Almuerzo de medio día 1313 -GACKT-

Esperó sólo un par de minutos más y alzó a su novio saliendo de su interior, ahora la vista de su propio pene y el trasero de Hyde no le parecía del todo algo agradable. Hizo que se pudiera de pie con cuidado de no soltarle, sabía que en cualquier descuido y debido al estado del castaño fácilmente terminaría en el suelo, le dio media vuelta haciendo que inclinara su cuerpo sobre él para sostenerse.
Con el pulgar tocó el glande de aquella tensa erección, con eso ya era suficiente. Con parsimonia desató aquel amarre dejando caer la prenda al suelo y vio como su novio terminaba con aquella tortura corriéndose sobre uno de sus propios muslos.

Luego de aquello llevó sus manos a la espalda del mayor, quitó esa prenda dejándola caer junto a la otra y tomó su rostro con ambas manos para depositar un pequeño beso en sus labios. El vocalista se veía completamente exhausto, estaba lleno de marcas provocadas por él y su cuerpo aún temblaba ligeramente. Se incorporó levantándose de la cama y le recostó con cuidado antes de limpiar su rostro con una mano y quitar los mechones de cabello. Volvió a darle un pequeño beso y partió al baño donde tomo un poco de papel higiénico y se limpió la entrepierna y el muslo. Cuando terminó esto se apoyó en el lavabo, respiró hondo para así abrir el grifo y mojarse un poco el rostro.

No se sentía mal aunque tal vez un poco culpable por el daño que había causado en su koi, pero aún así no se arrepentía de nada.
Volvió a la habitación, caminó directo a la cama y se sentó muy cerca de Hyde, se inclinó y besó su mejilla. - Lo siento - Se disculpó en un susurro por lo que ya era evidente. Tal vez debía ayudarle a darse un baño en unos minutos más...

Agradeció que su novio lo sostuviera cuando lo apartó de él, tenía las piernas inservibles, dormidas y le temblaban. Obtuvo un estremecimiento general cuando el otro tocó su glande, de nuevo el ansia le invadió pero apenas unos segundos después cuando el amarre desapareció, se corrió con fuerza sin fijarse en donde. Suspiró largamente, el alivio había llegado finalmente. Su cuerpo amenazaba con desvanecerse pero ahí estaba Gackt para sostenerlo.
Sus manos encontraron libertad y las movió con impaciencia, la posición le había dejado los músculos doliendo. Aceptó su beso, correspondió lentamente, encantado por el cambio tan radical de actitud de su novio. A lo que estaba acostumbrado...

Se quedó recostado en la cama, a su lado pudo vislumbrar una mancha de sangre sobre las sábanas blancas. Se giró al otro lado, necesitaba incorporarse e ir al baño a lavarse pero estaba muy débil ahora, sin embargo, satisfecho. Sonrió con complicidad a la nada y suspiró haciéndose un ovillo en aquella enorme cama de hotel.
Cuando Gackt volvió, levantó un poco la cara, le sonreía. Cuando se inclinó para besarle la mejilla logró alzar un brazo hasta su cuello, se tomó de este y le atrajo hacia si. Escuchó sus palabras con extraña diversión y muy enternecido. Le besó la mejilla y lo obligó a acostarse junto a él.

Se abrazó a su cuerpo apoyando la cabeza en su pecho y se pegó a él cual minino. -Gacchan no baka~- Besó su pecho y ya con unas pocas fuerzas recuperadas subió por este a besar sus labios. Repartió pequeños y cariñosos besos sobre estos. -Eres una bestia- Susurró en un tono meloso a pesar de sus palabras y se acomodó junto a él. En cualquier momento se pondría de pie y trataría de darse una ducha relajante...

Se recostó a su lado y correspondió aquel abrazo de su koi mientras soltaba una disimulada risa por aquel último comentario de este mismo. Respiró hondo y besó la frente del castaño con cariño.
Pensaba en que tendría que darse una ducha y sería mejor que lo hiciera ahora así luego Hyde podría hacerlo tranquilamente.

Miró las sábanas distraídamente, habían unas cuantas manchas rojas en diferentes puntos, suspiró con cansancio y se separó poniéndose de pie nuevamente. - Iré a darme una ducha, no tardaré - Aseguró besando de nueva cuenta su frente y así regresó al cuarto de baño, rápidamente abrió el grifo de agua fría y caliente y se metió, cerca había un montón de toallas limpias perfectamente dobladas y al lado un par de batas.
A pesar de los cortos minutos aquello había sido relajante aunque había algo que comenzaba a preocuparle, pero no quiso prestarle mucha atención tal vez sólo sería exagerar.

