Okaeri Rei-chan <3 *u*

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Le siguió con la vista cuando se puso de pie, aún interrogandolo [si, recalco que te observó hacia ABAJO!! enanin xD]

- depende de que me vayas a decir ahora -sentenció, bastante intrigado.

Depende...claro que dependía...si volvía a revelarle algo que le tenía oculto pensaría seriamente en golpearlo, metafóricamente hablando, claro. Estaba aburriendose de secretos ocultos, verdades a medias, del que se decía su amigo...Cuándo..¡cuaándo él le había ocultado algo!
:enojodeamigoon:

Suspiró. Aún sonriendo tomó las orillas de su propia chaqueta la cual reposaba sobre los hombros de Tetsu y lo sacudió un poquito, pero no de mala forma, más bien como si el bajista le diera ternura [awsieresadorable].

Lo acercó un poco y bajó la voz hasta susurrar. -No quiero sonar indiscreto pero, ¿has notado que debajo del ombligo tienes una cicatriz?-

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Lo miró con curiosidad...porque cada vez que decía algo, el otro respondía mencioonando otra cosa. Se alejó un poco.

- Si, da-ah...me baño todos los días...-

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Se tocó la zona inconscientement..buscando la explicación a esa cicatriz. Y la respuesta vino rápidamente a su cabeza, sin siquiera dudarla.
- Se me tapó el conducto pancreático...o algo asi, me operaron...Pero no se para qué t cuento, si puedes leer mi mente -Se llevó los brazos detrás de la espalda.

Le miró extrañado y divertido a la vez, y no sabía porque... lo que Tetsu había hecho con su cerebro había estado muy bien pensado. Al borrar aquella parte se había dedicado muy bien a cubrir cada detalle.

Suspiró esta vez con cansancio. -Tetsu~- Exclamó en modo de reclamo como si eso que decía y el hecho de que no recordara nada lo desesperara por segundos. -Pues si, pero una cosa es lo que puedo leer porque está en tu mente y otra muy diferente es la que yo sé... ¿y sabes una cosa? Ya no pienso seguir callado-

Entornó los ojos mirándolo un momento y después soltándose de la chaqueta. Caminó hasta la pared de concreto que bordeaba el balcón y ahí se apoyó de espaldas a la calle, volviendo a mirar al bajista. -Mira, no sé como pasó... hasta donde yo sabía no puedo concebir, digo, llevo muerto un centenar de años después de todo...- Comenzó con tranquilidad pero conforme avanzaba su discurso y se acercaba más a la parte importante se ponía un poco nervioso. -Pero lo que si sé y estoy completamente seguro es de que la niña que está adentro de ese departamento no es adoptada. Reira, de alguna manera bizarra, es tu hija biológica y esa cicatriz que tienes ahí no fue ningún conducto de lo que sea que hayas dicho tapado... ¿entiendes lo que digo?- Finalizó con un ligero peso menos, pues de haberlo dicho a que Tetsu lo asimilara faltaba un poco más.

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Permaneció de pie, escuchandolo, ladeando un poco la cabeza, y volviendo a cruzarse de brazos debido al frio que hacía.
Y bueno...el cambio de expresión de una serena a una de...WTF? fue monumental Xd tanto que no se como describirla.

- ....QUE? -inclusó se inclinó un poco hacia adelante. Pero luego sonrió. -jajajj, buena broma. No, en serio. ...No, en serio -ahora lo decía serio XD. -te golpeaste la cabeza o algo?


Reira, su hija? Estaba insinuando que podria olvidar algo asi? Por favor, no estaba entendiendo nada de la situación. Pero Hyde hablaba demasiado en serio.

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-No me golpee nada, ni estoy borracho. La verdad es que estoy entre sorprendido, harto, desesperado e incrédulo también.- Le imitó al cruzarse de brazos nuevamente y soltó un prolongado suspiro, pues la mayor parte ya estaba hecha. Junto con este había bajado la mirada al piso.

