Volviendo al cementerio

Hacía mucho que no se pasaba por allí, caminó con una sonrisa algo nostálgica por entre las tumbas y se quedó parada frente a una. Claro ese no era el cementerio que visitaba en su antigua ciudad pero era algo y le traía varios recuerdos, se sentó sobre la escalinata de un mausoleo y comenzó a observar todo a su alrededor, no pretendía escribir nada, además no había llevado un cuaderno o un diario, eso era bastante dramático ya para ella. Suspiró y se rió un poco de ella misma.

No era como si todos los días caminara por ahí, ese día estaba en el cementerio por una razón en especial, había investigado cosas sobre Damon. Aquel desgraciado vampiro que se había dedicado a hacerle la vida casi imposible de llevar desde que había aparecido en su ciudad y que, cabía añadir, su última hazaña había sido emborracharlo y a causa de esto había cometido actos que se había prometido no volver a realizar. Por eso estaba ahí, Damon, como todos, tenía una debilidad y él podía ser muchas cosas pero no era tonto. Su nombre era Elena y por lo poco que sabía hasta hace un tiempo había sido una humana. Desconocía los detalles pero al enterarse de que ella ahora también estaba en la ciudad no dudó ni un segundo en movilizarse y buscarla.

Así que esa tarde la había seguido hasta ahí, a una distancia prudente. ¿Plan? No tenía ninguno, pero se guiaba por aquella frase que decía: "Ten cerca a tus amigos, pero ten aún más cerca a tus enemigos". Se detuvo cuando ella lo hizo y la observó sentarse en aquella escalinata. Vaya que era guapa, podía entender las razones de Damon. Con una media sonrisa se acercó hasta donde estaba ella, caminando a paso lento y calmo. Se detuvo justo frente a ella, con las manos en los bolsillos de la gabardina que llevaba encima de la ropa y le observó en silencio sin borrar esa sonrisa de su rostro.

Su vista se había quedado fija y luego la elevó observando al hombre que se le acercaba, le miró por varios segundos antes de que se detuviera delante de ella.
-Hola? -saludó mirándole, observaba la sonrisa del rubio. Estaba algo curiosa y rió levemente.- Qué pasa, me sigues? -algo divertida le miró seguía sentada en el mismo lugar, sus manos se posaban sobre sus rodillas recogidas y suspiró.- No vas a decir nada? -volvió a preguntar pestañeando con pesadez, no tenía muchas ganas de estar a la vista de alguien, si bien no dudaba que su belleza atraía a otros ahora mismo no tenía ganas de ser adulada o algo por el estilo, pensaba que en el cementerio podía estar sola por un rato. Escaparse? no, sabía que si Damon quería podía llegar en cualquier momento a cualquier lugar de donde estuviera y no podría hacer nada.- Me llamo Elena -se puso de pie.

-Hola- Saludó hasta después de que ella preguntara si no iba a decir nada, no era que no quisiera responder de inmediato, solo... analizaba... En cuanto se puso de pie, dio un paso atrás para darle espacio y le tendió la mano de forma amable haciendo una leve reverencia. -Hyde, para ser sincero, quise darte la bienvenida personalmente- En cuanto hubo tomado su mano, se la acercó a los labios y besó sus nudillos en un gesto caballeroso y divertido a la vez por la sonrisa que volvía a bailotear en su cara. Le soltó lentamente y seguido dejó escapar una pequeña risa. -No te seguía... pasaba por aquí y... sé que quizás te lo han dicho muchas veces pero...- Hizo una pausa y alzó una ceja mientras la miraba como si pensara si era correcto decirle lo que iba a decirle. Luego amplió un poco la sonrisa. -Digamos que eres una mujer difícil de ignorar- Concluyó, sabiendo con solo mirarla, justamente lo que ella quería escuchar.

Desvió la mirada con disimulo hacia un lado solo para verificar los alrededores y si había alguien más cerca. -¿Te molesta si te acompaño? Creo que soy la persona correcta para mostrarte la ciudad, si tú quieres- Volvió a meter ambas manos en los bolsillos sin despegar la mirada de la de ella.