Al salir tomó una de las toallas y se secó el cuerpo e hizo lo mismo con su cabello revolviéndolo, dejó aquella tela a un lado y estiró los brazos. Todo estaba lleno de vapor y el sol a través de las pequeñas ventanas podía notarse perfectamente, podrían ser tal vez las dos o tres de la tarde.
Asomó la cabeza por el marco de la puerta buscando a su novio. - ¿Vendrás?... ¿o te ayudo? - Sonrió apenas forzándose a no soltar una carcajada. No era que se estuviera burlando pero pensar en que al vocal le costaría hacer apenas ese corto trayecto hasta el baño era un tanto divertido.
Luego pediría algo de comer, al final tenían todo el día para estar ahí... y tendría que cambiar esas sábanas... bueno mejor le preguntaría a su koi si quería quedarse un rato más.

Disfrutó de aquellos breves segundos junto a su pareja, abrazado a él. Luego de un rato este se apartó y con un puchero le dejó ir. Permaneció desnudo en aquella cama cuando la puerta del baño se cerró. Le dolía mover cualquier parte de su cuerpo, como si se hubiera estado ejercitando por horas. -Creo que al menos con Gackt, no tendré que ir al gimnasio- Pensó divertido y a unos cuantos centímetros de su cuerpo la luz del sol comenzaba a colarse e iluminaba la sábana blanca que tenía debajo.

Se miró las manos, en el restaurante antes de salir se había vuelto a poner el anillo. Lo observó un momento y suspiró. De un movimiento rápido se lo sacó y lo dejó sobre la sábana, lo miró fijamente otro rato. Ese objeto ahora era tan insignificante y a la vez contaba tanta historia.
Trató de estirar uno de sus brazos, sintiendo de pronto un especial dolor en el hombro pero al contrario de molestarle, le hizo soltar una risa.
Llevó la mano hasta la luz y cerró los ojos. No quemaba, se sentía muy bien. Se quedó así un rato, recostado de lado, con la cara pegada al colchón y la mano cubierta por el sol.

Salió de su trance cuando Gackt volvía, eso había sido rápido o él se había quedado dormido por unos segundos. -Ayúdame- Pidió con un nuevo puchero y un tono meloso en la voz. -Tendrás que bañarme si es necesario- Le sonrió con picardía, sin moverse de esa posición, esperando a que su novio fuera por él.

- No es problema en absoluto, es como bañar a Demian... pero un poco... bastante más grande. - Comentó riendo mientras se dirigía a la cama. - No espera, no tanto - Corrigió en referencia a su altura.
Se inclinó pasando una mano por la espalda del castaño y la otra bajo sus piernas para así alzarlo tomándolo en brazos, le guiñó el ojo en un gesto bastante coqueto, sólo que esa no era la intención inicial y seguro que Hyde muy bien lo sabía.

- Ok, princesa... a su baño - Se burló en tanto daba la media vuelta regresando al lugar de donde venía, llegó hasta la amplia tina en donde lo dejóara acto seguido abrir los llaves de las diferentes temperaturas del agua, antes de "ayudarle" se quitó las mangas de aquella bata que llevaba puesta y las amarró en su cintura para no mojarlas. Tomando el mango de la ducha lo dejó sobre los hombros ajenos dejando que el agua se deslizara por su cuerpo llevándose los restos de sangre y semen que aún quedaban entre sus piernas y mientras esperaba que eso pasara le miró a los ojos por un momento hasta que le repentinamente le enseñó la lengua y sonrió divertido.
Una vez que notó que el agua ya salía completamente clara, pasó el agua de la ducha al grifo, puso el tapón en la tina y esperó a que aquello se llenara.

- Siéntate - Dijo antes de posicionarse en cuclillas apoyándose con los antebrazos en el borde de aquel gran "recipiente". - ¿Te quieres quedar un rato más o prefieres que ya volvamos a casa? - Preguntó apoyando ahora el mentón sobre sus antebrazos observándole tranquilamente. - Podríamos comer antes de irnos. - Sugirió.
Claro que si comían ahí debía primero llamar a alguna empleada del lugar para que limpiara aquel desastre en aquella cama, pero quizás no era buena idea... - ¿Debería llamar a alguna camarera - Preguntó por último bastante divertido.

