Rain -Hyde-

Habían pasado dos días, dos días que fueron por completo un tortura. ¿Con qué cara iba a la casa de Hyde y le pedía perdón?...
Aquel día en que todo había ocurrido, en que se había ido al sofá había dormido un par de horas que fueron suficientes para poder asumir lo que había pasado, había ido a la habitación, pero ahí ya no estaba el vampiro.
Sabía que sería un descarado o como el mismo se había dicho el día anterior: una basura. Había sido bastante duro consigo mismo, pero era necesario. ¡Había violado a Hyde!

Estaba ahí parado frente a la puerta del departamento del castaño, tal vez no era bueno presentarse así como así, además estaba Akira... quizá no era un bueno momento y menos si el pequeño estaba presente. Respiró hondó, estaba dispuesto a aceptar si el mayor no quería verlo por ahora, pero no iba a dejar de insistir...

Se pasó ambas manos por el rostro terminando de decidirse y cuando lo hizo tocó el timbre. Iba a mirarlo a los y pedirle perdón... una vez más.
¿Por qué era tan imbécil? ¿y cómo se iba a justificar por lo que hizo?, suspiró y esperó a que alguien le abriera y honestamente prefería que fuera cualquier otra persona menos Hyde. En el fondo no quería verlo o más bien no se atrevía... tenía miedo de lo que pudiera decir, tenía miedo al rechazo y si así era... se lo merecía.

Después de esa noche en que había llegado del cementerio sintiéndose visiblemente renovado, no había detallado en lo que había ocurrido con Gackt. Ni siquiera pensaba en eso y, una vez más, era la ventaja de esa condición. Aunque sin duda el dolor si le había durado un poco más, ahora se encontraba mejor.

Los niños estaban en el cuarto de Akira jugando juntos y él terminaba de servirse un vaso con agua cuando de pronto la presencia del cantante le devolvió muchas sensaciones, le habían caído de golpe como un balde de agua fría y sintió una punzada en el estómago, nervios. Sonó el timbre. Caminó sigilosamente hasta la puerta y se asomó por la mirilla, si, era Gackt. Puso una mano en la perilla y dudó por un momento, apoyó la cabeza en la puerta por un par de segundos. Entonces Akira y Reira aparecieron detrás de él, sobresaltándolo.

Ak: -¿Quién es?-

-Aahh... no lo sé, vuelvan al cuarto, ¿si?- Dio un par de pasos hacia los niños para encaminarlos de vuelta a la habitación y después volvió hasta la puerta, volvió a asomarse y Gackt seguía ahí. Inhaló bastante aire y abrió la puerta apenas para mirarlo. Segundos antes tenía una y mil cosas qué decirle, y ahora se había quedado mudo. -Hola- Atinó a decir de forma seca.

Un escalofrío recorrió su espalda en aquel preciso momento en que pudo verlo y aunque pensaba que ya lo había dejado atrás aquella voz en su cabeza de Hyde pidiendole por favor que se detuviera se hizo presente. Bajó la vista y cerró los ojos por un momento, pero eso no era lo que había planeado ir hacer ahí, estaba flaqueando.

Respiró hondo y volvió a alzar el rostro para mirarle aún sintiendo que hasta eso era algo de lo más cruel. - ¿Podemos hablar? - Preguntó bastante dudoso.
Mil cosas pasaban por su cabeza, cientos de formas eran de como pedirle perdón otras cuantas maldiciéndose asimismo por ser un idiota, aunque claramente aquella palabra le quedaba corta.

- Hyde... - Comenzó hablar pausadamente aunque no había esperado respuesta del otro. Hablaba de forma bastante seria, se notaba con sólo mirar unos segundos su rostro aquella expresión de dolor, de arrepentimiento... de lo mal que se sentía. - Sé que me comporté como un imbécil... fui un idiota, soy un idiota... yo... ¿qué más puedo decir? - Desvió la vista un segundo, pero pronto le volvió a mirar. - Sólo quiero pedirte perdón... aunque tu no quieras hacerlo... es lo más lógico después de todo... - Miró ahora a sus pies y sonrió ligeramente con amargura.
Al menos había sido bastante directo y no había ido con tantos rodeos que a la larga sólo empeorarían las cosas...

