... -Hyde-

Poco más de un par de meses habían pasado desde que todos en su grupo sabían sobre la existencia de Hyde en su vida de forma tan personal e íntima. Se suponía que luego de aquello todo marchaba bien, en el trabajo organizando nueva gira y cosas por el estilo, en casa Demian continuaba creciendo sin ningún problema y Akira continuaba con sus clases. El mayor por su parte y por que él sabía tenían varios proyectos con L'Arc~en~Ciel y VAMPS, en teoría se podría decir que todo marchaba como debía salvo un pequeño detalle que justamente comenzaba a resentir en aquellos momentos luego de haber bajado por el ascensor hasta el estacionamiento encontrándose con Vivian.

La chica se había abrazado a su cuello ejerciendo un poco de fuerza para hacer que el pelinegro se inclinara lo suficiente para que sus rostros estuvieran a la misma altura y mucho más cerca de lo habitual. Estaba con la espalda pegada a la puerta del piloto de aquel conocido convertible rojo, miraba fijamente los ojos del más alto hasta que de pronto e inesperadamente las bocas de aquellos dos famosos personajes se vieron unidas en un beso que Gackt tardó en corresponder, pero al final simplemente había cedido a ello.
El moreno rodeó la delgada cintura de la modelo con un brazo en tanto su mano libre bajaba hasta recorrer uno de sus muslos con cierta pasión.

¿Cómo había comenzado todo eso?... Hace exactamente una semana que Vivian, quien fue compañera de reparto hace algunos años del solista, había aparecido sorpresivamente en una de las fiestas de YFCz. Se encontraron, hablaron un momento y luego de muchas copas terminaron por alejarse del enorme grupo, sólo bastaron unas cuantas insinuaciones por parte de la chica para que aquella pasional noche entre ellos se desencadenara de forma rápida ayudados, por supuesto, del alcohol que tenían encima.

Luego de aquel día no se habían vuelto a ver, por una parte se sentía aliviado de no estar recordándose de forma frecuente lo que había hecho, pero aunque lo deseara con todas sus fuerzas no podía volver el tiempo atrás. En los siguientes días se excusaba con su novio diciendo que tenía mucho trabajo en la productora, por obvias razones se sentía pésimo al tener al castaño en frente, que le hablara y aún que le besara, prefería mantenerse alejado y distraerse haciendo muchas cosas que mantuvieran su cabeza ocupada, pero como no todo lo que brilla es oro ahora mismo se encontraba besando descaradamente a aquella "amiga" pese a que hace un par de minutos antes se había disculpado y cerciorado de hacerle entender de que lo que había ocurrido no era más que un error...

¿Con que era así como se sentía? Su cuerpo estaba paralizado, por varios minutos no supo como reaccionar. Lo primero que pensó: le había llegado la hora de pagar la cuenta, y vaya que era una cuenta larga...

Durante los pasados meses todo había transcurrido con normalidad. Los niños estaban saludables, Demian cada día estaba más grande y ya casi hablaba con total claridad y Akira ya era todo un jovencito. Lamentablemente para él, ahora que era humano podía llegar a pensar en lo viejo que se estaba poniendo. Aunque aquel fue un pensamiento que solo una vez se atrevió a externar en forma de broma en presencia de su hijo mayor.
El trabajo iba de maravilla, y aunque las giras eran algo pesadas por las largas jornadas lejos de casa y de su familia, como siempre, lo estaba disfrutando. En ocasiones lo dejaban cargar con los dos niños, a veces le era imposible y debía dejarlos. Por otro lado, los otros Larukus ya estaban enterados de absolutamente todo lo referente a su vida personal, incluso sabían de Gackt. Así mismo, KAZ y el resto de VAMPS.

En conclusión, todo iba bien hasta hace una semana. Gackt se había empezado a comportar diferente de unos días a la fecha, distante. Y finalmente de empezar a ir mal, fue a peor, hasta ese preciso momento. Ahora que estaba frente a la razón de su actitud.

Cinco minutos antes, como era de esperarse, su novio había salido del penthouse argumentando que tenía mucho trabajo en la productora. Él le creía, se dedicaban a lo mismo después de todo. Y la única tontería que le preocupaba esos días al verlo salir por aquella puerta era que sus besos ya no los sentía igual, por ridículo y cursi que pudiera sonar, algo había que no lograba disfrutarlos como antes.
Y ahí estaba ahora, llevaba ya en ese estacionamiento quizás unos cinco minutos más. Todavía inmóvil, ahí de pie sin atreverse a mover ni un músculo. En una mano apretaba las llaves de su coche; una mantita, por una jodida mantita venía a enterarse de esto y de esa forma... Pero no fue hasta que vio las manos del cantante moverse de aquella manera tan vulgar por el cuerpo de esa mujer que automáticamente alejó la vista de la escena y se giró dándoles la espalda, detrás de ese pilar en donde estaba oculto.

Se dejó caer sentado al piso en silencio y encogió las rodillas al pecho. De pronto se sentía miserable, como goma de mascar, pequeño y sin valor. Era una sensación horrible, su pecho se apretaba y se ahogaba por el nudo que se había formado en su garganta.
Un esfuerzo inútil por bloquear el llanto, pero ya no podía. Ahora no tenía nada de extraordinario, ningún poder. Era un simple humano, se sintió aún peor.
Una parte de él le indicaba que no tenía derecho a sentirse así, pues siempre supo que algún día debía rendir cuentas de sus malas acciones; la otra parte, simplemente estaba destrozada.