Le escuchó en silencio y extendió su mano para tomar la de Hyde. Lo miró curiosa cuando hizo aquello, le había recordado un poco a Damon y de pronto sintió la necesidad de tener a Stefan a su lado. Pero no, tenía que convencerse que ya no necesitaba a nadie para estar bien, además no tenía mucho que temer después de todo. Le creyó a media cuando dijo que lo la estaba siguiendo pero bueno eso en verdad no le importaba, y como lo decía el otro, ya lo había escuchado muchas veces.
- Gracias -se limitó a decir cuando escucho aquello y le sonrió amable, no apartó su vista de los ojos del mayor. Sabía que no había nadie cerca por lo que siguió mirando al hombre que estaba en frente de ella y bajó las escalinatas hasta el sendero del cementerio.- No me molesta, tu eres... el más viejo de aquí? -pregunto elevando un brazo y haciendo el gesto de envolver todo el lugar con un dedo.- Has de conocer a Damon... -le miró de nuevo directamente- Qué buscas de mi? -preguntó cruzándose de brazos.

Soltó una pequeña risa ante su primera pregunta dejando una media sonrisa en sus labios. -Vaya, ¿te lo parezco?- Preguntó con diversión alzando una ceja. Pero de pronto estaba ahí el nombre de aquel tipo. No era su plan que todo fuera tan rápido. Dejó escapar un suspiro sacando las manos de los bolsillos y cruzándolas sobre el pecho. -Claro que lo conozco- Dijo sin dejar de sonreír, a pesar de que el tema de Damon lo ponía a la defensiva. -Yo le di asilo- Añadió para darle a entender que si lo conocía y más exactamente sabía cuando, como y donde encontrarlo cada vez que hiciera de las suyas, aunque esto fuera más simple defensiva como ya había pensado.

Escuchó la otra pregunta riendo de nuevo y soltando los brazos haciendo una seña negativa con el índice. Aunque ahora la sonrisa era un tanto burlona. -No te confundas, bonita... ¿Cómo voy a buscar algo de ti si apenas nos estamos conociendo?- Se quedó mirándole con aquella sonrisa, atento a todos sus movimientos y gestos, no que le frustrara si huía de él pero simplemente no podía dejar de mirarla. Después de todo lo que había dicho sobre la dificultad de ignorarla, era cierto.

Spoiler:

Lo miró y sonrió negando levemente con la cabeza.- Conoces bien el lugar y no lo sé, tu forma de hablar... los vampiros viejos suelen dar las bienvenidas -rió despacio y luego sólo le sonrió. Y como lo había imaginado Hyde conocía a Damon, a pesar de no borrar la sonrisa de su rostro pareció que esta era algo forzada, hasta había cambiado su manera de hablar.
Al escuchar lo que dijo suspiró.- Fingiré que pienso que no buscas nada y al final de la velada te escucharé mejor -le miró a los ojos y volvió a mirar hacia adelante mientras caminaba junto al rubio.- Hace cuanto que vives aquí? -preguntó interesada por aquello, se metió las manos a los bolsillos, observaba su alrededor, quizás disidiera quedarse un poco más de tiempo en ese lugar, más de lo esperado, no había mucha gente y era un lugar tranquilo para un vampiro.
A pesar de ser más bajo que ella, el otro vampiro era muy atractivo, mas estaba fuera de sus gustos. Seria un buen amigo si es que no se convertía en su enemigo antes.

Spoiler:

Amplió su sonrisa ante su razón para llamarle "viejo" y asintió con la cabeza. -Pero siento que la palabra viejo es muy fuerte, prefiero... experimentado- Bromeó cediéndole paso a la muchacha para que empezaran la caminata, quizás por ahora explorarían el cementerio, ya vería luego. "Al final de la velada..." Aquello no iba tan mal después de todo. Comenzó a caminar a su lado a lo largo de la vereda principal que cruzaba una gran parte del cementerio, a los lados las lápidas se elevaban y proyectaban sombras alargadas por la luz del sol que caía poco a poco detrás del horizonte y daba al ambiente un color anaranjado que lejos de ser agradable, personalmente le hacía doler los ojos. Sacó del bolsillo interno de la gabardina un par de gafas oscuras y se los colocó mientras escuchaba de pronto su pregunta.

-Aquí solo un par.. tres o cuatro años. Es una ciudad nueva... uno de mis proyectos de vida.- Le sonrió, caminaba nuevamente con las manos en los bolsillos. -¿A ti qué te trae por aquí?- Preguntó con curiosidad aunque quizás de antemano sabía la respuesta y no dudó en aventurarse. -¿Damon?- Intentó no sonar insistente ni agresivo, más bien curioso.

