Look at the starts~ -Elena-

Dejó pasar como si nada su leve sorpresa. Al menos se daba cuenta de que esa chica estaba muy lejos de saber si quiera que era una celebridad o cualquier mínima cosa sobre él. Pues si bien su vida y su carrera eran públicas, ahora se encontraba con una extranjera que no tenía nada que ver con todo eso, y esas personas siempre le hacían la vida menos monótona. Por lo tanto hasta su broma la tomó con diversión mientras la caminata no se detenía. -Yo- Contestó con simpleza comenzando ahora a andar hacia el mirador, quería mostrarle la ciudad desde ahí. Y entre menos vueltas le diera al asunto más rápido se extinguirían las sorpresas.
Se detuvo unos metros antes de llegar al mirador, todo ese trayecto iba de subida, le miró atentamente.
-Tienes razón, no debería dejarlos solos tanto tiempo. Sin embargo, espero que comprendas que tengo la psique atrofiada con todo el ajetreo que fue dar vida a otro ser con un cuerpo prácticamente muerto... así que, confío en que para nada les molesta que salga a dar cortos paseos...-
Explicó aún con cierta diversión.

Alzó ambas cejas, siguió caminando delante de él, comenzaba a interesarse más por el mayor, no por gusto, sino por su vida. Sonrió levemente negando con la cabeza y volviendo a mirarle, esto se sumaba a las mil cosas extrañas que le habían pasado esos años.
Paró el paso igual que Hyde y lo miró sonrió ladina y se cruzó de brazos.- Prácticamente muerto?, pensé que estábamos completamente muertos -dijo con algo de duda, abriendo muy bien sus ojos y volviendo a caminar, llegando por fin al mirador, se sentó y esperó al otro.- Bueno supongo que no... una depresión post parto sería mucho peor -le sonrió, había un par de cosas que estaba fuera de su imaginación, cerró los ojos y alzó una ceja, negó levemente.- Tengo una duda... tus hijos -hizo una pausa- no son vampiros?

Le hizo compañía sentándose a su lado en lo que era ya la parte exterior del mirador, desde ahí también se veía la ciudad. Suspiró profundamente. -Si estuvieras completamente muerta, muñeca, no estarías aquí- Le aclaró con una media sonrisa y se cruzó de brazos haciendo lo mismo con sus piernas.
-Solamente somos cuerpos vacíos, lo que está muerto es tu alma. Después de todo el cuerpo lo sigues utilizando ¿no es así?-
Añadió con una ceja levantada al momento que desviaba la mirada del paisaje a su acompañante. Soltó una risa por su comentario y luego su pregunta le hizo pensar que si entraba en detalles había muchas cosas que explicar.
Pero dado que después de todo, era una desconocida y ya así le había dado muchos datos de su vida, no hacía falta entrar en más detalles.
-Uno no lo es, el otro aún no lo sé... puede ser cualquier cosa-
Bromeó, aunque era verdad, estaba claro que iba a ser un híbrido pero aún no sabía si sería un vampiro o un demonio. Todo quedaba a la genética. -Pero vaya.. que la nueva aquí eres tu, Elena. ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Ya has pensado qué hacer con tanta vida?-

Rió por lo dicho y luego suspiró, Hyde le causaba gracia, había aprendido a reírse de lo que hablaban los hombres aveces, estaba mucho más relajada que antes, aunque no lo pareciera aveces.
Movió su cabeza hacia el como si aquello le hubiese parecido aburrido y le miró, pestañeando un par de veces, abrió los labios y luego los cerró estrechándolos un poco.- Vengo que Mystic Falls, Virginia -hizo una pausa, quería seguir el orden de las preguntas.- Ya llegué a donde iba, sin buscarlo, no voy a ningún lado en verdad, ahm... -se mordió un labio y miró hacia arriba.- No he pensado mucho en lo que será esta eternidad, he estado viviendo el presente, estoy sola, no tengo muchos planes que hacer estando sola -le dijo sonriendo y asistiendo con su cabeza levemente.- El otro día te vi en una fotografía, eres famoso? -preguntó de manera normal, no se esperaba algo muy grande ni tan pequeño, ya no se esperaba nada.