Luego de unos segundos en silencio volvió a levantar la cara para mirarlo. -Esa es la razón por la que Reira es mitad vampiro. Mis genes, tus genes, bingo, una niña vampireza.- Continuó hablando como si el primer punto ya estuviera claro y asimilado aunque no fuese así. -Y Armand, por el contrario, si es un verdadero enigma. Porque no sabemos de donde viene.-

Se encogió de hombros. -Pero a estas alturas eso ya es lo de menos.-

Ok, recién ahora comenzó a hacer click en su cabeza.

- ...¿y tu piensas que me voy a creer eso? -lo que más le sorprendía era que Hyde pensara que era idiota. Si tan crédulo no soy Se llevó una mano a la cabeza, desordenandose un poco el cabello y volvió a mirarlo. -Mira, puedo aceptar que existan "seres mágicos" ,distintas razas...pero...Esto otro? Haido, nosotros -y movió la mano haciendo un gesto que los señalaba a ambos alternadamente. -no podemos tener hijos, es biológicamente imposible.

O quizás...¿in vitro? Eran solo teorías vagas...pero probablemente funcionase algo asi..
No. Si hubiera hecho algo como eso Por supuesto que lo recordaría.
¿Cierto?
No. Hyde estaba loco. Tantos años "vivo" -escalofrio- lo habían afectado y ahora venía a decirle ridiculeces.
¿Por qué demonios se había producido una charla tan rara?...
Su mente repetía No lo creo, no lo creo..qué está hablando..., y las puntadas volvían a aparecer.
Cerró los ojos un momento, sujetandose la sien con su mano derecha, y se giró lentamente, dandole la espalda a su amigo.

- No sé por qué piensas que voy a creerte algog así, y sobretodo, no sé por qué diablos quieres que me crea eso...-se estaba mareando, como si hubiera una presión en su cabeza, como si algo quisiera derrarmarse en su interior, pero no lo iba a permitir. -Sabes que, ya me voy. Cuando dejees de decir estupideces, nos veremos.

A paso un poco lento para su gusto, regreso dentro del departamento.

Le miraba en silencio realmente ya sin pensar mucho, con expresión seria. -Dame una sola razón por la que yo me viera en la necesidad de inventar todo esto... sólo una, Tetsuya- Fue entonces que Tetsu parecía haberse desconectado y notó que estaba a punto de caerse pero afortunadamente no lo hizo.

Con la pregunta en el aire le siguió con la mirada hasta que entró de vuelta al departamento y desapareció detrás de la cortina. -¿Es en serio?- Susurró solo para sí mismo tocándose la frente un poco exasperado. Pero bueno, eran noticias mayores, seguramente el bajista esaba a punto de colapsar. Sólo tenía que darle tiempo.

-Claro, tiempo es lo que me sobra~- Se dijo aún en voz baja al momento que también entraba en el departamento.

Caminó hacia el sillón, un poco intranquilo, nervioso y con dolor de cabeza.
Se acercó a Armand, no sin saber si despertarlo o no...al final decidió tomarlo en brazos simplemente. Pero antes, observó a Reira.

La niña dormía plácidamente, acurrucada, abrazando el mando de la Wii. Se concentró en su respiración; como su pecho subía y bajaba lentamente.
¿Mía? ¿Mía y de Hyde?
La observó con atención, buscando algún rasgo...algo...pero con miedo.
Realmente no quería encontrarlo. Porque de haber visto un parecido...¿qué hubiera pensado? ¿que cómo pudo olvidar a su propia hija?
- ¿olvidarte?...-susurró, y sintió como si le hubieran clavado una aguja en el cerebro. Cerró los ojos con fuerza, y aunque el dolor no cedió, tuvo que soportarlo. Solo esperaba no desmayarse de aquí hasta su depto.

Después, tomó a Armand finalmente, y se dio la vuelta. Hyde ya estaba Ahi. No quería dejar a Reira, no ahora, pero bueno...

- no te puedo dar una razón...-dijo, finalmente. -Pero no lo puedo creer así como así. Y además pienso, que ya que somos diferentes...Las cosas que tu hagas escapan a mi entendimiento.

El niño soltó un gruñido leve, pero seguía dormido. Lo acercó más hacia sí, para abrigarlo. Luego, miró al vocalista fijamente.
- Despierta a Reira, no puede irse a dormir con los dientes sucios.

