Live Wire -Hyde-

Se rió disimuladamente y se apartó de su cuello bajando hasta su pecho en donde fijó su atención por un pequeño momento en uno de sus pezones el que mordió y jaló con algo de fuerza.
Luego de eso continuó bajando por su abdomen llegando justo abajo de su ombligo en donde se detuvo. Se incorporó sentándose una vez más y con rapidez desabrochó ahora sus propios pantalones junto con los bóxer sintiéndose en parte un poco más aliviado por la presión que ejercía en aquella zona de su cuerpo.

- ¿No quiero? - Nuevamente se acomodó entre sus piernas y pasó un brazos por debajo de su muslo alzándolo un poco. Sonrió ladino mientras con la mano libre se apoyaba inclinándose sobre su cuerpo, después de acomodar aquella pierna de Hyde sobre su cintura llevó aquella mano a su propio miembro para ayudarse a entrar, sólo bastó que se acomodara aún más, apenas la punta para luego entrar de una vez, de golpe y con fuerza por lo que su ceño se frunció sintiendo aún más presión que antes, pero esta era una sensación completamente placentera a pesar de que aunque el mayor no estuviera excitado como él, su entrada estuviera aún más estrecha que otras veces.

Soltó un pequeño jadeó y miró sus labios, se relamió los propios y se acercó, pero antes se aseguro de tomar su mentón con fuerza para que no se aparata y así le besó de una forma como jamás lo había hecho con Hyde.
Jugueteaba con la otra lengua y al separarse mordía su labio inferior comenzando a moverse con algo de dificultad. Aquello no había sido buena idea, claro que no, pero... ¿qué podía hacerse?... era un maldito borracho con ganas de sexo a cualquier costa.

Negó con la cabeza. Tantos malos recuerdos le llenaban la cabeza en ese momento. Se concentró en ellos, pero de alguna forma le dolía que justamente Gackt, luego de decirle todas esas cosas, actuara de aquella manera tan equivocada. Ahí iban de nuevo, pensó. Recién se habían podido reconciliar y el otro lo arruinaba de esa forma. Suspiró varias veces, estaba resignado.

Cuando notó que el menor se quitaba el pantalón su cuerpo se tensó casi por acto reflejo, no lo quería sentir, en ese momento no le gustaba nada. Le miraba incluso con repulsión, pero por un largo momento ya no dijo nada más. No valía la pena. Pero todavía se preguntaba por qué no hacía nada al respecto, pero la respuesta era obvia, no era capaz de hacer algo contra su Gackt.

Su cuerpo cedió muy contra su voluntad porque el otro lo había obligado y cuando lo sintió en su interior proliferó un grito grave, su espalda se enarcó y sus brazos se jalaron lo cual hizo que la soga le raspara aún más las muñecas. -Mmmmh detente, por favor...- De un momento a otro comenzó a mover las piernas, estaba incómodo. Gackt lo sostuvo por el mentón y por más que intentó hacerse a un lado la lengua del cantante atinaba a tocar la suya de una forma que le desagradaba. -Basta!- Exigió entre jadeos causados por el movimiento, pero no se detenía.

Sin soltar su mentón se separó del todo y le miró por un par de segundos directamente a los ojos, pero luego con el ceño fruncido desvió la vista. - Cállate... - Ahora fue él quien exigió con bastante coraje. Chasqueó la lengua una vez más y le soltó de mala gana.
Estaba nublado, completamente bloqueado, simplemente seguía con eso sin importarle lo que Hyde dijera, si gritaba o se movía de un lado a otro. Muy por el contrario de sentirse mal los gemidos y jadeos, las manifestaciones del castaño sólo le incitaban a continuar.

Pasó ambos brazos bajo cada muslo del mayor y alzó más sus piernas para así poder entrar y salir de su interior con mayor facilidad, cada vez iba más rápido y también más fuerte chocando violentamente contra el cuerpo ajeno.

Se acercó a una de sus caderas y depositó un pequeño beso que por un momento pudo haber pasado por un gesto cariñoso, pero no, claro que no. De lo que menos se acordaba Gackt ahora era de que hace unas cuantas horas le había dicho a Hyde que lo amaba y claro, pensar que lo que menos quería era que estuviera mal.
Ahora sólo eran como palabras vacías sin sentido...

Fue disminuyendo las embestidas sonriendo descaradamente ante el sufrimiento de su amante, sufrimiento que él mismo estaba causando.

-Nooo!!- Gritó con bastante fuerza pero Gackt estaba sordo, parecía como si a pesar de que se estaba aprovechando de su cuerpo él no estuviera ahí o simplemente no le prestaba ni un poquito de atención. Se movió aún más insistentemente, a pesar de que sentía dolor en aquella parte invadida sin ninguna consideración.

