Break down -GACKT-

Apenas puso un pie en la ciudad y ya estaba arrepentido de haberlo hecho. Arrepentido de haber salido la noche anterior, de haber discutido con su novio, ¡de haberse despertado esa mañana! Los curiosos lo seguían con la mirada hasta que lo perdían de vista. Andaba con la cabeza agachada, el cabello rubio, hecho un revoltijo y cubriéndole la mirad de la cara. Apenas y podía caminar derecho. Se sostenía el pantalón de la parte delantera manteniéndolo en su lugar y así atravesó la ciudad hasta llegar al hospital.
Al entrar se acercó a la recepción, y al contrario de lo ocurrido durante el trayecto, justo ahí parecía como si nadie le prestara atención. Todos concentrados en sus diferentes actividades. Carraspeó para llamar la atención de la enfermera en turno, quien levantó el rostro hasta después de haber metido unos papeles en una carpeta. Al tener su atención, Hyde le sonrió con cierta amargura e incluso sintiendo dolor en las mejillas por este simple y cotidiano gesto.

Ella abrió los ojos grandes poco después de unos cinco segundos al reconocerlo detrás de todos esos golpes. -Señor Takarai...- Fue todo lo que pudo murmurar con un tono entre sorpresa y timidez. Él la observó fijamente, a cada segundo más impaciente. ¿Acaso su estado no le decía que necesitaba ayuda? Pero no le dijo nada, ella sola volvió en sí después de un momento y llamó apresurada a uno de los paramédicos. Hyde murmuró un educado "Gracias", a pesar de sus nacientes ganas de gritarle. El paramédico lo auxilió finalmente a llegar al consultorio del doctor que ya conocía y el cual tenía su entera confianza desde hace muchos años. Y no que no pudiera haberlo hecho solo, llegar hasta ahí, pero así lo exigía el protocolo. No podía solo llegar y meterse al consultorio.
Cuando entró, este se encontraba vacío. -En un momento estará el doctor con usted- El joven salió del cuarto haciendo una reverencia a la que Hyde ni siquiera tuvo la fuerza de contestar. En cambio le dio las gracias en un susurro, como había hecho antes con la enfermera.

Ya estando solo y "a salvo" comenzó a pensar en qué hacer, aunque no tenía muchas opciones. Escudriñó el escritorio que tenía enfrente y se acercó con cuidado al teléfono. Pero así como alzó el brazo para tomarlo, volvió a bajarlo y soltó un quejido. Con esa única mano libre, se quitó la chaqueta lentamente y la dejó caer al piso. Por fin se miró el cuerpo. Sus brazos tenían intensas marcas rojas y numerosos rasguños, unos tan profundos que aún sangraban. Tenía algunos especialmente feos justo sobre los tatuajes de espinas.
Suspiró para aguantar la frustración que todo aquello aún le causaba. Y finalmente, luego de tragarse su orgullo, tomó el teléfono con mucho cuidado y marcó el número de su casa. Esperó el tono y poco después escuchó la voz de Gackt del otro lado. De pronto se quedó en silencio, estático, sin saber por qué y las lágrimas dejaron de ocultarse, salieron libremente y escaparon despavoridas por sus mejillas. Después de que Gackt atendiera un par de veces sin obtener respuesta y cuando estaba a punto de colgarle, con la voz ronca y entrecortada rompió su silencio. -Gacchan, perdón, no quise decirte esas cosas anoche. Lo siento-- Siendo esto lo primero que le viniera a la mente, lloriqueó como un niño pequeño. ¿Por qué se disculpaba? Ni él lo sabía, pero el llanto ya era una cosa inevitable.

Sin esperar respuesta continuó. -Ven, mi amor, por favor. Te necesito... Estoy en el hospital. No traigas a los niños, por favor, Gackt. Te amo, corazón, perdóname~- Y dicho aquello colgó el teléfono, tal vez temeroso de obtener algún tipo de reclamo por no haber llegado esa noche, prefirió dejarlo así, que Gackt fuera y pudiera hablar con él de frente. Vio la silla que tenía a un lado pero sentarse no le parecía la mejor idea del mundo, solo pensarlo le provocaba dolor. Ni siquiera se molestó en analizar por qué le había pasado eso, sabía de sobra la respuesta, él y solo él tenía la culpa de todo lo que estaba pasando. Desde la infidelidad de Gackt y ahora esto, simplemente estaba pagando cuentas, pagando caro. Lloró como un niño sin consuelo al llegar a esa conclusión, todo lo que había aguantado esa noche y más, se lo tenía bien merecido...

La noche había pasado mucho más lentamente de lo que hubiera querido desde que Hyde había salido sin decir nada. No llegó y eso más que molestarle, le preocupó.
Habían discutido por un estupidez, bueno, al menos él mismo lo consideraba así y lamentaba que el rubio le diera importancia a cosas tan banales, pero era lógico después de todo y claramente sabía que era sólo por su culpa. Sin querer sonar engreído, era lo que se esperaba.
Al menos todo había estado bien con los niños, ninguno había causado mayor problema y se dedicaron a dormir plácidamente.

