En busca de consuelo~ -KAZ-

De todas las personas que pasaron por su mente mientras buscaba un buen par de oídos que le escucharan, el nombre de KAZ había sobresalido entre todos. Él siempre lo escuchaba, aunque a veces fueran solo tonterías. Era el que mejores consejos le daba, además de ser en quien más confiaba últimamente. Habían pasado pocos días desde el suceso de Gackt y aquella mujer en el estacionamiento. Y a pesar de que le había dicho al cantante que lo perdonaba y las cosas habían estado "mejor", dentro de lo que cabía, no podía sacarse todo ese asunto de la cabeza. Ahora siempre tenía miedo de que Gackt se fuera con alguien más. Si llegaba tarde, tendía a enojarse y tirarle en cara cosas que no sabía si eran verdad. Se sentía como una novia celosa y psicópata.

Por eso le parecía que hablar con alguien era profundamente necesario. Alimentó a sus hijos, les llamó a una niñera y bajó las escaleras del edificio hasta el cuarto piso. Para variar, Gackt estaba trabajando, así que por él no hubo mayor problema. A paso lento se dirigió a la puerta de KAZ y golpeó la madera tres veces. Esperó un momento hasta que el ruido del otro lado le hizo saber que su amigo estaba en casa. Sin embargo, golpeó otras tres veces y esperó...

En el transcurso del día no había hecho nada, dentro de lo que cabía, productivo. Pensó en salir pero la pereza le abatió por lo que tomando una de las tantas guitarras que tenía comenzó a rasgar las cuerdas a un ritmo aleatorio, sólo tocando para pasar el tiempo. Así estuvo por un rato, mirando a través de la ventana de la habitación hasta que el sonido de la puerta ser tocada quebró el silencio sepulcral. ¿Quién era? Ninguna persona se le pasó por la mente mientras se ponía de pie para atender. El que tocara de forma tan insistente sólo provocó que alargara los pasos que daba hasta la puerta. — ¡En un momento! —Anunció para calmar las posibles ansias que pudiese tener el sujeto.

Y vaya sorpresa se llevó. Bastó con que se asomara por la mirilla para distinguir a Hyde afuera. No le molestaba, en lo absoluto, pero no esperaba que apareciera justo ese día y no tardó en abrirle. —Pensé que no dejarías de golpear la puerta. ¿Pasó algo? —Lanzó la pregunta pero por costumbre sabía que cuando se aparecía no era sólo para decir un “Hola y adiós”. Algo deseaba, la intuición se lo decía. No tardó en ofrecerle lo siguiente. —Puedes pasar, Hyde. –Dejó el espacio suficiente para que pudiera ingresar a la casa.

Sin embargo, antes de que su amigo terminara de hablar e ignorando su ofrecimiento, lo primero que hizo fue lanzarse a sus brazos rodeándole por la cintura y apoyando la cabeza en su pecho. Todos esos días le había hecho tanta falta hablar con alguien que agradecía enormemente que KAZ fuera esa persona que al menos por un rato lo iba a sacar el hoyo en el que estaba. Apretó al guitarrista entre sus brazos y un tierno puchero se le formó en la boca. -Kazu~- Chilló con voz mimada y luego de un momento lo soltó para meterse al departamento. Creía nunca haber estado ahí y es que tal vez no se había tomado la molestia.

Observó todo sin tocar nada como un niño en un museo y cuando encontró un sillón cómodo para sentarse, lo hizo. Levantó la cara para mirar a KAZ y le sonrió débilmente. -¿Cómo estás?- Se percató de la guitarra que estaba cerca y se estiró para alcanzarla. La colocó sobre sus piernas y tocó un par de acordes. -¿Estabas ocupado? ¿Te interrumpo?- Preguntó con curiosidad con las manos aún sobre las cuerdas pero ya sin emitir sonido.

El abrazo aunque lo tomó por sorpresa, no fue capaz de rechazarlo y al contrario, se vio correspondiéndolo tan pronto lo recibió. Era capaz de ver el tierno gesto formado en el rostro del vocal tanto como escuchaba chillar con una voz mimosa que causó que sonriera suavemente. Permitió que se soltara y el gesto se deshiciera para así poder encargarse de cerrar la puerta del apartamento. No todos los días se recibía una visita pero con suerte éste último estaba todo recogido. Dio vuelta para poder caminar hasta el sofá donde estaba Hyde (con su guitarra, cabe destacar) y se sentó en el sofá que estaba frente al mismo. Todavía no le contestaba las preguntas.