Todo lo que había pensado de no moverse y no hacer ruido no estaba funcionando, pues no sólo era el dolor físico. Se sentía desesperado. Cuando el menor cambio la posición entorpeció así sus repentinos espasmos y es que tampoco tenía la suficiente fuerza para bloquearlo.

Una de sus muñecas comenzó a sangrar a causa del movimiento violento al intentar zafarse. Y al ver que su esfuerzo era en vano y el daño aumentaba, poco a poco se quedó quieto, dejaría que Gackt llegara hasta el final pero sabía que eso sólo traería más problemas. Su cuerpo había dejado de traicionarlo, ni siquiera sentía un poco de placer, se sentía bastante mal en ese momento. Cerró los ojos y suspiró profundo. Luego los abrió y miró al cantante cuando las embestidas se habían alentado. -Gac-chan... estás... haciéndome daño~- Le miró directo a los ojos, con tristeza, esa estupidez que no sentía hace tanto tiempo.

Ese grito le hizo de alguna manera volver en si, pero no de una buena forma. Soltó sus muslos y apoyó las manos una a cada lado del rostro del castaño. Le miró y sonrió. - Shh, haces más ruido del necesario - Se burló cruelmente.
Seguramente cualquiera que estuviera en el lugar de Hyde maldeciría a Gackt por comportarse tan imbécil, como si no tuviera sentimientos... no hacia el castaño.

Dio una lamida a sus labios y así se alejó de su rostro relamiéndose los propios cuando notó la sangre en una de sus muñecas, enarcó una ceja y sonrió ampliamente. Sus movimientos se detuvieron por completo, respiró hondo y bajó el rostro antes de salir del interior del mayor lentamente.

Le miró un momento desde una distancia más alejada. Honestamente esa imagen del vampiro de alguna enferma manera le excitaba más, quería saciar sus ganas de una vez. Tomó la cintura del cantante y le giró haciendo que se apoyara en las rodillas dándole una imagen que para él le llenaba de morbo. Se posicionó tras él y tomando ahora sus caderas entró nuevamente de golpe, con ganas de hacerle daño, de sentir el sufrimiento de Hyde.
No tardó en moverse, esta vez no se detendría y acabaría en él.

-Gackt! Por favor!- Exclamó con aún más desesperación cuando le decía aquello de esa forma tan repugnante para él. Cuando se acercó a su rostro y lamió sus labios simplemente cerró los ojos, se negaba a dar más batalla aunque ese dolor punzante invadiera sus entrañas. Mantuvo los ojos cerrados por un corto momento, respirando hondo para calmarse.

-Vas a lamentarlo mucho...- Susurró de modo casi inaudible, de pronto el sentimiento de tristeza se había ido, él mismo había hecho que se fuera. Le miró con reproche justo antes de que su cuerpo fuera girado boca abajo. Pero las manos continuaban amarradas y su espalda se enarcaba al ser que no tenía la oportunidad de recostarse.

Gruñía levemente y repetidas veces como si no pudiese encontrar sosiego aunado a la mala posición que ahora tenía. Volvió a cerrar los ojos esperando el momento de la nueva penetración. Y nuevamente proliferó un fuerte grito pues le dolía bastante. Su cuerpo se tensaba involuntariamente ante la invasión.

¿Iba a lamentarlo?... continuó con las penetraciones manteniendo un ritmo algo lento, soltó una pequeña carcajada. - No lo creo - Sentenció y apretando aún más sus caderas aumentó el ritmo haciendo que todo el cuerpo del castaño se moviera junto a él. Que se tensara y estremeciera simplemente por el dolor...

Así continuó por un momentos más disfrutando del sufrimiento ajeno, sin siquiera sentirse mal por esto... sin siquiera escuchar lo cierto de las palabras de Hyde.
Comenzó a empujar al cantante para hacer las penetraciones más profundas y con esto también hiriendo aún más las muñecas de su amante mientras apretaba con fuerza los dedos en aquella blanca piel de sus caderas.

Un momento más pasó y bastó para que aquellos espasmos aparecieran indicando la llegada del orgasmo, un par de embestidas más fuertes y profundas antes de soltar un pequeño quejido corriéndose en su interior.
Esperó a que la sensación pasara y así salió de él, se sentó a un lado un poco jadeante y se pasó una mano por el cabello peinándolo hacía atrás.

El resto de la actividad transcurrió en silencio. Cuando en otras condiciones seguramente lo estaría disfrutando y no querría que se detuviera, esta no era la ocasión, deseaba tanto que terminara esa sensación. Apretaba los ojos con fuerza sintiendo como la excitación de Gackt palpitaba y se removía en su interior y dejaba escapar débiles quejidos por la intensidad de los movimientos contra su cuerpo.