Claro, era obvio que para eso estaba ahí, mucho más idiota si no lo hacía, pensó. Cuando soltó la primera pregunta, como respuesta, sin decir nada salió del departamento. Lo último que quería era que los niños escucharan aquello. Cerró la puerta detrás de sí, luego de asegurarse de llevar las llaves en el bolsillo y se quedó apoyado de espaldas a la madera.

Antes de poder decir algo Gackt empezó a hablar, y tal vez era así mejor, detestaba el drama y las discusiones. Bajó la mirada y lo escuchó en silencio. Era cada una de las palabras que había pensado que escucharía. Y la expresión en su rostro le confirmaban que todo lo que decía era verdad y como no... Pero todo eso él ya lo sabía, se lo había advertido aquella noche.

Entonces Gackt terminó de hablar. Levantó la cara y no hizo más que sonreír, incluso soltó una risa como si aquello le causara gracia. -No soy del tipo de... ente... que practica el odio o el rencor, creo que lo sabes- Comenzó pero ya sin sonreír. -Y a pesar de todo, de lo que soy... creo que uno de los pocos defectos que pude encontrar en mi es lo incrédulo que puedo llegar a ser.- Tragó saliva. -Aunque en realidad de eso no me había dado cuenta hasta hace un par de días-

Sonrió más escuchando aquellas palabras, al final era lo que se estaba esperando, lo que temía y obviamente como él mismo había dicho, era lo más lógico que el vampiro podía hacer. Alzó el rostro y suspiró.
Sabía que no sería sólo llegar, pedir perdón y que el castaño se lanzara poco más a sus brazos diciéndole lo tanto que lo amaba. Y aunque eso fuera así, se sentiría un completo bastardo. Había lastimado a quien según... amaba. La persona por la cual haría cualquier cosa.

- Si... esto es patético... pero tampoco puedo decirte que no quería hacerlo, porque sé que si. Y aún ahora que me arrepiento sigo manteniendo eso - Soltó de pronto. Estaba siendo bastante honesto, más de lo habitual y mucho más de lo que sería cualquier otra persona de confianza.
Metió las manos a los bolsillos de su pantalón, le miraba con tristeza.

- Sinceramente basta con que me digas que ya no quieres volver a verme para que me vaya, mírame y dímelo... me iré... pero en un día volveré y te pediré perdón otra vez. - Guardó silencio un momento manteniendo la vista fija en las orbes del cantante. - No sé que pasa por tu cabeza en estos momento... intento imaginarlo y sé que no es bueno. Hyde, te traicioné... me traicioné a mi mismo, traicioné mis propias palabras. Sentirse así es una de las peores cosas que he podido experimentar, pero por otra parte me alegra porque de alguna forma lo estoy pagando aunque aún me falta mucho más - Sacó una mano y se acarició la nuca.
Estaba diciendo palabra por palabra lo que había pensando, lo que estaba viviendo. Decir que lo amaba era algo que no se atrevía a decir... no ahora.

-Te dije que te ibas a arrepentir- Dijo con simpleza, de alguna forma verlo así, pidiéndole perdón le aliviaba y le daba pie para ser ahora él quien fuese malo con él, sin embargo... Rayos! Se sentía tan débil, tenía tantas ganas de que todo pasara, otra vez. Pero al mismo tiempo quería golpearlo y darle una lección. Se cruzó de brazos mientras el cantante hablaba y dejaba salir todo eso que él ya sabía que se avecinaba.

-Estás diciéndome que a pesar de estar arrepentido, admites que querías hacerlo?? Técnicamente eso no es arrepentirse, Gackt...- Soltó una risa aún más marcada pero igual de amarga. -Te mereces sentirte así- Se apoyó en la puerta y bajó la cabeza. Ambos se habían quedado callados. -Lo arruinaste... de nuevo, pero esta vez te pasaste- Negó con la cabeza como si recordara sus acciones y las reprobara por completo.

-No sé quien es más idiota, si tú por lo que hiciste o yo por considerar darte una se... tercera oportunidad- Se corrigió. Siempre había pensado que una tercera oportunidad ni siquiera era de pensarse pero ahí estaba. Levantó la cara para mirarlo. -Tienes mi perdón, y ¿sabes? ...el dolor como quiera me lo quito... pero el recuerdo es el que no me dejará verte igual- Le miró con tristeza, una que no lograba sentir a ciencia cierta.