Sin decir nada más, pasó por su lado, y salió de allí.

Le escuchó en silencio y no dijo nada incluso cuando Tetsu ya había salido del departamento. Permaneció de pie en la penumbra de la habitación mirando la puerta que ya llevaba cerrada más de un minuto. Y como si de pronto se hubiese olvidado de lo recién ocurrido, giró la cabeza para ver a la niña, esta se movió un poquito, quizás por el ruido de la puerta al cerrarse.

Ahora suponía que sólo tenía que esperar. Con paso decidido fue hasta el sofá y se sentó al lado de la niña. La habitación se había oscurecido un poco más al ser que algunas luces del edificio de enfrente se habían apagado. Tomó a la niña en brazos con cuidado pero haciéndole notar que la estaba levantando, Tetsu había dicho que tenía que lavarse los dientes.

Cuando la tuvo entre sus brazos se dedicó a observarla, le acarició el cabello quitándole algunos mechones para descubrir su carita. Le miró fijamente, inexpresivo. -Si se parece a mi- Pensó con orgullo pero aún sin cambiar su expresión. Comenzó a moverla suavecito. -Despierta, pequeña, hay que cepillarte los dientes- La niña se movió apenas sin abrir los ojos. Se quedó quieta y poco a poco los abrió. Ambos se miraron por un momento.

Le producía tanta frustración saber que quizás nunca le iba a llamar papá... sabía que tenía a Akira, pero no era lo mismo. Por azares del destino había logrado concebir descendencia y justamente tenían que negarle aquella alegría. Le sonrió a Reira. -Vamos a lavarte los dientes- La acomodó hacia uno de sus hombros y la llevó hasta el baño. Cuando halló que estaba más espabilada la subió en el banquito que había junto al lavamanos para que se cepillara los dientes. Esperó mientras la pequeña terminaba y le ayudó a enjuagarse la boca. Cuando estuvo lista la llevó al cuarto de Akira, le puso el pijama y la metió entre las cobijas.

R: -Y Techan?-

Le observó con esos grandes ojos castaños -Tan iguales a los míos- Pensó con diversión. ¿Cómo era que Tetsu no lo veía? -Ya no pudo despedirse, se fue a su casa, seguro que pronto viene a visitarnos de nuevo.- Nuevamente la miró en silencio unos segundos. -Te sientes a gusto aquí conmigo y Akira?- La niña asintió aunque no la vio muy convencida. Claro, estaba acostumbrada a la compañía de Tetsu y de Armand. Pero notaba su esfuerzo por estar ahí con él y le daba gusto.

-Duerme bien, buenas noches- Se inclinó para besar su frente y la arropó bien. Cuando estaba a la salida de la habitación, le dio un último vistazo y entrecerró la puerta. Fue hasta la otra y se asomó dentro, Akira continuaba durmiendo apacible. La entrecerró también y caminó hasta la cocina. Se sirvió un vaso de vino y continuó hasta la sala. Todo el tiempo sin encender una sola luz, no la necesitaba, veía perfectamente en la oscuridad. Se sentó en el sofá dispuesto a beber un rato para relajarse.

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Dejó que las horas pasaran casi sin darse cuenta, el vaso que comenzara en su mano estaba ya vacío sobre el sofá a su lado, a punto de caer al suelo. Se despertó sobresaltado con ese presentimiento y volvió a coger el vaso instintivamente. Se talló los ojos con cuidado, la luz del sol apenas entraba bloqueada por las gruesas cortinas que cubrían el ventanal. Se puso de pie y retiró la tela apenas un poco para comprobar que ya fuera de día.

Sacó el móvil, eran las ocho de la mañana. -Demonios- Musitó entre dientes mientras caminaba perezosamente hasta la cocina y dejaba el vaso en el lavaplatos. Esperó un poco para estar completamente despierto y comenzó a preparar el desayuno para los niños. Cereal y frutas.