~Así que experimentado~ pensó algo divertida y sólo siguió, se llegó una mano a la frente para evitar la luz del sol en sus ojos, a esas horas, cuando el sol iba desapareciendo cada vez más, el tiempo parecía transcurrir más rápido para Elena y no pasó demasiado hasta que este se ocultó y los arboles mostraban un paisaje hermoso por la luz naranja de atrás. Quitó su mano de la frente y la dejó colgando a un lado, la otra permanecía en su bolsillo.
No sabía muy bien que contestar cuando le preguntó y al escuchar aquel nombre miró a Hyde y suspiró.- No es el gran motivo -respondió apretando levemente los labios.- No se muy bien como llegué aquí, sólo llegue, sé que hay vampiros aquí y después de todo, no me gustaría estar lejos de vampiros, no quiero ser una vampiresa sola en una ciudad cualquiera, y ahora que sé que Damon esta aquí, pues quizás me quede un poco más de tiempo -agregó mirando a Hyde y sonriendo.- Pero no tengo nada con Damon, no lo busco a él, yo lo conozco de antes... es eso -miró hacia adelante.

-Ya veo- Acotó con incrementado interés al escuchar sus palabras. Así que Damon no era la razón por la que estaba ahí, y lo conocía de antes. Trataba de guardar toda esa información mientras continuaban su camino. -Viniste al lugar correcto entonces- Añadió de manera casi ausente pero con una pequeña sonrisa amable, algo había llamado su atención. Se detuvo de pronto mirando una de las lápidas con cierta nostalgia. -Pero por lo que puedo sentir, eres nueva...- Se quedó un par de segundos más mirando el nombre grabado en aquel pedazo de concreto y poco a poco levantó la mirada para clavarla en la mujer a su lado. -Tienes razones para llamarme viejo entonces- Su sonrisa se tornó ligeramente divertida pero no siguió caminando.

De la ofrenda contigua a donde estaban tomó "prestada" una rosa roja y fresca que aparentemente habían puesto ahí muy recientemente. La llevó de vuelta al motivo de su atención y la colocó sobre la tumba. Permaneció ahí, hincado sobre una de sus rodillas... solo un momento, visiblemente concentrado en lo suyo y al cabo de unos segundos volvió a ponerse en pie para volver al lado de Elena. Suspiró. -¿Será mucha indiscreción preguntar los motivos de tu transformación?- Le miró con atención.

Así era, Elena era nueva, paró de caminar y se acercó a Hyde, leyó el nombre de la lapida y luego miró al rubio, suspiró y sonrió asistiendo.- Si para mi eres viejo... aunque no sé cuantos años tienes en realidad -concluyó.
Observó como Hyde tomaba una rosa ajena y la ponía en la lápida que él estaba observando, alzó una ceja.- No eres capaz de coger otra rosa que ya no esté ocupada? -preguntó algo molesta por la actitud, no la encontraba apropiada, a decir verdad, la chica era algo crítica para sus cosas.
Al escuchar su pregunta miró hacia otro lado, le era imposible ahora no recordar a Stefan, la pregunta de Hyde iba dirigida directamente a su historia con el.- Un accidente... -dijo rápidamente- Tuve un accidente y un vampiro me salvó -le dijo algo cortante, demostraba con esto que no daría mayores detalles de su transformación y de lo que pasó después.- De quién era la lápida que estabas mirando? -preguntó mirando hacia atrás, viendo la rosa que había dejado Hyde.

Le miró más divertido por su crítica, la verdad era que no le importaba mucho de donde proviniera la rosa, pues como bien pudo haber ido a comprar algunas y volver después. Simplemente no se esperaba que fuera a encontrarse con aquella persona y no estaba preparado. -Tiene muchas, deja que sea compartido- Bromeó con un gesto de la mano restándole importancia y riendo con ganas después, pues se había estado aguantando la carcajada que la indignación de Elena le había provocado de pronto.
Se tapó la boca rápidamente con una mano para apaciguarse y luego de unos segundos pasó de una sonrisa a una expresión atenta aunque sin dejar de lado la pequeña sonrisa.
-Ya veo... aunque no comprendo que él no esté contigo y me tiento a preguntar qué fue lo que paso... pero sé que no me lo dirás-
En un gesto amable pero discreto y no muy atrevido, dio una caricia en su hombro solo buscando darle ánimos con este gesto. Luego escuchó su pregunta pero en lugar de entristecerse o algo parecido, devolvió la vista a la lápida con esa misma sonrisa. -Mi esposa- Levantó la mirada hacia ella nuevamente. -Era humana- Añadió solo como dato extra y le incitó con un movimiento de la mano a que continuaran su camino. Luego de un par de pasos, volvió a abrir la boca. -¿Puedo preguntarte cómo te has sentido? No deberías estar sola en momentos como este-