Le sonrió con cariño ante sus primeras palabras y apenas soltó una risa, ya que incluso reír le hacía doler el abdomen. Le ayudó a cargarle rodeando su cuello con ambos brazos y acomodando la cabeza en su hombro. Besó su mejilla con ternura. -Mi príncipe~- Murmuró siguiendo el juego y cerró los ojos. Estaba cansado, de pronto recordó que no había dormido nada desde la noche anterior y ahora todo aquel ajetreo estaba cobrándole con creces.
Se quedó quieto ya en la bañera y se dejó hacer sin decir nada aún, mantenía una sonrisa en la cara, pensando en muchas cosas mientras observaba a su novio tener esas atenciones con él.

De forma ausente, se acariciaba la piel ayudándose con el agua para llevarse los restos de aquellos fluídos que quedaban en su cuerpo. De repente sintió la mirada ajena e hizo lo mismo, le mostró la lengua y rió con diversión. Ese Gackt y el de hace unos minutos no tenían nada en común, sintió que tenía todo lo que necesitaba en una sola entidad, era bizarramente hermoso. Amplió su sonrisa y esperó a que el menor hiciera lo que hacía, escuchó su orden y le miró serio. Estar sentado le iba a doler, se mordió el labio y de todas formas lo hizo, apoyándose ligeramente sobre uno de sus costados para no estar completamente sentado.

Se relajó en aquella bañera y suspiró. El agua cada vez subía cubriéndole las piernas. -Quiero dormir- Repitió aquel gesto que hacía con los labios y se acercó como pudo a su pareja. Colocó los brazos igual que los ajenos, a su lado sobre el borde de ese artefacto y luego la cabeza sobre estos. -Mmh~ si, que limpien el cuarto, comemos y dormimos un rato aquí... quiero estar contigo a solas al menos hoy~- Levantó una mano llevándola sobre el brazo del otro y acariciándolo cariñosamente con las puntas de los dedos. -Te amo, Gacchan- Se movió para tomarse ahora de sus brazos, apenas lo suficiente para besarlo en los labios en esa posición.

Asintió. - Está bien, nos quedaremos - Le miró con una pequeña sonrisa en los labios antes de recibir con agrado aquel beso al cual no tardó en corresponder de una forma calmada y suave, nada en comparación a lo que antes había sido.

Se separó incorporándose. - Iré a llamar a alguien para que venga - Informó antes de salir del cuarto, llegó a un lado de cama hasta uno de las pequeñas mesitas de noche que había a cada lado, tomó el teléfono y marcó a la recepción. Una vez hecho esto volvió al baño posicionándose como antes.
- Ya - Respiró hondo. - Luego de que termines pediré algo para comer - Metió la mano derecha al agua y fue agitándola ligeramente mirándola totalmente concentrado en las pequeñas ondas que se esparcían hasta desaparecer. Hasta que un golpeteó en la puerta le sacó de tal ensimismamiento, alzó el rostro encontrándose con el ajeno y enarcó una ceja. - Que rapidez -
Sonrió ampliamente y volvió a ponerse de pie, se asomó por la puerta. - Pase - Dijo con la voz lo bastante fuerte para que quien fuera que estuviera ahí para la limpieza simplemente pasara, esperó unos segundos hasta que efectivamente una mujer de quizás su misma edad entró. Hizo una pequeña reverencia desde donde estaba y se giró. - Que eficientes - Dijo bromeando acercándose de nueva cuenta aunque ahora se sentó en la tapa del retrete mientras pronto comenzaba a escucharse el ajetreo de aquella mujer.

Sin quitar aquella sonrisa del rostro le miró alejarse cuando fue a llamar a la recepción. Permaneció en la misma posición sobre el borde de la bañera, con la cabeza apoyada en sus brazos y cerró los ojos. Sentía que le pesaban los párpados y su cuello apenas podía mantenerse unos segundos levantado. Se quedó así un rato hasta que Gackt volvió a entrar pero simplemente se limitó a entreabrir los ojos cuando le habló. Asintió con la cabeza de forma ausente.
-Si, me muero de hambre~- Murmuró riendo apenas lo posible para el cansancio que comenzaba a invadirlo. Tanto tiempo con el control sobre su cuerpo, horas de sueño, comida y ahora todo se tropezaba en su cerebro...

Por segunda vez le vio salir y por segunda vez cerró los ojos. De momentos sentía punzadas en su parte trasera, pero el agua hacía su trabajo y lo relajaba. Ahora le llegaba por abajo del pecho, debía cerrar la llave pero no tenía intenciones de moverse aún. Suspiró.
Gackt volvió a entrar en la habitación y él una vez más abrió los ojos. Le vio sentado en el retrete y escuchó ruidos tras la puerta del baño.