—Estoy bien, algo aburrido porque no tengo nada importante que hacer. —Respondió tres preguntas de un tiro y vio a Hyde fijo por unos segundos. Llámenlo místico o raro pero notaba algo extraño. Era un no se qué, un no sé cual, pero había algo raro. — ¿Y cómo estás tú?—Indagó en la espera de saber si eran cosas suyas o no se equivocaba.

Su sonrisa se amplió apenas ligeramente al escuchar su respuesta, le gustaba que KAZ siempre tuviera tiempo, en especial cuando era tiempo para él. -Entonces qué bueno que vine a hacerte compañía, ¿no?- Añadió en un susurro y volvió a dejar la guitarra a un lado al momento que escuchaba como el otro le regresaba la pregunta. Se mordió el labio para no empezar a berrear todo lo bien que no estaba.

Le miró frente a él y se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas. Suspiró. Últimamente cuando tenía un problema y alguien simplemente le preguntaba cómo estaba, de inmediato sentía ganas de llorar. Esta vez se contuvo. Había bajado la cara pero volvió a subirla mostrándole esa sonrisa pequeña de antes. Esa sonrisa que ahora tenía un toque de amargura. -Gackt se acostó con una mujer, hace dos semanas-
Una vez más bajó la mirada hacia sus manos, las cuales de pronto comenzaron a juguetear una con la otra. - Hace una semana lo vi besándola en el estacionamiento...- Hizo una pausa, todavía sentía el dolor a pesar del tiempo pasado. Se sentía triste y traicionado, no habían sido días fáciles teniéndolo bajo el mismo techo. -No sé porque tomo decisiones tan apresuradas... tal vez me equivoqué esta vez- Terminó, refiriéndose al haber cambiado por Gackt. En ese momento, como los días anteriores, se había arrepentido, Gackt no se lo merecía...

Se limitó a asentir y no se apresuró en esperar una respuesta. Esa sonrisa cargada con amargura y la próxima respuesta que siguió lo dejó con un gesto más que sorprendido. ¿Qué Gackt había hecho qué? Tuvo que quitar el gesto de sorpresa lo más rápido que se le fue permitido, sintiendo una terrible molestia que logró disimular. —Yo…— Separó los labios para decir algo pero las palabras no salían aún. Liberó un suspiro pesado y se levantó del sofá con rumbo al que estaba enfrente.

Sólo un par de pasos bastaron para que llegara al asiento y quitó la guitarra de en medio para sentarse, dejándola al lado para que no estorbara. Aún era capaz de notar todos los sentimientos que lo invadían y de seguro, las ganas de echarse a llorar que estaba aguantando. Si Camui de verdad había hecho eso, era un tonto. — Podría ser tarde para pensarlo, pero no es tu culpa cuando lo menos que veías venir era una traición de su parte. —Habló finalmente. — Así que espero que no pienses que todo ha sido error tuyo por tomar decisiones como esas. — Puso los codos sobre sus rodillas y así pudo inclinarse hacia el frente para verlo a la cara. — ¿Qué hiciste después de eso? –Podría sonar como una pregunta estúpida pero bastante necesaria la consideraba.

Escuchó los pasos de KAZ dirigirse hacia su lado y en automático levantó nuevamente la mirada para encontrarse al guitarrista sentado junto a él. Escuchó sus palabras, tal vez tenía razón, tal vez no. Por ahora continuaba cegado por la decepción y no sabía qué pensar. No había podido tener un momento para reflexionar, o más bien no había querido. Negó con la cabeza aunque la realidad era que sí pensaba que era su culpa, que todo eso le pasaba a causa de sus errores en el pasado.

Entrelazó los dedos de sus manos mirando a KAZ a su lado. -Estos últimos días no he podido estar en paz. Se la pasa todo el día trabajando y lo único que puedo pensar es que está con ella o con quien sabe quien. Ya no confío en él y él no lo hace nada fácil, como si nada me dice que me ama... ¡Es un cínico!...- Al avanzar de sus palabras el nudo en su garganta había crecido y al final había explotado en un llanto silencioso. Hizo una pausa agachando el rostro y sosteniéndolo con las manos.

Se limpió las lágrimas con una de las mangas del suéter a rayas que llevaba puesto. -¡Y yo un estúpido!- Finalmente se giró por completo hacia el menor, echándole los brazos al cuello y abrazándose a él como si de eso dependiera su vida...