- Digo si te dijera que en ese momento no quería hacerlo estaría mintiéndote, no es técnicamente arrepentirse... - Corrigió bastante imponente en el tono de voz. Respiró hondo como tantas veces ya lo había hecho y volvió a sonreír asintiendo ligeramente. - Exactamente, lo merezco -

¿Tercera?, enarcó una ceja y le miró algo extrañado ¿tercera por qué?, pero de todas formas ya daba igual. Eran cosas que habían pasado ya ¿o no?.
Ese perdón de Hyde en vez de hacerle sentir bien fue lo contrario, pero ¿por qué?. Había sentido que todo pasaba tan rápido... - Fue más fácil de lo que pensé, ¿por qué? - Soltó en un murmuro.
Eso había sido bastante inadecuado para el momento, era como si a pesar de que estaba ahí justamente para que el castaño le dijera exactamente eso "Tienes mi perdón" no lo quisiera. ¿Quién demonios podía entenderlo?.
Gackt quería cosas, quería acciones y las pedía, pero al parecer las quería tal y como el las pensaba, pero estaba mal... no todo es como uno quiere.

- El recuerdo... - Se cruzó de brazos y ladeó sutilmente el rostro.
¿Por qué aún en ese momento no podía dejar el orgullo de lado?, podía pedir perdón... sólo a Hyde, pero tenía límites y a pesar de eso sentía que todo era rápido. Está bien, lo olvidaría... tenía que dejar de ser tan obstinado con algunas cosas que no eran más que estupideces... aunque tal vez era porque jamás, hasta ahora, se había topado con esta parte del cantante.

Suspiró pesadamente. -No es que haya sido fácil, dije que te perdono, pero sinceramente no quisiera verte en unos días. Necesito que sufras un poco más.- Rió un poco y una sonrisa malvada se dibujó en su rostro. Era como si de pronto tuviera ideas macabras para aplicar con el cantante. Y las tenía, pero no era ni el momento ni el lugar. Tenía que ahorrárselas para después.

-¿Sabes? Tengo un par de niños que deben comer en un rato y mmmh... tú entiendes...- Se acercó a él y estiró una mano para dar un par de palmadas en el hombro del otro. Pero no debió hacerlo, tocarlo era suficiente para derrotarlo y mostrarse débil frente a él. Así que se apartó rápidamente. Ahora volvía a sentirse triste y a punto de llorar. Estúpidos complejos.

Era mejor actuar con rapidez. -Cuando lo hayas pensado mejor y estés listo para arrepentirte de verdad, ven a buscarme y sólo quizás entonces me desagrades un poco menos- Le sonrió nuevamente, se giró para abrir la puerta y se apresuró a meterse en el departamento. Sin embargo permaneció un momento con la espalda pegada a la puerta. Una parte de sí quería que Gackt insistiera, otra quería que se fuera y llorar hasta vaciarse y una tercera estaba tentada a salir de caza por el puro gusto de matar para desahogarse~

Bufó por lo bajo y sin poner mayor oposición vio como Hyde desaparecía de su vista adentrándose a su departamento.
- ¿Arrepentirme de verdad? - Sonrió ladino. ¿Acaso ahora no estaba arrepentido de verdad?, ahora se daba cuenta que el castaño no se había metido ni una sola vez en su mente, si hubiera sido así sabría que su arrepentimiento era verdadero, pero su orgullo también salía a flote.

Suspiró de mala gana y estiró el brazo para tocar una vez más el timbre, tocaría las veces que fuera necesarias hasta que Hyde le mirara a los ojos y le dijera de forma decidida que no quería verlo. Tal como él mismo se lo había planteado hace unos minutos.
Esperó y esperaría el tiempo que fuera necesario, en algún momento el vampiro tenía que salir por esa puerta y entonces continuarían con aquella especie de "platica".

"y sólo quizás entonces me desagrades un poco menos" recordó provocando una nueva amarga sonrisa en sus labios antes de acercarse a la pared y apoyarse de costado con un hombro de modo que quedara mirando la puerta a su lado.

No había ni siquiera pasado el tiempo suficiente para pensar qué debía hacer, o más bien qué quería hacer cuando Gackt volvía a tocar el timbre. Los niños ante el ajetreo habían abandonado su juego y estaban de pie junto al marco de la puerta curiosos de saber qué era lo que pasaba, atentos, pero Hyde no reparó en ellos.