-Pobre mujer, ¿qué va a pensar de ti?- Murmuró con la voz soñolienta y rio débilmente de nuevo. Luego de un momento se incorporó y alargó una mano a la llave del agua, la cerró y se acomodó aún de costado. Sin vergüenza se pasó una mano por debajo del cuerpo, directamente a su trasero y con calma se dedicó a explorar el área afectada. Hizo una mueca. -Me acostumbraré- Sentenció en un susurro y soltó una risa con una poca más de energía. Luego de mojarse un poco el cuerpo, tomó una botella que tenía a un lado de la bañera y vertió un poco del contenido en el agua, volvió a dejarla en su lugar y comenzó a mover las manos. Pronto la bañera estuvo llena de espuma, se sentía como un niño pequeño. Rió. -Gacchan, tráeme un patito~-

Le miró estirando los labios en un gesto infantil. -Ven conmigo~ No te vas a quedar ahí viéndome mientras limpian el cuarto no?~- Tomó un poco de espuma con una mano y la apuntó hacia Gackt para soplarla después pero esta apenas volvió a caer sobre el contenido de la tina.

Rió también y negó haciendo un además con su mano. - No digas eso, ya bastante mal me sentí antes de llamarla... no estaba seguro de que quisiera que viera eso... - De pronto notó como se tocaba aquel lugar y también hizo una mueca, pero esta vez no acompañó la risa ajena. Sabía que era su culpa y aunque hace un rato lo estaba pasando en grande lamentaba el hecho de que ahora el castaño estuviera adolorido.

Se quedó observándolo por un largo rato, en completo silencio salvo esos pequeños ruidos que el mayor ejercía con el agua y otros que provenían desde la habitación.
Sonrió apenas y negó ligeramente. - Me quedaré aquí, viéndote ~ Tu sólo relájate ahí con tu espuma - Dijo antes de desatar aquel nudo que había hecho con las mangas de su bata y se las puso.

Ahora que observaba con detenimiento el cuerpo de su koi podía notar aún más que antes como aquellas rojizas marcas resaltaban por todos lugares, especialmente en su cuello... antes seguramente para esas alturas ya no habría rastro de ellas.
Apoyó un codo en el estanque y ahí en su mano sostuvo su mejilla. - Tal vez deberíamos comprar algo para cubrir eso... no puedes llegar así a casa - Sonrió ladino y con la mano libre tocó su propio cuello. - ¿También tengo? - Preguntó un tanto curioso mientras ladeaba la cabeza para que el otro pudiera fijarse bien.

Varios minutos ya habían pasado, los suficientes para que la chica encargada de la limpieza terminara con su labor y claro, pronto pudieron escuchar su voz anunciando que ya estaba todo limpio y que se marcharía. La puerta se abrió y luego suavemente se cerró.
Respiró hondo y se puso de pie, salió de ahí sólo para cerciorarse de que todo estaba en orden y efectivamente. La cama tenía sábanas limpias y hasta sus prendas estaban pulcramente dobladas sobre esta.
- Ya está... ¿tardarás mucho? ¿qué quieres comer? -

Se había distraído momentáneamente con la espuma. Fácilmente entretenido con como se sentía en sus manos, se la pasaba por los brazos y las piernas... de pronto sintió la mirada de Gackt y le miró también. Escuchó lo que le dijo y se miró a sí mismo, pero claro, no podía verse el cuello. Aunque por la expresión de su novio podía imaginarse las condiciones de este. -Algo como... una bufanda?- Preguntó divertido sonriendo con ternura, se mordió el labio. Observó ahora el cuello ajeno, apenas tenía unas cuantas por el cuello y uno de sus hombros. -Si~ mio~-

Amplió un poco su sonrisa de modo infantil y volvió a distraerse, aunque aún le prestaba atención a su novio. Continuó enjabonándose el resto del cuerpo, ahora con una esponja que tenía por ahí, una pequeña que sacó de una cajita con el logotipo del hotel, tal vez se la llevaría a casa. Durante los tours y en general cuando visitaba cualquier hotel, le gustaba llevarse lo que podía ser llevado. Tenía ya una decente colección de jabones y condones, ahora tendría una esponja.
Apenas notó cuando Gackt le dejó solo nuevamente alertado por la voz de la mujer que había ido a hacer la limpieza.

