Rain -Hyde-

Suspiró nuevamente cuando Gackt le palmeó el hombro, más para darse valor que otra cosa. Con una sonrisa por su comentario sobre el ramen, le cedió el paso y entró en el comedor después de él. Observó a todos los presentes pensando que esa escena era aún más perturbadora, al menos para él. Rápidamente se apresuró a sacar los platos para empezar a servir. Akira observaba a Gackt con una mirada crítica, cual padre analizando al pretendiente de su hijo.

Ak: -Vas a quedarte a comer con nosotros?-

Posteriormente le sonrió al cantante con ternura. Reira miraba todo también, curiosa.

R: -Te guta el salmón?-

Interrogó la niña a Gackt, era curioso, pues normalmente era tímida con la gente que no conocía. Hyde colocó los platos con comida frente a cada uno para finalmente y sin muchos ánimos sirvió uno para él. Se sentó del lado opuesto de la mesa, mirando de frente a Gackt. -Espero que les guste~- Los niños comenzaron a comer ...

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Notó la mirada de Akira, eso era aún más extraño, estaba convenciéndose de preguntarle al niño que era lo que pasaba, pero como si este leyera sus pensamientos habló primero y sonrió de aquella forma... sonrió también y asintió apenas. - Me quedaré sólo un rato - Le informó como queriendo decir "No te preocupes, me iré pronto" pues sentía que su presencia incomodaba a la del pequeño o más bien le molestaba. Luego miró a Reira y enarcó un poco ambas cejas pensando un poco en su respuesta, eso era totalmente necesario pero no sabía porque demoraba tanto en decir un simple y corto "si".

Asintió una vez más ahora para la niña. - Me gusta, hay pocas comidas que no me gustan la verdad... muy pocas ¿y a ti qué te gusta? - Fue ahora él quien preguntó mientras el mayor se sentada en frente, le dio una rápida mirada que pasó pronto a su plato. - Huele bien - Murmuró a la vez que tomaba palillos (?) y sacaba un trozo de salmón, pero antes de que pudiera llevárselo a la boca miró de nueva cuenta al hijo mayor. ¿Qué demonios estaba pasando ahí?... como fuera, lo dejaría pasar y luego le preguntaría al castaño.

Ak: -Puedes quedarte el tiempo que quieras, a mi papá no le molesta-

Comentó Akira con desinterés, incluso alzó los hombros restándole importancia y optó por concentrarse en su comida mientras hablaba, tomaba los palillos con un poco de dificultad pero ya podía sostenerlos más fácilmente. En cambio a Reira le había dado un tenedor, sin embargo la niña picaba los pedacitos de salmón con este y luego los tomaba con la mano para metérselos a la boca. Masticó sin dejar de mirar a Gackt mientras el cantante hablaba.

R: -Si me guta el salmón-

Contestó con simpleza y le sonrió más ampliamente aún con un poco de salmón en la boca, luego terminó de masticar y procedió a tratar de comer el arroz, pero al ver que se le complicaba, Hyde le pasó una cuchara. Apenas había tocado la comida, se distraía con lo que pasaba alrededor. Si su instinto no le funcionaba mal, Akira presentía que algo malo había pasado y lo demostraba con esa actitud tan indiferente hacia Gackt.

Cuando este último volvió a hablar le sacó de sus pensamientos abruptamente y lo miró fijamente. -Si.. am.. pruébalo, sabe mejor- Le invitó al menor con un gesto de la mano y por un momento permaneció así, observándolo. Se concentró un segundo en él. -Gackt...- Esperó un poco alguna reacción por parte del otro para saber si había escuchado eso y de reojo se fijó en los niños para asegurarse de que ellos no lo habían oído, pero estos continuaron comiendo como si nada.

´"No hay que tomarle mayor importancia..." Dijo para si mismo mentalmente y con un suspiro resignado terminó por meter a su boca aquel trozo de salmón, tragó y de pronto oyó aquella voz en su mente. Frunció el ceño y miró a Hyde, ¿Y eso? ¿seguro lo había escuchado en su mente?, dio una rápida mirada a los niños pero estos no mostraban ningún signo de haber escuchado algo, volvió la vista al castaño... -¿Qué demonios?...- Preguntó pero como antes lo hizo en su mente.

Tal vez estaba sugestionado por la situación y esas cosas, se quedó quieto sin dejar de mirar al cantante y enarcó una ceja.
¿Y ahora qué?... suspiró, tal vez haberse quedado si había sido una mala idea después de todo y es que tampoco era muy cercano a los niños como para intentar llevar una mejor relación... todo era un problema.

Dejó los palillos a un lado, ni siquiera tenía hambre, apenas había hablado con el mayor "arreglando" algunas cosas, ahí estaba Reira y Akira se comportaba muy diferente desde la última vez que le había visto. Vaya día, pero después de todo seguía sintiendo que todo eso tenía que ser su culpa, era como si tuviera un afán por hacerse sentir mal.

Le imitó y dejó los palillos a un lado de su plato y no porque no tuviera hambre, sino porque no iba a comerse eso. Apoyó los brazos cruzados sobre la mesa mirando a Gackt ahora con una sonrisa divertida. -Tranquilo- Sin más desvió la mirada a los niños, ya estaban terminando de comer. Tomó su propio plato casi lleno y lo llevo a uno de los muebles de la cocina.