Cuando intentó llamar a su novio notó que había dejado el mobil ahí, chasqueó la lengua. De todas formas suponía o más bien quería creer que el mayor estaría bien, en casa de algún Laruku o KAZ.
Terminó por acostarse, pero sólo pudo dormir hasta entrada la madrugada cuando el cansancio pudo más.

A la mañana siguiente el ruido del teléfono le despertó, era bastante temprano, pero alarmado se incorporó de la cama y atendió algo distraído. su sorpresa fue grata al notar la voz al otro lado de la linea, era Hyde, al menos ya se sentía mucho más aliviado, pero ese tono volvió a cambiar drásticamente su percepción. Abrió la boca, pero sólo se limitó a volver a cerrarla escuchando atentamente cada palabra salida de la boca ajena. ¿Qué era lo que pasaba? ¿en el hospital? ¿por qué? ¿estaba bien?... tantas interrogantes que no pudieron siquiera ser oídas por el otro pues este mismo se había encargado de cortar la comunicación.

¿Qué demonios pasaba?... volvía a estar preocupado y hasta un poco temeroso. Aún sin haberse convencido del todo no tardó en colgar y se levantó, tomó unas cuantas prendas y se las puso con avidez. Definitivamente era temprano, llamaría a un androide para que se hiciera cargo de los niños mientras se ponía al tanto una vez estando en el hospital. Con poco cuidado se cepilló los dientes y se medio peinó el cabello para luego llamar a quien se haría cargo de Akira y Demian.
Esperó algo impaciente y cuando llegó le dio algunas indicaciones y fue directamente hasta el estacionamiento, subió a su automóvil rumbo al hospital.

Al llegar se estacionó, ni siquiera notó donde exactamente había dejado el vehículo, ahora sólo le importaba ver a Hyde, saber como estaba, cerciorarse de que nada grave le había ocurrido. Se adentró al edificio y se acercó al mesón en donde le informaron la situación.
El vocal de Laruku había llegado hace ya un rato, un médico le había revisado. Le dijeron que su condición no era grave, pero si estaba muy lastimado y adolorido cosa que sólo le hizo chasquear la lengua con algo de impotencia. Terminaron por darle el número de la habitación en donde actualmente ya se encontraba y así caminó a paso rápido por los pasillos hasta llegar. No quería hablar con nadie, ni le interesaba hablar con el médico aún, la prioridad no era alguien más que su novio.

Dio un par de golpes y sin esperar respuesta abrió, cerró a su espalda cuando hubo entrado. Lo siguiente que vio fue obviamente su pareja, pero su rostro... estaba golpeado y sus brazos con algunas vendas y parches al igual que en algunas partes de sus mejillas. Asombrado y sin creérselo se acercó con un poco de duda. - Hyde... - Susurró apenas audible una vez que llegó a su lado.
Jamás pudo haberse imaginado ver a su koi en aquel estado, eso no podía ser posible... ¿cómo? ¿por qué?. De alguna forma se sentía culpable y quizás si tenía culpa. No importaba el por qué, Hyde nunca debió salir esa noche del Penthouse. Se inclinó y con cuidado tomó su rostro con ambas manos. - ¿Qué pasó, amor? - Volvía a susurrar antes de besar suavemente los labios ajenos con los propios. Ver a Hyde así, simplemente era devastador hasta para él mismo...

A los pocos minutos después de que hubo colgado el teléfono, el doctor entró en su consultorio revisando la hoja que llevaba para que Hyde la llenara. Este de inmediato interrumpió su llanto y con un pañuelo que había tomado del escritorio se limpió la nariz y con otro los ojos. Le dolía la mandíbula y casi toda la zona de las mejillas y apenas se tocó, advirtió la creciente hinchazón. El doctor le miró con sorpresa al ver las marcas en su cuerpo y como se sostenía aquel pantalón enorme por muchas más tallas, aunque trató de disimular. Se sentó frente al vocal y le miró sobre las gafas con un gesto serio y hasta podía decir que reprobatorio, como si el estado en el que se encontraba no fuera nada más que por alguna acción de él mismo. El doctor miró la silla al lado de Hyde y luego de nuevo a él. Iba a ser una larga revisión.

Esta pasó siendo una tortura más para él. Lo que hubiera dado en ese momento por seguir siendo vampiro. Su veredicto personal; estaba hecho mierda. El doctor y una enfermera se encargaron de curarle las heridas externas e internas y de inyectarle medicamento para la disminución de la hinchazón y el control del dolor. Al cabo de una hora ya estaba en una habitación privada. Recostado aunque totalmente incómodo, de por si las camas de los hospitales eran incómodas. Cerró los ojos un momento, estaba exhausto. Pero la llegada de Gackt le hizo casi olvidarse de eso de inmediato. Si hubiera podido se hubiera lanzado a sus brazos. Agradeció que fuera él quien se acercara y le respondió el beso en el límite de sus posibilidades.
Neciamente quiso alzar un brazo otra vez, esa punzada en la parte trasera de este le hizo devolverlo. Durante la revisión se habían encontrado profundas contusiones en esa zona, la zona en donde los primeros dos tipos lo habían sostenido por largo rato. -Gacchan~- Gimió. Pudo alzar una mano sin hacer mucho esfuerzo, alcanzando únicamente su pecho y tocándolo con los dedos.