Volvió a dirigir su vista al menor cuando de nueva cuenta apareció en la puerta. -Ya casi estoy listo. Quiero lo que a ti se te antoje, hace mucho que no pienso en comida, sorpréndeme~- Pidió con ese tono meloso que le gustaba usar para molestar a Gackt.
Durante un rato más se dedicó a lavarse bien el cuerpo y el cabello y cuando finalmente estuvo limpio y bien enjuagado, hubo vaciado la tina y tenía la otra bata puesta, con un poco de dificultad se puso de pie. Pero no era únicamente por el dolor en la parte baja de su cuerpo, ahora era una combinación de eso más todo el tiempo que había pasado en la dura bañera. Salió al cuarto y miró la cama un tanto sorprendido por lo diferente que se veía a hace unos minutos. Caminó hasta esta y de un salto se recostó de panza sobre el colchón con las piernas estiradas y cerrando los ojos.

Apoyó la cabeza de costado y sentía como su cabello mojaba las sábanas, pero tenía mucho sueño y apenas había tocado la cama, se sentía más soñoliento. -Gacchan, cántame~- Sin embargo, a pesar de haberle llamado, no se molestó en buscarlo con la mirada, se quedó ahí sin moverse. Estaba completamente exhausto, tal vez su novio no tendría ganas de dormir en ese momento, tal vez pediría la comida y él tendría que comer solo más tarde. Pero finalmente el efecto de todo lo que había pasado en esas 24 horas y en menos de cinco minutos terminó por dejarlo noqueado en ese lecho tamaño matrimonial...

Tomó la ropa doblada sobre aquella cama y las dejó sobre un pequeño mueble que había se cerca, a pesar de haber mucho sol no hacía calor, el ambiente estaba perfecto.
Esperaría a que Hyde saliera del baño para pedir algo ¿qué podría ser bueno?, antes había comentado que comería ramen, quizás eso sea bueno. De todas formas no le dio mucha importancia al asunto.

Su cabello aún un poco húmedo caía pesadamente sobre su rostro por lo que aprovechando aquello lo peinó hacía atrás con los dedos. Se acercó al ventanal que daba al balcón, abrió y enseguida notó la refrescante brisa que corría en aquel séptimo piso. Sin salir se apoyó en el marco y se cruzó de brazos desde ahí se podía oír lejano el ruido de la ciudad, eso era agradable... como salir de la rutina al menos sólo por un día.

Pronto sintió como el castaño se lanzaba a la cama, giró el rostro sólo para verle por encima de su hombro y sonrió apenas. Se veía cansado y seguro el baño con agua tibia le había relajado lo suficiente para hacerle dormir. Dio la media vuelta y con unos cuantos pasos llegó a un lado de la cama, se sentó en la orilla de donde Hyde se encontraba. Llevó una mano a su espalda y acarició esta con suavidad por sobre la bata.

Fukaku shizumari kaeru
tsutsumi komareta sora to... - Cantó en un pequeño susurro apenas esas dos frases. Hyde ya prácticamente estaba dormido, se puso de pie y continuó tarareando aquella canción que repentinamente había llegado a su cabeza tras esa petición de su novio: Hoshi no Suna, fue hasta el baño de donde tomó una pequeña toalla, volvió al lado del mayor y con cuidado levantó su cabeza para acomodar la acolchada tela. También tomó una manta y le tapó, seguro su koi no lo tenía en cuenta ya que apenas llevaba un día siendo humano, pero fácilmente podría pescar algún resfriado estando así...

Encendió la TV y se acomodó sobre la cama en el espacio libre, seguro habría una buena película que pudiera ver ver en tanto su compañero se hechana esa larga "siesta". Puso varias almohadas a su espalda apoyadas en es respaldo de la cabecera de la cama y ahí se quedó dándole pequeñas miradas de vez en cuando al pequeño vocal que descansaba plácidamente a su lado.

Si Gackt había hecho caso a su petición, ya no había logrado escucharlo. Después de entregarse a los brazos de Morfeo, nada pudo despertarlo por un buen rato. Un par de veces se movió apenas dándose una que otra vuelta en el colchón. Pasaron quizá un par de horas luego de las cuales poco a poco volvió a escuchar el ruido en la habitación, primero muchas voces, la televisión seguramente. Entreabrió los ojos, ahora estaba mirando hacia donde estaba su novio y al mismo tiempo podía ver que todavía había luz en la calle.
Exploró el entorno con la mirada y divisó a su koi junto a él. Con pereza se talló los ojos y continuó sin moverse un momento más.