Escuchó con atención lo que le decía y lo dejó hablar, sin los ánimos para interrumpirlo mientras se expresaba. Primero dejaría que le contara lo que lo aquejaba y no deseó interrumpirlo. Volvió a dejar salir un suspiro y colocó una mano sobre la espalda de Hyde, haciendo caricias circulares a modo de consuelo al verlo llorar, todo hasta recibirlo de lleno en los brazos.

Lo rodeó con cierta fuerza a sabiendas que en una situación así lo más que se necesitaba era un buen abrazo y alguien que te escuchara. Se mantuvo abrazándolo con una mano y la otra la llevó a acariciarle un poco el cabello, buscando que se calmara aunque fuera un poco. — No vuelvas a decir que eres un estúpido, ¿de acuerdo? —Abandonó las caricias y sólo se mantuvo en esa posición, abrazándolo.

— No te culpo por pensar que es un cínico y ciertamente lo que él hace está mal, pero no por eso tú tienes que ser un estúpido. No lo eres y espero que no vuelvas a decirlo. —Suspiró abandonando las caricias pero no lo separó del abrazo. — ¿Sólo dejaron las cosas así sin más? Eso sólo acabaría empeorándolo más.—Estaba claro que con la pregunta buscaba saber si solucionaron el problema, cosa que veía, no había sucedido si Gackt aún le decía “Te amo” con la cara fresca como lechuga.—No me gusta verte así.—Agregó de manera sincera y apartó para verle.

Sollozaba en silencio mientras escuchaba las palabras de KAZ tan cerca de su oído. Se sentía aliviado de por fin haber sacado aquello, más tranquilo al estar recibiendo el cariño sincero de su amigo. Continuó abrazándolo sin tener ánimos aún de apartarse. Sus palabras estaban procesándose en su cabeza. -Si, así lo dejamos, no hemos vuelto a hablar del tema- Contestó con sinceridad. Además de que algunas noches Gackt ni siquiera dormía con él, sus besos le sabían diferente, sentía que lo miraba de otra forma... Y tal vez todo eran imaginaciones suyas, pero eso no se lo dijo a KAZ.

Se apartó para mirarlo también, con los ojos húmedos por las lágrimas, la mayoría de estas depositadas en los hombros del guitarrista. Se limpió nuevamente con las mangas y sonrió débilmente. -No sé qué hacer para volver a confiar en él. Me jura que me ama y que no volverá a pasar pero algo no me deja creerle- Hizo una pausa para sacar un pañuelo de su bolsillo. Era una época en la que se encontraba demasiado sensible, incluso más que cuando estuvo embarazado, y se había acostumbrado a cargar papel higiénico o pañuelos en las bolsas.

Se limpió la nariz. -No me gustaría que terminara hartándose de mi por reclamarle por todo. ¡Estoy peor que Megumi!- No pudo evitar una risa por ese último comentario y al recordar verse proyectado en muchas acciones que su fallecida esposa acostumbraba y que a él le molestaban y que al final él ahora hacía con Gackt.

La risa se le vio contagiada de manera pegajosa pero desapareció cuando se dispuso a hablar. Hyde estaba en todo el derecho de reclamarle a Gackt por lo que hacía porque, vamos, todo el que supiera de la relación entre esos dos podría rápido deducir lo tan enamorado que se encontraba Hyde, al punto de renunciar hasta a la inmortalidad. — ¿Por qué crees que deberías tú hacer algo para volver a confiar en él, Hyde?— No estaba buscando regañarlo a pesar del tono serio, más bien estaba en la búsqueda de hacerlo pensar en la forma en que se estaba expresando.

— Creo que en lugar de ser tú el que haga algo, debería ser él. Camui debería demostrarte que puedes confiar de nuevo, no debes ser tú el que se fuerce en confiar en una persona en la que perdiste la confianza desde eso. — Explicaba lo que pensaba al respecto de manera tranquila. — Es como si te quisieras forzar a hacer algo que te cuesta o no debes.

Se coló un pequeño silencio en el medio pero que al separar los labios no tardó en ser roto por la voz propia. — Deberían terminar de hablar respecto a eso. Dejar las cosas hasta ahí no sería bien considerando que te molesta y él sólo se la pasa trabajando. — Quiso decir “a modo de evitación” pero no lo hizo. — Quizás hablando toda esta situación se pueda aclarar más en lugar de empeorar así, ¿no lo has pensado?