-Perdóname- Repitió con cierta desesperación y sintiendo como aquel nudo volvía a formarse en su garganta, la cual por cierto estaba más irritada que antes y hacía que su voz sonara más ronca y ahogada. -Debo dejar de comportarme como un crío- Miró a su koi a los ojos y lo tomó de la prenda superior para que no se apartara y poder volver a besar sus labios.
Lo mantuvo cerca logrando subir un poco las manos apenas hasta su cuello y haciéndole pequeñas caricias en esa zona. Se quedó en silencio durante un rato y luego de escuchar su pregunta tuvo que buscar su voz para contestarle.
-No sé qué pasó... Todavía no lo asimilo y no recuerdo la mitad...- Suspiró y lo empujó levemente, volviendo a llevar las manos a su pecho y así poder mirarlo a la cara una vez más.

Todavía le costó otro momento encontrar las palabras para contarle lo sucedido, pero decidido continuó hablando. -Fui al pueblo vecino, solo quería distraerme un momento pero unos tipos me retuvieron en un callejón...- Se detuvo, su voz volvía a quebrarse palabra a palabra. Dejó huir un par de lágrimas y se aclaró la garganta cansada, y trató de continuar. -Fue horrible, Gacchan...- Y justo cuando la idea de haber sido violado por esos tipos ya era demasiado perturbadora, continuó. -En algún punto perdí la consciencia y cuando desperté, todos estaban muertos- Lo último lo dijo en un susurro, solo para que el menor le escuchara. Ya le había contado aquella historia al doctor, excepto esa última parte. No porque no fuera importante, pero ¿y si él los había matado? KAZ fue claro, los sentimientos negativos activarían a ese demonio que cargaba con él y vaya que había tenido suficiente de eso esa noche.

Le miró con los ojos llenos de lágrimas. Gackt no sabía nada de esto último , no sabía que aún era un híbrido. Y algo dentro de sí le dijo que debía aprovechar aquel momento para decírselo. -Perdóname- Repitió, aunque técnicamente esta vez no le había guardado ningún secreto ni le había mentido. Simplemente no lo sabía hasta hace poco. Aún así se sintió mal consigo mismo, con él. -KAZ me dijo hace unos días que todavía no soy completamente humano... y creo que yo los maté- Apretó los puños en la ropa de Gackt, dolían, pero nada comparado con la frustración que no se iba de su lado...

Muy probablemente sonaría cursi, pero se le partía el corazón el estado de su novio y esa forma en que desesperadamente pedía perdón, no tenía que hacer eso, por supuesto que no, más bien era él quien debía hacerlo. Miraba el rostro ajeno con ese dolor reflejado, intentaba dejar esos pensamientos de lado pues tampoco creía que sería bueno demostrarse así en aquella situación.
Le escuchó con atención, cada palabra, no se debía ser un genio para captar de inmediato lo que Hyde decía. Mucha más impotencia que antes, la culpa y el "hubiera o no hubiera" pasaron una y otra vez por su cabeza.

Cerró los ojos intentando convencerse de que todo eso no podía ser posible, pero ¿en qué demonios estaba pensando?. Si había pasado, aunque no lo quisiera... ahí estaba Hyde malherido, con sus ojos llorosos. Con aquella voz desgastada. Claro que había pasado.

No supo si lo siguiente que el mayor decía mejoraba o empeoraba las cosas, por una parte estaba completamente complacido de que aquellos tipos tuvieran un final, por otra parte era su novio quien lo había hecho, al menos eso creía y algo que no era menos importante, al parecer no era completamente humano. Todas esas emociones terminaron por hacer que sintiera un nudo en la garganta, llevó una mano al cabello ajeno y lo acarició con suma suavidad, apenas y se atrevía a tocarle con temor a que pudiera causarle aún más dolor.

- No me pidas perdón, no tienes por que hacerlo. - Susurró llevando la mano libre a acariciar con la misma suavidad una de sus mejillas. - Soy yo quien te pide perdón... perdón por todo lo estúpido que he hecho. Si nada de eso hubiera pasado no habríamos peleado, no habrías salido. Todo estaría bien. no debes pedirme perdón por nada, amor. - Besó su frente con delicadeza. Sentía una sensación de frustración inmensa. Se sentía mal y daría lo que fuera por que el castaño (de paso) estuviera bien, que se sintiera bien, que sonriera... que no sufriera por nada. Que sólo fuera feliz.

