

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Tal como habían quedado con el médico, una semana después habían quedado de acuerdo para volver. Akira se había quedado en casa luego de haber insistido en querer acompañarlos pero finalmente y bajo distintos argumentos, lo convenció para que se quedara. Había sido bastante cuidadoso al salir del edificio en cuanto a la ropa que usaba. Sin quererlo, había estado más irritable ese último fin de semana, pues para su sorpresa su vientre crecía más y más cada día. Era como si cada mañana se mirara al espejo y estuviera más grande que el día anterior, era una locura. Sin embargo, siempre recordaba a Tetsu y que había pasado por lo mismo, eso lo tranquilizaba un poco. Ahora lo comprendía y supuso que sería peor si eso le duraba los nueve meses que se supone debía.

Esa mañana cuando vio a Gackt en el estacionamiento, luego de no verlo toda la semana, casi se lanzó encima de él repartiéndole besos por toda la cara. Pero cuando se apartó para subirse al auto solo podía removerse la ropa sobre el abdomen, se sentía mal y solo podía pensar en lo gordo que estaba, le daba vergüenza ver a su koi a la cara. Sentía esta misma ardiéndole durante el camino pero apenas le duró unos segundos. Trató de tranquilizarse, recordando una vez más a Tetsu y en lo lindo que él mismo creía que se veía cuando llevaba a Reira en su vientre. Se dio ánimos imaginando que Gackt lo veía igual.

Cuando por fin llegaron al hospital, al cabo de media hora ya estaban de nuevo frente al doctor. Este miraba a Hyde con cierta expresión de sorpresa. Pero sin perder mucho tiempo le indicó que se recostara para realizar el ultrasonido que había programado. Cuando se vio obligado a levantarse el suéter, primero miró a Gackt conteniendo una risa nerviosa. Pronto se acostumbraría, además era seguro que iba a crecer mucho más y no era como si ahora estuviera gigantesca pero aún así... El doctor comenzó con todo el procedimiento. Miraba la pantalla pero no podía distinguir absolutamente nada, solo veía como se movía y por más que giraba la cabeza, no le hallaba forma. De momentos miraba a su novio para ver sus reacciones y de pronto se sentía más emocionado. Luego de unos minutos, con otra expresión de sorpresa, se dirigió a ambos.

-Es sorprendete... pero ahora sé que es posible.- El hombre se acomodó los anteojos y echó otro vistazo a sus anotaciones. -Sr. Takarai, tiene dos meses de gestación.-

No pudo evitar abrir grandes los ojos, ¡dos meses! en solo una semana, ahora le sería más fácil hacer cuentas. Y a pesar de que ya sabía lo que implicaba un embarazo de esos, no dejaba de sorprenderle.

Una semana ya había pasado y no era como si el trabajo se hubiera acabado, aún debía de asistir junto al Staff, pero al menos no era imperativo que tuviera que estar todo el día en la productora.
Había quedado en esperar a Hyde en el estacionamiento y en unos cuantos minutos luego de haber llegado, llegó su novio a quien recibió gustoso junto a aquella muestras de cariño las que le hicieron reír con diversión. Lo había extrañado mucho y como lo dijo le había llamado cada día preguntando como estaba y si todo iba bien, también en algunas oportunidades habló con Akira de temas bastante diversos aunque más sobre los juegos de Wii y sobre su hermanito como él le llamaba.
En ese momento que tuvo a su koi sobre él aprovechó para tomar su rostro y plantarle un prolongado beso con bastante cariño.

De camino al hospital y mientras iban en el automóvil daba miradas de reojo al castaño, parecía como si algo le molestara. Cuando se detenía en algún semáforo en rojo aprovechaba la oportunidad para poder mirarle bien hasta que se dio una idea de lo que podría estar pasando. ¿Era su idea o se notaba mucho más que antes aquella panza de Hyde?, soltó un suspiro antes de continuar con su camino... eso si que había sido rápido.

No tardaron mucho en llegar al hospital y mucho menos en que el médico de antes atendiera a su pareja. Esta vez al entrar no se sentó junto al vocal, se quedó de pie a un lado de él aunque ponía la misma atención en todo. Al momento en que realizarían el ultrasonido se acercó un poco más, tenía bastante curiosidad y de pronto se encontró con la mirada del vampiro, luego bajó la propia hasta el abdomen ajeno... realmente había crecido mucho en esos últimos días, pero de alguna forma sentía que su novio se veía más... ¿lindo? ... si, eso. Se veía más lindo.
Volvió a acercarse y quedó justo junto al castaño, ambos miraban la pantalla con atención, pero no era mucho lo que lograba captar a través de esta hasta que el médico por fin habló luego de un momento.