Un rato después el desayuno estaba servido en la mesa. Salió de la cocina hacia las habitaciones y abrió la primera puerta, la de Reira. La pequeña ya tenía los ojos abiertos pero solo miraba al techo. -Buen día, Rei-chan- Saludó con una sonrisa y sin esperar respuesta de vuelta dejó la puerta abierta y fue hasta su habitación. Abrió la puerta y cuando lo hizo Akira estaba justo detrás de esta. Volvió a sobresaltarse. -Akira, qué susto~- Le sonrió.

Ak: -Hola papá-

-Hola- Se alejó de la puerta para volver a la cocina. -Vengan a desayunar- Pidió mientras aún era audible. Les dio tiempo de llegar hasta la mesa mientras ponía el televisor en el canal que regularmente Akira miraba. Volvió a la mesa y Akira ya estaba ahí, Reira iba en camino. Cuando llegó se sentó con ellos.

Pero ahora ya no estaba tan seguro de poder con todo ese asunto de Reira y Tetsu. Lo que le recordaba que este último le había dicho que había dejado que Armand probara de su sangre. Sin embargo, ninguno de los tres presentes ahí era humano y no quería arriesgar a Akira, además de que no quería que, por el momento, el niño supiera nada.

Así que mientras los pequeños comían, él pensaba, llevaría a Reira de vuelta con Tetsu, intentaría hablar con él y finalmente dejaría que él mismo se encargara de ella y Armand, de instruirlos como humanos y si era que lo necesitaba, estaría libre de llamarlo. Y no era por evadir las responsabilidades, sólo que las cosas se habían puesto raras, en muchos sentidos. Incluso llegó a pensar que de ser posible llevaría a Akira con algún familiar, pero estaba el pequeño detalle de que el último había llegado únicamente hasta los cincuentas. Y Megumi, bueno, estaba muerta hace un par de años. Suspiró.

Tal vez no era lo más apropiado llevar a Reira tan pronto, antes los llevaría a pasar un tiempo juntos. Los niños estaban ya por terminar su desayuno. -Vamos al parque de atracciones hoy, ¿está bien?- Akira emocionado asintió con la cabeza.

Ak: -Puedo subirme a todos los juegos?-

-Supongo que si, con que cumplas con la estatura reglamentaria- Se rió ante la a veces aparente inocencia del niño, luego miró a Reira.

R: -Yo me puedo subir a todos?-

Y a pesar de que sabía que la respuesta era negativa, le dijo que si con una sonrisa mientras le revolvía el pelo cariñosamente.

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Esa noche volvieron del parque de atracciones bastante tarde pero los niños estaban felices. Llegaron aún con la energía en un nivel que les obligaba a correr de un lado a otro y seguir jugando. Eran niños después de todo, era como si la batería nunca se les terminara. En cambio, él cerró la puerta y se dejó caer con pesadez en el sillón. Observó a los pequeños jugando divertidos y alegres sobre la alfombra de la sala de estar.

-Chicos, deberían ir a dormir, mañana iremos a ver a Tetsu- Les sonrió a pesar de que ello significara quizás una nueva discusión con el bajista, aunque sinceramente esperaba que ese tiempo le hubiese sido suficiente para pensar un poco las cosas. Aunque ya no importaba. Se deslizó por el sofá de cuero hasta quedar con la espalda casi recostada en el asiento.

Los niños corrieron a sus respectivas habitaciones sólo después de haber escuchado lo que harían al día siguiente. Hyde suspiró profundamente antes de incorporarse e internarse a la habitación en donde estaba Reira. Se sentó en la orilla de la cama y la niña y él se observaron unos segundos. Sentía tantas cosas cuando miraba su carita. Suspiró una vez más, como si necesitara más que nada ese aire que inhalaba. -Que descanses- Murmuró llevando una mano a la cabeza de Reira y acariciándola con delicadeza. Se agachó a besar su frente, procurando que esa caricia paternal durara un poco más de lo normal. Se apartó muy a su pesar aún sonriéndole a la pequeña. -Te quiero, Rei-chan- Murmuró casi inaudible, aunque bien sabía que ella lo había escuchado.