- Perdóname, por favor... - Apoyó su propia frente en el hombro del otro con el mismo cuidado que había tenido en todo ese momento. Que ganas de abrazarlo fuerte, de querer transmitir con acciones lo que sentía, transmitirle todo el amor que tenía sólo para él aún cuando todas esas cosas hubieran pasado. - Todo estará bien, me encargaré de que todo esté bien... - Dijo aún en aquella posición intentando vagamente convencerse a él mismo de ello.
De pronto se preguntaba como es que habían llegado hasta aquel punto. ¿por qué había cometido un error tan imbécil?. No podía hacer más que culparse así mismo por todo, ni siquiera le parecía algo realmente importante el hecho de que Hyde aún tuviera una parte no humana, así se había enamorado de él y eso no iba a cambiar de la noche a la mañana...

Estúpido Gackt y su propia estúpida forma de adorarlo. Cuando el menor se apoyó en su hombro, tomó fuerzas de quien sabe dónde y subió los brazos doloridos a su cuello solo para abrazarlo con ternura y hacerle notar que a pesar de sus berrinches y rabietas, no le guardaba rencor y lo amaba como nunca se imaginó poder amarlo. Acarició su cabello con cariño y aunque aún tenía los ojos húmedos, se sentía mucho mejor con solo tenerlo a su lado diciéndole todas esas cosas que tanto ansiaba escuchar. Ahora solo quedaba un capricho que quería cumplir, algo que necesitaba escuchar. -Gacchan- Susurró en su oído con un hilo de voz apenas audible por lo irritado de su garganta. -Dime que todo ha valido la pena, dime que no me dejarás... por favor-

Podría sonar desesperado o hasta ridículo pero nunca se había sentido tan vulnerable y con tanta necesidad de que Gackt lo amara como había hecho durante dos años hasta aquel día. Ya no quería pelear ni tener miedo...
Con cuidado bajó una mano a la mejilla de su novio y lo apartó un poco para mirarlo a la cara. -Te amo tanto, Gackt~ en serio, no tienes idea del cambio que trajiste a mi vida...- Acarició aquella zona con el pulgar de manera ausente perdiéndose momentáneamente en la mirada del cantante. Esos ojos que, le gustaba pensar, solo él tenía la fortuna de admirar a esa distancia tan corta cada que se le daba la gana. Gackt no iba a volver a hacerle pasar por nada así, algo se lo decía, podía estar casi seguro de ello. Lo acercó lo suficiente para besarlo con cuidado, el dolor que sentía en la zona baja de la mandíbula le impedía hacerlo como quería pero aún así lo besó con ánimos renovados...

Pasaron unos segundos cuando la puerta de la habitación se escuchó golpear. Pero Hyde no quería romper el beso, quería quedarse ahí mucho más, aunque doliera. Sin embargo, quien estuviera detrás de la puerta insistió. A su pesar, apartó sus labios de los de Gackt. -Adelante~- Al parecer su maltrecha voz no era tan inaudible. Una enfermera entró en el cuarto luego de su permiso pero al ver la escena casi se devuelve sobre sus pasos. Todavía tenía a su novio encima y lo abrazaba como si fuera un oso de peluche. Y extrañamente, poco le importó la presencia de la muchacha, como si ese estigma del ser o no ser frente a los ojos del mundo, ya no importara más. Por otro lado, la enfermera no sabía donde meter la cara, Hyde se burló de ella internamente pero finalmente soltó a Gackt. Claro, no sin antes besarlo fugazmente una vez más y susurrarle un débil "Te amo".

-Debo administrarle otra vez los analgésicos, Sr. Takarai- Ella se acercó con la cara encendida en rojo hasta la mesita que la cama tenía al lado. Llevaba los elementos para inyectarle más de esas "drogas". Igual y también por eso sentía que no le importaba nada. Una vez el líquido le fue inyectado, suspiró, sin duda esa cosa lo hacía sentir ligero, y sin dolor [también medio drogado]. -¿Ya viste, Kumiko-chan, el mismísimo Gackt vino a verme- Susurró hacia la chica como para que Gackt no lo escuchara pero mirándolo de reojo, divertido, luego le sonrió a ella ya sin sentir nada de nada. -Deberíamos pedirle unos autógrafos, uno para ti y uno para mi- La enfermera no pudo evitar una sonrisa tímida y mirar al otro cantante de reojo también. -Se lo pediré antes de que se vayan- Le siguió el juego aún tímida y cuando terminó, recogió sus cosas y salió de la habitación de nuevo haciendo un par de reverencias.

Hyde miró a Gackt, de nuevo solos. -Ya no me duele nada- Susurró con los ojos ahora cerrados y una pequeña sonrisa en la cara. De pronto la puerta volvió a abrirse, era el doctor. -Sr. Camui, ¿puedo hablar con usted? Mañana temprano daremos de alta al Sr. Takarai- El doctor se retiró a su consultorio, en donde esperaría al cantante...

Se alzó apenas para mirar su rostro, manteniendo aquella cercanía tan íntima entre ambos. Esos ojos algo sonrojados y húmedos... simplemente no podía con ellos y su voz, tan débil.
Sonrió ligeramente y asintió volviendo a besar una vez más su frente. - Te amo y cada momento juntos ha sido el mejor, cada uno ha sido especial sólo porque tú estuviste a mi lado. Jamás te dejaría, por nada ni nadie... sólo perdóname, amor, por favor... - Besó la comisura de sus labios y sonrió más ampliamente antes de corresponder a ese beso que de pronto volvía a tomar aquella importancia y significado de antes. De cuando nada había pasado y simplemente se encargaban de amarse mutuamente.