Suspiró varias veces y volvió a girarse para abrir la puerta una vez más. ¿Por qué? No tenía ni la más remota idea, se sentía tonto pero también ingenua y ridículamente enamorado. Salió al pasillo una vez más cerrando la puerta tras de si. Y sin esperar a que el otro dijera nada, comenzó a hablar. -No quiero que te alejes de mi, no quiero perderte, ¿está bien?- Concluyó con la mirada agachada luego de un extraño silencio. Se había resignado a que por más que tratara no lo podía alejar de su mente ya, fueran buenos o malos recuerdos.

Era algo que ya estaba con él. No le era fácil dejarlo ir, al ser vampiro cualquier sentimiento se intensificaba y se agrandaba, así de simple. -Ni siquiera puedo pretender que quiero hacerte sufrir, eres un humano tonto- Se dejó caer hacia atrás, su espalda chocó con la puerta una vez más, se sentía tan frágil en ese momento, pero no mostró ningún signo de querer llorar aunque quería hacerlo. De pronto levantó la vista. -Dime, ¿qué es lo que quieres tu de mi? ¿por qué me hiciste eso?- Hizo la última pregunta casi en un susurro.

Las primeras palabras del castaño le llegaron como si de una puñalada en el pecho se tratasen. Estaba consciente de que le había hecho dado, tanto físico como psicológico.
Ahora entendía mejor... el hecho de que le perdonara así y que le dijera, que confesara que no quería perderle eran como un castigo.
Suspiró con pesar y se alejó de la fría pared para quedar frente al más bajo.

Tenía tantas ganas de abrazarlo, de estrecharlo y sentir su cuerpo junto al propio, estaba en medio de una pequeña batalla interna cuando las nuevas palabras de Hyde le interrumpieron. Preguntaba... preguntaba aquello, pero se quedó mudo por un largo rato mientras le miraba a los ojos. ¿Qué podía decir? "Lo hice porque se me dio la gana", claro no... mil veces no.
Bajó la vista un momento, le miró otra vez y fue entonces cuando después de haber batallado tanto en su cabeza tomó una de sus manos y le acercó a él de manera dulce y suave. Lo abrazó, rodeó su espalda y lo estrechó apenas.

Que mal se sentía todo eso, que mal se sentía hacerle daño a la persona que amaba. Era cierto que aunque el cantante lo perdonara eso quedaría presente por siempre.
Sentía pena por todo, por si mismo y lo peor de todo es que no sabía que responder, ahora las palabras no salían...

Cuando Gackt se colocó frente a él, le miró directamente a los ojos, ansiaba saber la respuesta a esa pregunta tanto como el primer segundo en que le había dicho que no e incluso así el cantante había continuado sus acciones aquella noche. Sentía el cuerpo más débil de lo normal, como si estuviera a punto de romperse frente a él. Lo amaba tanto pero estaba tan dolido.

Gackt no le decía nada, quizás la respuesta era demasiado obvia, simplemente había querido hacerlo, no había de otra. Volvió a bajar la mirada sintiéndose resbalar apenas por al puerta y entonces sí que sintió las lágrimas llenar sus ojos, estos se habían humedecido muy superficialmente pero justo para ese momento el menor ya no se había percatado de eso, lo había abrazado. Ese abrazo que necesitó dos días antes de la misma persona que le había causado ese mal que sentía.

Sin embargo, por un momento no movió las manos, las dejó inmóviles a los costados de su propio cuerpo y cerró los ojos. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas y cayeron sobre la ropa del cantante, no sabía qué pensar. Sin duda lo que quería era estar bien con Gackt pero también quedaba la duda, necesitaba saber una vez más que lo amaba pero sabía que le sería bastante difícil volver a confiar en él. -Eres un idiota- Musitó con tono triste mientras subía las manos a la cintura del otro y lo apretaba con fuerza.

Respiró hondo y cerró los ojos un momento hasta cuando el castaño habló con ese tono de voz... frunció el ceño dolido.
- Lo soy... - Susurró y se separó tomándolo de los hombros, se inclinó un poco e hizo que le mirara, tenía las mejillas apenas húmedas. Lo lamentaba tanto, estaba arrepentido, pero ¿cómo hacerle saber exactamente eso y que le creyera?. Había sido una estupidez de su parte, había sido un error.