Alzó una mano hasta donde estaba el menor y la apoyó sobre una de sus piernas, acariciando su rodilla para hacerle notar que estaba despierto. Aún se sentía adormilado. -¿Por qué no me abrazas, Gacchan?- Las palabras le salieron con cierta torpeza y se movió lentamente hasta estar más cerca del pelinegro, recostándose pegado a él como buscando con esto, obtener lo que pedía.
Así se abrazó a la pierna ajena que tenía más próxima y se aferró a ella como si fuera un peluche. Otro par de segundos pasaron cuando finalmente le soltó y se giró hasta quedar boca arriba. Una vez más se talló los ojos. -¿Qué vamos a comer?-

Con cuidado se incorporó hasta quedar sentado sosteniéndose de ambos brazos. Suspiró. Había sentido aquella punzada en el trasero pero con menos intensidad. Hizo una mueca y giró a ver a Gackt, no debía verse nada presentable en ese momento, con el cabello revuelto y esa cara de dormido. -¿Cuánto debe dormir un humano para rendir todo el día?- Hizo una pausa y sonrió levemente. -Ya estoy viejito~- Suspiró por segunda vez y se dejó caer de espaldas nuevamente.

Por varios minutos también se había dormido, pero había despertado... en la TV pasaban otra película ¿cuánto habría dormido?.
Se estiró un poco y de su pantalón tomo el móvil y vio la hora, ya serían poco más de las 6 de la tarde, dejó el aparato en la pequeña mesita de noche que estaba a su lado retomando la posición de antes en tanto soltaba un ligero bostezo algo soñoliento. Hyde aún dormía aunque ahora tenía el rostro girado hacia él, estiró un poco los brazos hacia adelante antes de prestarle un poco de atención a la programación que pasaban cuando la mano ajena en su rodilla interrumpió aquel acto. Se giró inmediatamente y soltó una risa divertida cuando el castaño abrazaba su pierna, dejó una mano en la cabeza ajena y revolvió su ya menos húmedo cabello con suavidad.

- Aún no he pedido nada, esperaba a que te despertaras. - Notó con cierta preocupación aquella mueca de su koi ¿aún dolía?. Enarcó una ceja y a lo siguiente casi no le dio mucha importancia, se inclinó sobre el cuerpo del vocal y depositó un pequeño beso en sus labios. - ¿Quieres ramen?... yo si quiero... tengo hambre - Frunció el ceño con una sonrisa quejándose de aquello de forma sutil.

- Si aún estás cansado después de comer podrías dormir un poco más, no me iré a ningún lado - Bromeó con una pequeña carcajada y se incorporó para tomar el teléfono, marcó por segunda vez en el día a la recepción y pidió la comida a la habitación. Además del ramen y algo para beber también pidió fruta picada para el postre, seguro Hyde terminaría comiéndose todo eso. Colgó el aparato y se giró nuevamente a su novio abrazándolo con bastante fuerza. - ¿Aún le duele el trasero, mi bella dama? - Llevó una mano a aquella parte por encima de la bata y dio un par de palmadas con mucha suavidad volviendo a carcajearse con mucha más diversión.

Se removió gustoso cuando lo besó, correspondiendo con una sonrisa pícara en los labios. Asintió casi de inmediato a su pregunta. -Ramen~- Repitió todavía adormilado pero con aquella sonrisa dibujada. Cerró los ojos mientras escuchaba con gracia lo siguiente. -¿Me lo prometes?- Abrió apenas un ojo para mirarlo y se volvió a acurrucar a su lado en tanto él hacía la llamada. Esperó hasta que hubiera colgado. -Mmmh eso sonó delicioso- Murmuró entre dientes dejándose abrazar, sintiéndose repentinamente reconfortado por la fuerza que su novio aplicaba.
Soltó un quejido complacido notando luego lo que decía y las palmadas en su parte trasera. No pudo evitar reír también y con una mano rodeó su cintura para apretujarlo en esa posición que de pronto se había vuelto muy cómoda.

-Si~ tendré que hacer todo acostado y tendrás que llevarme a casa cargando- Le apretó un poco más apoyando la cabeza en el pecho ajeno. -Mi Gacchan~ te amo~- Se restregó contra su pecho cual minino un momento hasta que se quedó quieto nuevamente pero sin soltarle.
Luego de unos minutos la puerta volvía a llamar su atención, ¿debería abrir? ¿dejar que Gackt abriera? Se miró a si mismo, debería vestirse antes o tal vez no... ¿y si era la misma persona de antes? Bah~ qué más daba... se apartó de Gackt y se puso de pie, se acomodó la bata que estaba hecha girones y caminó hasta la puerta. La entreabrió para ver si era su comida y ahí, del otro lado, había un hombre junto a un carrito en donde estaban las charolas. Apenas abrió la puerta un rico olor invadió sus fosas nasales y como antes, su estómago hizo ruidos. De repente ya no sentía nada de sueño.