Un golpeteo en la puerta le hizo desconcentrarse, abrió los ojos aún antes de que fuera Hyde quien dejara el beso de lado, pero no se separó del todo. Soltó una pequeña risa divertida cuando de reojo pudo notar que se trataba de la enferma y esta parecía verdaderamente avergonzada, una última vez le sonrió a su novio y se incorporó quedando de pie a un lado de la cama observando algo extrañado, pero entretenido aquellas reacciones en tanto le suministraban aquel analgésico.
Metió ambas manos a los bolsillos de su pantalón y mientras ese par hablaban se dedicó a dar una mirada a su alrededor, pero nuevamente su atención fue captada por su pareja y esa mención acerca de autógrafos le hizo enarcar una ceja con algo de curiosidad, de todas formas no le dio mucha importancia... Hyde realmente parecía estar medio drogado con lo que le habían inyectado.

La enfermera salía para dejarlos solos, apenas inclinó la cabeza en modo de agradecimiento y fue que ya no le vieron más por ahí, al menos por el momento.
- Que feliz te ves~ - Se burló con un dejo de ternura y cuando estaba dispuesto a acercarse para continuar con lo que hacían antes de que la enfermera entrase, era el doctor quien interrumpía. Se giró sobre sus talones. - Si, claro... iré de inmediato. - Asintió.
Seguramente le dirían que era lo que tenía Hyde, era lo más obvio, pero algo de todo eso y a pesar de que le había informa que al día siguiente darían de alta al castaño, algo le preocupó. Tal vez el serio tono de voz del doctor o tal vez sólo eran imaginaciones suyas y por el estado del mayor, realmente prefería que no fuera nada grave.

- Bueno... iré. Luego volveré. - Se inclinó para dar un último beso en los labios ajenos, luego otro en su mejilla y acarició su cabello con suavidad. - Te amo, no lo olvides. Estaré aquí en unos minutos ¿si? -

Al salir se dirigió a la sala en donde seguramente el doctor le estaría esperando, la puerta estaba entreabierta, golpeó un par de veces y se adentró. Ya había conocido aquel lugar y de pronto aquella escena de cuando se enteró que sería padre llegó a su mente. Sonrió con algo de nostalgia, en esos tiempos jamás se había imaginado que algo así podía suceder, al menos no aún.
- ¿Cómo está Hyde? - Se atrevió a preguntar quizás con algo de temor, pero si al día siguiente le iban a dar de alta no debía estar tan mal.

Le sonrió a Gackt ante su burla, aunque a cada segundo se sentía más soñoliento. Tal vez era que su cuerpo asimilaba de una forma extraña los medicamentos luego de no haber usado nada de eso, jamás, pues hace cien años no existían. -Tú me haces feliz, Gacchan- Murmuró con sus últimas fuerzas y aceptó su beso. -Te amo- Escuchó vagamente lo que dijo después de eso y vio apenas como el menor salía de la habitación y se cerraba la puerta detrás de él. Un momento después se había vuelto a quedar profundamente dormido.

Mientras tanto, en el consultorio, el doctor esperaba a Gackt pacientemente. Cuando este entró en la habitación, el médico dejó unas cosas de lado, precisamente las hojas que había tenido que llenar antes de atender a Hyde. A veces era ridículo el protocolo. Si un paciente iba realmente grave lo último que deberían hacer era llenar formularios. Le sonrió amablemente al cantante y le invitó a sentarse con un gesto de la mano. Pero antes de que pudiera decir algo, el otro se le adelantó. Se aclaró la garganta. -Creo que es obvio Sr. Camui, que el cuerpo de su...- Hizo una pausa, primero como si quisiera que Gackt completara aquella frase pero decidió continuar. -... su pareja, está muy dañado. Recibió una serie de fuertes golpes en... vaya, casi todo el cuerpo y bueno... hace unos momentos acabamos de dar el informe a la policía de Metropolis. Parece que ellos vendrán a interrogar al Sr. Takarai cuando esté en mejores condiciones.- Hizo otra pausa, como si el tema le causara algo de incomodidad.

-No tengo conocimiento de lo que usted haya hablado con él, pero... quiero pensar que sabe que en un caso como este...- Una pausa más, tragó saliva y continuó. -Un caso de violación... bueno, las autoridades deben tomar medidas.- El doctor suspiró, como si lo que acababa de decir le aligerara un poco la carga de todo lo que tenía preparado. -En cuanto a su salud, parece que no hay nada extraño por ahora, con esto me refiero a alguna enfermedad venérea que pudiese haber contraído. Aún así, tendrá que venir a una segunda revisión en unos días más. Sin embargo, yo confiaría en que todo está bien.- Concluyó con una pequeña sonrisa mientras escribía en una receta. -Estos medicamentos son principalmente para la irritación en aquellas zonas sensibles que sufrieron más daño- Levantó la mirada del papel y miró a Gackt sobre las gafas. -Me refiero a su garganta y al recto- Aclaró en un tono que realmente no podía interpretarse como serio, más bien como si solo quisiera molestar al cantante recalcando lo obvio.