Llevó una mano hasta una de sus mejillas y con el pulgar quitó el rastro de lágrima que había quedado. - No hace falta que responda... - Suspiró y bajó la vista para luego apoyarse con el mentón en uno de sus hombros volviendo a rodearlo con ambos brazos. Posicionó una mano en su nuca y le acarició con suavidad.

- Tenías razón... lo estoy lamentando, mucho más de lo que podrías imaginar - Susurró nuevamente. ¿Con qué cara le decía una vez más que lo amaba?... eso era lo que más se preguntaba, desde hace ya dos días, simplemente no podía, no se atrevía. - Perdóname... - Pidió una vez más, su voz denotaba lo suplicante, lo necesario que sentía que el mayor se lo dijera una vez más.
Quizá lo mejor que podía hacer era perdonarse a si mismo, pero era algo que veía prácticamente imposible.

Cuando el otro se apartó desvió la cara un poco, no quería que lo viera así pero de inmediato Gackt lo obligaba a mirarle de nuevo. Lo hizo y suspiró, aquel gesto del cantante le hacía tener presente esas pequeñas cosas que le gustaban de él, y eso lo hacía todo más difícil. Lo escuchó nuevamente mientras volvía a abrazarlo.

-Tal vez es verdad, no hace falta que respondas... tal vez yo sé la respuesta e incluso sé más de lo que crees... pero no puedo dejar de pensar...- Se interrumpió, sin darse cuenta tenía la tela de la chaqueta de Gackt empuñada fuertemente. Una guerra se llevaba a cabo en su cabeza. Quería gritarle que lo amaba a pesar de todo aunque fuera una de las cosas más masoquistas que podía hacer en la vida.

-Te perdono- Repitió sin más. -No quiero que me dejes- Susurró junto a su oído, aún aferrado al cuerpo ajeno, subió un brazo por sobre su hombro y le acarició el cabello con cariño. -No quisiera pasar ni un día más alejado de ti, ¿por qué te empeñas en hacer esto tan complicado?- Preguntó en un tono un poco exasperado pero era más bien la desesperación que sentía al avanzar en la relación pero encontrar tantos baches en el camino.

¿Por qué hacía todo tan complicado?, negó... ¿por qué lo hacía?. - No lo sé... - Respondió sin más bastante confundido.
¿Era cierto que amaba a Hyde?, ¿era real todo lo que sentía por él?. Comenzaba a convencerse de que no merecía ni una pizca el cariño y la paciencia del castaño....

Se separó nuevamente y respiró hondo con bastante dificultad. - No sé lo que quiero... ni lo que espero de ti... no sé por que hago todo esto más difícil... - Miró los labios ajenos y de pronto quiso besarles, pero se contuvo y miró hacia otra dirección, suspiró y miró su rostro. - Aquí... - Mencionó posando una mano en su pecho. - Siento algo, pero aquí - Ahora con el dedo índice de esa misma mano apuntó una de sus cienes. - Todo es confuso... - Bajó la vista de nueva cuenta volviendo a negar.

- Lamento todo esto... - Claro que lo lamentaba, era lo que más repetía. - ¿Cómo hago para que no queden dudas de eso?... sería más fácil si dijeras que me odias, pero tampoco quiero que lo digas... aunque el recibir una reacción positiva de tu parte me hace sentir peor... - Chasqueó la lengua y frunció el ceño maldiciéndose internamente.
¿Y si comenzaban desde cero?, tal vez así... momento... eso no se podía, no mientras continuaran los recuerdos, Hyde ya lo había dicho...

Lo escuchó en silencio y siguió los movimientos de sus manos procesando lo que decía. No entendía de primera cuales podía ser las dudas, ¿era él? ¿acaso había sido su culpa? -No te odio, no podría, Gac-chan- Atinó a decir cuando este terminó de hablar. Quería abrazarlo de nuevo y no soltarlo para recuperar el tiempo perdido. Y es que se sentía estúpido y auto-destructivo estando así en ese momento. No sabía qué rayos estaba pensando al decirle todas esas cosas a Gackt, este acababa de romper un lazo muy importante y él casi volvía como si hubiese sido cualquier cosa.