Escuchó su pregunta y no atinó a decir nada "inteligente" antes de que el otro continuara. Tenía razón, él no tenía por qué hacer nada, Gackt solito había perdido su confianza sin su ayuda, solo debía recuperarla. Esta vez se había portado bien, había sido bueno y fiel al cariño que le tenía al alto cantante.
Esta vez no había sido él quien se equivocara. Le cayeron las palabras de KAZ como un valde de agua fría. Incluso había dejado de llorar.

Aprovechó ese silencio para, por última vez, limpiarse la cara. Miró a su amigo de frente. -Gracias KAZ, en serio, siempre sabes qué decir- Por segunda vez se tiró a sus brazos, apretujándolo cariñosamente y finalmente besando su mejilla. -Además de que eres de las pocas personas a las que les dejaría verme llorando- Bromeó dando una palmada amigable en su hombro. -Hablaré con él, si de verdad me ama tiene que aprender cómo recuperar mi confianza, ¿ne?- Le sonrió, agradecido con sus palabras y su apoyo. ¡Cómo quería a ese muchacho!

Lo recibió con los brazos abiertos para darle el abrazo donde se dejó apretujar y apretujó de vuelta, muy aliviado de que hubiera dejado el llanto para otra ocasión. No estaba impuesto a que le dijeran palabras así por no decir que era extraña la vez que brindaba esos consejos a los demás, pero que se lo dijeran tampoco lo apenaba. —No tienes que agradecer. —Soltó una risa por el comentario. —Comenzaré a sentirme especial por eso. —Bromeó de vuelta para así, notar la sonrisa más sincera que le brindaba. — Así es, si él quiere recuperarla, deberá luchar por ella Estoy seguro de que todo saldrá bien, aunque sea una situación difícil. —Optimismo ante todo.

Pasó apenas un pequeño silencio antes de que se sintiera un mal anfitrión. — ¿Quieres algo de beber?—Preguntó para no sentirse que recibía tan mal a un invitado, aunque Hyde era uno que podría decirse, estaba acostumbrado a recibir pero la educación y atenderle como el invitado que era se mantenía presente.

Dio un amigable golpe en su hombro riendo levemente. -Eres especial, KAZ- Confesó y ya un poco más tranquilo se limpió la cara con el papel que apretaba en una mano. Tomó un poco más y terminó con su tarea, aunque ahora sentía los ojos hinchados. Finalmente le sonrió al guitarrista. -Si no sale bien, solo deberé castrarlo- Bromeó soltando una risa más natural y sincera.

Suspiró, todavía sonriendo y alzó la cara cuando escuchó su ofrecimiento. -Ahora mismo tengo ganas de beber alcohol hasta no saber más de mi, pero sé que no es buena idea- Rió de nuevo y se acomodó en el sofá, subiéndose hasta el respaldo y apoyando ahí la espalda. -Un café me hará bien, creo- Si, esa falta de costumbre a la comida, mientras era vampiro tomaba y comía pero no sabía exactamente qué le gustaba, además del ramen, nunca dudó del ramen.

Lo observó con una casi mirada reprobatoria cuando mencionó el alcohol, sólo para soltar segundos después una risa contagiada. —Creo tener algo de café por ahí. —Se puso de pie en dirección a la cocina que no quedaba para nada lejos. Pasaron unos segundos antes de que se asomara, todavía sin verificar si había lo que Hyde pidió. —Puedes quedarte ahí si quieres. —Habló sin tener que alzar demasiado la voz y una pequeña sonrisa. Dicho aquello se metió de nuevo en la cocina a buscar la harina de café, que sabía que por algún lado tenía que tener.

Como vampiro era obvio que no necesitaba comer esas cosas. Le era demasiado extraño tener que comer cuando estaba en casa, sólo las tenía para poder disimular ante los ojos que desconocían su condición. Después de buscar un rato comenzó a preparar el café para Hyde, oliendo ese característico aroma. Regresó al cabo de unos buenos minutos con la taza de café y se la entregó, volviendo a sentársele al lado. —Espero que te guste, no recuerdo la última vez que preparé café. —Exageró adrede.

Le sonrió de vuelta y como el guitarrista dijo, se quedó ahí, esperando. Observó un par de veces las cosas a su alrededor. KAZ tenía un gusto muy particular, le gustaba. Luego de un momento, se apoyó en el respaldo hundiéndose en el asiento un poco hasta que el aroma característico de la bebida que había pedido salió de la cocina.
Esas "nuevas" sensaciones que iba conociendo conforme se acostumbraba más a ser un humano. De pronto, la idea de beber café era extrañamente atractiva.