Miró a Hyde y negó levemente con la cabeza estrechando sus labios.- No lo diré -sonrió un poco más. No pretendía decirle así como así a alguien lo que había pasado y sí, tenía razón el mayor, quizás debería estar con él, pero habían surgido un par de cosas, cosas que no quería recordar. Al escuchar que Hyde se refería a su esposa frunció el ceño y abrió un poco sus labios algo sorprendida por eso.- Que terrible... -se limitó a decir, pero como el rubio no parecía afectado lo demasiado, por lo que no tocó más aquel tema y siguió caminando junto a él.
Sonrió ante su pregunta y ladeo un poco su cabeza, no podía evitar ser algo coqueta, después de todo era su naturaleza.- Me he sentido cómo decirlo... -pensó unos segundos mirando el cielo que se oscurecía.- Sola -sonrió- pero supongo que estaría bien estar así por un tiempo, además Damon no me dejará sola... ni aunque lo quiera -sonrió con algo de cariño.

Asentía repetidamente a sus palabras comprendiendo. -Claro, creo que todos nos sentimos solos al principio, pero mejorará con el tiempo- Le sonrió con ánimos para después escuchar nuevamente la mención de Damon. -¿Ah no?- Preguntó casi sin pensarlo y con una creciente curiosidad hacia cada palabra que decía.
-¿Es muy pegajoso?- Bromeó apenas dedicándole una mirada de reojo detrás de los lentes oscuros, a cada paso que daban se iba oscureciendo más pero esto parecía no importarle ya que continuaba con las gafas puestas.
-Aunque como sea no lo culparía-
Había dicho aquello sin despegar la vista del camino pero en cierto tono entre divertido y coqueto.
Dieron la vuelta en una esquina, pues el camino seguía por ahí. Se quitó los lentes para guardarlos de nuevo en su bolsillo ahora que el sol se había ido casi por completo.

-No es eso... -contestó con una sonrisa y se encogió de hombros, miró a Hyde al escuchar aquello y sonrió aun más cautivadora.- Gracias -miró hacia otro lado y con la ayuda de su mano se arregló el cabello detrás de la oreja, se cruzó de brazos y siguió caminando junto al vampiro, dio la vuelta en la esquina y vio la salida al final del camino.
-Dónde podríamos ir ahora? No tengo nada que hacer - miró a su acompañante ahora a los ojos, Hyde no era muy diferente a los vampiros que había conocido antes, pero era mucho más agradable que la mayoría, o ella en verdad se sentía sola en aquel lugar.- Hace cuanto que murió tu esposa? Tuvieron hijos? -preguntó con curiosidad, pues era un tanto curiosa a decir verdad.

Soltó una pequeña risa y volvió a detenerse cuando escuchaba su propuesta indirecta. Miró hacia el final de la distancia que aún les quedaba por recorrer, como había calculado, casi habían llegado a la salida del cementerio, al parecer le habían dado vuelta a este. -Podemos ir a donde gustes, después de todo tenemos todo el tiempo del mundo ¿no?- Dijo en tono de broma, ampliando aquella sonrisa y le invitó a continuar hasta la salida pero aún andando a paso lento.
-Un recorrido por Metropolis nos hará bien a ambos- Comenzaron a caminar por ese último tramo y suspiró antes de contestar a su última pregunta.
-Falleció hace dos años solamente... en esta misma ciudad- Explicó procurando no entrar mucho en detalles y ahora que lo ponía así, dos años era realmente muy poco. -Y si, un niño- Añadió con simpleza mirándole de reojo.

Claro, tenían todo el tiempo del mundo si es que no venía alguien y les enterraba una estaca en el corazón, por lo menos a ella, aun no sabía que edad tenía Hyde, pero no pensó que sería mucho.
Escuchó al vampiro y alzó una ceja, era muy poco tiempo, pensó que había ido más, entonces escuchó lo siguiente y asistió, tenía un niño. Eso no se lo había esperado, que bien, un hijo, pero acaso el niño también era vampiro, pensó un poco más pero no se metería en eso. Mas ahora le había dado un poco de cabida para preguntarle un poco más.- Y tu? Si no estas solo ahora, con quién estas? -preguntó, supuso que no estaba solo por como antes le había dicho que era bueno estar solo al principio.
Estaban pasando por fuera de la iglesia, tenía estilo gótico, a Elena le gustaba aquel estilo más que el románico, pasaron de ella. Sería bueno recorrer el lugar, sería mejor dar un par de vueltas, ya tendrían otro día para ir a algún lado, si es que el otro quería, claro.