Bajó la cabeza pensativo. No estaba seguro de que era lo que debía decirle. Lo amaba, de eso estaba más que seguro, pero ¿podría perdonarlo? Claro que si, al fin y al cabo esa clase de sensaciones negativas le eran más fáciles de dejar pasar. Aunque llegaba ese momento en que se sentía vacío, carente de sentimientos. Pero en ese justo momento sólo quería que Gackt supiera que lo perdonaba, que no tenía que lamentarse más y que a pesar de todo, él estaría a su lado. Qué ridículo sonaba aquello. Pero así era toda su vida, para él el tiempo era mejor aprovecharlo pues a pesar de ser inmortal no necesitaba perderlo en pensar las cosas. No le gustaba pensar.

Alzó la cabeza una vez más y con las manos se limpió la cara. Le sonrió al cantante, pues en medio de todo ese movimiento mental, sentía que todavía le quedaba mucho por ofrecerle. -No puedo obligarte a que me prometas nada, conmigo las cosas no serán "normales"- Hizo énfasis en la última palabra y una corta pausa, se cruzó de brazos ahora con una expresión más seria. -Este es tu momento decisivo, Gackt. Yo ya tomé una decisión.- Se volvió a apoyar de espaldas a la puerta. -Esto es algo que sólo pasó una vez, a la próxima no repararé en daños. Puedo ser inmaduro, descuidado y si quieres un poco ingenuo... pero si vas a estar conmigo tienes que pensarlo muy bien.- Se inclinó un poco hacia el otro, separándose de la puerta y bajó la voz hasta convertirla en un susurro. -Soy un vampiro... debes estar consciente de todo lo que eso implica...-

Se cruzó de brazos y relajó un poco aquella expresión de enfado para mirarle. Sonrió apenas cuando él lo hizo.
- Desde un principio las cosas ya no son normales teniendo en cuenta quienes somos, al menos no entra en los parámetros de "normal" para muchos, pero ese es otro tema... - Pestañeó un par de veces, pensando dubitativo.
Vampiro... ahora que el mayor lo mencionaba, que se lo dejaba muy claro... ahora por fin lo meditaba, hizo una larga pausa en la que se mantuvo en silencio mientras observaba cautelosamente cada expresión de su compañero.

Se mordió ligeramente el labio inferior y soltó el aire que contuvo por un momento. Era la hora decisiva, el momento de arreglar las cosas, de continuar o poner fin. Era ahora o nunca.
- Estoy consciente de lo que pasa, sé lo que eres y aún así no considero que sea algún tipo de obstáculo. También sé mucho más... - Mencionó recordando lo que le había confesado sobre Reira y lo que ella y Akira eran... recordó aquellas palabras tan decididas que había dicho, cuando se había dado cuenta que esas cosas no importaban, fuera lo que fuera él le amaba y estaría a su lado el tiempo que fuera necesario. ¿Por qué había olvidado aquello?.

- Tengo claro lo que quiero y a la vez no... es increíble que sientas algo por mi y aún ahora... - Llevó una mano a su frente y frotó como queriendo dejar esa confusión de lado de una vez por todas. - Quiero estar contigo... soy yo el que no quiere que me dejes, soy yo el que no puede ni debe obligarte a nada... - Se acercó y se inclinó hasta quedar muy cerca se sus labios a punto de besarle, pero no lo hizo aún. Le miró directo a los ojos en aquella cercanía. - Quisiera borrar lo que ha pasado... haría cualquier cosa para que ahora podamos estar bien... - Tomó su rostro con ambas manos.
Mandaría todo al demonio, soportaría aquel dolor que el mismo se causaba al estar con el castaño aún después de haberlo lastimado, lo llevaría consigo... y sólo así recordaría que aquella persona que tenía en frente le había dado una nueva oportunidad y que ahora debía hacer bien las cosas... - Te amo - Susurró y terminó con aquella pequeña proximidad de sus bocas para darle un cálido beso.

Cuando Gackt se acercó nuevamente sintió que su corazón latía más rápido de lo normal. Si lo pensaba bien, eso era justo lo que quería escucharle decir. Repentinamente se puso nervioso y las piernas le temblaban y aún más conforme el discurso de Gackt avanzaba. Sus manos vacilaron un momento pero finalmente se apoyaron en los costados del cuerpo del menor cuando ya lo tenía suficientemente cerca.