Le escuchó con atención. Supuso que Virginia era también el lugar de donde venía Damon y que ahí se habían conocido. La verdad era que estaba realmente interesado y tentado a preguntar, quería saber, tener las armas para debilitar a aquel vampiro que acechaba su ciudad día con día... pero al final se auto-limitó y permaneció escuchándola es silencio.
-Con el tiempo sabrás qué hacer, digo, una eternidad es demasiado como para quedarse solo. Te volverías loca.- Bromeó con una sonrisa.
La cual desapareció un poco apenas dijo aquello. Así que después de todo, la situación no era tan color de rosa como se lo imaginaba, aunque ¿qué tanto podría ser lo que supiera?.
De todas maneras, de pronto se sintió ligeramente incómodo. Suspiró. -Algo así- Rió. -Depende de en dónde la viste- Continuó en el mismo tono entretenido.

Sonrió, había pensado en pasar la eternidad con un hombre, sólo con él, pero ya no era así, eso había acabado y creía que después de todo había sido lo mejor para ambos. Elena sabía bien que aun le afectaba su asunto con Stefan y no pretendía decírselo a nadie, tampoco quería que Hyde usara demasiada información contra Damon; sí, algo había sospechado de él, quizás su viejo amigo le había dado problemas al querer llamar la atención; pero al final, fuese como fuese era en Salvatore ahora en quien podía apoyarse en el pueblo, no en el rubio.
Notó el nerviosismo del otro y lo miró curiosa, sonrió.- Vaya... te complica el asunto, eres actor porno? -rió divertida- no vería tus cosas homosexuales, descuida -sonrió con los ojos cerrados.- No sé donde la vi, iba pasando y solo recuerdo tu rostro, tenías el pelo de otro color -dijo como si nada- muchos vampiros a través de los años van desarrollando más cualidades, deportivas, musicales, culturales en general, no me sorprendería que fueras un famoso y no me importa mucho en realidad, con tal que no comiencen a acosarme a mi con preguntas extrañas, todo bien- aclaró rápidamente.- Oh! quizás algún día me convierta en actriz o cantante o no lo sé -sonrió mirando el cielo.

No pudo evitar una risa más pronunciada que alcanzó a tapar con una de sus manos y apenas se pasó, devolvió la mano con la otra cruzadas sobre el pecho. Le sonreía ahora ampliamente, divertido. -Definitivamente no tiene nada que ver- Dijo por fin recuperando un poco el aliento.
Se quedó un momento escuchándola al mismo tiempo que volvía a ver el paisaje frente a ellos. Las luces de Metropolis eran más intensas que en otras ocasiones, se debía a las fechas, la gente se volvía loca en esas fechas.
Al final de sus palabras, bajó la mirada a un punto más cercano, justamente hacia las copas de los árboles que se veían por debajo de la montaña.
-Soy músico- Confirmó sin más, ella acababa de decir que no le importaba mucho. Y aunque no comprendió por qué podrían acosarla a ella, su última declaración le hizo levantar la mirada hasta devolverla a su rostro.
-No estaría mal, me imaginaré que detrás de esa cara linda hay un talento oculto- Suspiró y del bolsillo sacó el móvil para ver la hora. Lo devolvió a la gabardina y se puso de pie.
-Debo volver a casa, como dices, no debo dejarlos solos mucho tiempo... quieres caminar conmigo hasta el edificio o puedo abandonarte aquí si quieres- Bromeó alejándose unos pasos con todas las intenciones de echar a andar, pues había estado fuera más tiempo de lo que acostumbraba y ahora tenía responsabilidades.

Rió un poco más con el cuando notó lo bien que se lo había tomado y luego le miró sonriendo.- Músico, genial -asistió sonriendo. Y luego miró hacia el frente.- Si hay un talento no me esforzaré en buscarlo tan pronto, no me quiero aburrir de él -sonrió y volvió a mirarlo cuando sacó su móvil, se quedó sentada cuando el otro se puso de pie y asistió.- Déjame tirada aquí, no me puede pasar nada muy malo -le dijo desde su posición y le vio alejarse.- Algún día escucharé tu música Hyde - esperó a que se alejara para recoger las piernas, abrazarlas y apoyar una de sus mejilla en las rodillas, cerró los ojos después de ver desaparecer la cabellera rubia del mayor.

Aceptó su decisión dedicándole una última sonrisa sincera a aquella muchacha y mientras ella decía lo último él vacilaba en el mismo lugar. -Vivo en el 666, por si puedo servirte de algo más.- Le hizo una reverencia antes de comenzar a caminar montaña abajo. -Fue un verdadero placer, señorita Gilbert- Añadió en voz alta, despidiéndose finalmente de ella con una mano y pronto acelerando el paso hasta perderse entre los árboles.