Continuó esperando unos minutos más, podría encender la televisión... vio el control remoto sobre la mesa de centro pero no se molestó en estirarse para tomarlo, realmente no era una idea que le llamara demasiado la atención. Se incorporó cuando vio a KAZ volver por donde había desaparecido.
Tomó la taza que le ofrecía y la sostuvo sobre sus piernas un momento, rodeándola con ambas manos. Estaba caliente, un calor que se sentía bien en sus palmas.

Le sonrió con sinceridad. -No exageres, esto no tiene mucha ciencia- Bromeó con un tono que buscaba molestar al guitarrista. Se acercó el borde de la taza a los labios y sopló el líquido con suavidad un par de veces, luego bebió un sorbo pequeño. Se saboreó un poco y finalmente frunció ligeramente el ceño. -Si, le falta azúcar- Al parecer se volvía bueno en eso de las bebidas y la comida. Sonrió divertido a su amigo. -Pero así está bien, ahora que soy humano debo cuidar mi alimentación- Añadió sin una pizca de intención de ponerse en pie e ir por más azúcar.

Dio un par de sorbos más y dejó la taza en la mesa. Se giró hacia KAZ quedando de lado en el sofá, subiendo un brazo al respaldo y usando su mano como apoyo para su cabeza. Le miró ahora entornando los ojos. -Me gustaba más ser vampiro, quizás me arrepienta. Después de tantos años, no me imagino como un anciano...- No, no sabía por qué de pronto aquello había acudido a su mente, pero ahora tenía pensamientos que podían considerarse "fruto del momento". Recuperar su inmortalidad, dejar a Gackt, irse con sus hijos y no sentir más dolor... aunque muy seguramente luego se arrepentiría de nuevo, esta vez de haber pensado todo eso. Suspiró.

“No tiene mucha ciencia”. Lo escuchó decir. Tuvo que ahogarse la risa y a la vez la pena por el hecho de que el café no haya quedado tan bien como esperaba. No era como si él lo tomara mucho y si lo hacía era seguro que no era él quien lo preparaba. Le pasó por la cabeza el ir a buscar un tanto más de azúcar para el café mas el ver –y escuchar- la taza ser colocada sobre la mesa a un lado hizo que evitara la tarea. Ciertamente no tenía problemas en ir pero ya que Hyde dejó la bebida caliente allí, ¿para qué ir? Se dedicó más bien a escucharlo hablar como siempre hacía, sin intenciones de interrumpirlo y que sólo expresara lo que quería decir. Imitó una pose similar a la del vocal al girarse con la excepción de no colocar el brazo sobre el respaldo y más bien recargarse de éste sin dejar de prestarle atención.

—Oh. —Más que no saber qué decir por lo que le acababan de “confesar’’ o admitir, fue más bien como sorpresa. Cuando habló con Hyde antes de que todo eso pasara, se veía tan feliz de poder ser humano de nuevo.

Tenía sus ventajas, ¿no? Poder comer teniendo hambre de verdad, pasar desapercibido, no tener sospechas respecto a lo joven que aún lucías y por supuesto, no quemarte bajo los rayos solares. Pero claro, no era lo mismo convertirte en humano después de más de medio siglo siendo vampiro.

—No parecías pensar mucho en que con el tiempo envejecerías al contarme todo eso. —Optó por decir primero y se acomodó mejor. —Envejecer es parte de ser humano, ¿lo tuviste en mente al momento de hacer la regresión?—Hizo sólo una pausa y prosiguió. — ¿Qué te hace pensar que te arrepentirás?—Una sonrisa divertida la bailoteó en los labios. —Siempre quedará la opción de que si te arrepientes, convertirte de nuevo. —Comentó con un notable tono de broma en la entonación. Dudaba, así como también quería creer, que el vocalista no se había arrepentido de ser humano y sólo pasaba por una “pequeña crisis”.

Asintió a sus primeras preguntas. -Mi carrera fue una de las razones por las que decidí hacer el cambio- Confesó, recordando aquel momento en que el hecho de que siendo una figura pública algún día levantaría sospechas por no envejecer, pasó por su cabeza. Luego se alzó de hombros, restándole importancia a lo siguiente. -Todo puede pasar- Había sido la respuesta que le llegó de pronto a la pregunta de KAZ, aunque tal vez lo que en realidad había querido decir era: "Si Gackt vuelve a ser infiel, no lo pensaré dos veces"
Sonrió con complicidad y al escuchar sus últimas palabras le miró, notando su diversión y que era una broma muy obvia, sin embargo, pensó que de verdad podría llegar a considerarlo.