Terminó de escribir finalmente y le tendió la receta. Cuando Gackt la tomó, se cruzó de brazos sobre el escritorio todavía mirándole de la misma forma que antes. -Tal vez está de más decírselo, pero deben evitar el contacto sexual al menos por un par de semanas.- Le sonrió con cierta complicidad. -Puede volver con él, los agentes los verán allá- Se puso de pie para despedir al menor. Le tendió la mano. -Puede pasar la noche con él si gusta, pero le recomendaría que le trajera algo de ropa limpia para mañana. Señaló el montón de ropa propia y ajena con la que Hyde había llegado al hospital. -Supongo que eso se lo llevarán para analizar. De pronto, el teléfono lo distrajo de su tarea de acompañar a Gackt hasta la puerta. -Estaré con ustedes más tarde- Añadió, devolviéndose para atender el teléfono...

Se sentó justo en uno de aquellos asientos que se encontraban frente al escritorio del médico, efectivamente ya conocía ese lugar y aún así de pronto la incertidumbre se hacía presente, pero pronto fueron disipadas al escuchar hablar al mayor, sin embargo las pausas en aquella conversación le ponían ansioso.
Nuevamente se sintió culpable por el estado de su pareja y encima ahora tenía que soportar una interrogación aún estando en aquel estado, no le parecía que fuera adecuado y también le preocupaba. Como recordaba hace pocos momentos Hyde le había dicho que muy probablemente el había sido quien había acabado con la vida de esos tipo. Eso no tenían que saberlo las autoridades, fuera verdad o no. No tenían que enterarse por ningún motivo.

Continuó escuchando atentamente al experto, lo bueno de todo era que su novio estaría bien y estaba dispuesto a quedarse en casa a cuidarlo si era necesario. Sonrió cuando el doctor lo hizo, pero cuando fueron mencionadas aquellas zonas sensibles bajó el rostro y llevó una mano a su nuca. No era que estuviera avergonzado en lo absoluto, era un tanto extraño y por otra parte se sentí aún peor, pero claro, eso no lo demostraría. Tenía que estar bien, tenía que mostrarse fuerte y estar al lado de castaño (rubio).

Terminó por tomar la receta, le dio un vistazo y la dobló para meter el papel al bolsillo de su chaqueta, alzó el rostro, el médico continuaba mirándole de aquella forma y continuaba con eso.
Sonrió ampliamente y asintió. Hasta el momento se limitó al silencio, tampoco había mucho que decir.

Se puso de pie y estrechó la mano ajena en un ligero apretón. - Muchas gracias por todo. - Dijo con sinceridad.
También pensaba que era una suerte tener a un médico lo bastante profesional para estas cosas.

Salió del lugar, volvía a la habitación en donde Hyde estaba. Se adentró y le vio ahí profundamente dormido, seguro era por el analgésico que hace poco le habían inyectado. Se dejó acer pesadamente en un pequeño sofá que había un par de metros alejado de la cama, junto al ventanal y respiró hondo. Era temprano... tal vez debía volver al Penthouse y estar un momento con los niños para luego volver, así podía quedarse y pasar la noche ahí un poco más tranquilo, también aprovecharía para traer ropa limpia.
Se inclinó hacia el frente posicionando ambos codos sobre sus rodillas y así esconder el rostro entre ambas manos. No quería pensar en nada por ahora. Luego de un momento se incorporó y desde ahí observo a su novio, mejor esperaría a que despertara y luego iría a casa. Además llegarían los agentes y no quería dejarle solo con ellos...

No supo con exactitud cuánto tiempo pasó, pero parecieron haber sido muchas horas. Sus sueños lo habían dejado un poco inquieto, flashes de la escena que había vivido anoche. Pero al final, estaban esos momentos que no recordaba en lo absoluto. Partes corporales volando por doquier y el sabor de la sangre en su boca. La tarde había caído y el ambiente en la habitación se iluminaba de colores cálidos. Le dolía el cuerpo entero, pero ahora no estaba seguro de que fuera por lo acontecido, más bien era un dolor típico de pasar tanto tiempo en aquellas incómodas camas. Lentamente abrió los ojos y por instinto se relamió los labios, tenía ese extraña sensación. Hizo un gesto de desagrado, ¿cómo era posible que durmiera tanto y que sus sueños fueran tan vivídos? Volvió a cerrar los ojos un momento. Le dolía la cabeza.
Luego de un rato, giró la cara para mirar a su lado, justo en donde pretendía, en su lucidez, que Gackt estuviera sentado. Ahí le encontró visiblemente impaciente o estaba dormido tal vez. -Gacchan- Murmuró con la voz más ronca que antes. Dolía. Alzó una mano y se tocó aquella zona del cuello. Quiso carraspear para aclararse la voz pero no pudo. Dolía mucho. Cerró los ojos con un dejo de desesperación.