Un par de minutos más pasaron entre besos y caricias hasta que se separaron con la respiración acelerada, se incorporó hasta quedar parado de forma recta, aún tenía los brazos de la chica rodeando su cuello.

- ¿Fue un error, dices? - Preguntó de pronto la chica de negros cabellos con una divertida y maliciosa sonrisa en los labios. - No parece que lo sea~ -
Desde hace bastante tiempo que había deseado tener algo más con Gackt, a decir verdad había quedado con ganas de más pues en aquel tiempo en que habían tenido oportunidad de trabajar juntos un juego de coquetería había aparecido entre ambos, sin embargo nada pudo concretarse y eso se debía a que el solista en aquellos años comenzaba con ese conocido proyecto que fue MOON CHILD. Todos quienes estaban involucrados en el ambiente comentaban y murmuraban sobre esa extraña cercanía que tenía el moreno con el vocal de L'Arc~en~Ciel y ella ya empezaba a convencerse de que los rumores que se esparcían sobre aquella pareja eran ciertos, jamás pudo confirmalo, pero ahora eso ya daba igual. Había tardado un tiempo, pero al fin había conseguido, por fin tenía ese "algo más" entre el Gackt y ella.

- Si... escucha, sé que me estoy contradiciendo, pero tampoco me ayudas. - Chasqueó la lengua y tomó suavemente las manos ajenas para apartarlas de su cuerpo. - No puedo seguir haciendo esto, te llevaré al hotel... - Dijo decidido mientras buscaba las llaves de su automóvil en los bolsillos de su pantalón, no estaban... buscó en su chaqueta, tampoco estaban. Bufó por lo bajo con molestia.

- Gackt... no estoy pidiendo que tengamos una relación seria ni nada por el estilo, sólo divirtámonos un momento - Ladeó un poco la cabeza mientras hablaba un tanto curiosa por las reacciones. - ¿Buscas algo? -

- Las llaves están arriba... demonios, Vivian. Lo que pasó aquella noche fue sólo eso, no volverá a ocurrir y ahora no quiero ser grosero pero creo que tendrás que irte por tu cuenta, hablaremos otro día si quieres para aclarar todo esto... - No esperó aceptación por parte de la chica simplemente se giró y caminó de vuelta hasta el elevador, seguro la modelo se sentiría algo molesta al no prestarle mayor atención. De todas formas él tenía otras preocupaciones mayores, como el estar ocultándole todo ello a Hyde, el tener que mentirle todos aquellos días porque simplemente no podía mirarle a la cara.
Giró al final del pasillo, miraba el suelo que pisaba ignorando si Vivian había dicho algo más. Con unos cuantos pasos más llegaría al elevador y subiría, pero de pronto se detuvo, se pasó una mano por el rostro y respiró hondo. Había sido un completo idiota al corresponder aquel beso, se suponía que no lo iba a volver hacer.

Se introdujo en aquel pequeño espacio, pero no presionó ningún botón, sólo se quedó ahí. Si ahora subía y se encontraba con el mayor actuaría aún más extraño... era mejor quedarse ahí un rato hasta pensar con más claridad. Una vez más salió y apoyó la espalda en el frío muro de concreto a un lado, que imbécil era al dejarse llevar de esa forma tan estúpida...

Incapaz de pasar otro segundo en ese lugar y mientras aquellos dos seguían "entretenidos" se puso de pie. Ni siquiera supo de donde había tomado las fuerzas, de verdad había sido un golpe muy fuerte en muchos aspectos. Tal vez por el tiempo que había pasado sin sentir con aquella intensidad humana, diferente a la del vampiro.
Se levantó y caminó a paso rápido, casi corriendo, hasta el par de escalones que daban a la recepción. Atravesó esa parte del edificio, que afortunadamente estaba vacía, y se internó en el siguiente conjunto de escaleras para subir a los departamentos.
De inmediato sintió quebrarse por segunda vez al haber subido apenas dos pisos y un tramo hacia el tercero. Sin poder evitarlo, se dejó caer en el descanso más próximo. Se llevó las manos a la cara para cubrirla, ya no había podido contener las lágrimas, tenía las mejillas empapadas y la cara enrojecida, sentía que se ahogaba con todo eso que buscaba una liberación.

Tenía ganas de gritar para quitarse la presión del pecho. Maldijo su humanidad y por microsegundos pensó en una y mil formas de volver a perder su alma. De recuperar su inmortalidad y su capacidad de bloquear todo eso que ahora lo estaba asfixiando.
Su mente volaba, presa de esos sentimientos acumulados a punto de estallar. Todo era momentáneo, pensó. No podía durar para siempre y los pensamientos tan precipitados cederían en algún momento.

No podía volver así a su casa, estaba hecho un desastre y las lágrimas no se detenían. "Ya pasará" se repetía una y otra vez, sin obtener resultados por más que cerrara los ojos y tratara de tranquilizarse. La imagen se repetía de forma tortuosa y eso solo lo hacía llorar más. ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué Gackt había tenido que recurrir a eso? ¿Acaso lo que le ofrecía no era suficiente para él? Y además se había comportado tan cínico esos días. Lo odió. Arranque del momento, por más que se lo mereciera, Gackt no tenía razones para engañarlo, o eso creía.

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