-Buenas tardes~- Saludó con cierta gracia abriendo la puerta solo lo suficiente para que entrara el carrito, el hombre lo quiso introducir por el espacio que Hyde había hecho pero este le frenó casi de inmediato y jaló el carrito por su cuenta. -Yo me encargo desde aquí- Le guiñó el ojo con diversión y luego de meter el carrito en el cuarto cerró la puerta dejando al otro un poco desconcertado, pero no le dio importancia. Empujó el carro hasta la cama y lo colocó junto a esta. Miró a Gackt con una sonrisa. -Tenemos comida~- Anunció y abrió una a una las charolas. -Ahora gastaremos mucho en comida, no podré resistirme a nada~- Se acercó a uno de los tazones de ramen e inhaló el aroma de este. Suspiró. -Hacía tanto que el ramen no olía tan bien- Finalmente le dio la vuelta y se sentó con cuidado en la orilla de la cama. De reojo miraba a su novio esperándole para empezar a comer.

Esa manía de Hyde de pretender ser un gato ya la sabía de memoria, pero no podía dejar de parecerle gracioso. - También te amo - Respondió con una pequeña sonrisa en los labios antes de que el castaño se apartara y con algo de sorpresa veía que se acercaba a la puerta, a veces no entendía las acciones de su koi, no es que aquello le causara algún tipo de problema o algo parecido, simplemente era curioso.
Sin protestar a aquello simplemente esperó, seguro era la comida y el mayor la llevaría hasta la cama.

Tomó el mando del televisor alcanzando a cambiar apenas un canal cuando el vocal volvía con aquel carrito en donde estaba la comida, se incorporó sentándose de una forma recta sobre la cama, en la orilla y con agrado pudo oler como aquel delicioso aroma llegaba hasta él.
Rió divertido al ver que Hyde le miraba como esperando a que él comiera también, era como una especie de "esposa"... antes se lo había dicho y eso era lo que le causaba más gracia. - Sólo come - Dijo sin evitar volver a reír mientras decía aquello.

Abrió la otra charola dejando expuesto aquel humeante tazón, tomó los palillos y la cuchara que estaban envueltos en una servilleta de tela a un lado, con el cubierto tomó un poco de sopa y la probó, estaba verdaderamente delicioso. Tomó luego con los palillos unos cuantos fideos dejándolos en la cuchara que ya antes tenía nuevamente un poco de sopa y se lo llevó a la boca. siendo honestos, el ramen también era uno de sus platillos favoritos, eso no lo podría negar.

- Quedaremos en banca rota sólo por comprar tu comida - Bromeó luego de un rato cuando ya había comido bastante de aquello. A un lado había una pequeña jarra de agua, zumo y una botella de vino. Tomó la jarra de agua y se sirvió en la copa un poco...

-Si~- Contestó con fingido orgullo a sus palabras. -Y al final nos comeremos entre los dos, baby~- Le miró de reojo con diversión, estaba concentrado en acomodarse y tomar los palillos para comenzar a comer. Tragó el primer bocado soltando un sonido de agrado. -Ahh~ qué rico...- Sonrió ampliamente girándose para mirar a Gackt. -Otro día debes cocinarme algo. Quiero probar tu sazón.- Le sonrió ahora a él. Devolvió la mirada a su comida para proceder a probar un trozo de carne que flotaba en el caldo. Masticó todo lentamente. Le invadía esa olvidada sensación de satisfacción, cómo había extrañado comer.
Continuó comiendo con tranquilidad, saboreando cada diferente ingrediente de su plato hasta que a la mitad de este se detuvo, era bastante grande el tazón aunque no se sentía lleno aún.

Miró a su novio a su lado. -¿Por qué tenemos vino?- Sin esperar respuesta tomó la botella y se sirvió un poco en la copa vacía frente a él. Le dio un sorbo algo largo y luego la volvió a colocar en el carrito que ahora les hacía de mesa.
-Esto sabe igual siendo vampiro y siendo humano, mmmh... curioso...- Levantó su copa hacia el otro y se quedó pensativo un momento. -Porque el sabor a sangre en mi boca ya no será más un problema cuando me beses- Dijo finalmente soltando una risa después y chocando su copa con la ajena. Dio otro sorbo.