Inhaló con suavidad el aroma ajeno, y suspiró de puro alivio de oír la última parte. Una renovada sonrisa se dibujó en su rostro y sintió su cuerpo relajarse ante esas palabras. Tanto como si flotara. Cerró los ojos y aceptó ese beso que finalmente llegó a sus labios.

Con cautela levantó ambos brazos llevándolos a sus hombros y entrelazó las manos detrás de su nuca para transmitirle esa sensación de renovación que le había brindado. Tratando de liberar la opresión que sentía en el pecho horas antes. Se pegó a él intensificando la unión de sus bocas en un beso más apasionado, necesitaba llenarse de ese fuego que sólo el cantante lograba encender en su interior. Lo besó con ternura pero aún con bastante fuerza. Pero luego de unos instantes tuvo que apartarse, le miró a los ojos aún colgado de su cuello. -Te amo, humano tonto- Espetó con cariño y volvió a besarlo.

Continuaba con el beso hasta que el otro se separaba, hablaba y comenzaba uno nuevo el cual no dudó en corresponder mientras bajaba ambas manos hasta rodear su cintura. En momento abría los ojos y miraba hacia la espalda de Hyde, justo a la puerta.
Luego de un momento se separó un poco pero sin soltarle y le sonrió apenas. A pesar de todo eso se sentía bien, se sentía a gusto y reconfortado, pero no dejaba de sentirse culpable...

Volvió a subir una mano, pero esta vez la llevó a su nuca aproximándose para besarle de nueva cuenta cuando aquel sonido tan típico del abrir de una puerta le interrumpió en el momento en que comenzaba a rozar los labios ajenos. Dirigió rápidamente su mirada hacia la espalda del mayor y efectivamente, la puerta se había abierto hasta la mitad dejando a la vista a Akira y justo detrás de él una pequeña niña.
Se separó del castaño y le miró algo preocupado llevando sus manos lentamente a donde pudieran verse a cada lado de su cuerpo, justo como cuando te descubren "con las manos en la masa".

No dejó de mirar al cantante, tampoco sabía que decir... además, bueno después de todo él era el padre y ahora que lo pensaba mejor ¿esa niña era Reira?, ladeó un poco el rostro, lo suficiente como para visualizar una vez más a la pequeña...

Correspondió su sonrisa. Para ese momento se sentía como ido, era como si luego de sentir un horrible vacío en su interior todo volviera a estar lleno, incluso hasta el tope, como si ya no cupiera en sí mismo. Suspiró una vez más y justo cuando Gackt se proponía volver a besarlo el sonido de la puerta lo devolvió de golpe a la tierra.

No pudo evitar reír por la situación, aún mirando a Gackt se llevó la mano a la boca pasándola vagamente por su barbilla como si por unos segundos no supiera que hacer. Se giró hasta quedar de frente a la puerta y de espaldas a Gackt. -¿Qué pasa?- Preguntó hacia los pequeños con normalidad.

Ak: -Tardabas mucho, tenemos hambre-

Akira también había ladeado la cabeza para mirar a Gackt detrás de su padre. Luego volteó a ver a Reira y viceversa. La niña le sonrió como si Akira le hubiese dicho algo divertido, pero no habían hablado o eso aparentaba.

R: -Gak..?-

Murmuró en voz bajita mirando también al más alto detrás de Hyde. Este giró hacia el aludido con una expresión divertida. -Parece que también te conoce.- Comentó soltando otra risa, no era verdad, Akira le había dicho quien era... pero en realidad eso estaba siendo un poco incómodo. Le sonrió un poco avergonzado, no con él, con los niños tal vez. -¿Quieres quedarte a comer?-

Inhaló hondo y sonrió algo nervioso pasando la vista de Reira a Akira y luego a Hyde. - Hola... - Alzó un poco una de sus manos y la movió apenas para saludar a los niños. Que incómodo momento...

- ¿Ah? - Respondió con otra pregunta a la última del castaño, estaba bastante distraído observando a la pequeña Reira que sin duda tenía bastantes rasgos del mayor. - Ahm... ¿puedo quedarme? - Volvió a preguntar. La verdad es que no estaba seguro, pero si no había mayor complicación en que se quedara sería perfecto o al menos eso esperaba.
Tendría oportunidad para conocer mejor a Reira. Tragó saliva y suspiró. - ¿Cómo estás, Akira? - Se acercó hacía los niños y se inclinó lo suficiente para revolver el cabello del pequeño regalandole una amistosa sonrisa a su hermana.

