Zombieeeees~ -GACKT-

Ya mucho más calmado y dispuesto a tomar su ropa para poder vestirse, Hyde le sorprendió viéndole de pronto abajo, justo entre sus piernas. No pudo más que sonreír algo nervioso mientras un escalofrío recorría sutilmente su espalda por las acciones del rubio.

Pasó una de sus manos hasta dejarla en la nuca ajena y correspondió activamente al beso que se prolongó por un rato hasta que repentinamente su koi se separó. Soltó una apenas audible carcajada y recibió sus prendas para no tardar en ponérselas, aunque la chaqueta la dejó a un lado. Volvió a respirar hondo y miró a su novio con una sonrisa en los labios. - Es un poco incómodo hacerlo aquí... - Dijo casi en un susurró y se acercó para besar su mejilla con cariño.

Y si, había sido bastante incómodo por la falta de espacio, pero jamás dejaba de ser placentero aquello... como mucho antes había dicho jamás se aburriría de eso.
Abrió la puerta que estaba a su lado y salió resintiendo de golpe como una brisa bastante fría daba contra su cuerpo, cerró y dio una mirada a su alrededor, todo seguía como en un principio. Caminó hasta la puerta del piloto y se subió ahí, puso las llaves y puso en marcha el vehículo, pero antes de comenzar el viaje se apoyó en el respaldo y esperó a que el mayor terminara de ponerse su ropa y se acomodara a su lado.

- Fue un lindo gesto no ensuciar los asientos... - Comentó de pronto con el rostro girado hacia el contrario de su compañero al momento en que sonreía divertido antes sus propias palabras. - Por eso te amo, eres tan considerado~ - Ahora se giró nuevamente y le miró, tenía una amplia sonrisa sin mencionar aquel tono en su voz entre sarcástico y bromista.

Acompañó la risa del otro seguido a las primeras palabras que salieron de su boca luego de todo ese tiempo. Asintió con la cabeza mientras terminaba de ponerse la camiseta y se concentraba en ponerse las botas. -Lo sé, pero ¿qué esperabas? Ya no aguantaba- Confesó divertido soltando otra risa para finalmente hacer lo mismo que Gackt y abrir la puerta que tenía a un lado. Apenas la abrió un poco y esperó un momento hasta que su novio estuvo sentado frente a él.
No sintió el cambio de ambiente, así que no fue mayor problema salir al estacionamiento y pasar a su lugar en el asiento del copiloto.

Se acomodó en el asiento y sacó el espejo que estaba en la parte de arriba del parabrisas para mirarse mientras se peinaba el cabello para dejarlo un poco presentable. Acto seguido, se colocó la gorra que yacía tirada por el piso del auto y escuchó a Gackt con diversión, colocó el espejo de vuelta en su lugar justo cuando el otro le miraba. También le miró y se acercó un poco inclinándose hacia él con un puchero en los labios. -Pero Gacchan, debes amarme por sobre todas las cosas- Inclinándose un poco más, terminó con la poca distancia que había dejado entre su boca y la ajena y lo besó con dulzura. Luego de alejarse apenas unos milímetros le sonrió de esa misma forma y con la punta del dedo índice tocó la punta de la nariz del menor en un gesto cariñoso.

-Llegando a la casa, lavas mis bóxers- Sentenció en un susurro riendo luego con más ganas y después de robarle un último beso volvió a acomodarse en su asiento. -La próxima vez lo haremos en el baño de un avión, si aquí te pareció incómodo, ese lugar es mucho más pequeño- Bromeó con la mirada perdida al frente como si se imaginara aquella escena pero luego la devolvió a su pareja sonriendo ampliamente y se colocó el cinturón de seguridad. -Los niños deben extrañarnos. Ya vamos~- Comentó de forma casual para darle a entender que estaba listo, se recostó sobre un costado y un poco en su asiento con la vista dirigida a su koi, observándole con aquella sonrisa mientras esperaba a que salieran de ahí.

Alzó ambas cejas y negó con la cabeza por aquella frase sobre lavar su ropa interior en tanto se ponía el cinturón de seguridad, soltó una carcajada y por fin luego de esa pequeña conversación salió del estacionamiento rumbo a su departamento.

- Seguro Akira espera con ansias que llegues para así poder dormir a gusto... no creo que la niñera aguante mucho más - Dijo mientras recorrían las calles de Metropolis. Y claro, refiriéndose en todo momento a su pequeño hijo, Demian.
A veces se preguntaba el por qué de que el bebé fuera tan inquieto por las noches, pero lo retribuía a que como era un recién nacido era lo más "común".

- En unos días tengo que volver con los del staff para ensayar... estaba pensando en que les diré sobre Demian, tal vez lo lleve... ¿Qué dices? - Dio la vuelta en la esquina, sólo unas cuadras más y llegaría al departamento, igual en todo ese tiempo lo había estado pensando y de todas formas no estaba seguro...