La comida continuó en calma y luego de unos minutos más el plato y la copa que utilizaba estaban vacíos. Por un rato permaneció sentado junto al menor en silencio. Se miraba los pies que colgaban ligeramente de la cama. Levantó la cara y volvió a sonreírle con ternura. Se alzó para besarle la mejilla de forma cariñosa. -Voy a vestirme- Se levantó y tomó su ropa de donde la mucama la había dejado, seleccionó la que era suya y se la colocó rápidamente ahí mismo. Volvió a sentarse en otra orilla de la cama para calzarse las botas y cuando terminó caminó hasta quedar frente a Gackt. Se acomodó el cinturón mientras le miraba con una sonrisa de lado. -¿Quieres ir a casa ya? Los niños deben estar preocupados- Se sentó en una de sus piernas rodeándole con los brazos para acurrucarse ahí mismo...

En algunas ocasiones cuando Hyde hablaba sólo se quedó en silencio masticando con calma los trozos de carne que se llevaba a la boca, algunas veces sonreía y hasta tenía que tomar un poco de agua para no terminar por ahogarse antes las pequeñas carcajadas que el otro lograba sacarle.

Tomó su copa y la chocó suavemente con la ajena. - Por más besos sin sabor a sangre. - Habló por fin completamente de acuerdo por aquel brindis, bebió un poco de agua y continuó comiendo tranquilamente y luego de unos minutos más pudo notar como el plato del castaño ya estaba vacío, el suyo seguía aún con algo, no mucho, pero tardaría unos cuantos minutos más. Asintió ante el anuncio de su koi y así cuando este hubo terminado aquella "tarea" su plato al fin ya estaba vacío, respiró hondo y dejó la cuchara y los platillos a un lado, se sirvió un poco más de agua y se la bebió toda de una vez para así recibir al mayor en su pierna rodeando su cintura.

- ¿Ahora te preocupan los niños? - Enarcó una ceja y rió aunque luego se acercó y besó su mejilla, luego su mentón y así terminó por llegar a su cuello. Se separó un poco y miró aquella zona. - ¿Qué harás con eso? te dije que no puedes llegar así... Akira te mirará extraño y te interrogará... y yo no te ayudaré - Murmuró lo último con algo de diversión, volvió a dar un último beso y se incorporó dejando al castaño al lado.
Tomó su ropa y se vistió aunque antes de marcharse de ahí fue hasta el baño en donde se miró al espejo, sólo tenía el cabello alborotado, lo arregló y salió... con eso era suficiente. Llegó a un lado de Hyde y le guiñó un ojo con coquetería. - ¿Nos vamos? -

Soltó una risita mientras le besaba y finalmente lo miró al escuchar aquello. Negó con la cabeza. -Pero me gusta portarlos con orgullo, son tus autógrafos, ¿recuerdas?- Murmuró divertido mientras le correspondía aquel último beso y se sentaba nuevamente en el colchón. Pero mientras Gackt se pasaba por el baño, se puso de pie y revisó el cuarto en busca de algo que le hiciera falta. Se colocó la chaqueta y tomó las gafas oscuras que estaban acomodadas en una de las mesitas.
-Creo que la mujer debió darse cuenta de que estabas con un hombre- Le miró antes de colocarse los lentes y observar a su novio detrás de estos. -Lo digo por la ropa- Rió.

-Solo un momento- Ahora él se dirigió al baño y se miró al espejo, su cabello estaba revuelto y despeinado, pues ya estaba seco y no se lo había cepillado. Lo acomodó un poco, se miró el cuello y se pasó un par de dedos por una de las marcas. Esas cosas tardaban mucho en salir, dos o tres días... no lo sabía bien... suspiró y dio un último vistazo al baño. Al parecer no se olvidaba de nada. Volvió al cuarto, se miró la mano, el anillo estaba en su lugar. Como si no fuera a dejarlo, recordaba quitárselo pero no ponérselo... hizo un gesto de restarle importancia a sus divagaciones mentales y volvió junto a su novio. Con decisión le tiró los brazos al cuello y lo atrajo hacia si, alzándose de puntas y besándole larga y profundamente por un buen rato.
Le soltó pasado un momento y le miró con una sonrisa amplia.

-¿Me llevas a comprar una bufanda?- Pidió divertido y sin realmente esperar alguna respuesta afirmativa de su parte, le besó brevemente una vez más y se adelantó a la puerta. -Ahora yo voy primero. Te espero en el auto, guapo- Le mostró la punta de la lengua con coquetería guiñándole un ojo y rápidamente salió por la puerta.
Caminó a paso ligeramente acelerado por el pasillo hasta el elevador. Llegó en cuestión de segundos a la planta baja y despidiéndose del vigilante de antes con una reverencia salió al estacionamiento, con la cabeza agachada para evitar miradas curiosas a su cuello y desapareciendo casi desapercibido hasta el coche de Gackt...