Cuando por fin pudo sentir el caliente líquido recorrer su cuerpo soltó una bocanada de aire que había sostenido durante los últimos instantes. Respiró con dificultad, tanto por la actividad como por la posición, la forma en que estaban sus brazos le impedían hacerlo con calma.

Finalmente pudo sentir a Gackt salir de él y como si de un saco de tierra se tratara se dejó caer hacia un lado, aún con las manos inmovilizadas y las muñecas ensangrentadas. No abrió los ojos, era una sensación que no podía describir. Pocas veces en su vida humana había llorado y lo que sentía en la garganta era algo parecido, algo que no lo dejaba hablar, pero ni una sola lágrima lograba salir de sus ojos. No dijo nada más, estaba dolido, de muchas formas. Sólo se dedicaría a esperar.

Se subió las prendas y se puso de pie, no se dio el tiempo de dar la media vuelta y mirar a Hyde, sólo se metió al cuarto de baño, pero no cerró la puerta.
Se miró al espejo y frunció el ceño para luego inclinarse sobre el lavabo, abrió el grifo y se mojó la cara con ambas manos y varias veces.

Esperó un largo rato con la cabeza abajo mirando el agua correr, ahora que ya había pasado, que había logrado lo que quería ya no sabía... no sabía absolutamente nada... o tal vez si, sólo que... era difícil de aceptar.

Chasqueó la lengua y salió llegando a la habitación una vez más y aún así no le dedicó ni una sola mirada al mayor, simplemente salió del lugar dejándolo ahí. Fue hasta la sala y tomó la botella de vodka bebiendo un largo trago de esta, se dejó caer pesadamente al sofá.
Todo estaba bastante oscuro, ya era de noche. Respiró hondo y de pronto recordó lo que hace unos instantes había ocurrido, lo que había hecho y así de pronto una ola de remordimiento le cubrió por completo, frunció el ceño y se tapó el rostro con una mano. ¿Qué había hecho? ¿por qué?... eso había sido una imbecilidad de su parte. Aunque aquella palabra le quedaba pequeña.
Apoyó los codos en sus rodillas y se mantuvo así mirando fijamente un punto invisible en el suelo.

Y al parecer su espera también había sido en vano. Gackt ni siquiera lo había mirado. El nudo en su garganta amenazó con explotar, tragó saliva con mucho trabajo pero no se movió ni un milímetro. Escuchaba todo lo que Gackt hacía, lo sintió pasar a su lado una vez más y salir de la habitación. Pensó tantas cosas en ese momento, se imaginó al otro en los peores escenarios. Suspiró, no iba a llorar, no ahí, pero sentía que estaba a punto de hacerlo.

Cuando escuchó que Gackt caía sobre el sofá, se incorporó con la poca fuerza que le quedaba hasta quedar sentado con la espalda pegada a la cabecera en donde sus manos estaban amarradas. Abrió la boca y se asomaron los colmillos afilados que normalmente usaba para comer, qué bajo se veía a sí mismo. Mordió la cuerda con cuidado pero las manos le temblaban, así como el resto del cuerpo. Después de un momento ya sólo tuvo que jalar y aunque eso había dolido más ya estaba liberado.

Se tomó el tiempo de sobarse los brazos y cuando se impulsó para bajar de la cama se dio cuenta que las piernas tampoco le respondían con normalidad, le dolía toda la zona de la cintura para abajo además de los brazos. Después tomó su ropa del suelo y el colchón, se la colocó con las manos aún temblando, cuando estuvo vestido volvió a suspirar y por un microsegundo se vio tentado a ir a la sala y hacer algo al respecto, pero una vez más se detuvo. Qué idiota se sentía. Entonces se tocó la cara, pero sólo para darse cuenta que tenía las mejillas empapadas, sin darse cuenta había estado llorando durante todo ese rato. Para él era suficiente, al segundo siguiente la habitación ya estaba vacía, había salido por la ventana tan silencioso como el viento.

Respiró con dificultad y cerró los ojos. Ahora las palabras de Hyde hacían eco en su cabeza a pesar de que intentaba borrarlas a toda costa, pero no... seguían ahí.
Era cierto... aunque la verdad tampoco era como si se sintiera la peor persona del mundo, estaba borracho y tenía algo de sueño. Bebió un poco más de vodka y se recostó a lo largo del sofá sin antes haber dejado la botella a un lado.

Cerró los ojos y posó el antebrazo sobre sus ojos, sólo quería dormir... necesitaba dormir, pero a la mañana siguiente estaría completamente lucido, quizá con dolor de cabeza y lamentándose tal y como Hyde lo había dicho.

Respiró hondo y para su fortuna no fue tan difícil haberse quedado profundamente dormido.