- ¿Dos? - Frunció un tanto el ceño, si! eso era muy rápido, demasiado rápido y ni siquiera había estado con él. De pronto se sintió mal por eso, pero es que no podía hacer mucho más. A pesar de vivir en el mismo edificio no podían verse tanto como él quisiera. - A este paso... ni siquiera sabré cuando nazca - Bromeó con algo de recelo y metió ambas manos a los bolsillos de su pantalón. Tenía que haber alguna solución, pero luego hablarían de eso...

El doctor asintió ante la estupefacción de ambos sobre la noticia recién recibida. Hyde miró a Gackt y alcanzó a tomarle la mano en un gesto cariñoso al notar el comentario y el tono de su voz. -No dejaré que faltes ese día- Comentó en un fingido tono de amenaza sonriéndole con ternura.

Después de limpiar el abdomen de Hyde y guardar sus utensilios, los tres volvieron al escritorio que hacía de consultorio. El doctor pronto tomó la palabra. -Si hacemos cálculos, el parto estaría programándose en un mes más o menos- Sentenció el mayor completamente seguro de sus palabras. Era justo lo que había calculado él y le aterraba. Esta vez hizo que Gackt se sentara a su lado y apenas se percató de que no había soltado su mano, estaba nuevamente con ese conflicto interno de emociones. Estaba emocionado, asustado, feliz, deprimido... su cabeza era un caos y ahora comenzaba a dolerle. Suspiró.

-Se va a tomar estas pastillas y... parece que tendré que verlo nuevamente el viernes de la próxima semana para hacer una nueva revisión... para ese entonces ya habrá pasado de los cuatro meses y quizás podamos saber el sexo del bebé....- Hizo una pausa y levantó la mirada del recetario en donde estaba escribiendo, miró a ambos alternadamente. -Claro, solo si quieren saberlo- De inmediato Hyde miró a Gackt en busca de la respuesta a esa pregunta, a su parecer le daba igual, después de todo para él, ese dato no era de importancia.

Casi obligado y luego de que todos volvieran al escritorio se sentó al lado de Hyde, otra vez prestaba atención al médico.
En un mes más o menos tendría al bebé, eso era lo que el castaño le había dicho, pero vamos... que lo confirmaran no dejaba de ser sorprendente.

Miró a su novio y soltó su mano para cruzarse de brazos, no era que no quisiera saber de hecho lo más importante que consideraba en la situación era que ese bebé era hijo de Hyde y suyo, fuera lo que fuera lo querría por igual. - ¿Quieres saber? bueno... igual sería mejor saber antes, hay que comprar cosas... - Le recordó.
Y también eso le recordó a si mismo que cuando naciera sería algo complicado, más para él al no vivir bajo el mismo techo que su hijo. Respiró hondo y volvió su mirada al médico.
- Yo digo que si quiero saber - Hablo con total sutileza justo antes de que aquel aparato en uno de los bolsillos delanteros de su pantalón comenzara a sonar apenas, lo sacó y se puso de pie haciendo un gesto en modo de disculpas y salió.
Una vez que estuvo afuera contestó, se suponía que ese día debía trabajar en la noche pero ahora le informaban que podría llegar al día siguiente a eso del medio día. Eso era mejor aún.

Luego de hablar unos cuantos minutos más colgó y volvió a entrar. - Lo siento... el trabajo - Dijo excusándose llegando nuevamente al lugar a un lado de su novio.

Durante el corto momento en que Gackt había salido a contestar esa llamada, el médico le dio la receta a Hyde y le explicaba como y cuando tomarse las pastillas. Cuando el menor volvía a entrar en el cuarto. -No se preocupe, Sr. Camui... no queda más, los veré ese día- Dijo finalmente el hombre frente a ellos. Hyde dobló y se guardó la receta en el bolsillo del pantalón una vez estuvieron de pie e iban de salida. Esas visitas tan cortas eran tan tediosas, luego de tener más de un siglo sin visitar el médico.

Se apresuró hasta el auto de Gackt y una vez ambos estuvieron dentro de este, giró a mirar a su amante. Luego de que toda esa mañana apenas lo había mirado, evitando sus ojos, ahora lo observaba fijamente con una pequeñísima sonrisa. Se sentía aun ligeramente abrumado. -¿Cómo te sientes, Gacchan?- Preguntó de manera casual, toda la semana había tenido la duda sobre el sentir de su pareja respecto a todo ese asunto. Tenía claro que era una noticia que le emocionaba como a él, pero hasta cierto punto seguía temeroso, era algo completamente nuevo para su psique y su cuerpo. No despegó la mirada de él, pacientemente. Se sostenía el abultado abdomen con la mano derecha más como si quisiera cubrirse que por instinto.