Movió una mano, estirándola hacia su novio esperando así captar su atención. -Amor- Murmuró de nuevo. Esta vez la voz le salió un poco más clara y audible. Esperó con paciencia a llamar la atención del cantante. Pero fue justo en ese momento cuando la puerta se abrió. No se sobresaltó pero fue algo repentino y giró la cabeza hacia la puerta, afortunadamente del cuello no estaba tan molido. El doctor se adentro en el cuarto seguido de dos hombres vestidos con trajes negros, muy elegantes. Ambos mostraron identificaciones como solo había visto pasar en esos programas del FBI y dijeron algo que no pudo entender realmente pero supuso que serían agentes de la policía.
-Los agentes quieren darle algunas noticias y hacerle unas preguntas, Sr. Takarai- El doctor se acercó a revisarlo de manera rápida, al parecer no había mucho qué hacer, todo era superficial y de lo interno se encargaba la medicina. Hecho esto, se alejó, dejándoles espacio a aquellos hombres de traje. Ambos se acercaron a la cama y miraron a Hyde, luego se miraron entre ellos y nuevamente al vocalista. -El médico nos acaba de informar todo lo que pasó, sin embargo, hay algo que parece no quedó claro... ¿En dónde sufrió la agresión, Sr. Takarai?-

Hyde empezó a marearse al recordar nuevamente lo que había pasado, pero trató de mantenerse sereno. Cuando finalmente, ahí estaba la pregunta que tanto temía, seguramente ya habrían encontrado los cuerpos y tomado alguna declaración del dueño del bar, no iba a cometer el error de mentir. Tomó aire, logrando un tono de voz casi susurrante pero totalmente grave. -Era un callejón cerrado en el pueblo vecino, realmente desconozco el nombre- Los hombres volvieron a mirarse entre ellos. -Esta mañana la policía local encontró en total seis cuerpos completamente destrozados, precisamente en un callejón en el pueblo vecino. El cuarto callejón para ser más exactos. Junto a un pub.- Si, había sido ahí. No, no estaba seguro aún de haberlos matado él pero parecía que era la mayor sospecha.

El silencio se instaló en la escena, Hyde no dijo nada. ¿Qué querían que dijera? El agente que hablaba suspiró. -Absolutamente todo apunta a un único sospechoso, usted Sr. Takarai- Bien, eso lo había tomado por sorpresa, ni siquiera estaba seguro él mismo, no podían acusarlo así nada más. Frunció el ceño mirándoles como si reprobara la acusación. -¿Cuáles son las pruebas?- Llevó ambas manos sobre su abdomen entrelazándolas ahí y ahora les miró con atención. -El dueño del bar declaró haberle vendido una bebida embriagante esa noche, inmediatamente después de esto usted salió del pub. Posteriormente, los seis hombres le siguieron. El dueño está seguro de que fueron ellos los que abusaron de usted, él vio como comenzó todo. Por miedo, quizás, no quiso intervenir de ninguna manera pero cuando volvió esta mañana estaba todo ese espectáculo afuera de su negocio.- Hubo otro silencio. -¿Y eso cómo demonios me involucra a mi en sus muertes?-

El agente suspiró una vez más. -Las partes corporales encontradas en la escena ya fueron analizadas. Su ADN se encuentra en las zonas desprendidas y en las marcas de rasguños...- Miró a su compañero una vez más y luego otra vez a Hyde. -Esas partes fueron arrancadas a mordidas.- Añadió con un tono de voz despreocupado como si no fuera nada del otro mundo. -Así mismo- Continuó. -El ADN de los seis hombres fue hallado en el esperma que fue encontrado en su cuerpo. Así que como puede ver, en esta historia no hay cabos sueltos. Pero no se preocupe, no nos ocupa que los haya desmembrado..- Hyde se sorprendió un poco con esa última declaración pero no dijo nada, solo dejó que continuara hablando. -Sabemos que fue en defensa propia. Lo que nos ocupa, Sr. Takarai, fue el modo en que les quitó la vida- ¿Les sorprendía aunque no lo demostraran? Ahora creerían que era una especie de monstruo. ¿Qué podía decir? Todo estaba más claro que el agua, su ADN no podía negarlo. Suspiró ahora él. -Sinceramente no sé qué pasó.- Confesó de pronto, sin saber cómo continuar. ¿Debía decirles que no recordaba cómo había pasado todo? ¿Que se había desmayado y actuó contra su voluntad? ¿Que tenía un demonio dentro?

Durante los siguientes minutos que transcurrieron intentó despejar su mente, efectivamente ya había decidido que una vez que Hyde despertara iría a casa y luego volvería con ropa limpia también.
Apoyó la espalda en el respaldo del mueble, volvía a mirar a su novio quien continuaba con su sueño. ¿Y si nunca hubiera llegado a la vida del mayor?, hubiera sido mejor que hace unos cuantos años nada hubiera pasado en aquel bar o que él mismo hubiera llegado a esa ciudad. Todo se había complicado para ambos.