Ak: -Otra vez no comiste-

Akira ahora lo miraba a él de la misma forma que miraba a Gackt. Como si lo acusara pero Hyde no le dio importancia, estaba acostumbrándose a esa actitud del niño de estar siempre enojado con todo, volvió a sentarse. -Come- Ordenó a su hijo con sutileza y luego miró a Reira quien había dejado la cuchara sobre el plato que aún tenía comida.

R: -Ya no quiedo-

Suspiró. Sentía que estaba fallando terriblemente como padre, en muchos aspectos, y tal vez lo que había pensado antes de dejar a la niña en manos de Tetsu era la mejor opción. Miró a Gackt suplicante y luego dejó la cabeza caer sobre sus brazos. -Puedo verte esta noche en la terraza?- Pensó con la intención de que esto llegara a la cabeza del menor.

Vio claramente aquella expresión del vampiro, ahora se daba cuenta por la actitud de los niños que ser padre la verdad no era para nada fácil y es que era una inmensa responsabilidad. -Está bien - Respondió en voz alta casi por inercia, daba igual si los niños escuchaba después de todo.

Suspiró también y miró ahora a Akira y luego a Reira con una expresión un tanto triste. - Hyde llorará porque no le hacen caso... - Dijo con un tono de voz igual de triste y se puso de pie, tomó su plato y fue a dejarlo a la cocina junto al del castaño.
Al volver al comedor sonrió a los niños. - Ya me voy, cuidence y pórtense bien, obedezcan a Hyde... por eso no come, porque se siente mal - Hizo un pequeño puchero bastante gracioso y miró esta vez a su amante a quien con un pequeño movimiento de su rostro hizo seña de que quería que le acompañara afuera.

Se despidió nuevamente de los pequeños con un movimiento de mano mientras caminaba hacia la salida, abrió la puerta y salió sintiéndose un poco más relajado que antes mientras esperaba al cantante.

Levantó la cabeza inmediatamente cuando escuchó la voz de Gackt y sin poder evitarlo sonrió bastante más animado por los comentarios que le hacía a los niños, y más por las reacciones de estos. Miraron a Gackt con curiosidad, quizás pensando que tenía razón. Posteriormente miraron a Hyde, este se pasó una mano por el rostro y con un movimiento de cabeza les indicó que volvieran a lo suyo.

R: -Aios~-

Reira lo despidió también con la mano y asintió a la orden, volvió a tomar la cuchara para continuar con su comida. Akira también continuó aunque de mala gana. Hyde se puso de pie y fue detrás de Gackt. -No tardo, quiero ver esos platos vacíos cuando vuelva- Les sonrió y salió de la cocina hasta la puerta principal. También podía sentir ese alivio. Respiró hondo y entrecerró la puerta detrás de él una vez afuera.

-Gracias... y lo lamento...- Se quedó callado un pequeño momento en el que miró a Gackt con detenimiento y luego carraspeó para "despertar", como si saliera de un trance. -Espero que te haya gustado la comida- Se sentía como adolescente en sus primeras citas, era estúpido...

Soltó una pequeña carcajada una vez que Hyde cerró la puerta. - ¿Estás bromeando? apenas y pude probar un bocado... - Se quejó con una sonrisa divertida en sus labios.
Se acercó al más bajó y le rodeó con ambos brazos mientras apoyaba su mentón sobre la cabeza de este mismo, suspiró. - ¿Qué le pasa a Akira? - Si, también había hecho que el castaño saliera porque quería preguntarle sobre eso, en realidad sentía que el niño se comportaba muy diferente a como cuando le había conocido.

Se alejó un poco, pero no dejó de abrazarlo y ladeó un tanto la cabeza mirando ligeramente hacia abajo, al pálido rostro del cantante.
- ¿Y cómo es que haces eso? por un minuto pensé que estaba tan nervioso que era yo mismo - Bueno, quizás no tan así de exagerado, pero rió divertido y se separó más hasta soltarle por completo.

Se cruzó de brazos y le dio un rápido beso en los labios, había olvidado por completo todo y se concentro en Hyde, en su rostro, sus ojos, su boca al hablar, sonrió casi embobado, pero pronto aquella imagen de lo que había hecho le hizo fruncir ligeramente el ceño, miró hacia abajo y volvió a suspirar con cansancio, era hora de irse...

Cuando Gackt lo abrazó no dudó ni un momento en corresponder con fuerza, sentía como si aquello fuera todo lo que necesitaba para sentirse mejor. Lo apretó entre sus brazos suavemente inhalando su aroma e impregnándose de este por lo que, para él, sería una larga espera.

Cuando el otro se apartó hizo lo mismo suspirando. -No sé, ha estado así de unas semanas para la fecha, supongo que es porque está creciendo y se da cuenta de algunas cosas- Trató de explicar realmente sin estar completamente seguro de ello, eran especulaciones que había hecho. Luego le sonrió ante su segunda pregunta.

-Ah... eso... lo siento, era más fácil así para que los niños no escucharan- Contestó con simpleza, como si fuera lo más normal del mundo. -Te veré esta noche- Susurró luego de aquel beso y mientras el cantante lo miraba de aquella forma que tanto le gustaba. Le miró también y acercó una mano a la ajena, la tomó con sutileza rodeándola con los dedos, sin dejar de mirarlo y nuevamente hizo que su pensamiento llegara a Gackt. Sabía que era hora de que este se fuera. -Te amo- Le devolvió el beso en los labios y le abrazó por el cuello una última vez, con brevedad para luego darse la vuelta y cruzar la puerta una vez más cerrándola detrás de él. Sabía que debía ser así o no querría dejarlo ir.

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