Lentamente se subió al auto, en el lado del piloto y giró también su rostro para encontrarse con el de su novio. Sonrió ampliamente y se acomodó en el respaldo del asiento antes de fijarse en la mano que tenía sobre su abdomen, aún no comprendía que era lo que ocurría con eso... como si algo le molestara, suspiró y volvió a mirar la cara de su koi. - Me siento bien, pero... - Se inclinó un poco hacia el castaño, con una mano quitó suavemente la ajena de su apenas abultada panza y besó su mejilla. - No hagas eso, no entiendo por qué la ocultas... - Volvió a su posición.

- Aunque... el tiempo pasa tan rápido en esto... me gustaría poder pasar más tiempo contigo, siento que no lo hago bien. Y... pensar que cuando nazca el bebé tampoco podré estar seguido con él me molesta... pero tampoco es como si tuviéramos una especie de matrimonio o algo parecido. - Alzó una mano hasta posarla en el volante y comenzó a juguetear con sus dedos mientras los observaba distraídamente. - Si lo piensas mejor... todo, desde un comienzo a pasado muy rápido y eso no me desagrada, pero en realidad siento que algo falta... - Respiró hondo. - bueno, faltan muchas cosas... como decirle a Akira que yo también soy el papá de su hermanito. - Sonrió al decir lo último. - Eso es una de las cosas más importantes... hay que tener en cuenta que si el embarazo se apresura con él se apresura todo lo demás... - Hizo una pausa. - Y tú... ¿Cómo te sientes? -

-Estoy gordo- Contestó apenas el menor decía lo primero, hizo un puchero gracioso inflando los cachetes pero finalmente su beso le robó una nueva sonrisa. Luego le escuchó con atención, asintiendo sin quitar esa sonrisa de su rostro, que al avanzar de las palabras ajenas se iba ensanchando. Le tranquilizaba saber todo eso. -Hablaremos de eso con Akira antes de que nazca el bebé, te lo prometo~... y sobre lo otro... podemos hacer algo al respecto.

Desvió la mirada desentendiéndose momentáneamente de su comentario. No, no era como si estuvieran casados pero sí había un compromiso de por medio y el hecho de vivir separados lo haría todo más complicado. Su última pregunta lo devolvió a su lado. -En realidad, me siento excelente- Sonrió ampliamente. -Ahora... mi ánimo sube y baja~- Soltó una risa, aquellos cambios de humor lo había hecho sentir como una mujer, qué ironía.

Permaneció un par de segundos en silencio, pensando si continuar con lo dicho antes o no. Fuera como fuera iba a terminar proponiéndoselo, después de todo, como él decía, todo iba demasiado rápido. Entre más pronto mejor. Sin embargo, tampoco quería asustar al menor con un cambio tan drástico, rápidamente pensó en lo más sutil que pudo. -¿Por qué no... te quedas al menos este mes en mi departamento? Así podríamos vernos en las noches que fueras a dormir y por las mañanas antes del trabajo.- Le sonrió con cariño mientras se inclinaba hasta quedar cerca de su rostro, atrapó sus labios en un beso lento y suave sosteniendo su nuca con una mano. Lo apartó lentamente y le sonrió acariciando el cabello que le caía en aquella zona. -No quiero que te sientas alejado, te quiero conmigo~- Hizo una pausa mientras volvía a tocarse el abdomen, esta vez con otra sensación. -Con nosotros-

Pasó aquella mano que tenía sobre el volante por la cintura del mayor y correspondió a su beso antes de que este mismo lo diera por terminado.
Asintió. - Yo... había pensado en algo así, pero tendríamos que preguntarle a Akira que le parece que yo me quede en su casa este tiempo. -

Otra vez le besó y abrazó aún más antes de apoyar el mentón en uno de sus hombros, suspiró. - Debería hablar yo con él... así será mejor - Luego de un momento volvió a su lugar y echó andar el vehículo.
Las cosas con el pequeño no habían estado mal los últimos días, al menos a diferencia de antes ahora se sentía un poco más confiado con respecto a eso. Salieron del estacionamiento del hospital rumbo al edificio, ¿cómo tendría que comenzar?... igual una cosa llevaba a la otra y por alguna razón pensaba que ese día tendría que decirle al niño todo, incluyendo que él era también el papá del bebé que esperaba Hyde.

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