Bajó la mirada luego de un momento. -Si me arrepiento, ¿me devolverías la vida eterna, KAZ?- Levantó nuevamente la cara, no rió ni mostró un ápice de estar bromeando, aquello iba totalmente en serio. En alguna ocasión había pensado en Damon como "aliado" en aquella tarea, pero pensándolo mejor, KAZ sería su primera opción en un caso así de extremo. Dejó pasar unos segundos en silencio pero sin esperar una respuesta por parte del otro, suspiró y continuó. -Si tenía una razón más fuerte que mi carrera, esa era Gackt. Siento que si él llegara a dejarme, con él se irían mis ganas de vivir...- Rió levemente, dejando una sonrisa algo triste en su rostro. -Bueno, tu me entiendes...- Permaneció otro momento en silencio, lo había comprobado dos años atrás, estaba estúpida e irremediablemente enamorado, tanto que había llegado a diversos extremos y ahora se ponía a pensar en todo.

Gackt no tenía por qué buscar cariño, o mejor dicho, placer, en otros lugares. Él era suficiente, debía convencerse de eso y no dejarse vencer por aquella "pequeña crisis".

Lo pensó, sinceramente lo pensó. ¿Devolverle la vida eterna a Hyde? Era algo que debía pensarse. Hyde ya se había librado de ella para como si nada, él se la devolviera. Al principio fue raro acostumbrarse a ver a éste último como una persona normal –dentro de lo que cabía- por lo que tener que convertirlo, regresarlo a lo que antes era sólo por si se “arrepentía” no le parecía a K.A.Z la mejor idea. Sonaba más a capricho todo porque alguien lo había dejado. —No, no te la devolvería aunque lo pidieras, Hyde. —Fue sincero ahora con un brillo de determinación y seriedad en los ojos, contrario al que cargaba con anterioridad con cierto tinte bromista. Ahora iba enserio y aunque Hyde era su mejor amigo y casi nunca le negara cosas a estos, era una de esas las que le podría negar.

A veces le sorprendía lo tan enamorado que su amigo estaba, al punto de asegurar que sin esa persona, en este caso, Gackt, no tendría ningún motivo para continuar viviendo. Vaya forma de pensar y vaya amor el que le tenía al solista, ¿no? Más que molestarse ello causó que se le formara una pequeña sonrisa en los labios. —Sí, te entiendo muy bien. —Dijo sin borrar el gesto. En parte lo hacía, no era de piedra y una que otra vez pudo haberse enamorado, pero nunca hasta el punto en el que Hyde lo había hecho.

—Yo en todo caso, aún no he pensado en lo de mi carrera, creo que por ahora todos creen que es la ‘magia de los japoneses’.—Enfatizó lo último con el uso de los dedos índice y medio al moverlos cuando hablaba. —Seguro de que me las arreglaré.—Siempre lo hacía, ¿por qué ahora no? Al menos si Hyde tenía suerte en su nueva decisión era que ya no tendría que preocuparse por los medios al no lucir mayor, solo en estar con la persona que amaba y la familia que entre los dos habían formado. Se sentía feliz por él.

Aquella respuesta del otro le había dado un duro golpe en el ego, ¿KAZ le había dicho que no? Le miró fijamente sintiéndose a punto de volver a soltarse a llorar pero solo hizo un pequeño puchero como para aguantar esa sensación. De inmediato se lo atribuyó a los sentimientos del momento pero si se sintió algo traicionado, quizás.
Vagamente escuchó lo siguiente y finalmente no pudo evitar sonreír levemente por aquellas palabras de su amigo. Se limpió la cara con la manga pues aunque se había esforzado, una lágrima se había escapado por una de sus mejillas.

-Ya veré qué pasa. Tampoco es como si fuera tan tonto como para volver a tomar una decisión tan apresurada y en tan poco tiempo.- Argumentó, realmente más para si mismo. KAZ hacía bien aunque doliera. Era algo pasajero, ya estaría bien con Gackt. Aunque tal vez el recuerdo le quedaría para siempre y si sucedía que se volviera a repentir, su segunda razón subiría a primera, así de fácil. Debía tener en mente que todas las decisiones que tomara ya no eran solo por él.