- Tu debes ser Reira... ¿no es así? - Dejó en paz el cabello del mayor de los pequeños y se puso en cuclillas a una prudente distancia de la niña. Por un instante se olvidó completamente de la presencia de Hyde... como si la niña se robara toda la atención de una sola vez.

Akira y Reira saludaron al unísono con un apenas audible "Hola" mientras seguían a Gackt con la mirada, curiosos. Más Reira, pues era alguien nuevo para ella, sin embargo, sonreía. Hyde asintió con la cabeza. -Si puedes quedarte, si quieres- Recalcó mientras se rascaba la nuca. Suspiró nuevamente y carraspeó para hacerse a un lado y observar la escena.

Ak: -Bien, gracias-

Respondió con simpleza y analizó las acciones de Gackt con recelo, al menos en lo que a él se refería comenzaba a desarrollar cierto sentido de protección con la pequeña. Era su deber siendo el mayor.

R: -Si, tú eres Gak-

Repitió con un poco de diversión mirando a Akira, luego a Hyde y nuevamente a Gackt alternamente y soltó una risita. Al parecer el nombre le había causado gracia pues repetirlo la hacía reír.

-Adelante, vamos todos adentro- Interrumpió esperando a que todos entraran para poder terminar la comida.

Spoiler:

Sólo hasta cuando el castaño volvió a hablar fue que salió de aquel pequeño trance y se incorporó acomodándose un poco la ropa. Volvía a repetirlo... incómodo momento, tal vez lo mejor sería irse y hablar con Hyde luego cuando estuvieran solos aunque ya estaba ahí y... ok, no podía decirle "no" así como así, menos ahora.

Miró al castaño y sonrió apenas antes de adentrarse al departamento, ya lo conocía... había estado ahí hace algunos días, pero ahora había un nuevo integrante y la verdad sentía que todo era un poco extraño sabiendo aquellas cosas sobre los niños.

Metió las manos a los bolsillos de su pantalón y esperó a que su "amante" dijera algo. Jamás se había sentido de aquella forma en ningún lugar... y no es que fuera paranoico, pero algo extraño ocurría o eso presentía, pero era mejor dejarlo pasar por el momento.

Cuando estaban ya todos adentro del departamento cerró la puerta tras de sí y guió a los niños hasta el comedor. Cuando estuvieron adentro y antes de que él o Gackt entraran se giró dando la espalda a la puerta y mirando al otro que seguía en esa parte de la casa. -¿Seguro que quieres quedarte? Sé que para ti no es muy cómodo y realmente está extraño todo esto. Aunque... puedes quedarte y ver como avanza todo o si necesitas tiempo puedo darte más tiempo...-

Se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja, estaba visiblemente nervioso y hablaba casi sin pensar, sentía no atinaba mucho a decir una frase coherente. -Podemos vernos cuando quieras y en donde quieras, en serio no tienes que hacer esto si no quieres, siento es demasiado apresurado, ¿no crees?- Cuando terminó suspiró y cerró los ojos para calmarse.

-Lo siento, no me esperaba nada de esto- Le sonrió. -Quiero que te quedes, pero solo si no te sientes muy raro- Hablaba en voz baja apenas para que Gackt lo escuchara.

Frunció el ceño con una sonrisa divertida en sus labios escuchando atentamente cada palabras que salía torpemente de la boca ajena, al parecer él estaba mucho más nervioso con todo eso. Respiró hondo y acercándose palmeó un hombro del mayor con suavidad. - Me quedaré un rato, sería lo más normal y común después de todo. - Sonrió más ampliamente.

- ¿Qué preparaste para la comida?... ¿ramen? - Bromeó soltando una pequeña carcajada. Era mejor que se tomara las cosas más relajadamente.
Pasó al comedor y se sentó en un puesto libre junto a Akira. Aún recordaba aquel día en que había visto aquella película de dibujos animados y lo impresionado que quedó ante tal inteligencia del pequeño... ahora comenzaba a "atar cabos sueltos" por decirlo de alguna forma.

Apoyó los codos sobre la mesa y sonrió. Ok... no tenía nada que decir y en verdad sentía que algo extraño pasaba, además de lo obvio.