Pasaron de largo frente a la iglesia y continuaron su camino hasta lo que era en sí la ciudad. Las luces de esta inundaban todo y el ruido en los locales era un poco molesto para él, sobre todo en donde se encontraban los bares y antros. El centro comercial se encontraba del otro lado precedido por un enorme estacionamiento y en el centro de este un árbol de navidad casi del mismo alto del edificio. Los edificios de los alrededores estaban igualmente adornados con motivos navideños pues después de todo los humanos habitaban una parte considerable de Metropolis. Y aunque, al menos él, no conservaba muchas de esas tradiciones, sabía que ellos si.
La siguiente pregunta que formuló la chica y la imagen que se había formado repentinamente en la cabeza le hicieron pensar un momento y sin dejar de caminar le observó girándose finalmente para hacerlo. Sin embargo, aún tardó un poco en contestar.
-Pues estoy con mi hijo- Respondió divertido, como si fuese lo más normal del mundo pues recién le había mencionado de él. Pero luego prefirió ser un poco más sincero, tal vez era que Elena no le causaba desconfianza ni nada parecido, sino todo lo contrario, era una chica agradable... vaya... para ser amiga de Damon... pensó.
-Con mis hijos y... mi pareja- Se corrigió riendo momentáneamente nervioso pues era bastante extraño decirlo así.

Observó muy bien a su alrededor, le habían gustado esas fiestas, de hecho aun le gustaban un poco, los adornos y todo, miraba a las personas de aquí para allá, comprando un par de cosas, supuso que esos días eran bastante movidos por motivos navideños, el consumismo en sí.
Miró luego a Hyde algo divertida, no había oído ni visto su rostro de ese modo en todo el día, entonces ahora más que antes le pareció alguien amable, a pesar de aquellos detallitos. Pero no había pillado algo, y ahora se había dado cuenta, pensaba que sólo tenía un hijo, entonces le miró mientras paraba el paso.- Hijos? Entonces volviste a tener hijos -le pareció algo rápido después de sólo dos años, pero no era nadie para juzgar además eso no era tan anormal aquello, y bueno, era un vampiro.- Ella también es vampiro? -preguntó, siguiendo con su caminata.

Con un movimiento de cabeza le invito a que continuaran su caminata hacia el bosque pero no para internarse, solo para rodearlo y poder caminar por el pie de la montaña e ir hasta el mirador desde donde, pensó, podía ser un intermedio agradable del recorrido. Suspiró escuchándole con aún más diversión, realmente ahora se sentía extraño, no estaba acostumbrado a decirle a la gente que su pareja era otro hombre. Así que hizo una pausa y durante ese corto momento permaneció en silencio mirando de un lado a otro con calma, con la intención de que ella mirara también, después de todo para eso estaban ahí.
Finalmente al llegar al bosque volvió a dirigirle la palabra. -Tengo dos, uno acaba de nacer apenas hace unos días- Comentó con ese aire de felicidad que le daba hablar de sus hijos.
-No.. es humano- Hizo una pausa mirando a Elena con una sonrisa divertida. Se detuvo. -Y es un hombre- Apenas dicho eso continuó caminando adelantándola un poco mientras el paisaje se iba abriendo para dar vista a la montaña.

Le escuchó, y mientras había imitado a Hyde mirando a su alrededores. El bosque era un buen lugar para caminar, siguió a su lado. Sonrió al escuchar aquello.- No deberías ausentarte demasiado, deberías ir a ayudarle -le dijo como regañándolo por ser al padre pero lo siguiente le sorprendió un poco, pero no fue demasiado y entonces se sorprendió más, estaba algo confundida, acaso había adoptado? Le miró con curiosidad caminando tras él.- Oye... y cual de los dos se ha embarazado? -le preguntó, en un tono de broma sonriendo divertida mente, pero no sabía que esperarse del otro así que lo siguiente no tendría que sorprenderle más que eso, además hombres gays se encontraban por todos lados y vampiros de aquellos, pues se contaban sólo los que no eran homosexuales o bisexuales.

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