Rápidamente y con todo aquello en mente, volvió a los brazos del guitarrista y se acurrucó a su lado en el sofá. Le rodeó la cintura con una mano y se acomodó en su pecho encogiéndose un poco. -¿Puedo quedarme contigo esta noche?- Levantó un poco la cara para mirarlo de modo tiernamente suplicante.

Después de haber dado esa respuesta, rogó a quien lo escuchara que Hyde no se echara a llorar. La había dicho pero no pensó que el vocal podría tomárselo tan a pecho. Disimuló un suspiro de alivio al notar que no lo tomaba de peor forma y que pareció entenderle, todo a pesar de la pequeña lágrima que apartaba con ayuda del abrigo y sonrió con el mismo alivio que el anterior suspiro al notarlo “recapacitar”. La sonrisa le indicó que todo estaría mejor e hizo que él mismo formara una en sus labios.

Optó sólo por asentir y no seguir dando lata con el tema. Lo mejor era dejarlo a un lado, no volver a tocar dicha conversación hasta que fuera necesario, cosa que esperaba no sucediera. Deseaba que todo para su amigo estuviera mejor, que no contemplara de nuevo la opción de la vida eterna y estuviera feliz junto a la persona que amaba hasta el final. Qué curioso, le recordaba a cierta canción de VAMPS.

Lo recibió entre sus brazos como si fuera un pequeñín, bajando la vista para mirarlo con un deje de diversión al captar el puchero que intentaba “manipularlo”. Tonto puchero, era tan tierno que le era imposible negarse. —Sabes que no tengo problemas con que te quedes, Hyde, pero no sé si pueda molestarle a otra persona. —Era demasiado obvio a quien se estaba refiriendo, ¿no?—Y tampoco tienes ropa para dormir. —En un gesto divertido atrapó la nariz de su amigo entre el dedo medio e índice y jaló de ella muy suave. La soltó de inmediato. —La otra habitación está vacía, por si la quieres usar. —Eso era un “sí” absoluto, lo otro sólo debería resolverlo éste, o ya se contemplaría dándole de su ropa para que durmiese.

Rió con un poco más de ganas al escuchar su comentario, claramente dirigido al cantante que fungía como su pareja. Se incorporó para verle. -Él estará bien- Hizo un movimiento con la mano como restándole importancia y volvió a reír, divertido. KAZ siempre podía reanimarlo, por más al fondo que se encontrara. Aceptó su gesto con una expresión infantil en el rostro y subió una mano a su cuello para tomarse de este e impulsarse cerca de su rostro. Le besó la mejilla ruidosamente, como solía hacer a veces para demostrarle su agradecimiento. Murmuró un leve "Gracias" y luego en un movimiento rápido bajó esa mano al trasero del guitarrista y palmeó este un par de veces como si de un bebé se tratara(?).

-No te preocupes por eso, yo me arreglo con la ropa, creo que mañana será un largo día para mi- Mientras decía esto, se incorporaba en el sofá y se arreglaba las prendas que, por la posición, se habían movido ligeramente de su lugar. Luego le miró por última vez, en silencio por unos segundos, y finalmente se puso de pie. -Oyasumi, Kazu-chan~- Se inclinó para revolverle el cabello de forma cariñosa y paternal.

Le sonrió con ese mismo aire y con unos cuantos pasos llegó a la habitación extra que KAZ no utilizaba, pero una vez en el marco de la puerta, volvió a girarse. Había cambiado de idea. -Ven, quédate conmigo un poco más ¿si?- Con una mirada rápida señaló el cuarto detrás de él, invitándole.

De no ser porque ya estaba demasiado impuesto a los gestos para demostrar afecto de su amigo, se habría espantado. Eso sí, era inevitable que se alejase un poco de ellas sin darse cuenta, a excepción del beso en la mejilla que lo tomó bastante desprevenido pero no evitó que murmullara por igual un “De nada”. El siguiente silencio daba por hecho que comprendía lo que decía, y una vez Hyde estuvo de pie también pudo hacerlo él. Con las manos logró acomodar una que otra arruga sobre la ropa. Para cuando alzó el rostro pudo devolver la sonrisa. —Oyasumi, Hyde—Respondió de vuelta.