Suspiró con cansancio y cerró los ojos, aún era temprano y seguro el rubio (temporal) dormiría unas largas horas más.
De pronto la imagen de Demian, su pequeño hijo llegó a su mente provocandole una pequeña sonrisa. Amaba a Demian e independiente de lo que pasara con Hyde, jamás dejaría de tener contacto con el niño. ¿Y por qué de pronto pensaba en eso?, no era como si fueran a separarse...
Quizás si era lo mejor para el vocal de Laruku. Tal vez él estaría mucho más tranquilo no teniéndolo cerca. Frunció el ceño.

¿En qué demonios estaba pensando?
Abrió los ojos unos segundos y volvió a cerrarlos. no se podía descartar ninguna posibilidad y de todas formas sólo era decisión de Hyde. Respiró hondo y poco a poco con aquellos pensamientos contradictorios fue quedándose profundamente dormido gracias a la tranquilidad del lugar...

No supo en que momento o desde cuando el rubio había despertado, pero el ruido de las voces le devolvió a la realidad. Cuando de nueva cuenta abría los ojos se dio cuenta de que además de Hyde, estaba el doctor y otro par de hombres más. Llevó una mano a su rostro, más específicamente a su cabello y lo peinó hacia atrás, pestañeó un par de veces y soltó un ligero bostezo cubriéndose la boca en el acto.
¿Quién demonios eran?, se preguntó dispuesto a ponerse de pie, pero cuando escuchó al doctor se quedó en su lugar mientras ellos comenzaban a hablar inmediatamente.

Así que al final ya había descubierto que Hyde había hecho todo eso, miraba a su novio con atención. Parecía estar tranquilo a pesar de todo, aunque honestamente él mismo no lo estaba para nada. Cuando aquel hombre terminó de decir todo se puso de pie y caminó unos cuantos pasos hasta llegar a un lado de la cama de su novio. Dio una vaga mirada a los agentes, una mirada recelosa, luego miró al rubio.
¿Y qué se supone que harían si Hyde les decía lo que le ocurría?, No podía decir así como así que había sido un vampiro y lo de ser mitad humano y demonio ¿o si?.

- ¿Y qué pasa si no sabe que ocurrió? - Sabía que mientras su novio estuviera hospitalizado y su salud delicada no podían hacer nada en contra y de todas formas no había mucho que hacer si el rubio no recordaba nada. No dejó de mirar al vocal en ningún momento. ¿Y ahora qué?.

En su momento, el hecho de que su novio despertara y se acercara a él le alegró. Le daba un poco más de ánimos al recordarse que él estaba ahí por cualquier cosa. Le sonrió vagamente luego de su última declaración a los agentes y cuando el menor hizo aquella pregunta, estos se miraron entre si. El otro hombre, el que no había hablado antes, se dirigió al cantante. -Me parece que los exámenes de ADN son suficientemente confiables, Sr. Camui. Es imposible que el Sr. Takarai no sepa lo que pasó....- Hizo una pausa, como si algo se hubiera encendido repentinamente en su cabeza. -A menos, claro, de que haya actuado contra su voluntad...- De inmediato, después de pronunciar aquellas palabras, giró nuevamente a ver a Hyde, con duda en la mirada. -¿Es así? Está diciendo que no sabe lo que pasó, pero las pruebas hablan por si solas...- Una nueva pausa, se llevó una mano a la barbilla, en un gesto de meditar la situación que él mismo planteaba. Pero no esperó respuesta. -Eso solo quiere decir dos cosas... que está mintiendo o que por tercera vez en esta semana estamos en uno de esos casos...-

Ahora se cruzó de brazos y miró a su compañero con algo de burla o tal vez diversión reflejada en el rostro. Hyde frunció el ceño por sus palabras y aquella acción de su parte, pero pronto relajó el gesto siendo que en realidad era de esperarse. El agente le hizo una seña con la cabeza al otro para que salieran de la habitación. -Le dejaremos descansar por ahora, pero pronto recibirá noticias nuestras- Advirtió haciendo una leve reverencia y luego de que el doctor saliera detrás de ellos y cerraran la puerta, Hyde suspiró.

-Lo saben- Soltó sin más, y a pesar de eso, de pronto se sentía ligeramente mejor, la garganta no dolía tanto ahora que estaba más despierto. Se miró las manos aún entrelazadas sobre su abdomen y luego miró a Gackt. -La buena noticia es que no me harán nada.- Anunció con una media sonrisa, aunque no del todo grata. -La mala es que son tan ignorantes, que me someterán a terapia con un psiquiatra... si me va bien.- Volvió a apoyarse en la superficie que tenía debajo. -¿Sabes a cuantas brujas someten a terapia al año? Son idiotas...- Se cruzó de brazos haciendo un pequeño puchero y hundiéndose un poco entre las sábanas a modo de berrinche. Pero finalmente miró a su novio. Estiró una mano hacia él para que la tomara y pudiera acercarlo. -Ya vamonos~- Pronunció el gesto de antes moviéndose impaciente y tirándole besos al aire solo para que Gackt se acercara a besarlo.