La niña le sonrió en respuesta. Si, era bastante pequeña para saber las dimensiones de esas palabras. Ella se acomodó entre las sábanas. Hyde se levantó, se acercó a la puerta, apagó la luz y salió de ahí. Entró en su habitación. Akira ya estaba dormido. Aunque momentos antes pareciera que no tenía sueño, había caído repentinamente. Se metió en el baño y se echó agua en la cara. Quizás otra noche en vela, sentía que no tenía ganas de dormir aunque estaba cansado. Se puso algo cómodo en los pies, una camiseta sin mangas y un pantalón de pijama. Salió a la sala y se sentó en el sillón.

Pero no duró mucho ahí, volvió a levantarse para ir nuevamente a la habitación. Echó un vistazo a su hijo que no se había movido y buscó el iPad en uno de los cajones. Volvió con este y un par de audífonos en las manos. Se recostó en el sillón y se colocó los audífonos, los conectó al aparato y puso música en un volumen bajo, apenas para que le arrullara el sonido. Cerró los ojos un momento. Pero pronto revisaba un par de cosas en su "juguetito". Sin embargo, estaba equivocado en lo de no querer dormir, sin darse cuenta en qué momento, se fue quedando dormido. También, sin darse cuenta como, era la segunda noche que había preferido dormir en la sala a dormir con Akira, quizás por ese sentimiento incómodo de ser observado de madrugada por el niño.

El sonido de unas vocecitas lejanas comenzaron a colarse entre sus sueños, sin embargo, pronto se dio cuenta de que ya no era un sueño, las voces realmente estaban ahí. No quería abrir los ojos, el sol iluminaba la sala y lo último que quería era ver la luz en ese momento. Entreabrió uno, encontrándose con una fugaz imagen de sus hijos jugando en la alfombra junto al sofá en donde estaba recostado. Estaban entretenidos con algo. Cerró los ojos un par de segundos más y se llevó las manos a la cara para tallarse los ojos suavemente. Soltó un bostezo cansado y volvió a intentar abrir los ojos. Se fijó un poco más en lo que hacían los pequeños, murmuraban cosas que no alcanzaba a entender a la primera. De repente volvían a reír. Parpadeó repetidas veces volviendo a bostezar y entonces Akira advirtió esto y giró a mirarlo.

Ak: -Buenos días, papá- El niño se puso de pie de un salto y Reira lo siguió de igual forma, apenas se percató de que el mayor tenía la tableta electrónica con la que se había quedado dormido, en las manos. El niño se la tendió alcanzando a colocarla sobre su pecho. -Se te cayó- Le sonrió con ternura. Hyde miró a Reira.

R: -Estábamos matando zombies- Confesó con una sonrisita en la cara lo cuál hizo sonreír a Hyde. Llevó una mano al cabello de la pequeña y lo revolvió cariñosamente, luego llevó esa mano al brazo de Akira y le dio un suave apretón aún con esa sonrisa.

-Está bien, vamos a desayunar para que vayamos a ver a Tetsu, les parece?- Volvió a sonreírles. Los niños asintieron al unísono, Hyde dejó la tableta a un lado y se puso dificultosamente de pie. Se quedó ahí un momento mientras los niños se alejaban directamente al comedor. Suspiró espabilándose con calma. Se estiró un rato y después los siguió hasta cruzar la puerta a la cocina, ya estaban sentados en las sillas. Se sentó en medio de ambos y los observó pasando de uno a otro alternadamente. Ahora que lo pensaba, no había hecho nada por saber algo más sobre Reira, pero de días para acá había estado pensando que no tendría sentido, que dejaría que Tetsu educara su lado humano, mantenerla lo más alejada posible de la sangre y si remotamente era necesario instruirla o enseñarle algo, lo haría él... Mientras Tetsu no confiara en lo que tenía para decirle, no tenía caso... Un golpesito en su brazo lo despertó de su ensimismamiento.

Ak: -¿Estás bien, papá?- Preguntó el niño, notablemente preocupado. Hyde le miró extrañado pero le sonrió. -Si- Contestó con simpleza antes de apartarse y ponerse en pie nuevamente para servirles el desayuno. Cuando lo hubo hecho y los dos niños estaban distraídos en sus platos, salió de la cocina nuevamente, no quería que Akira volviera a interrogarlo sobre la razón de que no comiera nada durante el día. Encendió la televisión, esperando a que terminaran...