Debió seguir un sendero similar al del vocal, caminando seguido de él hasta pasarle de largo e ir hasta la puerta correspondiente. Sólo le dio el tiempo suficiente para alzar la mano con toda la intención de girar la perilla hasta que esa vocecita le llamó. —Pero…—Casi se quedó balbuceando la misma palabra por unos segundos. Su intención era que Hyde descansara bien, pero teniendo en cuenta las circunstancias, suponía que un rato más no le haría mal a nadie.

—Está bien, —No le llevó la contraria, y retomó el rumbo de los pasos hasta donde estaba Hyde. Cuando estuvo frente a éste esbozó una sonrisa más divertida. —pero sólo un rato~.—Era notable que sólo fue una broma. Si Hyde le podía que pasara más rato con él, lo haría sin chistar. Es lo que hacen los amigos, ¿no?. Esperó a que éste pasara al interior de la habitación para poder hacerlo él y entrecerrar la puerta para cuando debiese salir.

Entró antes y dio un salto hasta la cama en donde cayó de rodillas para luego recostarse y rodar hasta la pared a la que estaba pegado el colchón dejándole el resto del espacio a KAZ, pues aunque era una cama individual, cabían perfectamente ambos.
Palmeó la zona a su lado para que su amigo se recostara. -Solo mientras me duermo, no te quitaré mucho tiempo- Bajó la mirada, de pronto había enrojecido ligeramente. Se daba cuenta de que Gackt lo tenía tan mal acostumbrado a ese tipo de cosas que ahora se sentía incapaz de dormir si no estaba acompañado.

Se sacó las botas y los calcetines, se metió debajo de las sábanas y se acurrucó de ese lado de la cama juntando las rodillas al pecho. Se había subido la tela hasta la mitad de la cara y cerró los ojos un momento, eso de ser humano, hacía que se cansara más rápido. Luego de un momento miró a KAZ. -Mañana todo estará mejor, ¿verdad?- Estiró uno de sus brazos, tendiéndolo hacia el menor y que terminara de acomodarse de ese lado que todavía estaba cubierto por las sábanas.

Se le quedó observando desde donde estaba. La imagen de éste comportándose así volvía a asemejársele al carácter de un niño, y aunque pudiese sonar extraño, le causaba ternura. Antes de acercarse a la cama dejó primero que se pusiera cómodo, pasando entonces él a quitarse las botas y demás para poder introducirse en la cama. Se sentó primero en el espacio que le correspondía y observó por sobre el hombro al pelinegro que estaba oculto entre las mantas. Sonrió.

—Mañana todo estará mejor. —Contestó con toda la intención de que se tranquilizara. Pronto y sin esfuerzos pudo también acostarse en la cama, cubriéndose con las mantas blancas hasta la altura del pecho. —Por eso debes descansar, si mañana todo estará mejor, debes tener la energía para eso. —Añadió tranquilo, sólo buscando animar al vocal después de todo lo que estaba pasando.

—Buenas noches, Hyde. —Estiró el brazo para poder apagar la lámpara en la mesa de noche. Ahora, quizás, todo se resumiría en esperar a que el otro se durmiera para dejarle la cama sola para él, a menos que él fuera más rápido y también se durmiera ahí. Esperaba que el sueño no le hiciera una de sus jugadas esa vez.

Se mantuvo a una distancia prudente del guitarrista, mirándole y escuchando sus palabras un poco más reanimado por estas. Volvió a cerrar los ojos y suspiró. Quizás el momento que le robaría a su amigo iba a ser más corto del que había esperado. -Buenas noches, Kazu-chan~- Murmuró, apenas juntándose un poco al otro. En cualquier momento este tendría que irse y se quedaría solo.
Ahora solo debía mentalizarse en que todo estaría bien al despertar y que ya no debía llorar más. Esa forma suya de explotar ante esas olas de sentimientos estaba poniéndole de mal humor.

Poco a poco dejó de escuchar la respiración ajena y se quedó profundamente dormido. Si tuvo algún sueño, no lo recordaba, ni siquiera estaba consciente de la hora en la que había perdido conocimiento de ese plano. De hecho, le pareció poco el tiempo que había dormido cuando la luz ya comenzaba a molestarle en la cara.
Con calma se llevó una mano a los ojos y los talló con suavidad. Entreabrió uno de ellos para encontrarse con KAZ a su lado. Sonrió ligeramente y luego de desperezarse sin moverse mucho, se puso de pie. Salió del cuarto en silencio y llegó rápidamente hasta la cocina en donde se encargó de preparar un desayuno ligero para cuando el dueño del departamento despertara...